No se si es relevante informarlo pero el capitulo 8 arranca el mismo día en que Harry coordina la seguridad para el mundial de Quidditch aunque es mucho más temprano, también en el ministerio de magia, ustedes se darán cuenta cuando la historia vuelve a la línea temporal. Si tienen alguna duda me lo dejan en los rr y tratare de ser más clara

Spanish Eyes

Parte II Forever Yours

Out of sight out of mind

Ojos que no ven, enloquecida

Out of time to decide

Sin tiempo para decidir

Do we run?

¿Corremos?

Should I hide?

¿Debería ocultarme?

For the rest Of my life

¿Por el resto de mi vida?

Can we fly? Do I stay?

¿Podemos volar? ¿Nos quedamos?

We could lose We could fail

Podríamos perder, podríamos fallar

In the moment It takes To make plans Or mistakes

En el momento tarda hacer planes, o errores

Capitulo 8

Rodeada de lobos, así era como se sentía, cada uno de ellos queriendo absorber algo de ella, algo que ya no poseía, no más, una parte de su ser le decía que Ginny estaba bien, era fuerte y toda una Weasley con sangre Prewett, valiente como ningún Gryffindor y poderosa como como pocas, su corazón le decía que en efecto su hija estaba herida, que le habían arrancado el corazón y cerrado el pecho sin posibilidad de devolverlo, pero sabía también, tanto como que ella misma se llamaba Molly Weasley que su hija estaría bien, una vez sanaran las heridas todo estaría bien.

Recordaba aquellos días, Ron en cada reunión hablaba de sus aventuras junto a quien sería su novia y el que entonces era su mejor amigo, estaba muy feliz del regreso de Harry, finalmente después de tantos años, y cuando Ginny llego aquella mañana, la del día en que la perdió, demasiado temprano vociferando ordenes y con un montón de brujas y magos sacados merlín sabia de donde para después ir por Hermione mientras Ron trataba de explicarle su loco plan. Nunca imagino que aquella mañana cuando Ginny dejo la madriguera sería la última vez que la vería, ¿habría cambiado las cosas de haberlo sabido? Claro que si, Merlín sabia como se morían sus ojos por volverla a ver, o sus brazos por abrazarla, a aquella que era la más pequeña de sus hijos, la única niña que tanto deseo y que por momentos pensó que no llegaría, pero fueron bendecidos y ella apareció para completar su numero de la suerte, eso era lo que ella era, su hija de la suerte y estaba segura de que regresaría cual hijo prodigo y por esa razón su lugar en la mesa la estaría esperando. Porque sabia que una vez sucediera todo volvería a la normalidad, no sería necesario preguntarle donde estuvo o como se encontraba, simplemente llegaría jugaría con Victorie y cenaría lo que ella con tanto corazón le había preparado, en esa casa no volvería a nombrarse a Hermione Granger o a Harry Potter…

Su piel aun se erizaba y en las noches tenía pesadillas donde Ginny estaba asustada envuelta en la obscuridad profiriendo el grito desgarrador que hizo la ultima vez que la escucho, no era nada consolador saber que eso es lo ultimo que escuchas de tu hija perdida.

Señores Weasley termine con Ginny, y Hermione está ahora terminando con Ron, debo ir a donde están, temo por la reacción de Ron

Había escuchado a Hermione decir que la lastimaban y Luna y Neville no hacían nada más que interponerse entre ellos y sus hijos, cuando finalmente irrumpieron en la carpa, Harry también lo hizo, Ginny no estaba por ningún lado y alcanzo a vislumbrar a Ron desapareciendo con Hermione. No había que analizar mucho las palabras de Harry Potter, eran sencillas, claras…directas, solo que no había manera de que la lógica y la realidad se emparejaran en la verdad dicha por aquel que hasta esa noche considero como uno más de sus hijos.

Esa tarde, cuando todo paso, Luna y Neville les impidieron acceder a la carpa. Días después, por mucho que interrogo a Ron, este no quiso hablar del tema, la duda la carcomía, la destrozaba. ¿Qué era realmente lo que había pasado aquella noche dentro de ese lugar tan horrible y desconocido?

Al otro día Ron apareció con moretones en el rostro y sin ninguna explicación clara más que el hecho que para esas alturas era evidente para todos. Harry y Hermione habían traicionado vilmente a sus preciosos hijos desde quien sabe cuanto tiempo y que Ginny no aparecía por ningún lado, poco valió el hecho de que su esposo fuera el señor ministro, que tuviera a un ejército de aurores a su disposición los días y semanas hasta convertirse en meses, preparándose para lo peor, solo esperaba la confirmación y no importaba lo poderoso que Harry Potter fuera, no podría contra su varita.

El problema era que si estaba segura de que Ginny estaba bien, que las sospechas de Harry Potter eran infundadas en un sentimiento de culpa que tenía muy merecido, que Ron se equivocaba al cuestionar las decisiones de su marido…porque, ¿por qué maldita sea, se repetía aquello queriéndose convencer de que todo estaría bien?.

¿Por qué parecía tratar de convencerse a si misma?

— ¿Es que necesito sacar una cita para hablar con mi esposo?

Bill había escuchado los gritos en el pasillo y su mirada se encontró con la de su padre que, en una silenciosa seña, le pidió que saliera.

— ¿Mamá?

— Bill… querido—dijo ella ignorando a una bruja que estaba pálida y arrepentida de haberle informado que el señor ministro estaba en una junta muy ocupado y que no podría atenderla a menos de que sacara una cita.

— ¿Qué haces aquí?

— Esta mañana no he alcanzado a tu padre, ha salido más temprano que de costumbre y siquiera tomo su desayuno

— Tú nunca…— Bill la ignoro completamente pues estaba impresionado de ver a su madre parada en medio pasillo fuera de las oficinas del Ministro de Magia, en pleno ministerio a esa hora de la mañana, ese día, cualquier día. – Tú nunca sales de casa

— Bueno tenía que hacerlo, anoche no fueron a cenar y no pude discutirlo con tu padre, tienen que ir a cenar, Ginny podría llegar y se decepcionaría de no verlos ahí

— Ginny no…

— ¿Donde esta tu padre cariño?—dijo ella interrumpiéndolo, lo ultimo que quería escuchar en ese momento y en cualquier otro era a su hijo decirle que Ginny no aparecería esa noche para la cena—tengo que discutir este asunto con él no pueden perderse las cenas.

