Crepúsculo & sus personajes no me pertenecen.


Encuentros Casuales.

II. Segundo Encuentro: El comedor de Esme.

Me senté enfurruñada en el sofá junto a Edward. Emmett no me había dejado en paz desde que regresamos a casa, después de que cuatro hombres y mi suegro vieran como mi esposo yo estábamos a punto de tener sexo, es decir ¡Ni que él fuera un santo!, desde que se toda la familia Cullen ha visto a Emmett y Rose en sus juegos, sin mencionar el accidente de la semana pasada con Seth, pobrecillo apenas tiene quince y Emmett probablemente ya lo traumo.

—¡Papi!, —Gritó mi pequeña Renesmee yendo hacia mi esposo.

Sonreí y vi como Edward abría los brazos para recibir a Renesmee con un cálido abrazo.

—¿Dónde estabas pequeño monstruito?, —Dijo Edward con cariño y calidez en su voz. Nessie rápidamente se había hecho una 'niña de papi' y a Edward le encantaba. Aunque, claro, debo admitir que al principio me sintió un poco celosa, pero era imposible estar enfadada.

—¡Fui a comprar muchas cosas con Tía Alie y Tía Rosie!, —

— ¿No saludas a tu mamá Nessie?, —Le pregunte con un puchero en mis labios.

Nessie paso rápidamente del regazo de Edward al mío, abrazándome y escondiendo su cabeza en mi cuello.

— ¡Hey! —Se quejó Edward.

Yo sonreí; Nessie me mostro rápidamente cuanto me había extrañado en el centro comercial.

—Edward, Bella, debo informarles que mañana, Esme, Rose y yo estaremos en su casa. —Edward miró a Alice con un corte de manga. Alice, en cambio, rodó los ojos. —Nessie necesita urgentemente un nuevo armario. Además, necesitamos quitar el papel tapiz rosa, ese ya pasó de moda. —Nos dijo como si fuera obvio.

En eso, Renesmee saltó de mis brazos. —¡El magenta es lo de hoy! —Gritó, apoyando a sus tías.

Edward y yo sonreímos, no podríamos negarle nada a nuestra hija.

Aunque esto significaba no pasar más tiempo haciendo eso.

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—Parece que mañana no podemos estar solos. —Suspiro Edward, acercándome más a él.

Yo reí tontamente, me encantaba cuando Edward se ponía en plan seductor.

—Ya sabes, siempre me puedes tener en las noches. —Susurre en su oído mientras enredaba mis manos en su cuello.

Edward gimió dulcemente, cuando oyó mis palabras y como jugueteaba con su lóbulo en mis dientes. No resistimos más, y atacamos nuestros labios con la pasión contenida que teníamos desde aquella mañana.

Hasta que unos jodidos golpes nos interrumpieron.

Edward los ignoró, así que yo también lo hice, me concentre más en tener a Edward fuera de sus pantalones.

Pero ahora los golpes fueron acompañados de gritos. Gritos de una voz, que ahora mismo odiaba.

—¡Edward, Bella, dejen de hacer eso y ábranme la puerta!, —Gritó, alto, lo suficientemente alto para que Edward se desesperara y fuera a abrirla la puerta a ese, perro.

—¡Tú! ¡Qué diablos haces aquí, a medianoche! —Oí su gritó. Suspire y me fui hacia la puerta.

Estaba totalmente caliente, lo único que quería es estar con mi esposo en una noche apasionada y ¿Qué consigo?, que mi esposo se pelee con el estúpido licántropo de mi amigo.

—Pensé que los vampiros no dormían. —Refunfuño Jacob.

—¡Pero, Nessie, sí! —Argumente lo obvio.

—Precisamente, vengo a visitar a Nessie. —Dijo sonriente.

—Jacob, ¿Qué diablos no entiendes? Nessie, esta ¡Dormida! ¿Quieres que te lo deletreé? —Dijo enojado Edward.

Dios, se ve tan sexy enojado.

Pero, como si la voz de Jake la invocara, la dulce de mi hijita, apareció junto a mí.

—¡Jake! ¡Jake! —Gritó de alegría, mientras daba dulces saltitos.

El maldito perro sonrió de satisfacción. Edward y yo le gruñimos al mismo tiempo.

—Nessie, es hora que te duermas, Vamos a la cama mañana puedes ver a Jake. —Dijo Edward dulcemente, inclinado hacia Renesmee.

Oh, Se veía tan dulce y sexy cuando se pone en el plan tierno.

Nessie hizo un puchero, que hasta la misma Alice se lo creería. —Pero… papi, —Sollozó, —¿Puede Jake hacer una pijamada conmigo? —

—Linda, Jake puede esperar. —Trató de calmarla Edward, a lo lejos escuche un 'no es cierto', por parte de Jake, pero lo ignore.

—Es que, yo nunca eh tenido una fiesta de pijama, y yo quiero que tu, mami y Jake estén ahí. —Crush. Sip, ese es el sonido de mi corazón rompiéndose.

Edward suspiro, tomo el rostro de Nessie y le dio un beso en la mejilla. —Está bien pequeña, si eso te hace feliz.

Lo siguiente fue unos gritos de emoción por parte de Nessie y Jake.

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—No puedo creer que Nessie me hiciera pasar por Blanca Nieves. —Suspiré mientras me quitaba la peluca negra.

