Declaimer: Naruto no me pertenece.
Parejas: SasukexSakuraxNeji
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Instrucciones:
1.-Claramente ya hizo click en este capituloh! xP
2.-Lea, en serio... con confianzah! x3
3.-Comente!!...con seguridad, no sea tímida/o x)
4.-Sabe cerrar la ventana? xD
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-And you're Still There- : Dialogos y acciones
(And You're Still There) : Aclaraciones mias xD
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And You're Still There: Palabras importantes
And You're Still There : Flash Back
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||| Nσ Lℓσяєѕ |||
By: eLiihxsan
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Capitulo 7 ||| Espinosa Realidad |||
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El día llegó con normalidad, mientras el aire fresco se paseaba hasta por los más diminutos lugares. Es por eso, que ahora, ella estaba tomando una taza de café bien cargado. Queriendo mantener el calor corporal, queriendo despertar de aquel sueño. Porque tuvo una mala noche.
Estaba viviendo una pesadilla. Esa que temió en los primeros años, y que, en los últimos tiempos era sólo una vaga persistencia, de lo que podría haber pasado.
Pero sucedió. Y ahora tenía miedo de cerrar los ojos. De volver a caer.
Apretó el agarre que ejercía sobre su tostada, al sentir la presencia de él entrar a la cocina. Esperó a que se sentara frente a ella para mirarle. Y así lo hizo.
Con tranquilidad ocupó la silla. Su cabello desordenado y sus ojos somnolientos, daban un claro indicio de que también había pasado una pésima noche.
-Es lo menos que le puede pasar- pensó con un poco de rencor.
¿Qué más podía sentir? Prácticamente le estaba dificultando su vida.
-Tengo hambre- le soltó bruscamente.
-¿Cómo dormiste?- preguntó por gentileza. Parándose para servirle algo de comer.
-Normal- emitió con cierta burla. ¿Acaso no era notorio su estado?
-Hoy me toca trabajar, así que dime qué quieres que te haga para almorzar- informó, sin discutir lo antes escuchado. Lo que menos quería era enfrentarlo. Su paciencia ese día estaba en cero.
El pequeño guardó silencio, pensando –Quiero ir contigo- dijo al fin.
-¿Ah?- soltó, desentendida.
-Como lo oíste- gruñó –Ya me aburrí de estar encerrado, por lo menos, déjame caminar por un lugar más amplio que éste departamento- objetó con el ceño fruncido.
-¿No te bastó con la salida de ayer?- él negó enfadado –De acuerdo, veré cómo lo hago- comentó, tras pensarlo con más detenimiento. A fin y al cabo, nada tenía de malo ¿verdad? A fin de cuentas, era la única opción que le quedaba, cuando de Sasuke se trataba.
Sólo tenía que ceder, y todo estaría bien, pero ¿Dónde quedaba el límite de la Haruno? Eso, era algo que el Uchiha lo vería con el paso de las semanas.
Tomó una agenda, al salir de la cocina, para mirarla durante un largo rato.
-Bien, anda a vestirte- sugirió, al confirmar su día en el hospital.
Sólo eran un par de pacientes, unas pocas fichas. ¿Qué podría salir mal?
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Alzó un poco la mirada, hasta posarla en las pequeñas flores que cubrían las ramas del árbol. Distinguiendo sin problemas, como algunos pétalos se desprendían y caían alrededor. Otros, más osados, llegaban a sus pies, haciéndole inevitablemente sonreír por breves segundos.
Y es que, ¿Cómo no hacerlo? Si cada punto rosa que veía en aquellas flores, le recordaba a su cerezo. A todos los momentos que ha vivido junto a su Sakura.
Cerró los ojos, mientras la brisa acariciaba sus cabellos. Quería pensar en ella, día y noche.
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Caminaba torpemente, al ser jalado por una fina mano, que lo guiaba hasta las profundidades del bosque, tratando de encontrar el sitio perfecto.
-¿No crees que ya hemos avanzado suficiente?- cuestionó, poniéndose a su altura, para seguir cómodamente el trayecto.
Ella lo miró con desaprobación, inflando sus mofletes en el acto. Haciendo que él suspiraba, para luego, indicarle con un movimiento de cabeza que siguiera con lo planeado.
