Los personajes de Card Captor Sakura son propiedad de Clamp, sólo la idea y el argumento de esta historia me pertenece.

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Simpatía por el Demonio

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Summary: Los demonios, sobre todo, jugamos sucio ¿Sabes? Y si se nos presenta la oportunidad, jamás nos privamos del placer que implica corromper un alma tan pura… como la tuya.


CAPITULO I. La Ouija

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Una de las principales enfermedades del hombre es su inquieta curiosidad por conocer lo que no puede llegar a saber - B. Pascal

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Era sábado. Faltaban pocos minutos para la media noche y un silencio solemne reinaba en la habitación. Las sombras de cinco mujeres vibraban en la pared color crema, al ritmo de la tenue luz que generaban las llamas danzantes de las velas.

Las adolescentes rodeaban una mesita sentadas sobre cojines una junto a la otra, formando una circunferencia imperfecta. Ninguna hablaba y casi no respiraban, sólo intercambiaban miradas pusilánimes entre ellas con las tensas pupilas dilatadas.

De repente asintieron, como si hubiesen acordado algo en un mutismo absoluto, y dos de ellas aferraron sus dedos a los bordes de un tablero de madera cobriza, volteándolo con cuidado. En la zona centro superior se podía leer la enigmática palabra Ouija, en cuyos extremos estaban dibujados el Sol junto a un y la Luna junto a un No, en la esquina izquierda y derecha respectivamente. Unos tres centímetros más abajo se leían todas las letras del abecedario distribuidas en dos filas convexas. A éstas le seguían los dígitos del cero al nueve en línea recta y un Adiós al centro de la parte inferior.

Una de las chicas, de cabellera lacia color miel y brillantes ojos jade, parecía estar más nerviosa que el resto. Leía y releía el misterioso título del tablero en un intento por armarse de valor ante lo desconocido, pero no podía dejar de hacer otra cosa que estremecerse levemente. Ahora mismo no comprendía muy bien qué era lo que la había llevado a aceptar esta vez la invitación, siendo que siempre había temido jugar a este tipo de cosas. Nunca iba a casa de Naoko cuando jugaban al Kokkuri, por eso la vez que le contaron que se habían aburrido de él sintió un gran alivio… Pero luego se les ocurrió jugar a la Ouija porque, según ellas, parecía ser más divertida. Sin embargo, eran casi lo mismo.

— Sakura — llamó Tomoyo, la única morena — ¿Estás segura de que quieres hacerlo?

Las presentes la observaron expectantes. De por sí, era insólito que ésta se atreviera siquiera a intentarlo.

La aludida se humedeció los labios y luego los frunció, evidentemente ofuscada.

— Si te da miedo no estás obligada a seguir con esto. Nadie te lo sacará en cara después, no te preocupes — la alentó Rika, una chica de mirada amable y melena marrón oscura ondulada. Las demás concordaron.

— Pero recuerda que si decides continuar… luego no habrá vuelta atrás — agregó en tono sombrío Naoko, la de gafas.

Chiharu, una castaña de coletas infantiles, posó con seguridad una mano sobre su hombro — Y bien Sakura… — procedió de forma seria — ¿Continúas o desertas?

Estaba asustada, lo admitía, pero aun así algún día debía aventurarse a hacer una de las cosas que más temor y curiosidad le producían. Desertar no era una opción a esas alturas. Si había llegado hasta ahí era por algo.

Ahora o nunca.

— Continuaré — exhaló, como si hubiese estado aguantando la respiración — Quiero hacerlo — afirmó con trepidante convicción.

— Entonces comencemos — apremió emocionada Chiharu, quien ya se estaba impacientando.

Naoko puso sobre el tablero una figura de madera triangular con algo semejante a una lupa en el medio y luego pidió a las demás que se tomaran de las manos. En eso, Sakura sintió un fuerte apretón de parte de su mejor amiga, quien la miraba preocupada.

— Estoy bien, Tomoyo — le susurró, pero la sagaz amatista sabía que no estaba bien del todo.

— Debemos repetir tres veces el hechizo de invocación — indicó la de anteojos, seguidamente se dirigió a la novata — Como no te lo sabes intenta decir al menos la última repetición completa, sin errar.

La castaña asintió y juntas empezaron a cantar el hechizo:

— Queremos invocar a un espíritu del más allá, que sea bueno y que no nos mienta: que nos diga siempre la verdad.

"No me debería haber metido en esto" pensó arrepentida, mientras apretaba los párpados procurando memorizar la desconocida y escalofriante invocación.

