A todo esto, me he dado cuenta de que aún no sabéis de qué trabajaba Serenity. ¿A que no? xD Bien pues, en este capítulo se sabrá xD.
En fin, eso es todo por ahora.
¡Que todos vuestros deseos se cumplan!
::Capítulo 13::
Llegó Tenma primero ya que, por seguridad, sus hijas llamarían a la policía si en 5 minutos no había salido. El intercambio sería rápido. Estas asintieron. Bajó del coche con el maletín y se encaminó a la puerta a través del largo camino.
Mientras, dentro de la casa, Takeru sonreía, al fin su deseo estaba a punto de cumplirse y lo estaba saboreando. Se giró hacia la cama y Serenity aún no despertaba. Se acercó y empezó a hablarle con sadismo.
-¿Sabes? Ahora mismo, podría matarte cuando tu querido esposo pasara por la puerta, le diría que te he matado, cogería el dinero y lo mataría a él pero entonces, no tendría gracia el juego. ¿No crees querida?- Serenity en esos momentos abrió los ojos. -Estás loco.- Dijo ella con la voz ronca.
El hombre rió y asintió graciosamente que sí, estaba loco, pero loco por ella, a Serenity le pareció repugnante pero por su experiencia anterior, decidió no llevarle la contraria y callar cuando sintió el ruido del timbre.
-Vaya, puntual tu querido esposo, voy a recibirle. No te muevas.- La mujer asintió.
Se guardó la pistola en la parte trasera del pantalón y se encaminó hacia la puerta. Ella al ver el arma se asustó y divisó otra pistola en la mesita y entonces, recordó lo que una vez le dijo su padre:
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-Serenity, cuando cojas un arma y tengas que disparar, no dudes en hacerlo. Dudar puede ser muy malo así que...Hazlo. Respira hondo, apunta y dispara.-
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-Gracias por tus sabios consejos, papá.- Dicho esto, la cogió y lentamente se alejó de allí y le siguió.
El hombre le llevaba mucha ventaja pero unos pasos la alertaron y se escondió detrás de una puerta, pero la dejó medio entreabierta para vigilar. Era él, era su esposo el cual se encaminaba hacia su destino con nerviosismo. Sonrió. Siempre que había algo importante se ponía nervioso e incluso, a veces, histérico. Esperó a que doblara la esquina del pasillo y silenciosamente le siguió y él cerró la puerta pero la dejó un poco abierta.
Ella volvió a sonreír. Apoyó la espalda en la pared y esperó a que alguien saliera pero nadie lo hizo cosa que el extrañó y miró por la puerta medio abierta y lo que vio no le gustó nada.
-Bien Tenma, ahora que tengo el dinero y a tu esposa tendré que matarte. -Lo sabía, siempre lo supo pero no quería hacerse a la idea.- Me lo temía pero... ¿Crees que te será tan fácil?- El chico que sostenía el arma sudó frío. -Eso ya lo veremos.-
Se miraron unos momentos con odio y Takeru iba a disparar pero alguien lo interrumpió y notó cómo un arma se posaba detrás de su cabeza y, esta vez, tuvo miedo.
-Baja el arma Takeru.- Habló Serenity decidida. -Serenity...- Soltó con temor. -Así es, no te lo esperabas. ¿A que no?- El chico negó. -Tengo licencia para disparar. ¿Sabes? Me he hartado de tu jueguecito. Se acabó.- Dictaminó cargando el arma. -Serenity. ¿Qué significa esto?- Preguntó su esposo incrédulo. -Te lo explicaré cuando todo este embrollo haya sido resuelto. Tenma, ve con tus hijas, yo me encargo.- El hombre sin saber qué hacer, la obedeció.