Hasta que llegaron.
Vio la enorme raíz del viejo árbol, que, aunque parecía a punto de caerse, se mantenía en alto.
Soportando la vida que le tocó vivir. Admirado por sus semejantes.
-Es una majestuosidad natural- comentó Sakura, acercándose.
-Cierto- apoyó, ubicándose tras de ella, abrazándola de la cintura.
-Estoy nerviosa, Neji- confesó, apretando levemente sus puños.
Sin dudar, él la giró, para encontrarse con el rostro preocupado de su pareja, con sus ojos, expresando temor por lo que podría ocurrir.
-No te dejaré sola, yo estaré ahí, te protegeré- afirmó, seguro. Besándola con absoluta paz.
La joven no pudo hacer más que corresponderle, de forma desesperada y ansiosa, aumentando en poco tiempo, la intensidad de aquella unión.
¿Qué más se le podía pedir? Ella no manejaba muy bien el concepto armonía. No había tenido clases de meditación como su novio. Se consideraba así misma como una salvaje.
El Hyüga sonrió, al sentirla regañándose por ser tan apresurada. Con más presión volvió a hacer el beso pausado. Marchando hasta toparse con la creciente raíz. Apoyando la espalda de la kunoichi en ésta. Tomando su cara entre sus dos manos, la miró directamente.
-Escúchame bien- ordenó –Llevamos dos años juntos. Creo que, es el momento para hacer nuestra relación formal. Es tiempo, en que, todos lo sepan de una vez. No pretendo estar viéndome contigo a escondidas, para siempre- comunicó rozando sus labios –Confía en mí, ésta noche, todo saldrá bien.-
Aquello dio por finalizado la inquietud, que ella resguardaba en su corazón. Con más pasión se acariciaron, tratando de ser sólo uno.
Esa fue la primera vez en que, hicieron el amor de la manera más irracional y feroz. Nada comparado a las otras veces.
Esa fue la primera vez, en que Neji, se tuvo que enfrentar a todas las miradas reprobatorias.
Esa fue la primera vez, en muchos años, que Sakura se sintió poca cosa delante del clan Hyüga.
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Ella tenía veinte, él sólo un año más. Y parecía que el mundo se les había venido encima con tal declaración de unión, entre los dos.
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Frunció el ceño al recordar aquella situación de su vida. Nunca imaginó ese rechazo. ¿Nunca?
Sintió la llegada de alguien. Que simplemente se sentó a su lado, con una bandeja en mano.
-Neji–san ¿Qué pasa?- cuestionó su acompañante. Dejando lo que portaba en el suelo, para empezar a llenar una de las dos tazas, con un líquido caliente.
-Nada- respondió sin levantar la vista de su, recién servido, té verde.
-¿Crees que, nuestro clan se unifique más con nuestro matrimonio?- preguntó avergonzada y dudosa.
-No lo sé, Hinata–sama. No quiero pensar en aquello todavía- le dijo, sin mirarla.
¿Cómo decirle que no quería compartir su vida junto a ella?
-Tienes razón- apoyó sonriente –Déjame servirte más Neji–kun. Esto está delicioso.-
¿Cómo no lastimarla?
La observó por breves instantes. Si tan sólo fuera capaz de corresponderle la mitad de lo que ella sentía por él. Si tan sólo, aceptara así de fácil aquella absurda alianza.
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Todos, un poco sorprendidos, respetaron la relación de la alumna de la hokage, con el heredero del bouke, todos menos el clan de éste. Menos el líder. Hiashi, simplemente se negó.
-Termina con ella- dictaminó, cuando Sakura se fue por su propia voluntad.
-No- respondió firme. No iba a soportar que lo tratara así.
-¿Qué no ves? Te estás arruinando la vida. Si te quedas con ella, te será imposible casarte con mi hija, para así liderar la rama principal- le recordó, molesto –Esa era la idea ¿no?- espetó.
-¿Qué no ve que, igual seguiría siendo mirado en segundo plano? Esto no tiene argumentos. Soy el mejor, todos lo saben. Es usted, el que todavía no lo quiere aceptar delante de todos. Usted complica todo. ¿Acaso, esa es la única solución que me da para ser reconocido?- inquirió aturdido.