— Queremos invocar a un espíritu del más allá, que sea bueno y que no nos mienta: que nos diga siempre la verdad.

Pero recuerda que si decides continuar… luego no habrá vuelta atrás.

Ya ni siquiera podía retroceder y salir corriendo del lugar; era como si hubiera firmado un contrato.

Suspiró y, resignada, se unió a sus amigas en la última repetición.

Queremos invocar a un espíritu del más allá, que sea bueno y que no nos mienta: que nos diga siempre la verdad.

Finalizada la invocación, cada una puso un dedo sobre la figura triangular. Sakura las imitó, no sin antes vacilar, percibiendo en su nuca una gélida brisa que le puso la piel de gallina. Se preguntó si la pequeña ventana del sótano se encontraba abierta.

— Espíritu, ¿estás ahí? — preguntó solemne la anfitriona.

Como el triángulo no se movió ni un milímetro, reiteró la pregunta, pero únicamente obtuvo la misma respuesta: nada.

— Espero que no llegue — murmuró la ojiverde y, como ofendida por su deseo, la figurita se desplazó súbitamente hacia la izquierda dejando su dedo atrás. Volvió a ponerlo encima, temblorosa — Una de ustedes lo movió, ¿cierto? — en el fondo de su corazón, latiendo a mayor ritmo de lo normal, esperaba que así fuera.

Las chicas negaron con la cabeza, sinceras.

Entusiasmada, Naoko volvió a preguntar: "Espíritu, ¿estás ahí?"

La figura se desplazó veloz y segura, deteniéndose sobre el . Sakura ahogó un grito.

— ¿Eres bueno? — prosiguió excitada. El triángulo describió un círculo encima del y luego se trasladó hacia el No, volviendo nuevamente al .

Todas alzaron la vista para mirarse unas a otras, preguntándose si debían o no fiarse de la presencia.

— Creo que deberíamos echarlo… — sugirió la de dulces ojos azules, pues no le estaba dando buena espina. Sin embargo, el espíritu las llevó hacia el No y luego comenzó a escribir soy bueno.

— ¡Dice que es bueno! — exclamó Chiharu, disipando muy fácilmente sus propias dudas e ignorando la desconfianza de Tomoyo — Sigamos con él, o ella.

— Bien — la apoyó Naoko, dejándose llevar por el capricho y la emoción — ¿Cómo te llamas?

El fantasma, o lo que fuera, contestó fluidamente Tenshi.

— ¿Cuántos años tienes, Tenshi?

La fuerza invisible señaló el dígito ocho.

— Sólo es un niño — comentó Rika, enternecida — Debe estar confundido y por eso al principio nos asustó con su respuesta.

"Los niños no pueden ser malos" se convenció a sí misma la esmeralda, aunque seguía intranquila.

— ¿Hace cuánto moriste?

No sé, respondió.

— ¿Puedes demostrarnos que estás aquí?

Sí.

— ¡Naoko! — protestó aterrorizada Sakura.

Fuera o no un niño, no quería verlo ¡Le daban mucho miedo los fantasmas! Y menos quería oírlo, ni sentirlo, ni que se cayera una cosa o… que se apagara una vela.

¡Se acababa de apagar una vela sola!

Ni siquiera se molestó en reprimir el grito y las chicas que estaban junto a ella tuvieron que taparle la boca con la mano libre, pues los padres de Naoko estaban durmiendo.

— Tranquila Sakura, no pasa nada — intentó tranquilizarla su mejor amiga, cuidando de no quitar su dedo del triángulo — Pudo haber sido una coincidencia, una brisa… Por favor no vuelvas a gritar así, ¿de acuerdo? — apenas asintió le quitó la mano de la boca, lo mismo hizo Chiharu — Y por nada del mundo vuelvas a sacar tu dedo como lo hiciste la primera vez que se movió.

¿Y con ese último precepto pretendía que se calmara? Ya había quitado el dedo involuntariamente.

Su pulso cardíaco retumbaba desbocado. Tenía tanto miedo que estaba a punto de echarse a llorar, y así lo indicaban sus ojos acuosos.

No era capaz de siquiera preguntarles ¿Pero qué pasaba cuando retirabas el dedo de ese triángulo?

— Deberíamos parar — ordenó más que propuso la morena, preocupada por su amiga — Vamos, llevémoslo al Adiós.

Ninguna la contrarió, sin embargo, la figura se dirigió bruscamente hacia el No y, al mismo tiempo, se apagaron de forma súbita todas las velas.