El chico, en un movimiento rápido encaró su pistola contra la peliblanca pero ésta ni se inmutó. Cuántas veces había hecho esto. Se acordaba de los momentos en que trabajó en el departamento de la policía y ahora, la habían asignado a ir de incógnito. Echaba de menos a sus compañeros, trabajar de incógnito era, mayoritariamente trabajar solo y ella añoraba la compañía que sus colegas le hacían. Sonrió al recordarlos y se dijo que alguna vez se pasaría a verlos.
-Se te acusa de asesinato de primer grado, de robo y por conducir a velocidades no permitidas en pueblos y en ciudades. Por ello, pueden caerte más de treinta años de cárcel.- Dijo recordando viejos tiempos y lo que su padre le enseñó. El chico sonrió. - Cierto pero... ¿A que no te atreves a disparar?- La peliblanca sonrió y le disparó cerca del pie. -No me retes, la próxima vez no fallaré.- El chico temblaba de miedo.
No esperaba que las cosas se torcieran así. No lo tenía planeado y toda la sangre fría que poseía, se había esfumado al ver la mirada intimidante de su amor platónico. Ahora estaba seguro que haber jugado con ella no había sido nada bueno y se desmayó. Al cabo de cinco minutos, la policía entraba por la puerta y lo que vieron les dejó sorprendidos. El chico tendido en el suelo desmayado y ella apuntándole con la pistola. Uno de los agentes la reconoció enseguida.
-Agente Tsukino. Me alegro de que todo haya ido según lo planeado y que se encuentre bien.- Suspiró de alivio el muchacho. –Sí, yo también me alegro. Al fin el jefazo de esa organización ha sido capturado. He tenido que mentir, amigo, mentir a mi familia para no involucrarlos más en todo esto. En mucho tiempo, he sentido miedo, pero miedo de verdad y ahora no sé qué les diré.-
Su colega la miró, comprendiendo y ordenó a sus hombres que lo arrestaran. Aunque estaba inconsciente, no era prudente dejarlo suelto porque en cualquier momento podría despertar y salir huyendo y no podían arriesgarse a ello. Tenma y sus hijas entraron por la puerta a ver cómo estaba su madre pero la vieron muy tranquila, aún sosteniendo el arma en la mano y atinaron a escuchar algo.
-Hey. ¿Puedes apartar eso de mi vista? Si está cargada no quiero ser el blanco de la bala, haz el favor.- Se quejó su amigo policía señalando el arma.- Qué, no me digas que te da miedo un arma cuando llevas dos en la cintura. Qué irónico.- Habló ella en un tono desconocido para sus familiares. –No pero no quiero ser producto de un descuido y enviarme al hospital. Tengo una familia que mantener.-
Ambos rieron de buena gana y siguieron haciéndole bromas al pobre chico mientras que ella no se daba cuenta de que estaba siendo observada por unos cuantos ojos. Simplemente no se lo podían creer así que se acercaron a ella para que les aclarara todo.
-Mamá. ¿Qué significa todo esto?- Preguntó Serene muy enfadada. -De primera, no me grites y segunda, os lo explicaré todo en casa.- Dijo zanjando el tema. -Con razón tienes tanto dinero en el banco pero esto... ¿Te das cuenta de lo que has estado a punto de hacer?- No estaba para recriminatorios. -Sí, lo sé. Soy bastante mayorcita ya. ¿No crees?- Él sólo suspiró. -Vayamos a casa y allí os lo explicaré todo.- Dicho esto, caminó hacia la puerta seguido por su familia sin rechistar.
El tono que había usado no era para tomárselo a la ligera así que la obedecieron, subieron al coche y pusieron rumbo a su casa.
Serenity policía. Quién lo diría, bueno, yo lo digo y, que conste, que esto lo tenía todo planeado desde que empezó el fic. Estoy loca. ¿Verdad? xD
Bueno, Serenity no cambiará de actitud respecto a los anteriores capis, digamos que... Esta actitud que ha tomado ahora es para aparentar pero prometo que nada cambiará... ¿O sí? No lo sé xD.
