Te mire entre las sombras, no llevabas la gran cosa cuando te fuiste, cuando me dejaste en medio de aquella gran ciudad, la gran ciudad vacia de ti, y llena de tus recuerdos, las calles que apestaban a tu memoria y en las que tus ecos se negaban a morir, y yo, sabiendo que no podía detener tu paso, que tu decisión irrevocable no me incluía.

Me decidí a cerrarte el paso aunque no podía, me negue a dejar ir tu recuerdo aun cuando tus pasos ya estuvieran lejos de aquí. Me quede llorando inmovil mirando las estrellas en el pozo creado de mis sentimientos estancados, esos que no te importo escuchar.

Me pareció mirar entre sombras que nos volviamos a ver, que tras tus ojos ya no estabas tu. Sino las sombras que en principio poco a poco nos apartaron esas sombras entre las que te mire sin que te inmutaras.

Me sentí cual una hoja mas cayendo de los arboles que te servían de apoyo en tu escape, creías buscar el destino, pero solo te me estabas yendo, en las noches parecidas a esa quisiera olvidarte porque mi tristeza aunque inferior a la tuya también convierte las lagrimas en rios.

Pero yo no encuentro un camino marcado de venganza para quitarmela. Nunca pienso en ti, hay tantas cosas mas importantes por aprender y realizar, siempre pienso en ti, aunque me haría menos daño si pudiera de tajo dejar de hacerlo.

Me despido entre un montón de cuchillas clavadas alrededor, todas bañadas en el veneno que no recibiras aunque debieras.