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Aquella fría mañana de otoño llevaba el cabello suelto, el cual caía como miel suave sobre sus hombros, rozando la bufanda blanca que rodeaba su pálido cuello. Vestía un abrigo negro que le llegaba tres dedos arriba de las rodillas, alcanzando a cubrir su falda tableada azul marina. Tenía ambas manos metidas en los bolsillos y andaba a zancadas rápidas para entrar en calor.

— Sakura.

Se volteó tan pronto oyó su nombre, pero no se veía ni un alma por el callejón. Negó con la cabeza, pensando en que tal vez sólo se trataba de su imaginación perturbada, sobre todo después de lo que había sucedido el sábado. Había sido la noche más aterradora de toda su vida, pues cometió el error de aceptar jugar a invocar espíritus y estos, para su mala suerte, respondieron al llamado. Naoko había pedido al supuesto niño que evidenciara su presencia, apagándose en seguida una vela en respuesta y, peor aún, cuando lo querían echar se terminaron apagando todas.

"Primera y última vez" prometió, recordando lo espeluznante de la experiencia. Aunque se lo merecía por curiosa. Dicen que la curiosidad mató al gato y a ella casi la mató de un ataque cardíaco. Al menos tuvo el estúpido coraje de hacerlo y ya sabía lo que era vivir el miedo a flor de piel, cosa que ni loca volvería a repetir. Prefería seguir siendo una cobarde y mucho más ahora que le quedó demostrada, muy a la mala, la existencia de los espíritus. Antes sólo les temía, pero no había experimentado un encuentro tan cercano con ellos.

— Sakura…

Escuchó que la llamaba nuevamente la desconocida voz masculina. Miró en todas direcciones, pero sólo vio a una anciana barriendo en el antejardín de una casa.

— Me… me estoy sugestionando — murmuró, apresurando el paso.

"Sólo es sugestión, al igual que lo de la sombra" pensó, recordando la razón que le habían dado sus amigas ante la visión, que sólo ella había tenido, de una extraña sombra sobre el tablero Ouija, justo antes de que el espíritu se negara a retirarse y ellas se quedaran completamente a oscuras.

Para olvidar un tanto el asunto empezó a correr y fue aminorando el paso a medida que se acercaba al Parque Pingüino. Los pulmones y la garganta se le habían congelado a causa del viento frío.

En el parque se notaba más movimiento que en las calles que había dejado atrás.

Era un lunes bastante raro. Había muy poco ajetreo y además ella estaba escuchando voces misteriosas que la llamaban, cual esquizofrénica.

Cuando sólo le quedaban un par de cuadras para llegar al instituto, una oscura figura masculina, encapuchada, pasó a su lado en dirección opuesta. En ese preciso segundo Sakura sintió una fuerte presión en el pecho, como si una flecha la atravesara y no pudiese respirar, a la vez que su cuerpo quedó paralizado.

De espaldas a ella, el encapuchado curvó suavemente los labios en una sonrisa torcida y su cuerpo se fue desvaneciendo lentamente en sombras. Lo último en desaparecer fueron sus ojos de una fulgurante tonalidad ámbar.

— Marcada — susurró triunfal un joven, a miles de kilómetros de ahí. Se encontraba sentado en un diván negro, del mismo tono que las prendas casuales que vestía.

Estiró los brazos como quien recién despierta de una siesta y salió de la habitación, quitándose la capucha.


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12 de Febrero de 2010

Notas de KaitSidhe: Hace alrededor de un par de meses, informé en mi profile que decidí congelar esta historia hasta nuevo aviso y las razones siguen expuestas en el mismo lugar, para que a quienes les interese vayan y las lean.

Y bueno, algunos se preguntarán ¿Cuál es la razón de esta especie de "actualización" del fic? Pues, necesitaba agregar unos párrafos y hacer cambios en el primer capítulo para encauzar la trama en la dirección deseada desde un principio, cosa que antes no conseguí cumplir totalmente y me dejó disconforme. De cualquier modo, esto no implica un descongelamiento de la historia por otras razones (dirigirse al perfil).

¿Dónde están los otros dos capítulos? De la respuesta anterior deriva la respuesta, valga la redundancia, de esta otra pregunta: como realicé algunos cambios en el primero, los capítulos subsiguientes también requieren modificaciones, tal vez grandes modificaciones, así que no tienen mucho que hacer online.

Saludos a los que siguieron y aún siguen este fanfic :D Nos leemos en cuanto el tiempo se me dé como para mantener dos historias con actualizaciones en períodos razonables… xD