UA. Aquella chica tímida e insegura, quedó en el pasado. Cambiaré, aunque para eso tenga que llorar lágrimas de sangre.

Ohayo!!! Este es mi primer fic onegai denle una oportunidad!!... espero que sea de su agrado… En este fic los personajes tienen 18 años… disculpen de antemano si hay algunos horrores ortográficos… sólo lo seguiré si dejan algunos reviews!!

Disclaimer: Naruto no me pertenece….(bla bla bla T_T)

CAP 1. AQUELLO QUE CAMBIO MI EXISTENCIA.

Una chica caminaba con la mirada perdida por el pasillo de aquel hospital, su expresión facial era lejana, como si estuviese sumida en lo más profundo de sus pensamientos.

- Señorita ¿se siente mal? – preguntó una enfermera notablemente preocupada, porque la chica se veía pálida, cómo si estuviese en estado de shock.

La chica no le respondió, siguió su camino cómo si la enfermera fuese invisible.

Al llegar a la salida del Hospital Central de la ciudad de Konoha, la chica abrió sus ojos desmesuradamente, como si al fin se diese cuenta de donde estaba.

- Y ahora qué hago?.

Ooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo

FLASHBACK

En la habitación principal de un departamento en uno de los edificios más lujosos de Konoha se levantaba un chico rubio, de tez morena con un cuerpo envidiable y, al parecer, una resaca insoportable.

- Qué me pasó? ttebayo…

El chico estaba acostado en su cama de finas sábanas de seda blanca, con su torso al descubierto, esa noche al parecer, había dormido como Dios lo trajo al mundo. Lo que más le extrañaba no era haber dormido de esa manera, sino lo que le dio curiosidad fue saber cómo carajo había llegado a su casa!!! Lo último que recuerda es haber estado en un bar, despechado por eso…

END FLASHBACK

Habían pasado ya dos semanas de ese extraño despertar. Decidió no darle tanta importancia a este hecho.

Era martes y ya debía regresar a la universidad. Así es, nuestro querido rubio había logrado entrar en la Universidad Central de Konoha, la más prestigiosa de todo el país. Le había costado mucho, pero al final con todo su esfuerzo, lo logró. Estudiaba administración de empresas, con su inseparable mejor amigo-rival-enemigo Uchiha Sasuke y la tierna y tímida Hyuuga Hinata que siempre parecía incómoda al estar cerca de él, actitud que le entristecía.

- Ahora que lo pienso, Hinata-chan ha estado muy rara en estos días… No ha venido a clases, y cuando lo hace siempre se siente mal… A lo mejor es por eso que cada vez que la veo se le pone la cara roja… Claro!! Seguro está enferma!! ttebayo!! – pensaba el rubio mientras entraba a la universidad.

Al entrar se dio cuenta de que había un gran alboroto, cosa que no le sorprendió. Ya que eso sucedía todas las mañanas por culpa de su mejor amigo-rival-enemigo mejor conocido como Uchiha Sasuke.

Todas las benditas mañanas su club de fans venía a recordarle que existía, a hacerle perder su valioso tiempo y a dejarlo sordo con sus chillonas voces. O por lo menos eso pensaba nuestro atormentado Sasuke.

- Teme!! No entiendo que le ven a estas chicas a alguien como tu!! – dijo el rubio mirando al ojinegro con la rivalidad reflejada en su rostro.

- Cállate Dobe… Tengo suficiente con éstas insoportables como para soportarte a ti usuratonkachi.

- QUE DIJISTE!!! TEME!!! – dijo el rubio con rayitos saliendo de sus azules ojos.

- Lo que escuchastes Do-be.

- De nuevo están peleando… Que chicos tan problemáticos – dijo un hombre de coleta pasando cerca de éstos.

- Eh! Ohayo Shikamaru! ttebayo – dijo el rubio de forma animada.

- Ohayo Naruto, Sasuke… Tan temprano y ya peleando, mendokuse.

- El teme comenzó!!! – decía el rubio en su defensa.

- Hump – se limitó a contestar el ojinegro, el es un hombre de pocas palabras.

Ooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo

En casa de cierta ojiperla, a penas se estaba levantando, ya que hoy no asistiría a clases debido a que se quedó desvelada toda la noche pensando en lo que le había deparado el destino ese día.