-Es lo único que te puedo ofrecer, y no será nada, si sigues con esa jovencita.-
Sus ojos opalinos se enfrentaron, duramente. Ninguno quería ceder.
Y lo único que pudo hacer él, fue darse media vuelta y salir de ahí.
-¡Neji!- rugió el mayor. Al verlo desaparecer.
No iba a dejarla. ¿Aunque, eso significara ser repudiado por su clan?
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Volvió a mirar aquel árbol de cerezos, en el jardín de su casa, consciente de que su prima todavía seguía ahí. ¿Qué podía esperar para el futuro? Siempre guardaba en su cabeza, todo lo vivido aquel año. A pesar de querer enfrentar a Hiashi, con el apoyo de la gondaime, fue Sakura la que decidió retractarse de todo. Ella fue la que no quiso seguir luchando.
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-¿Quieres terminar conmigo?- cuestionó entre sorprendido y dolido.
¿Cómo podía ella, querer destruir aquella relación?
-No- negó con tristeza –Pero, entiende, Neji, ellos podrían hacer algo- le habló con miedo, mientras su mano tocaba levemente la frente de él.
El sello que el Hyüga portaba, era el límite que ambos tenían.
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Ahora, después de tantos años de seguir estando juntos en secreto, a escondidas de la mayoría de los habitantes de la aldea. Con el fiel respaldo de Tsunade por el lado de la ojijade, y de Maito Gai, por su parte. Y ahora, reaparecía aquella idea para atormentarlo.
En el clan, ya estaban empezando a hablar, sobre la posible boda entre Hinata y él.
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Se estiró, tratando volver a tener las energías de un principio, pero le era inevitable, las ganas de comer le ganaron, así que, con paso casual, se paró para dirigirse a almorzar.
Al salir de su consulta, se acordó del pequeño a su cuidado. Sonrió con gracia, al rememorar cómo lo dejó en la guardería, con unos cuantos niños más. Quizás, de alguna forma, se quiso vengar por la interrupción que tuvo el día anterior, cuando estaba con su novio.
Llegó al sector infantil. Trató de ubicarlo, mas, no vio a ningún pequeño con los rasgos del Uchiha. Con extrañeza, se dirigió hacia la encargada, y tras preguntarle dónde estaba, tras escuchar que no tenía idea de quién hablaba, entró en pánico. Salió con trote apurado a localizarlo.
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-¿Dónde se metió? Lo mataré si Tsunade–sama lo llega a encontrar por ahí- masculló por lo bajo la pelirosa, caminando atolondradamente por los pasillos del hospital.
Lo buscó habitación por habitación, interrumpiendo, la mayoría de las veces, las consultas de sus compañeros de trabajo. Pidiendo disculpas de forma rápida y tímida.
Agobiada, se detuvo un momento a pensar con claridad. Nada tenía coherencia en su mente.
-¿A quién buscas?- preguntaron a sus espaldas.
-¿Ah? Am. A un niño. Un niño pequeño, cabello y ojos negros, ¿Lo has visto?- indagó esperanzada.
-No, pero si a ti te lo encargaron, seguro que se escapó, eres horrible- bromeó
-No me hace gracia, Tenten- manifestó de lo más seria.
-Ya, ya. No te pongas a la defensiva- suspiró –Si lo veo, te avisaré- expresó, suspirando.
-Gracias- respondió para darse la vuelta y seguir su camino.
-¡Espera!- le llamó haciéndola voltear –¿Sabes? Pensaba salir uno de estos días, a divertirme un poco, no sé, ir a un bar, por ahí. Relajarme- soltó al aire.
-Hazlo- dijo con simpleza. Pues, la verdad, no había entendido la indirecta.
-A lo que me refiero... ¿Por qué no vas conmigo? Digo, hace mil años que no salimos y además nos vendría bien hablar, bailar y no sé, disfrutar de la soltería, quizás por ahí encontramos a nuestro hombre... ¿Qué dices?- preguntó emocionada.Y Sakura perpleja, atinó a negar con la cabeza.
