Crónicas Vampíricas
Capitulo Uno
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¡Introducción al Desastre!
La luz del sol comenzó a golpear de repente, estaba amaneciendo, aunque poco importaba en aquella situación. El extenso poblado a mis espaldas desaparecía a gran velocidad. Tras de mí se encontraba, naturalmente, el espadachín más idiota del mundo, ¡claro! eso sin contar la procesión de aldeanos unos pasos más atrás. ¡Hey! que corrieran junto a nosotros no quiere decir que nos persiguieran ¿Por qué un grupo de pacífica gente seguiría a una hermosa hechicera genio como yo?... Las antorchas no significan nada, no se dejen llevar por detalles insignificantes.
¿La historia? Veamos… me encontraba en una posada de mala muerte junto a Gourry (¡claro! se preguntaran que hace una chica tan hermosa en un lugar como ese, ¡que curisis son!), comíamos felizmente nuestra humilde cena en el momento en que un repugnante hombre cruzó la puerta, no tardó demasiado en alzar su mano y apuntarme con su asqueroso dedo (me pareció haber pasado por algo así en alguna otra ocasión… quizás sólo haya sido mi imaginación), al instante malgastó mi bello nombre con su voz y en un dialecto vulgar me acusó falsamente de un crimen que yo jamás habría cometido.
Bueno, bueno… quizás sí había algo cierto en sus palabras, eso de "destruir" el monumento sagrado… mmm, yo más bien diría que ¡lo modifiqué!, deberían agradecerme, ese vejestorio necesitaba una remodelación. Pero ese no es el punto. Cuando los aldeanos de la posada escucharon esa blasfemia no dudaron un segundo y comenzaron a apilarse en la entrada, el idiota de Gourry me miraba como si estuviera a punto de sufrir una "parálisis cerebral" (véase cara de idiota) Ese cerebro de medusa no movía ni un solo músculo, ¿Qué clase de caballero dejaría a una pobre y desprotegida damisela en apuros enfrentarse a una multitud enardecida? Así que como ese cabeza hueca no atinaba a nada, no me quedó otra opción que actuar por él. ¡No, yo no lo aventé contra la muchedumbre! ¡Lo juro!, sólo fue un efecto visual. En cualquier caso, gracias al acto voluntario de Gourry, la entrada principal quedó desbloqueada y pude deslizarme hasta las calles sin problemas, aunque allí nos esperaban esos alde…villanos con palas y rastrillos.
Y, bueno, aquí estamos… Supongo que ante estas circunstancias no pagarán por mi grandioso trabajo. Es cierto, Gourry derrotó a los no-muertos, pero fui yo quien destruyó a la mayor amenaza con mi infalible Drag Slave!... quizás fue un mal lugar para lanzar un hechizo tan poderoso, pero ¡nadie se burla de la mejor hechicera de todos los tiempos, ese maldito vampiro de tercera jamás podrá volver a reírse de mi hermosa figura!
- ¡Lina! – Gourry se dirigió a mí rezongando.- ¡Liiiinaa! ¿Cuánto más vamos a estar corriendo?
- ¡No lo sé, cerebro de medusa! - Me giré para asegurar que oyera mis palabras - ¡Todo esto es tu culpa! – le acusé en el tono más convincente que puede adquirir una mentira… ¿Qué es una mentira comparada con la culpa que debería cargar si me responsabilizaba? (¿Piensan que soy cruel?)
- ¿Queeeeeee? ¿De que estás hablando? ¡Tú fuiste quien destruyó media ciudad! – por su voz, podría jurar que al decir eso estaba haciendo algún puchero, mientras me veía fijamente con una cara de profunda tristeza. Pobre chico ingenuo.
- ¡Así es Gourry, eso te pasa por estar de acuerdo con el enemigo! – le fulminé con la mirada al recordar la coalición que había formado con nuestro enemigo para recalcar las pequeñas imperfecciones de mi figura escultural- ¿Cómo te atreves a decirme todo eso frente a la sanguijuela?
- ¿Pero qué querías que hiciera? Él tenía toda la razón, eres plana como un pergamino.-
Su voz sonaba ingenuamente sincera y con cierto dejo de sabiduría. Volteé para ver su rostro, me miraba con una triste cara de idiota confundido, como diciendo "ten compasión de mí mientras te refriego en la cara lo plana que eres". Es cierto, no tengo mucha estatura pero eso no cambia mi belleza… y, bueno, no estoy muy desarrollada para mi edad, me lo habían dicho antes… algunas veces… ¡pero no tenía derecho a decírmelo en ese momento y, aún menos, a confabular contra mí!