— Él está en una junta mamá—dijo Bill mientras la conducía a su propia oficina, un cubículo que se conectaba directamente a la oficina del ministro, compartía espacio con el asistente y escribiente en turno, un pobre chico que ese día no había llegado aún a trabajar.

— Tu oficina es preciosa Bill—dijo ella admirando las fotos del escritorio de su hijo, uno de ellos tenía a su esposa Fleur y su pequeña hija Victorie, pero no fue ese el que le provoco el llanto, había otro en el que sus siete hijos saludaban a la cámara, ella y su esposo también estaban presentes, fue una que se habían tomado en Egipto y donde todos estaban felices y sonrientes, Charlie…Percy y ahora Ginny. Estaba perdiendo a su familia—aunque muy pequeña—logro decir apartando la desazón y el llanto

— Comparto la oficina con el asistente personal del Señor Ministro

— Lo recuerdo—dijo su madre tomando asiento—Era ese… moreno simpático, ¿Cuál era su nombre?

— Gedeón Perkins—respondió Bill acercándose a ella –él renuncio la semana pasada. Ahora trabaja Wallis Whitman pero no vino a trabajar hoy, no aviso así que supongo que será despedido. –le hubiera gustado agregar, que ahora nadie parecía querer trabajar con su padre, algunos días parecía distraído, otros como hoy se absorbía en su trabajo. –Mamá la junta se alargara, no creo que pueda recibirte

— Supongo que tienes razón, ahora es el Señor Ministro después de todo—ella respiro resignadamente y convencida de que su salida no había sido en vano fijo otro lugar para visitar antes de volver a la madriguera, no se sentía tranquila si no estaba ahí. Ginny podría querer ir a verla también a ella. –Tendrás que transmitirle mi mensaje, asegúrate de que vallan a cenar, desde que tu hermana apareció por aquí yo…yo tengo la esperanza de que valla a casa. Hazlo por mi, Bill.

— Lo haré mamá—dijo él acompañándola a los elevadores—hablare con él. Probablemente lleguemos un poco tarde, hay que ir a América para resolver algunos pendientes. Diplomacia para el mundial.

— Lo entiendo.

Bill vio la tristeza en ella, había aparecido desde la noche de la última batalla contra Voldemort, cuando Charlie y Percy fallecieron. Pero ahora era distinto, estaba triste aunque con esperanza. Después de todo Ginny estaba viva. Esa era una tristeza peligrosa, incontrolable, una de la que nadie podría escapar, la esperanza después de todo es un asesino silencioso.

Dio la media vuelta y saludo a un grupo de magos que se acercaban a los elevadores, al parecer la reunión había terminado, después de todo su padre pudo haber recibido a su madre; pero sabía que Arthur Weasley evadía a su esposa.

— Bill—Kingsley Shacklebolt esperaba frente a la oficina del Ministro. La junta había terminado pero no se imaginaba para que quisiera ver a su padre después de esta. Lo único que se le ocurría es que era un asunto personal. – ¿Podría hablar un momento con él?

— Permiteme un momento –respondió y se adentro en la oficina de su padre. El día acababa de comenzar y sería largo, él solo quería estar en casa con su esposa y su hija.

-Luna/H.J.&H.J/Nis-

Luna no estaba segura de lo que había visto, pero le pareció que Molly Weasley tomaba una de las chimeneas del atrio en el ministerio, el problema con ese avistamiento, era precisamente lo extraño de este, ella nunca salía de la madriguera, supo por rumores y claro por los artículos de Marietta Edcome que la esposa del ministro no salía de su casa, porque ese fue el lugar donde su hija desapareció y esperaba que fura el lugar donde la pelirroja tendría retorno. Por otro lado también estaba segura de que se mantenía encerrada para evitar toparse con Harry o con Hermione y enfrentarlos con su varita.

Fuera o no ella, por muy intrigante que fuera el asunto, no podía hacer nada pues ya se había marchado. Lo que realmente ocupaba su cabeza esa mañana, entre muchas otras cosas, era Cho, supo que había viajado para corroborar los hechos ocurridos en el parque Muggle. Pero no había tenido noticias de ella. Por otro lado, Kingsley le había dicho que ese día no estaría en las oficinas y que ella y Harry serian los encargados de organizar la seguridad que abarcaría todo el mundial de Quidditch.

Quidditch…

Finalmente había aparecido el elevador.

El mundial de Quidditch…

No se hablaba de otra cosa en todo el ministerio, desde que se dio a conocer la noticia de que la sede seria en Gran Bretaña, todos los departamentos sufrirían los embates de la organización y la presión del tiempo que se terminaba

Septima planta—dijo la voz de una mujer y las puertas se abrieron. Muchos magos y bujas subieron, ella tuvo que irse a un rincón, pero se aseguro de quedarse cerca de la entrada, así sería más fácil salir.

— No puedo creer que nos citen a una junta tan temprano y en el departamento de misterios—comenzaron a comentar los que habían entrado

— Según esto es el único lugar con el espacio suficiente

Sexta planta—anuncio la misma voz. Para sorpresa de Luna muchos más entraron, como pudo logro mantenerse en la misma posición

— Debieron agrandar la oficina—seguían discutiendo y las voces comenzaban a subir de tono.

Quinta planta— otros magos entraron, eran tantos que el elevador se sacudió vertiginosamente y entre empujones dos magos lograron acomodarse muy cerca de ella, algo susurraban pero no podía prestarles más atención debido a toda la gente aglomerada y los comentarios que de un momento a otro comenzaron a convertirse en insultos. Ya quería llegar a la segunda planta.