- Onee-chan despierta!!! – dijo su querido hermana Hanabi, ahora con 16 años- o es que hoy tampoco irás a la universidad?

- Hanabi-chan ohayo… No me siento muy bien – dijo la ojiperla casi en un susurro.

- Ya veo… Pero eso no te librará de que al fin me cuentes que hacías la otra noche!!! – replicó Hanabi en tono amenazante.

Tan solo el mencionar aquellas palabras bastó para que Hinata se pusiera muy nerviosa y se sonrojará de una manera que sería imposible de ocultar. Parecía un semáforo diciendo "pare". Hanabi no pasó esto por alto, sabía que algo había ocurrido dos semanas atrás, debido a que su querida hermana nunca llegaba tarde a casa.

FLASHBACK

- ¿Dónde estará Hinata? Ella nunca llega tarde a cenar – decía un hombre un tanto mayor en la cabecera de una mesa cenando.

- Tiene razón Hiashi-sama – dijo cierto pelicastaño de tez blanca y ojos aperlados.

Casi toda la familia Hyuuga estaba sentada en la mesa cenando. Digo casi toda porque únicamente faltaba la hija primogénita de Hiashi Hyuuga: Hinata.

En ese momento salió Hanabi al rescate de su única y querida hermana mayor.

- Oto-san ella me llamo hace unos minutos y me comentó que tal vez no llegaría porque se quedó haciendo un trabajo muy largo en la casa de una amiga de ella, una tal Haruno Sakura o algo así.

- Ah!! Si Hanabi lo dice….- dijo un padre convencido por las palabras de su querida hija menor.

Más la penetrante mirada de un pelicastaño hacía, a la pequeña Hyuuga, sentir sudar su cuerpo del nerviosismo. Parecía que la examinara con aquella mirada, esperó que contradijera su versión, más no soltó ni una sola palabra, al parecer, también lo había convencido.

END FLASHBACK

- Sabes!! Es muy difícil mentirle a Oto-san y a Neji-oniisan!! Sobretodo por su mirada!! Parecía que estudiaba cada uno de mis movimientos después de decir lo del trabajo – dijo Hanabi en un tono de reproche a su hermana – Por lo menos tengo derecho a saber que hiciste esa noche!!!

- Ha... Hanabi-chan… Etto… Yo…- decía tartamudeando nerviosa la hermana mayor.

- Es mejor que nos de una explicación Hinata-sama – dijo un ojiperla, desde el marco de la puerta, sorprendiendo de sobremanera a las dos hermanas. Cada una tenía una expresión sumamente divertida. Hanabi tenía cara de Qué carajo haces aquí?, mientras Hinata estaba al borde de un paro cardíaco por el terror de ser descubierta.

- Ne…Neji-oniisan… d-de qu-que hablas? – dijo Hinata, tratando de hacerse la desentendida, tenía ganas de salir huyendo de ahí en ese preciso momento.

- Me creen tan idiota como para creerme el cuento del "trabajo" – dijo este sin ninguna compasión.

- Eh¡? – replicó Hanabi, no iba a permitir que minimizara de esa forma su audaz mentira.

- Si Hanabi-sama como oye, fue muy audaz su mentira, en el momento justo y de la manera correcta – decía Neji con un tono un tanto indiferente – pero se le olvidó un pequeño detalle – las miradas expectantes de las hermanas Hyuuga era un espectáculo digno de ver. Si Neji hubiese tenido una cámara fotográfica, hubiese grabado ese momento para la posteridad. – Haruno Sakura estudia medicina.

Silencio.

Definitivamente el ambiente era tan tenso que se podía cortar con un cuhillo. Hinata estaba al borde de un colapso, que su hermana lo supiera era malo, pero que Neji lo descubriera… ERA MIL VECES PEOR!!! Claro, viniendo de Neji-oniisan no se podía esperar menos, por algo lo llamaban El Genio Hyuuga.

Sus caras de sorpresa y terror le confirmaron todo, sonrió de forma arrogante. Él sabía que Hinata-sama no era de salir de noche ni llegar tarde, además ¿Cuándo se reunía con amigas a hacer un trabajo? Todas sus amigas de instituto habían escogido carreras diferentes a la de ella. Agregando que Haruno Sakura no estudia administración de empresas, todo queda más claro. Había algo que estaban ocultando.

