DRAGÓN NEGRO, DRAGÓN BLANCO

DIECISÉIS

La verdad de ese final sólo lo sabrían Setsuna, Ami, Michiru y Haruka. Todo fue una farsa para así como los Dioses Padres se perdieron en el firmamento para siempre ellas poder volar libremente. El plan estaba fríamente diseñado y Setsuna las dejó escapar fingiendo que la aparición súbita del Legendario Caballero Blanco era la razón de su derrota y entonces…

"¿General Supremo?" no podía creer que hubiera aparecido allí, Setsuna no tuvo muchas salidas. Si la mujer se daba cuenta de su traición el plan fallaría así que le dijo la verdad… a medias "Las dejé escapar para poderla matar en Yomi, allí Michiru es vulnerable y por fin podremos ganar… No ocupamos de ella, no ahora que el mundo vive en tinieblas…"

"Tienes razón mi fiel Setsuna"

Y al final la apuñaló por la espalda, un segundo antes que ella aniquilara a Haruka. Setsuna no estaba muy convencida de seguir con el plan, temía tanto que la herida se infectara y muriera pero no había tiempo para discutirlo

"Ya no me digas nada" masculló Haruka un poco antes de tomarse el veneno

Las dos habían muerto, por lo menos para los demás. El entierro se llevó a cabo. El mundo entero lloró su partida y los Dragones conmemoraron la gloria de los caídos en guerra.

Esa noche Ami y Setsuna fueron hasta las tumbas de los Dragones, allí donde los más grandes guerreros reposaban y abrieron la tumba de Haruka. Aún estaba pálida pero de un momento a otro volvería a la vida pues lo único que tomó fue una pócima hecha por Ami que simulaba la muerte, aunque eso sería sólo por setenta y dos horas.

"Aún tenemos tiempo pero el aire se terminará pronto y Michiru aún está en su tumba"

"¿Por qué no la sacaste primero?" chilló Haruka aún sintiéndose poseída por la muerte

"Tenemos un problema en tu gran plan… Los monjes… vigilan las criptas temiendo algún dragón saquee su tumba…" explicó Ami

Los efectos de la poción terminaron, Michiru despertó aún atrapada en su tumba y por un instante tubo miedo, pero su corazón le decía que Haruka la rescataría. Cerró los ojos y esperó pausada, la muerte no sería quien las separaría, Haruka no lo permitiría

"Nunca te dejaré… pase lo que pase te voy a amar siempre…" fue lo que ella le dijo

Y aguardó largas horas hasta que el aire se terminó y se desmayó. Haruka se había retrazado demasiado pues el santuario de Amaterasu estaba custodiado con la más alta seguridad. Y entonces Setsuna decidió fingir un poco, se disfrazó de Amaterasu y se apareció en los alrededores fingiendo su espíritu no lograba descansar. Haruka logró pasar. Entre ella y Ami saquearon la tumba pero el cuerpo no estaba

"¿Cómo voy a encontrarla a tiempo?" gritó desesperada

"Tal vez" Ami observó a su alrededor "¡Black! Era capaz de encontrarla hasta en el fin del mundo"

"Tienes razón" sonrió la rubia y con un fuerte silbido llamó al gato "Vamos bonito ven… debes buscar a Michiru…"

Cuando Haruka abrió a tumba correcta sintió que la vida misma la dejaba, Michiru estaba pálida y sin vida. Se aferró a su cuerpo marchito suplicando no fuera tan tarde. Sopló un poco de vida en su boca pero ella no despertaba.

"Por favor" suplicó y sopló una vez más "Por favor" entonces Michiru tosió recobrando la conciencia

"Regresaste" murmuró la diosa

"Te lo prometí…jamás volveré a dejarte…"

"Ahora debes prometer llegar a la hora acordada" se burló de la alta rubia

"Lo haré" se aferró a su cuerpo sollozando

Con la libertad de su parte y un mundo entero qué explorar huyeron a las montañas donde tuvo inicio el origen. La quietud que allí se disfrutaba era tan parecida al Palacio del Cielo que ninguna tuvo problemas para acostumbrarse.

"¿Crees que estaremos a salvo?"

"Sí… confío en mi suerte" sonrió Haruka a su amante

"¿No dijiste que no tenías suerte?" se burló Michiru

"La tengo cuando tú estás conmigo…"

En Michiru habitaba la dualidad: la luz y la oscuridad pero Haruka no cometería el mismo error que Izanagi, no iba a permitir que su amor la destruyera. El amor es un arma de dos filos, tan peligrosa y excitante que es imposible no jugar con ella. Si Michiru debía librar toda su vida esa constante batalla Haruka se encargaría de equilibrar esa dualidad.

"Dos reencarnaciones murieron así… cuando uno gana al otro su muerte es sólo cuestión de días" le explicó una vez Ami "Cuando oscuridad o luz ganen su vida se desvanecerá para siempre"

"Lo sé Ami" ésta era la despedida, jamás se volverían sus caminos a cruzar, era tiempo que ellas se desvanecieran para siempre y así poder crear su propio edén.

El amor es… incontenible y voraz, perfecto, suave, delicioso, mágico… único. La oportunidad que esas reencarnaciones de Amaterasu no tuvieron. Un nuevo atardecer llegó, los dragones danzaban, ofreciendo el más bello espectáculo a esa humanidad en decadencia. Y la rubia le dedicó una mirada dulce a su compañera, ella le sonrió, el mundo no podía ser más perfecto.

"¿Sabes que te amo?" preguntó Haruka

"No" le coqueteó Michiru

"Te amo" sonrió la rubia

"Me encanta que me lo digas" se quedó abrazada a ella y al oído le dijo "También yo te amo… más de lo que te imaginas Haruka"

Allí floreció el edén, en el mismo sitio donde el principio se originó. Haruka y Michiru vivieron felices por siempre. Algunas veces visitaban el mundo de los mortales y se reían al escuchar los relatos que se contaban sobre su batalla. La eternidad era bastante tiempo, así que cada nueva era emprendían un viaje para recorrer ese mundo que no comprendía la hermosura de un atardecer o de un amanecer, ellos no sabían eran los Dragones de Izanami e Izanagi que danzaban juntos dibujando para el universo un mundo perfecto de ensueño.

Una mirada, un encuentro casual o uno planeado, una historia, tal vez ridícula, tal vez verídica, un instante en que el mundo simplemente deja de existir en los ojos de ese ser amado… Un amor que tal vez no salvará al mundo ni será trascendental pero iluminará tu propia existencia ¿Suficiente razón para buscarlo?

F I N

NOTA: POR ALGUNA EXTRAÑA RAZON A VECES NO PODEMOS ESTAR OCN QUIEN AMAMOS O ESE ALGUIEN A QUIEN TANTO QUEREMOS NO NOS AMA DE IGUAL MANERA, PERO LA VIDA ES ASÍ, Y A VECES ES SOLO CUESTION DE TIEMPO O A VECES SOLO VIVIR EL MOMENTO SIN IMPORAR SI UN NUEVO SOL SALDRA PARA NOSOTROS.