— Es el departamento de deportes—dijo otra voz –son los que tienen más trabajo

— Claro que no—discutió otro brujo con el ceño fruncido—es el departamento de cooperación mágica internacional. ¿Creen ustedes que es fácil tratar de ser diplomáticos con otros países que se sienten ofendidos porque en sus países no se ha jugado nunca un mundial? ¿Qué es lo que quieren?

— No importa eso—dijo el primero que había hablado. —Lo verdaderamente intrigante es porque nos mandaron llamar a todos…

—…Helsinki…

Uno de los magos que estaban detrás de ella dijo esa palabra que la hizo prestar atención, como si un hechizo hubiese sido lanzado y ahora quería saber a que se debían esos susurros cuando todos en el elevador parecían tener mucha urgencia en gritarse la importancia de sus departamentos para el correcto funcionar de tan importante evento. Afortunadamente su nivel de transfiguración era ciertamente elevado, pudo sin ningún problema hacer ciertos cambios en su oído interno y que nadie se diera cuenta, los susurros eran ahora más claros y pudo aislar el sonido que le preocupaba captar, después de todo, los gatos eran animales cazadores por excelencia.

—…No puedo creer que tengamos que ir hasta allá, y ahora

Shhh. Sabes que no podemos discutir eso ahora

Pero si perdemos los trabajos de poco podremos ayudar

Shhhh

Los dos magos guardaron silencio, sin darse cuenta todos habían llegado a la primera planta, seguramente la junta se llevaría acabo en alguna de las salas de los tribunales, eran las que tenían más espacio para todos esos magos. Hubo un momento incomodo en el que los tres se observaron, nadie bajo y los magos, por lo menos uno de ellos estaba seguro de que la bruja había escuchado algo, entonces Luna llevo una de sus manos y comenzó a enredarse el cabello.

— Los tribunales están atestados de Lorquitas

— ¿Que son las lorquitas?—pregunto uno de ellos mirándola extrañadamente

— Ya saben esas hadas pequeñas que se te meten por todos lados y te hacen hacer cualquier cosa, pueden ser mortales—asevero con rotundidad y respiro tranquila cuando los dos la miraban igual que todos la miraban en el colegio—es mejor ponerse el amuleto, pero lo olvide…ahora tendré que ir por él y llegare tarde a la junta—agrego con voz soñadora como si hablara con ella misma, entonces volteo a verlos de cerca, estaban nerviosos.

Sexta planta—dijo la voz. Finalmente cinco brujas subieron y Luna guardo silencio, todos bajaron después en el atrio.

Con toda la gente que había fue fácil perderse de la vista de esos dos magos, pero ella comenzó a seguirlos, estaban usando la salida de invitados, ella sabía porque, era una forma de evadir el registro de entrada o salida, un fallo que Kingsley había registrado pero para el que el Ministro aun no daba respuesta.

En las calles de Londres también había mucha gente, todos tratando de llegar a tiempo a sus trabajos y escuelas pero estos misteriosos magos que ella no conocía, se fueron a un callejón desolado y antes de que ella entrara en el, escucho el ¡plock! que indicaba que se habían ido. Habían desaparecido.

Durante el resto del día ellos se aparecían y desaparecían en varios lugares, al medio día después de desaparecer de Alemania se encontraron frente al Black Rose en el callejón Knockturn, varias veces estuvo apunto de perderlos, pero su pericia y los años de entrenamiento no lo permitieron.

-Luna/H.J.&H.J/Nis-

— ¿Quieres decirme porque estas tomando esta decisión?

— Ya es tiempo

— NO

— SI

— Jajajajajaja

— ¿MALDITA SEA PANNY DE QUE DEMONIOS TE RIES? –estallo Ginny cuando su paciencia se vio superada.

— Al final, parece… que después de todo si están hechos el uno…para el otro…jajajajaja

— Ya los convoque—el rubio ignoro completamente las carcajadas, nada disimuladas de la morena, había veces que le recordaba a su tía Bellatrix. —Y ya no puedes hacer nada al respecto.

La sala se comenzó a llenar de sus compañeros, algunos con rostros de desconcierto al ver el estado de Panny y los rostros furibundos de Dothkar y Annis

— No importa si quieres salvarlos o no… es ahora cuando será puesta a prueba tu voluntad. Estas con ellos o con migo

Las carcajadas de Panny se congelaron, era momento de detenerlos, le había dicho al rubio que no la pusiera a elegir o perderían.

— De cualquier modo ya llegaron—dijo atrayendo la atención de todos al ver a los recién llegados, el jardín comenzaba a llenarse de encapuchados, magos y brujas ocultos bajo mascaras blancas. —Vamos Annis tenemos que recibirlos, después de todo somos anfitriones.

Tomo a la pelirroja que se coloco una mascara sin rostro que oculto perfectamente su furia mientras escuchaba las palabras de Dothkar como un eco infinito… ¿como podía poner en duda su lealtad? Después de todo lo que había hecho, por él, por ellos, por su nueva y única familia, los que la habían acogido cuando estaba herida y rota, ella les pertenecía, le pertenecía a Draco y se lo mostraría. Después de todo una acción vale más que mil palabras. Él quería una muestra de su lealtad y ella se la daría.

-Luna/H.J.&H.J/Nis-

— Eres un estúpido—dijo Gorki cuando entraron en los terrenos de la mansión—no debes hablar así en el ministerio alguien podría escuchar y nos matarían –dijo cuando finalmente al anochecer llegaron al punto de reunión, nunca antes habían estado en ese lugar, y todas las indicaciones de aparición, para finalmente tomar un trasladador fueron demasiadas, ese sin duda era un lugar que no querían que encontraran.

— Nadie escucho

—…han matado por mucho menos—continuo Gorki sin escuchar a su compañero— Wallis, estaba esa bruja estúpida

— Era una loca—dijo Wallis—no creo que nos haya escuchado además menciono eso del… ¿qué demonios eran esas hadas?