- ¡No podrías ser más idiota!- Sentía mi sangre hervir, pero me contuve de conjurar algún hechizo que le borrara de mi vista por culpa de esos aldeanos.- ¡Sólo espera a que esto termine, pedazo de animal!- No es que echara fuego por la boca, pero podría decir que algo cercano a eso acompañaba cada una de mis palabras.
- ¡Pero es que…! – su voz fue cortada al instante y su rostro mostró una seriedad tremenda, enseguida se oyeron los gritos horrorizados de cientos de aldeanos. Decidí voltear hacia el frente y observar la amenaza que surgía del bosque.
Una penetrante aura de oscuridad comenzó a rodear las montañas y, a pesar del incipiente amanecer, el cielo fue cubierto por un gris imperturbable, el aire comenzó a estancarse y desde las profundidades del bosque se divisó una silueta indescifrable. Sin pensarlo dos veces, adopté una guardia de combate, estaba preparada para soltar, al instante, cualquier hechizo ofensivo que la situación ameritara, por su parte, mi compañero sostuvo su espada, aún envainada, y en un parpadeo sobrepasó mi posición con aire protector. Ese Gourry… puede ser el idiota más grande del mundo, pero es tan… ¡Alto! ¡Si creen que diré algo de lo que seguramente voy a arrepentirme, están MUY equivocados!… "pero es tan... buen espadachín", eso es TODO lo que iba a decir.
En un abrir y cerrar de ojos los aldeanos habían dado media vuelta en una maratónica huída, su valentía de "horda furibunda" no cubría encuentros cercanos con monstruos ocultos en el bosque. Eso me quitaba un peso de encima, ya no tendría que preocuparme de las penas del infierno que ofrecían mis perseguidores (¡cómo hay gente ingrata!). El silencio no se hizo esperar, sólo quedábamos Gourry, yo y lo-que-sea que estuviera del otro lado del bosque, decidí aventurarme y lanzar… avanzar cautelosamente. La bola de fuego (que yo NO lancé... quiero decir, sólo fue… ¡un accidente!) impactó contra la sombra, arrasando con una pequeña parte del bosque, pero el ataque no causó efecto alguno en la criatura y siguió su camino en nuestra dirección.
- ¡Por fin los encuentro!-.
¡Oh, no!
Como si no hubiese tenido suficiente de esa maldita sanguijuela, su elegante voz (¡agh!) volvía a resonar en mis oídos, lo miré de pies a cabezas… no tenía ni un sólo rasguño. Aún vestía su traje negro con camisa blanca bajo la típica capa de 'engendro del mal'; negra de interior rojo y con cuello en puntas (¿Qué ha pasado con la creatividad hoy en día?). En fin, ¿su cara? pálida, con aire infantil y ojos de idiota, cabello corto (un tanto ñoño, si me lo preguntan).
- Así que eras tú – respondí con tono despreocupado – esperaba encontrar algo de acción esta vez, qué decepción.
Como han de esperar, el chupasangre no estaba muy feliz ante mi comentario (no puedo evitarlo, irritar es mi talento natural). Apretó los puños a sus costados, al tiempo que daba un fuerte pisotón, arreglándoselas para mostrar toda su furia en los dos puntos que tenía por ojos. ¿Han visto alguna vez a un vampiro haciendo berrinches? Bueno, aquí les doy la maravillosa oportunidad de verlo, ¡y gratis! (sip, el dinero siempre es importante para mí).
- ¿Cómo te atreves a hablarme así, miserable humana? – uh, qué miedo – ¡Esta vez te liquidaré!
¡Y! las palabras claves son: "esta vez".
- ¿Ah sí? – preparé mi mejor tono arrogante – si no pudiste vencerme antes, dime ¿qué te hace pensar que esta vez podrás lograrlo?-.
Sep, ahí estaba otra vez mi gran sonrisa de superioridad. Oh, como me encanta burlarme de los debiluchos.
- Tú tampoco pudiste derrotarme.
¡Touché!
Lo admito, ahí estaba la última gota de paciencia, evaporándose. Cambié mi guardia de combate, cubriéndome las manos con mi capa para un ataque sorpresa, pero primero: Distraer.
- Todo era parte de mi plan para sacarte de la ciudad- respondí en un perfecto tono engreído. Genial, ahora no sólo tenía la mirada incrédula del vampiro, también estaba la de Gourry.
