Lamento la tardanza...
Espero lo disfruten!
Capitulo 10
Sakura fue quien quitó el rostro un tanto contrariada por el reciente acercamiento. Y dió tres pasos hacia atrás, sin quitar la vista ningún momento de Sasuke. Quien la miraba alejarse de él espantada con los ojos abiertos de par en par.
"¿Qué esta sucediendo? ¿Qué fue eso?" se preguntó mentalmente Sakura. Aquella sensación de tener algo vivo dentro de ella se había esfumado como el humo.
Sasuke tosió para acabar con el incomodo silencio. — Bien, ahora que ya sabemos lo que significa… trata de recordar algo.
¡Por Dios se sentía un completo imbécil¡ él ya tenía 28 años, no era un crío ni mucho menos, sabía controlarse perfectamente sin dejarse llevar por las hormonas. ¿Debía disculparse por aquello o debería dejarlo pasar?
Pues no me suena a nada. Con esas dos palabras no puedo recordar nada. — ¿Por qué Sasuke hacia como si nada sucediera?
Nuevamente el silencio los inundó. Sasuke trato de mantener la vista en el monitor, abriendo y cerrando paginas mien tras simulaba trabajar en algo. Y Sakura con la mirada en el suelo, de pronto se había sentido apenada.
Sakura…
¡S-Sí!
Miradas profundas, silencio absoluto.
Yo… yo acabo de recordar que hay algo que tengo que hacer.
Sasuke cerró su computador portátil y Sakura solo alcanzó a ver como tomó su chaqueta mientras pronunciaba un escueto "volveré pronto".
¿Que sucedía?, no lo entendía. ¿Por qué esta simple atracción lo estaba volviendo loco? Diablos si hasta casi pudo sentir un leve arrebol en su rostro.
La flacucha chiquilla que encontró en un baldío, quien también dice ser su ángel, y que posee la sonrisa más calida y los ojos mas brillantes… lo estaba volviendo literalmente loco.
¿Y por que?
Dios si tan sólo fuera mayor, sus complejos morales no lo tendrían de esta forma.
¿Qué caso tiene estar torturándose a su lado? ¡Diablos!
Maldito destino incierto… ¿Por qué le había preparado esta jugarreta tan cruel?
"Ella no se alejó de inmediato, es mas; se mantuvo fija por más tiempo del necesario"— recordó su subconsciente.
Sasuke negó con la cabeza enérgicamente, no necesitaba sentir falsas esperazas en este momento.
Caminó hasta que sus pies lo llevaron a una pequeña plazuela, y decidió sentarse en una banca a pensar. Por que eso era realmente lo que necesitaba, pensar en todo lo que le estaba sucediendo en ese momento, en los sentimientos, en las emociones, en la vida, en el… amor.
En aquél estúpido sentimiento que lo tenía de ésta forma.
¡Mierda!
El sonido de la puerta cerrándose de golpe aún retumbaba en la cabeza de Sakura. La mirada perdida de Sasuke al salir aún estaba fija en su mente. Y ella había quedado allí, de pie por mas tiempo de el que ella imaginó.
Su cabeza era una maraña de cosas que no emprendía, cosas que jamás había sentido y que comenzaban a incomodarle. Como la sensación de tener algo vivo dentro de ella — Sakura sujetó su estomago— ese cosquilleo, fue tan… "especial". No era algo molesto, si no que extrañamente le daba una sensación de nerviosismo mezclado con felicidad. ¿Qué emoción era aquella?
De seguro no es ninguna de las que ella conocía.
Sakura no podía evitar pensar en: ¿Por qué siempre lograba que Sasuke se molestara con ella?
Sólo deseaba evitarle los problemas pero se sentía como un imán, los atraía sin siquiera darse cuenta. Por otra parte su subconsciente seguía pensando en las extrañas emociones que agitaban su interior, el tan sólo hecho de pensar en Sasuke, hacia que su estomago hormigueara, su corazón se acelerara y… ¿Qué era eso?
Sakura agitó su cabeza… era muy tarde ya, y Sasuke aun no volvía. Era mejor no pensar en ese tipo de cosas.
Quizás le hiciera bien tomar un poco de aire afuera y de paso, esperar la llegada de Sasuke.
-
¡Listo! Se hacia tarde y Sasuke ya lo había decidido… se sacaría todos esos abrumadores sentimientos de él, y de la mejor manera. Le diría a Sakura todo lo que estaba sintiendo, ella era bastante sabia en el tema del amor y esas cosas que él poco comprendía, quizás ella pudiera orientarle y tal vez aclararle que lo que sentía por ella no era más que un "inmenso cariño". Sí, eso haría.
Se levantó con alevosía, sentía el palpitar de su corazón en su garganta y unos nervios inexplicables. No sabía si lo que iba a hacer era lo correcto, pero iba a arriesgarse. ¡Debía hacerlo!
El que no arriesga no gana, la vida está llena de misterios y no podía pasarse el tiempo temiendo a lo desconocido. ¿De cuantas cosas me habré perdido por miedo? Se preguntó abrumado.
Sus pasos acelerados retumbaban en el silencio de la noche, su ansiedad y nerviosismo provocaba sequedad en su boca y una exagerada sudoración. Estaba cerca de casa, era sólo cuestión de doblar la esquina y ya.
— Sakura…— pronunció, cuando la vió sentada sujetando sus rodillas en la entrada de su casa. Sus mejillas arreboladas adornaban deliciosamente la cremosa piel de su rostro, y los faroles de la calle formaban sombras que jugueteaban por su cuerpo.
Sasuke quedó de pié en la entrada. Todo el coraje dentro de él, había desaparecido al ver la inocente mirada de Sakura, cargada de preocupación. De seguro la chica le había estado esperando, después de su abrupta salida de casa.
— ¡Sasuke!— le tomó sólo cinco segundos ponerse de pié, al ver a Sasuke aparecer de la nada.
Sakura… hay algo de lo que quiero hablarte.
El tono de Sasuke la preocupó aún más.
Dime…— la boca de Sakura estaba temblorosa. No sabía por que.
Sakura, yo…
¿Sasuke?
Una voz calida, sonó tras la espalda de Sasuke. Una voz familiar… muy familiar.
— ¿Ino?