— Yo que se—Gorki se detuvo en las puertas y escucho un ruido entre los arbustos, espero unos momentos pero nada apareció—y ahora será mejor dejar de pensar en eso o nos matan.

— ¿Para que crees que nos mandaron llamar?

Gorki no respondió y se coloco la capucha de la túnica y con un movimiento de varita Wallis hizo lo mismo. Las mascaras sin labios ni nariz en donde se podían vislumbrar solamente un par de ojos en unas rendijas hechas a sus medidas fueron colocadas y con ellas un pacto de silencio. El lugar les seguía dando escalofríos, Gorki no entendía porque tanto misterio, cuando quieres hacer lo que estaban por hacer si se necesitaba organización, reclutamiento, adeptos conformes o inconformes a los que solo bastaba amenazar y hacerlo, habían dejado ir varias oportunidades y eso no le gustaba, pero ya estaba metido en eso y no había vuelta atrás.

Al llegar al patio principal se dieron cuenta que había cientos de encapuchados, muchísimos más de los que había normalmente en las reuniones, probablemente era ese el día, no podía haber otra explicación, lo que se extendía en los jardines era una gran avanzada, un mini ejercito, serian suficientes pero para variar habían llegado tarde y como pudieron se colocaron en las ultimas filas mientras trataban de prestar atención e hilar los conceptos con lo que posiblemente se habían perdido. Como siempre estaba Dothkar al lado de Panny y Annis Is hablando en nombre de todos, nunca había visto los rostros de sus lideres, así como ellos tampoco habían visto las caras ocultas de sus seguidores, todo esto porque habían hecho un juramento, si los traicionaban morirían al instante, debido al hechizo y los llamados a estas juntas se hacían mediante la marca tenebrosa, un legado del señor obscuro, que aun seguían usando.

Muchos de los presentes eran mortífagos en los tiempos de guerra, otros como él habían perdido a sus padres durante esta, a manos de Aurores, o estaban en Azkaban pagando una condena que no merecían, después de todo sus padres, y los llamados mortífagos, solo deseaban que el mundo se librara de la escoria Muggle.

La orden en esta junta fue clara, el mensaje conciso y simple, la siguiente vez que sintieran sus brazos arder era el día en que todo sucedería. Finalmente el día tan esperado estaba a la vista. Con una sonrisa se alejo igual que el resto de los encapuchados por los caminos que habían tomado y hechizando un traslador desaparecieron. No podían usar la aparición debido a las fronteras mágicas que impedían que magos o brujas no deseadas aparecieran en algún país, además que el aparecerse de Londres a Helsinki era necesario un altísimo nivel mágico, los trasladadores en cambio se podían hechizar para evitar esas fronteras y así no se registraban las entradas o salidas.

— No lo entiendo—dijo Callahan cuando vio a Dothkar desaparecer dentro de la mansión—parece estar de malas todo el tiempo

Panny sabía la respuesta, era su falta de poder sobre Annis Is, pero no creía conveniente sacar ese tema a colación, así que para limar asperezas tomo del brazo a Zabbini y se adentro con él a la mansión, seguida de Grabbe y Goyle.

Todos se habían marchado, con un movimiento de Varita Annis Is atrajo todos los objetos que se usaron como trasladadores y los quemo.

— Annis Is—dijo Alecto mientras la veía despojarse de su mascara— ¿Eres tú la que tiene de malas a Dothkar?

— Dejala hermanita sabes que te puede ir mal si la molestas

Annis Is se quito la mascara y revelo su enorme y sadica sonrisa.

— Claro que soy la causante del humor de Dothkar—se acerco a la bruja y esta retrocedió con cierto temor en su rostro. –Se que quisieras ser tu…pero ni en tus…

— Ahhhggg

— ¿Que sucede?—pregunto Alecto a su hermano tratando de quitar la atención que Annis tenia de ella, pero ciertamente a punto de reir por el rostro de su hermano.

— GATO…GATO

Annis Is dirigio su mirada al arbusto que observaba un pavorido Amicus pero ahí no había nada.

— Era un gato…un gato…blanco

— Desde que ese gato negro se convirtió en esa bruja tú les tienes fobia…—Alecto aprovecho esto para alejarse—lo matare y te dare su piel.

La bruja desaparecio en los terrenos y Annis Is volteo a ver al mago que aun parecía temblar.

— El gato que tú viste… ¿de que color era?

— Blanco

— Este no idiota—Annis Is levanto su varita—el que te petrifico

—Negro, negro…

Eso no apaciguo a la pelirroja que le dio la espalda al cobarde pedazo de mago y escudriño con sus propios ojos el terreno, no se veía por ningún lado.

— ¡MALDITA SEA!—Estallo en cuanto Alecto apareció sin ningún gato. Su magia reboto en los hermanos Carrow arrojándolos varios metros y dejándolos inconscientes. Ahora ella también estaba de mal humor. Decidida se dirigió a los jardines para dar con el dichoso y maldito gato.

-Luna/H.J.&H.J/Nis-

Molly Weasley regreso completamente exhausta a la madriguera, no había visto tanto bullicio desde la fallida boda de su hijo Ron. El callejón Diagón rebosaba de gente haciendo compras. Y cada una de ellas parecía detenerse a saludarla, ofrecer su apoyo y atacar con palabras soeces a Harry Potter y Hermione Granger. Ella sabía que todo ese apoyo no era más que una forma de congraciarse con ella y también por los artículos que se publicaban en el diario El Profeta. Ginny se había ganado su propia columna gracias a los artículos escritos por Marrieta Edcome. De alguna manera no se sorprendió pues muchas lechuzas habían llegado en los últimos meses ofreciéndole casi, casi, sus condolencias como si su hija hubiese muerto. El simple hecho de recordar el largo día que había tenido la ponía de malas, finalmente había llegado a casa y la ansiedad comenzaba a desaparecer, con todo podía ver el lado bueno había salido de la madriguera y había hecho las compras para la cena de esa noche, tenía un buen presentimiento y le haría a Ginny su comida favorita. Por esa razón después de tantas interrupciones en su recorrido termino encerrándose en un local que no reconoció hasta que entro. Florean Fortescue. Todas las miradas se centraron en ella apenas entro y decidió disimular comprando uno de los helados. Mientras la cena comenzaba a prepararse por si misma recordó como se había sentado en una de las sillas mirando a la ventana y suspirando recordo lo mucho que a Ginny le gustaba el helado de calabaza del señor Fortescue.