- Pero si casi la destruyes- tono ingenuo, cara de idiota, un signo de interrogación pegado en la frente. ¿Debía esperar algo más de él?
Atención…
Aviso de utilidad pública: Si, por casualidad, alguien (bendito sea) encuentra un cerebro de espadachín tirado en algún lugar del universo, por favor contactar a Gourry Gabriev. Muchas gracias.
- Lo que quiero decir es...- cuando por fin tenía su atención… – ¡Mega Brand!
Desde mis manos, la energía fluyó hasta formar un círculo a los pies de nuestro querido vampiro (cof.cof.y.Gourry.cof.cof), al segundo después, ambos volaban ante la espectacular explosión provocada por el hechizo, llevando consigo un poco más que la superficie del bosque.
- ¡Dam Brass! - arriesgando mi puntería, dirigí el ataque mientras aún se encontraban en el aire.
¡Bingo!
Siguiendo la inercia del… emm… 'salto', Gourry desenvainó su espada, aún estando en el aire, alcanzando a nuestro oponente en el primer corte, para luego caer amortiguado por sus rodillas. En un medio giro se dirigió nuevamente contra el objetivo.
- ¡Flare Arrow! -. El ataque fue dirigido a Gourry, quien, en un solo movimiento esquivó y contraatacó con un corte horizontal. La sangre comenzó a brotar desde el costado del enemigo. En respuesta, el vampiro posó su mano en el pecho de Gourry - ¡Bomb di Wind!
Por su cara, estoy segura que había tomado a Gourry por sorpresa, pero claro estaba que la más sorprendida era yo, ¿Qué clase de imbécil perdía una oportunidad tan valiosa con un ataque como ese? Es cierto, Gourry había salido despedido por los aires (gran novedad), pero cualquiera esperaría algo más… ofensivo. En fin, mientras eso ocurría, lo rodeé hasta quedar a su espalda, a una distancia prudente para un ataque al más puro estilo Lina Inverse y comencé a conjurar en el tono más bajo posible.
Más oscuro que el crepúsculo, más rojo que la sangre que fluye. En vuestro gran nombre, en las corrientes del tiempo sepultado, juro aquí, ante la oscuridad, que todos los necios que osen oponérsenos, por el poder que ambos poseemos, serán completamente aniquilados.
- ¡¡Drag Slave!! -desde mis manos, la energía concentrada por el hechizo formó una esfera rojiza, envuelta en una oscuridad tan profunda que sólo podría ser producida por Shabranigdu.
Sin darle oportunidad, lancé en su dirección el poder desbordante que se encontraba entre mis manos, impactando totalmente sobre él. No es necesario mencionar la explosión o la destrucción de media montaña (sep, estoy segura que los ecologistas me odian), sólo basta decir que el vampiro con cara de idiota recibió su merecido.
Se preguntaran como es que la sanguijuela no se dio cuenta antes, un conjuro tan largo como ese no era algo que se pudiera esconder por mucho tiempo… pero, bueno, debíamos partir con la premisa de que nuestro oponente no era el vampiro más capaz de la historia. Ahora bien, había un pequeño detalle…
- Hay algo que me ha quedado dando vueltas, sabandija - me acerqué a él con la más terrorífica sonrisa triunfal- antes, en el pueblo ¿cómo es que sobreviviste a mi primer Drag Slave?
Me quedé observándolo mientras su cerebro intentaba formular una respuesta, les aseguro que la palabra que mejor describiría su condición es 'rostisado'. Pasaron unos minutos, pero su cuerpo no daba señales de vida.
- ¡Oye! – puse delicadamente mi pie sobre él y comencé a mecerlo con suavidad – ¡te hice una pregunta!
Nada…
… Paciencia…
Cuando estaba a punto de arrojarlo grácilmente con mi pie hacia una dirección desconocida del universo, un molesto murciélago de tamaño familiar comenzó a dar vueltas sobre mi cabeza. Han de esperarse que mi amor por la naturaleza no superara la desagradable sensación de tener un animalejo revoloteando alrededor. Comencé fulminándole con la mirada y cuando estuve a punto de entrar en acción, una polvorosa explosión hizo a aparecer una nueva sanguijuela (¡sí señor! Lleve dos por el precio de una).
Debo reconocerlo, este era bastante apuesto; rostro delineado en punta, rasgos finos, un poco más pálido de lo necesario (eso sí), cabello ondulado, ojos color rojo sangre… bueno, olvidando ese último detalle, podríamos decir que era… atractivo (y olvidando, también, que tenía el mismo mal gusto a la hora de vestir que el recién calcinado).