—Al menos no fuiste el enano. —Farfulló Edward.

Yo reí, aun con una barba larga y blanca, y con un sombrero puntiagudo, Edward se veía guapo.

—Admítelo, te gusta jugar a los personajes con Nessie. —Dije riendo.

Edward sonrió y me tomó en sus brazos.

—Bueno, al menos es que ellos ya están dormidos. —Dijo Edward, besando mi mejilla.

—Sabes Edward, —Dije juguetonamente. —Jake y Nessie tienen un sueño muy, muy profundo. —Sonreí, Edward me acompaño con esa sonrisa. —No creo que se despierten en un muy buen rato. —Añadí, Edward sonrió aún más.

En el momento que Edward atacó mis labios, en que sus —Ahora cálidas, —manos se pasearon por mis muslos, y las mías encontraron el botón de su camisa.

El Estúpido timbre, sonó.

Instantáneamente supe quien era por el olor: Alice y Rosalie.

Edward gruñó audiblemente, separándose por —Para él y para mí. —desgracia.

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De nuevo, estaba en el sofá, estúpidamente aburrida. Aunque, al menos, Edward estaba junto a mí, lo único malo es que no podríamos nada de nada en ese sofá.

Rosalie, Alice y Esme estaban de un lado para otro, por toda nuestra casa, resultaba que no solo remodelarían el cuarto de Nessie, sino que también remodelarían la cocina, el baño y nuestra habitación; Lo que era realmente patético, ya que ninguno nos da la privacidad suficiente para, al menos, usarla una vez.

—Uhm… Los veo muy aburridos, ahí. —Dijo Rosalie mientras preparaba la pintura.

—¿Tu crees? —Respondí sarcásticamente.

Rosalie rodó los ojos. —Vayan a la casa, Jasper y Emmett se fueron con Seth a probar ese acantilado. —

No fueron necesarias más palabras, instintivamente Edward y yo corrimos a la casa. Necesitábamos un tiempo a solas, urgentemente.

No tuvimos tiempo para abrir la puerta, solo saltamos por la ventana de la cocina. Aún no podía creer lo dependientes que éramos para hacer eso, pero ahora mismo no me interesa. Lo bueno y malo de ser vampiro, —Bueno para mí. — es que nunca me cansó.

—Oh, ya era hora de tener un tiempo a solas. —Farfulló Edward, tomándome en brazos y mordisqueando mi cuello.

Sentir su húmeda y caliente lengua por mi cuello me hizo gemir intensamente. Al diablo si no podía parar más, quería estar con Edward así, para siempre.

Edward me tomo por detrás de piernas haciendo que instintivamente rodeara mis piernas con su cadera. Y vaya que lo sentí.

Mi trasero pegó con algo, no me importaba en que lo haríamos, como lo haríamos o en donde lo haríamos. Yo solo quería hacerlo con él. Con rapidez me deshice de todos los botones que mantenían cerrada su camisa —Lamentablemente. —

Sentí la cálida mano de Edward merodear por mi espalda, mandando escalofríos por mi espina dorsal, mientras su húmeda lengua seguía de largo hasta la clavícula. Mi espalda se arqueo, ofreciéndole a Edward, todo de mi, cuando él bajo el cierre de mi vestido y recorría mi ahora espalda desnuda.

Un gemido se me escapo cuando fue hacia la conexión entre mi hombro y mi cuello, mi punto débil.

Y así como se nos escapaban los gemidos, entre ellos, se escucho una resonante voz familiar.

—¡¡¡Mi Mesa!!! —Gritó Esme.

Edward paró abruptamente. Y yo gemí… de vergüenza.

Esme parecía ajena a todo esto. Fue hacia la mesa, comprobando si todo estaba bien. Casi automáticamente, Edward abrocho de nuevo mi vestido, pero lamentablemente su camisa ya había sido destruida.

—¡No niños! ¡En la mesa, no! —Nos regañó Esme, como si fuéramos unos pequeños que se comieron el postre antes de la cena. —Aquí se come. Bueno, aquí comen los chicos de la manada. Y aunque es de una madera muy especial, no creo que resistiera.

—Lo sentimos, Esme. —Dijimos Edward y yo al unisonó. Si fuéramos humanos, estoy segura que ahora pareceríamos tomates.

Esme suspiro y nos sonrió. —Descuiden chicos, aún queda el armario, el baño ¡Incluso el Garaje! —Nos Dijo Con una sonrisa.

Sí, que tu suegra —Que es como tu segunda madre. —Te diga donde debes hacerlo, es embarazoso.

Muy embarazoso.


N/A: Bien, como prometí, aquí esta el segundo capítulo, completamente editado. En fin, en respuesta a un review, no, no haré esto con Oportunamente Padre. Pero si lo haré, con "En un Bar", (En mi blog están todas estas noticias.) Porque, pienso que a ustedes les parecerá mejor las historias si están bien escritas y entendibles. Pero, lo único que pido, señoritas, es paciencia, también tengo otras historias y cada día se me viene una nueva historia, pero aveces no tengo tiempo ni de escribirlas en mi libreta, por lo que, no creo que se aburren de mí en un buen tiempo. Muchas Gracias a todas ustedes que se atrevieron a darme un review, aún después de todo lo que hice y sin actualizar 6 meses. Por lo que, muchas gracias, de verdad.

Kisses&Bites.

Meriba.