Flash back

Para no ponerse a llorar pidió cinco litros de helado de calabaza para que fueran llevados a la madriguera esa misma tarde.

— El helado de calabaza también es mi favorito. —dijo una voz que la sobre salto.

Era Harold Winchester presidente y dueño de El Profeta.

— Señor Winchester—saludo ella cordialmente y asintió cuando él pidió permiso para sentarse con ella.

— Es un excelente día para hacer compras ¿no lo cree?

— Cualquier día es bueno para hacer las compras cuando estas son necesarias.

— Claro tiene razón. Es solo que es bueno verla tan repuesta señora Weasley. Con todo lo que ha pasado.

— Con lo que su periodista exagera, cualquiera diría que tendría que estar sobre mi lecho a lágrima tendida por la desaparición de mi hija.

— No pretendía—trato de disculparse sin disimular que no era realmente sincero.

— Claro que no—ella se puso de pie y dejo unos galeones sobre la mesa—para su información, o para que lo transmita a esa bruja entrometida, mi hija se encuentra perfectamente, no está desaparecida, ella se ha puesto en contacto con su padre y solo esta tomando unas vacaciones hasta que toda esta falacia que ha caído sobre ella termine. Con su permiso.

— Hasta luego señora Weasley y por favor transmítale mis saludos al Señor Ministro, y a su adorable hijita cuando vuelva a comunicarse con ustedes.

Con toda la dignidad que pudo reunir salió airosa de la heladería, esperando que Harold Winchester desistiera de seguir humillando públicamente a Ginny y así ella regresaría. Si tan solo… si tan solo la hubiera visto, si ella hubiese decidido ir a refugiarse a sus brazos como cuando sus hermanos la molestaban, ¿tendría razón Ron? ¿Tendrían razón esos que traicionaron a sus hijos?

Con paso decidido abandono Florean Fortescue.

Flash back end.

Las lechuzas picoteando la ventana la devolvieron al presente. El helado había llegado, si Ginny aparecía esa noche por la madriguera se llevaría una excelente sorpresa con su cena y postre favoritos.

-Luna/H.J.&H.J/Nis-

Zabini podía resultar ser buena compañía. Era eficiente al momento de cumplir sus necesidades y deseos, pero no podía sentirse satisfecha, no más. Como pudo dejo la mansión, afortunadamente al ser su casa no era necesario pedir permiso de nadie ni de nada. Paseo por las empedradas calles del Londres Muggle buscando alguna distracción, cuando lo sintió, Nott estaba siguiéndola. Lo dejo acercarse y después se perdió dentro de los pubs, volvió a dejarse ver y volvió a ocultarse, este juego del gato y el ratón parecía entretenerla, pero solo se engañaba a si misma, había otra necesidad latente en su cuerpo, una necesidad de un pelirrojo, de uno en especial. Era demasiado temprano, no era la hora habitual, pero eso no importaba.

— Creí que había sido clara

— Solo estoy protegiendote

— Pequeño Nott pareces un niño al que hay que castigar

— ¿Me quieres castigar?—pregunto él siguiéndole el juego que sabía que a ella le gustaba—hazlo, lo disfrutare.

— Cuando estés ahí, encerrado, piensa en todo lo que has hecho, como me haz hecho enojar—ella se acerco a el y delineo su camisa bajo la túnica en una caricia demandante—también asegúrate de que los que reclutes sean leales. Después de todo ahora hay un nuevo dark lord a quien seguir

Entonces las palabras de ella no tenían sentido para él. Tardo un buen momento en descubrir por que. Había un hechizo que solo los aurores conocían, este derribaba las barreras para ingresar a Azkaban y cuando el auror conocía la celda asignada se limitaban a decirlo y el condenado aparecía ahí inmediatamente. Ella uso un hechizo no verbal pero él sabía exactamente cual. Apareció en una celda de piedra y barrotes mágicos, había aurores patrullando los pasillo y más allá vio a los demetores delimitando las bardas. Estaba en Azkaban, no debería sorprenderle, después de todo, entrar en una prisión es cosa fácil. Lo difícil sería escapar.

— Listo—dijo Pansy una vez que vio a su estorbo desaparecer.

Si, era muy temprano pero sentía la necesidad de ir a ese lugar, solo estar ahí podría calmarla un poco. Soltó una carcajada antes de desaparecer.

A esas horas el caldero chorreante estaba prácticamente vacío, los negocios en el Callejón Diagón habían cerrado hace horas y los rezagados permanecían tras la barra del viejo Tom para saciar la sed que en algunas veces parecía una maldición, siempre había mas que magos y brujas a esas horas, se sorprendió cuando vio a un viejo vampiro que no le quitaba la vista de encima, probablemente había estado esa tarde en la reunión final, pero no podía estar segura. De cualquier modo unos momentos después de su llegada sintió las paredes sobre ella y llego a preguntarse ¿que demonios hacia ella ahí? Llevaba esperando cerca de una hora, y su pelirrojo…el maldito pelirrojo no aparecía. Desde que intercepto a la Marioneta aquella noche, el pelirrojo no había faltado a ninguna cita, el sexo era realmente bueno y esa era la razón de ella por esperar. Pero ella era Pansy Parkinson y nadie la dejaba plantada. No es que hubieses hecho una cita, era un acuerdo silencioso pero se estaba acostumbrando demasiado a esos encuentros furtivos. Pensó por un momento en pedir la habitación, no soportaba la mirada de ese maldito vampiro cuando la puerta se abrió.

Él siquiera le dirigió la mirada, se acerco a la barra, pidió su llave y una botella de Whisky con dos vasos.