- ¿Contesta esto vuestra pregunta, señorita Lina Inverse? – Supuse que se refería a su transformación (no había hecho nada más). Y, claro, convirtiéndose en un roedor volador pudo esquivar mi ataque… muy listo.
- ¡Jeh! Veo que conoces mi nombre – le dediqué una sonrisa arrogante – Al parecer mi reputación se ha extendido hasta los de tu clase.- lo admito, me halaga saber que mis habilidades sean reconocidas.
- ¿Cómo no conocerlo? – hizo una pausa, para mi regocijo – los rumores de la hechicera sin busto se han esparcido considerablemente.- Adiós sonrisa – Pero debo decir que es mucho menos de lo que esperaba.- plantó una sonrisa brillante, luciendo un prominente colmillo.
¡Adiós paciencia!
¿Qué demonios tiene el mundo contra mi desarrollo corporal? ¿No deberían preocuparse de mis habilidades? ¡Soy una h-e-c-h-i-c-e-r-a! y podría mandarlos a volar en una centésima de segundo, sin que nadie pudiera evitarlo, ¡pero no! la gente sólo se preocupa de cómo me veo. ¡Y luego se preguntan por qué soy tan agresiva!, mi actitud es sólo el reflejo del trato que he recibido del mundo... Así que luego no se quejen si destruyo sus ciudades al primer Drag Slave.
- ¡S-a-b-a-n-d-i-j-a! – mi voz se arrastraba entre dientes, intentando no hacerme explotar. Podía oler el humo que emanaba de mi cabeza.- Ya verás… - me aproximé a él con la intención de ahorcarle, pero al momento me di cuenta de lo inútil que esto sería, en seguida decidí retroceder un salto y atacar con algo más contundente.- ¡Fire ball!
No es que un ataque elemental fuera a surtir efecto en un vampiro, pero agradezcan que haya sido capaz de recapacitar a la idea del ataque cuerpo a cuerpo. Además, ¿qué mejor manera existe para demostrar la furia que una buena bola de fuego?
- Mi estimada hechicera plana – ¡juro que voy a destrozarlo! – no he venido hasta aquí para jugar con usted, si me disculpa - hizo un ademán de cortesía – me llevaré a este inepto.
En efecto, el recién llegado chupasangre (que ya no me parecía tan apuesto) recogió cual basura los restos de su compañero. Claro, no era algo que yo fuera a dejar pasar así de fácil, menos aún después de insultarme, burlarse y subestimarme… claro que no, el castigo que le esperaba en mis manos era tan brutal que ni su madre-vampiro podría llegar a reconocerle. Solté una ligera risa maniática.
- ¿Adónde crees que vas? – mis ojos destellaron con el brillo suficiente para cegar cualquier mortal a un kilómetro de distancia – Tenemos asuntos pendientes -.
Antes de terminar la frase, ya me encontraba a medio camino para alcanzar su hermoso rostro (y convertirlo en una mala versión del horrible posadero que me había atendido esta mañana) pero, más rápido de lo que podría llegar a decir 'Fire Ball', los engendros se habían convertido en asquerosos murciélagos que sobrevolaban mi cabeza, otra vez.
- Por cierto, deberías volver al pueblo y visitar a los aldeanos, te aseguro que su hospitalidad ha cambiado desde la última vez que los viste.- esbozó lo que podría ser una sonrisa torcida (dentro de lo sonriente que puede ser un murciélago) y desapareció de mi vista… entre un cielo cubierto de luces de colores (no precisamente estrellas, je je je).
Luego de aburrirme lanzando la más variada gama de hechizos en la dirección que habían tomado, comencé a analizar sus palabras. No estaba segura a qué se refería con exactitud, pero no debía ser nada bueno. Teníamos que ir al pueblo. Claro, cuando Gourry volviera de su paseo interestelar.
Continuará...
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Nota:
Primero, aclaro que (como todos deben saber) los personajes aquí utilizados no me pertenecen (uu uuh), sólo los uso para denigrarlos--quiero decir, divertir y envolver a los lectores en una trama absurda-- interesante con la única intención que envíen reviews (y así conquistar el mundo)--la intención que se desliguen de la realidad y pasen un buen momento de diversión familiar. Todo esto, sin fines de lucro.
Bueno, ahora más en serio… ayúdenme a conquistar el mundo: envíe su crítica, apoyo moral, insulto innecesario y/o ataque psicológico. Sólo debe enviar un review :3
No, no, ahora sí en serio… ¡espero que les haya gustado!
Saludos!