-Verás, estoy como guardaespaldas en todo momento de aquel niño, no lo puedo dejar, y por lo demás sé que voy a tener que cargarte de vuelta a casa por las copas que tendrás- se excusó
-Con esa actitud nunca encontrarás pareja- regañó la castaña
-Si supieras- pensó esbozando una sonrisa triste –Lo que digas. Ahora me voy. Adiós.-
-Como quieras- lanzó, volviendo al trabajo.
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No paraba de subir y bajar, de entrar y salir. Simplemente ya no sabía qué hacer.
Y cuando creyó que la única opción era avisarle a su maestra, lo encontró.
Caminando de forma apacible, con sus manos en los bolsillos.
Por un momento creyó ver al Sasuke de veintitrés años, en vez que, al de nueve.
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-¿Dónde te habías metido? ¡Te busque por todas partes! Sabes que no puedes andar por ahí, sin decírmelo primero- le retó, a penas lo tuvo frente a ella.
-Ni idea, me perdí- contestó tranquilamente.
-¡Mentiroso! No te creo para nada, sólo me quieres fastidiar. Y adivina qué, lo lograste- pronunció amargamente, dándose la vuelta para ir a su consulta.
El Uchiha la observó entrar, y algo en su interior se removió incomodo. ¿Había hecho algo mal?
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Gracias a todo ese ajetreo, perdió importantes horas de trabajo, que ahora, cerca de las once de la noche, estaba recuperando. Fichando y examinando cada hoja de vida de los habitantes de Konoha.
Salió, cerrando despacio la puerta. Sabía de antemano que todos ya estaban durmiendo. Y no quería interrumpir los sueños de sus pacientes.
Caminó hasta doblar la esquina más cercana, para encontrarse con aquel pequeño que sólo parecía hundirla más en su vida.
-Vaya, pensé que te habías ido- le comentó tratando de hacer más liviano el ambiente.
Sin embargo él no respondió. Ella, entrando ya en cólera, se preguntó el por qué de su actual enojo.
-Yo no debería de estar hablándole- se reprochó.
-Oye- le llamó fríamente –Siento lo de hoy, pero en verdad, me perdí- admitió casi en un susurró, parado en medio del pasillo.
Sakura, vio su diminuta figura. Repasando lo que le había dicho. Creyendo que había oído mal. Pero no, era eso lo que él emitió.
-Después de todo, es un niño- recordó. Y no pudo evitar sentirse mal, por haberle gritado.
-Sin embargo también fue tu culpa, no debiste dejarme solo- rectificó volviendo a caminar.
-Imbécil- bufó cuando ya estaba a su lado –Es cierto, yo fui la descuidada. Ya no volverá a pasar, Uchiha–kun. Prometo traerte siempre de la mano, como el niño que eres.-
El turnó de gruñir fue de él, al oírla burlarse tan naturalmente.
-Quizás, fue mala idea haberme quedado- meditó, saliendo del hospital.
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Levemente relajado, por el día que tuvo, se metió en su cama, una vez apagada la luz. Su cuerpo, bien trabajado,se dejó llevar por la paz de su habitación. La oscuridad no era más que un agradable complemento. Y él, sólo necesitaba dormir.
Aun así, no pudo caer en las redes del sueño, pues, sintió un ligero peso en su pierna, que empezaba a subir lentamente. Queriendo de alguna forma, palpar cada parte de su cuerpo.
Con agilidad y habilidad, pudo tomar, de forma precisa la mano de aquella persona. Que a juzgar por sus dedos, era una mujer... ¿Una mujer en su pieza?
Se sentó en su cama, para tener una vista completa de la intrusa. Examinó entre las sombras, la figura de ella y se sorprendió vagamente al saber quién era. Con su mano libre, prendió la lámpara situada al lado de su colchón, mientras que la otra, aflojaba el agarre.
-Hinata–sama, ¿Qué hace aquí?- interrogó de forma suave. Después de todo, era su protegida.
-Yo...- balbuceó sonrosada. Intentando concentrarse en lo que hacía.
-No debería estar aquí- regañó, con el mismo tono delicado.
-Sólo quería verte- contestó en un murmullo.
-Para eso, estamos juntos todas las tardes- inquirió, con el ceño fruncido.