No supo porque exactamente una sonrisa dibujo su rostro oculto en las sombras, probablemente por el alivio que sintió al verlo entrar al Caldero Chorreante. Pero ella nunca admitiría eso. Termino con tranquilidad su bebida y pidió otra, él la había hecho esperar, ella se tomaría su tiempo.

-Luna/H.J.&H.J/Nis-

— ¿Harry estas aquí?—pregunto cuando el olor del café la envolvió, al parecer le había preparado café para su llegada y eso le encanto—amor ya lle…ya llegue…

Harry estaba en la sala con Cho Chang envuelta en sus brazos, un retortijón apareció en su estomago pero no tuvo oportunidad para decir nada…

— Hermione—dijo Harry mientras liberaba a Cho que la miro con los ojos abarrotados de lágrimas. —No…—trato de decir Cho pero alguien más la interrumpió.

— ¿Luna esta aquí?

Hermione volteo su cuerpo y Harry y Cho miraron al chico que acababa de aparecer por la puerta.

— Díganme que saben donde esta—dijo Neville Longbottom con la cara pálida.

Hermione tardo un poco en procesar lo que estaba sucediendo. Había regresado a casa después de un largo día de trabajo y se encontró a Harry abrazando a Cho en su recibidor. Neville había aparecido detrás de ella y estaba pálido. Mucho.

Harry en cambio olvido lo que iba a decirle a Hermione y sintió a Cho que aguantaba la respiración por un instante mientras él se ponía de pie y se acercaba a su amigo.

— ¿Como que no sabes…?

— Valla aquí están—dijo otra voz detrás de Neville—cariño… ¿que haces en casa de Harry y Hermione? ¿Donde está Alice?—Luna entro en el departamento y se coloco en medio— ¿Cho que sucedió?—pregunto preocupada al ver el estado en el que estaba su amiga

— No tengo ni la menor idea—respondió Hermione que suspiro y los vio a todos con una enorme interrogante—yo acabo de llegar de trabajar.

— Paso que no sabía donde estabas—respondió Neville saliendo de la impresión inicial, él también se había dado cuenta del estado en el que Cho se encontraba. –Dos días y no tenía noticias tuyas.

Neville se acerco a ella y tomo su rostro entre sus manos para verla directamente a los ojos, justo después su mirada la recorrió completamente, Luna sabía que el Sanador dentro de su esposo buscaba en ella alguna lesión o señal de trastorno.

— Y valla días—dijo ella mientras se dejaba envolver por su esposo una vez más— ¿esta bien Alice?

— Si

— ¿Que ha sucedido Luna?—pregunto Harry que no sabía que había estado desaparecida por dos días

— ¿Cho te encuentras bien?— Hermione hechizo su abrigo y su bolso que volaron al estudio mientras se acercaba a la asiática y tomaba el lugar que Harry había ocupado.

— Primero Luna—pidió con un hilo de voz, no sentía tener la fuerza suficiente para volver a contar lo que le había relatado a Harry.

Hermione miro a Harry y se percato de su estado de ánimo. Estaba furioso.

— Preparare más café—dijo Harry perdiéndose en la cocina, de quedarse ahí, hubiera explotado, aun no procesaba lo que Cho le dijo cuando su departamento fue casa llena. Hermione entro un momento después de él y en silencio saco las tazas de la alacena.

— Lo siento—dijo Harry acercándose a ella—no te pregunte como te fue

— Parece que no hubo tiempo—dijo ella sonriéndole de lado— ¿Qué ha pasado?

— Siempre he creído que daño todo lo que amo—dijo él abrazándola con más fuerza—mis padres, Sirius…por eso siempre luche por mantenerte alejada.

— ¿Harry que paso?—preguntó ahora completamente angustiada, comenzaba a preocuparse realmente. El café se servía solo y las galletas salían de la caja a un plato.

— Vamos—dijo él separándose finalmente –que Cho te cuente.

— ¿Tan grave es?—pregunto pero la respuesta ya la sabía, Harry estaba furioso y deprimido, se culpaba por cualquier cosa que Cho le dijo o le paso. En silencio lo siguió.

En la sala ya estaban sentados Neville y Luna que se sostenían de la mano. Cho parecía un poco más tranquila pero aun lloraba en silencio, se limpiaba algunas lágrimas mientras sostenía el café.

— Ayer mismo encontré a donde desapareció Ginny—soltó Luna en cuanto Harry y Hermione se sentaron frente a ellos—pero no pude acercarme al edificio, podía verlo pero había muchas barreras repelentes—ella rodo los ojos, en realidad lo esperaba.

Hermione escuchaba a Luna pero no perdía de vista a Cho. Nunca había visto esa tristeza en sus ojos, y ya habían sido vecinas cerca de tres años.

—La verdad es que eso me tomo todo el día y toda la noche, finalmente desistí. Continuo Luna —Así que decidí regresar al ministerio, tenía que decírtelo Harry, tal vez tu si puedas atravesar las barreras, una vez ahí te mandaría una lechuza cariño—dijo ahora observando a Neville con el ceño fruncido, se imaginaba la angustia por la que lo había hecho pasar. —Lo siento, además quería saber también como te había ido en tu investigación Cho sin contar con las instrucciones de Kingsley para coordinar lo del Mundial, pero entonces tome el elevador y los escuche, eran dos magos, a uno de ellos lo he visto en la Oficina de Cooperación Mágica internacional, creo que lo conoces Cho, es un tipo bajito pelirrojo y con granos, alguna vez llegamos a bromear con que se parecía a Marrieta

— ¿Strudents? –pregunto con un hilo de voz, y entonces lo recordó claramente—Gorki Strudents

— Ese—corroboro Luna—bien, pues no me lo van a creer, el elevador estaba atestado de gente y los muy idiotas dijeron la palabra que nos ha llovido los últimos meses….Helsinki. Como comprenderán ya no llegue a la oficina, me convertí en mi misma y no baje de ese elevador, una vez en el atrio logre seguirlos. Estuvieron apareciendo y desapareciendo por toda Europa, algunas veces con trasladadores que encontraban en determinados lugares, tuve que usar el hechizo que inventaste Hermione

Sequens Apparentia — Hermione estaba asombrada— ¿Realmente funciona?