¿Qué hacía su prima en la recamara de él, a mitad de la noche?
-Le sugiero que se retire Hinata–sama, estoy cansando. Además que, éstas no son horas para que usted esté aquí, su padre la podría castigar- comentó, separando sus manos de las suyas.
Ella lo miró abatida, mientras se mordía el labio inferior. ¿Por qué era tan indiferente con ella? No lo lograba comprender. ¿Acaso no era lo suficientemente hermosa, para él? No era fea, hasta ella misma lo sabía. Sin embargo, él no la había querido tocar en todo ese tiempo.
Se acercó en busca de un poco de calidez. Tocó con sus manos el pecho descubierto de su primo.
-Neji–kun, quiero pasar ésta noche contigo- murmuró en su oído. De manera sensual.
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Abrió los ojos a más no poder, al escucharla. ¿Qué era, específicamente, lo que le estaba pidiendo?
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AVISO: Para todas aquellas que les gusta Twilight, la pareja EdwardxBella –entre otras- y mi carismática y fabulosa forma de narrar y escribir (inner: xDD!!!) Les he de decir que empecé a publicar un fic de ello, asi que pido –por favor!- que pasen a darse una vuelta :D. Más información –link- en el perfil. De antemano, muchas gracias. =)
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olaa!, aqí, reviviendo despues de mucho tiempo xD, y es qe a decir verdad, esta historia la tenía planeada hasta la parte en qe se nombraba a Neji - o sea, capituloh 5 - y de ahí me saltaba hasta el final, qe ya lo tengo escrito xD... y pues el otro - el capi 6 - me costó hacerlo y ya con el 7, no tenía ideas. Así tras pensarlo detenidamente dije "vamos! qe tengo qe hacer algo realmente diferente"... Y, a qe no se imaginaban éste cambio xD!.
¡Jo! Hinata va a ser una niña maaala, muy maaala o.O!.
Bien, bien, detengamosnos aqí, siempre me he preguntado porqé colocan a Hina, como la qe nunca es capaz de hacer alguna maldad. Siempre como la buena amiga, la qe comprende los problemas de todo el mundo, la qe ama de forma pura y sincera... No y no!. No puedo concebir qe haya una persona así de buena - es mi punto de vista, ia? - Así qe, tras pensar qe en el anime/manga, y en varios fics más, Hina era muuuy perfecta, pues decidí, hacerla más "humana". Sí!. No le cambiaré la personalidad, claro qe no!, seguirá siendo timida, qizas torpe y con baja autoestima, pero eso no qita qe sea egoista, celosa, envidiosa, etc. - okey, seguiria diciendo cosas parecidas, pero estoy escribiendo demasiado xD -.
A lo qe voy... Hinata va a ser un fuerte obstaculo. Sin duda su personaje va a tener gran importancia - aunqe no lo tenia planeado así u.u -. Y terminando, no todo era color de rosa y sexo en esa relacion - xD!! -. En fin, pretendo profundizar más en otro capitulo =).
Espero les haya gustado. Disculpen la tardanza :D.
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Aclaraciones: Estoy editando todos los capitulos, de todas mis historias, para una mejor compresion. Asi que, les qiero decir, qe las Palabras Importantes, en todos mis fics, serán en negrita, y los Flash Back (o cosas extras, como cartas) serán en cursiva.
Agradecimientos: Ah todas qienes comentan y qe me tienen gran paciencia n.n!
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Avance: (...) -Por favor, Neji–kun. Prometo ser cuidadosa. Nadie se enterará- aseguró rápidamente. Sus ojos se encontraron, expectantes –Estoy desesperada- confesó al borde de las lágrimas, mientras intentaba ceñirse más a él. (...)
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Se cuiidaan :D
Reviews?... Apreta el boton del medio, un poco más abajo!
PD: Disculpen la falta de ortografía, si es ke hay :B
PD2: Visiten mi Primer fiic llamado: La Caída del Tiempo
PD3: Visiten mi Segundo fiic llamado: ·· Palabras Perdidas ··
PD4: Ya saben pasen a mi perfil para buscar el link de mi historia (Twilight)
adioo|
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eLiihxsan
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