— Claro que funciona, quien lo diría si solo estábamos jugando aquel día cuando lo dijiste. Eres una bruja prodigio…

— Luna—la interrumpió Harry que estaba ansioso por saber que había retenido a Luna todo el día.

—Si bueno—continuo ella—deben sentarse…oh ya lo están. Al final aparecimos en un bosque, o eso pensé yo porque había muchos arboles, en realidad eran los terrenos de un amplio jardín de algún castillo… bueno, bueno Harry deja de mirarme de esa manera. Teníamos razón, Ginny esta con ellos. Y Kingsley también tenía razón, están cocinando algo grande. Y cuando digo grande es enorme. Los dos imbéciles que había seguido no eran los únicos, había cientos de ellos y, como los mortífagos, protegían sus rostros con mascaras, aunque si me lo preguntan, estas son mas terroríficas

— ¿Cómo es que estas tan segura de que esta con ellos?—pregunto Neville en un susurro, al parecer a ninguno le agradaría la respuesta.

— Bueno, pudieron haber usado un Imperius, no puedo asegurarlo cariño—dijo decepcionada—pero estaba sobre una tarima al lado de Draco Malfoy y si me lo preguntas, era la segunda al mando. A su mano derecha. Después tuve que arreglármelas para huir, Amycus me vio y armo un escandalo. No podía desaparecerme del maldito lugar por las barreras de protección, así que al final me acerque a uno de los magos rezagados, que resulto ser una bruja y me enrosque cariñosamente a sus roñosas piernas para desaparecer con ella. Termine en América justo a tiempo porque Ginny se acercaba a nosotros, tuve que lanzarle un obliviatea la bruja en cuestión y convencerla de que era un Muggle, no creo que la encuentren. La deje en un lugar en China.

— ¿Por qué tomaste tantas precauciones?—pregunto Neville, eso no era común en ella.

— Porque ella no cree que Ginny este bajo la influencia de ningún hechizo. –dijo Hermione comprendiendo el sentir de Luna e identificándose completamente con ella.

— Exacto—asintió la rubia—fue su mirada cuando empezó a buscarme, no es nada tonta, podría no pensar que era yo, pero podría pensar en otro animago. Además hay otra cosa—dijo ahora mirando directamente a Harry—tienen nombre clave, por lo menos ella Pansy y Draco.

— ¿Cuales son?

— El de Parkinson no es nada original, "Panny" pero Ginny… ella es Annis Is y él es Dothkar.

— Es Annis—dijo Hermione en un susurro—Black Annis y Dothkar es un juego de palabras entre muerte y Karma… un nombre realmente significativo, buscan venganza.

— Black Annis—Luna arrugo el ceño y lo dijo en un susurro—era la arpía que gustaba de comer niños hasta que fue encerrada y asesinada en la edad media. Muerte y venganza.

Un quejido de dolor y desesperación escapo de los labios de Cho. Todos voltearon a verla.

-Luna/H.J.&H.J/Nis-

Llevaba media botella, no fue necesario vaciarla a los vasos, era más fácil, más rápido engullirla directamente, para sedar y olvidar. Al principio camino de un lado al otro como un león enjaulado, de alguna manera desesperado. ¿Por qué demonios tardaba tanto? Él la había visto abajo, y ella no se había dignado a subir. Seguía repasando la conversación que tuvo en su antiguo hogar, ¿por que todos parecían querer olvidar que su hermanita estaría quien sabe donde y sufriendo quien sabe que cosas? Siempre es más fácil voltear el rostro e ignorar lo que estaba pasando. Pero lo que lo tenía así en ese deplorable estado sentado en esa silla cerca de la ventana mientras observaba la luna, eran las palabras de Harry. Tenía la esperanza de que con el Whisky él terminaría olvidando su estúpido comentario, ¿a que demonios se refería?

estoy hablando de ti y el caldero Chorreante.

La puerta se abrió y chirrió como siempre, se puso de pie y tambaleándose un poco se acerco a ella. Pudo ver su sonrisa torcida y su mirada lujuriosa, estaba a punto de decir algo pero él rápidamente cayo cualquier comentario con un beso.

— Tardaste—dijo él mientras acercaba sus manos al cuello de ella y la atraía para volver a besarla.

— Tú me hiciste esperar primero—dijo ella en cuanto tuvo oportunidad, pero él no respondió. Volvió a besarla mientras la desnudaba.

Ella sonrió mentalmente y llevo sus manos a la entrepierna del pelirrojo. Su miembro estaba semi erecto. Sin ningún cuidado se deshizo del pantalón de él pero se fue deteniendo cuando descubrió que el le quitaba a ella la blusa con excesiva lentitud mientras besaba su cuello. Estaba extraño. Generalmente cuando se encerraban en esa habitación había sexo duro y rápido pero esa noche el pelirrojo se estaba tomando su tiempo y no tenía nada que ver con que estuviese medio borracho, generalmente lo estaba. Ella decidió imponer el ritmo. Lo agarro de la camisa y le dio la vuelta para arrojarlo a la cama.

Ron sonrió, ya lo esperaba, cuando ella se coloco a horcajadas sobre él y obviando la necesidad de enterrarse en ella y olvidar todo; dio media vuelta dejándola a ella bajo él y volvió al ritmo lento. Ella se quiso parar pero él se lo impidió.

— Espera—dijo él mientras se deshacía del sujetador y se apoderaba de su seno derecho.

— No—se quejo ella, no le gustaba pero no pudo protestar más cuando él succiono con fuerza su pezón, mamando de él como si se le fuera la vida en ello.

— Te necesito.

Ron no supo porque dijo esas palabras, no lo admitiría en cualquier caso. Pero Pansy dejo de luchar y se dejo hacer, nunca nadie la había tratado así, ella desconocía el sexo tranquilo. Siempre le pareció aburrido y sin sentido, sin embargo se humedeció irremediablemente cuando él toco su clítoris ansioso y la traiciono su cuerpo al gemir por sus caricias. Eran eso…caricias y a ella jamás nadie la había acariciado así.

Jamás.

-Luna/H.J.&H.J/Nis-

A Cho le tomo un par de minutos controlar su respiración y su llanto, sus ideas por otro lado estaban desordenadas y la abrumaban aumentando la histeria y descontrolándola, pero se resistió.

— El carrusel, es… es el juego seguro—gimió mientras todos la observaban—no se mueve solo…solo da vueltas pero no va a ningún lado, cuando sube y baja lo hace en su propio eje…lentamente, si tu bebe es muy pequeño puedes subir a su lado y sostenerlo mientras el carrusel da vueltas y vueltas, si tu bebe es más grande… lo pierdes de vista solo un momento antes de verlo aparecer del otro lado…una y otra vez…

El dolor en la voz de Cho dejo mudos a todos, Harry se puso de pie, ya había escuchado la historia y no quería volver a hacerlo pero se armo de valor para no salir de esa habitación en busca del culpable y acabar con él de una vez por todas.

— Draco quiere matarla… por eso convirtió el carrusel y las ferias en ruletas rusas…piensa que un día le va a atinar, saldrá la bala y matara a mi bebe… él lo sabe, él lo sabe…

— Cho-dijo Hermione frunciendo el ceño, no entendía nada pero no pudo continuar para dejar a la asiática que relatara lo que Harry ya sabía y que lo llenaba de rabia y culpa.

— Todos habían salido de… habían salido del castillo pero teníamos que asegurarnos, nos dividimos… Neville y Luna ellos fueron a los invernaderos y a revisar la torre de Gryffindor y Ravenclaw yo fui a las mazmorras.

El relato comenzaba a tomar forma, la noche de esa ultima batalla… Luna y Neville lo recordaron como si hubiese sido ayer, él no quiso dejar ir a la rubia sola y Cho había tenido que ir por su cuenta para asegurarse de haber evacuado el castillo. Luna contuvo la respiración y Cho continuo.

—Claro que no había nadie ahí, ya me iba…estaba subiendo las escaleras y él…él me tumbo—Hermione ahogo un grito al imaginar la escena. —Aun recuerdo el golpe de mi espalda en la esquina de dos escaleras… mi varita… la solté, solté mi varita…cuando le vi la cara, tenía la mirada más fría y calculadora que jamás le había visto, él dijo… "eres la favorita de Potter, seguro te beso, yo voy a hacer algo mucho mejor que eso"

— Cho…

Hermione se arrojo a ella y la envolvió en brazos mientras comenzaba a llorar en silencio, Cho se sintió segura y reconfortada, hipo y trato de alejar aquellas imágenes que durante mucho tiempo la atormentaron; Harry soltó un improperio y golpeo la pared, Draco le había hecho eso a ella por que él tuvo un enamoramiento en el colegio, estaba enfermo pero por primera vez la verdadera razón de porque Ginny estaba con él lo golpeo y lo envolvió en un aura de decisión irrevocable, su prioridad era rescatar a Ginny, porque sin importar el daño que ambos se habían hecho, ella fue su amiga, su compañera, la hermanita menor de su mejor amigo…había una historia y una deuda, había estado demasiado tiempo al lado de Draco Malfoy pero él se encargaría de que eso terminara.

— Me case con Karl Freund porque él decía que me quería y se parecía tanto físicamente a Draco… nadie sospecharía…yo… no pude, él nunca me toco, supo que me habían violado pero yo nunca le dije quien, solo que no lo conocía, él dijo que esperaría que… que me quería pero un día desapareció…yo pensé que quizá se había hartado de esperarme—un nuevo ataque de nervios la arraso y solo atino a sentirse abrazada por la castaña, estaba consiente de que Luna abrazaba a Neville y que Harry tenia una mirada furiosa

— ¿Porque nunca me lo dijiste?—logro preguntar Hermione—hemos sido amigas tres años, vecinas…Cho…

— La protegía Hermione, ¿puedes culparme por eso? Nadie lo sabia, nadie debía saberlo, ni el hombre que me amo, ni mi mejor amiga, siquiera lo sabe mi bebe, como le cuento el horror de padre que tiene.

— El no lo es—dijo Luna acercándose a sus amigas y arrodillándose frente a Cho—su padre es ese hombre que te amo Cho y nadie más

— Pero ahora él lo sabe—dijo ella mirándolos a todos con una suplica en silencio que salía a gritos de sus ojos rasgados no por su ascendencia si no por el dolor que transmitían. — Y no se que ganara con ello… no se

— El no la tocara—dijo Harry con la voz ronca—no se lo permitiré te lo prometo.

Pero Cho no podía dejar de sentir esa angustia, de ver las fotografías de todos los atentados desde que Karl desapareció. Los niños muertos y mutilados del último accidente, muertos porque Draco Malfoy quería matar a su pequeña. Le aterraba no ser capaz de protegerla.

Carousels In the sky

Carruseles en el cielo

That we shape With our eyes

Que formamos con nuestros ojos

Under shade Silhouettes

Debajo de la cortina, siluetas

Casting shade

Fundiendo formas

Crying rain

Lluvia que llora

-Luna/H.J.&H.J/Nis-


Listo, propósito cumplido, les dejo aquí su regalito de navidad. Espero que lo hayan disfrutado, y bueno, cuéntenme que tal ¿o.k.? Ya estamos llegando a la recta final. Los estribillos son de T.A.T.U. la canción se llama 30 Minutes, que más…que más… ha si, espero que tengan unos grandiosos días de fiesta, nos leemos el próximo año. Los quiero.

P.D. No tuve tiempo de responder a sus rr, ya me pesaron las desveladas pero no los quería dejar sin su regalito ;) los respondo junto con los de la siguiente actualización ;)

San Luis Potosí. S.L.P. Viernes 26 de diciembre de 2014

12:14 am.