- Así que, Hinata-sama aclárenos dónde estuvo esa noche – dijo el ojiperla viéndola de manera intimidante.

- ¿por qué a mi? – pensó la ojiperla, esta vez no se escaparía muy fácilmente.

Ooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo

- Ne, Sasuke-teme, no te parece que Hinata-chan ha faltado demasiado éstos últimos días?- preguntó el rubio al Uchiha con la mirada hacia el frente, simulando que estaba prestando atención a lo que el sensei estaba exponiendo.

- Hump- fue lo único que pronunció el Uchiha. De cierta forma el cabeza-hueca que tenía como amigo tenía un poco de razón, Hinata no era de aquellas que faltaban mucho a clases, ella suele tomarse muy en serio sus responsabilidades.

- ESO ES TODO LO QUE VAS A DECIR!! QUE ACASO NO TE PREOCUPA!! TTEBAYO!! – grito encolerizado el rubio en mitad de una clase de contabilidad.

- Hay algo que quiera compartir con nosotros Señor Uzumaki – dijo el sensei conocido como Iruka con una vena resaltando en su frente.

- Gomenasai Iruka-sensei – respondió el rubio sentándose y recuperando la compostura con un poco de vergüenza.

Ooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo

- Etto… Yo… -titubeaba un nerviosa Hinata ante las miradas espectantas de su primo y de su no tan pequeña e inocente hermana.

- Onee-chan!! Prosigue!! – reclamaba una MUY impaciente Hanabi.

- Yo… s-solo… mmm… Como explicarlo?... – sonreía de manera nerviosa y fingida.

- Hinata-sama, con su permiso me retiro – agrego un pelicastaño dejando sola a las dos hermanas, no sin antes agregar (para la satisfacción de Hinata) – no tiene por qué contarme lo ocurrido, no invadiré su privacidad Hinata-sama, y no se preocupe que no la desmentiré frente a Hiashi-sama.

En cierta forma, eso sorprendió un poco a las dos hermanas. Pero digamos que después de unos leves segundos entendieron el mensaje oculto tras esas palabras… Que no expresaban otra cosa que: "Si yo hago igual, cúbranme, y ni crean que les diré la razón… Si yo me abstengo de hacerle preguntas, no me perturben… Este favorcito les va a costar…"

Ante la rápida decodificación del mensaje, a las hermanas les resbaló una gota de sudor al estilo anime. Después de que su primo se alejó, cerrando la puerta a su paso, Hanabi dijo:

- Ni creas que te vas a escapar de mi Onee-chan… Yo no tendré la misma compasión – mientras un aura terrorífica la invadía y dejaba asomar su rostro con una expresión un tanto…. Sádica…. Malévola…. Pónganle el nombre que les guste.

Ooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo

Mientras tanto, en la entrada de una residencia o mejor dicho mansión, fiel al estilo japonés tradicional, se encontraba una chica de alrededor unos 18 años de edad con una llamativa cabellera pelirosa, dubitativa de tocar o no.

FLASHBACK

En el Hospital Central de Konoha, específicamente en el despecho de la presidenta, se encontraba una ojijade dándole una pequeña visita a su querida tía.

- Ne Tsunade-sama, ayer logré ver en uno de los pasillos a una chica… no mejor dicho… a una de mis mejores amigas.

- Sakura en este hospital recibimos mucha gente cada día – resaltaba la Presidenta con un poco de fastidio en su manera de hablar, indicándole a su querida sobrina que fuese directo al grano.

- Vi a Hinata Hyuuga – decía con un tono preocupado – le sucede algo?

- Soka!! La Señorita Hyuuga – hizo un gesto que Sakura comprendió como que si estuviese recordando - Claro!! La Señorita Hyuuga estuvo aquí en mi consultorio.

- Y… Cómo se encuentra – expresaba con gran preocupación.

- Creo que es ella misma quien debería comentártelo – dijo con un deje de seriedad cambiando rápidamente su rostro a uno de júbilo diciendo – Mándale mis felicitaciones.

- Felicitaciones?...

END FLASHBACK

Aquella plática con su tía Tsunade aquella mañana la había dejado totalmente consternada. Así que había decidido ir a la casa de su amiga a preguntarle su estado de salud. Reunió el poco valor que cargaba y tocó la puerta. Poco tiempo después apareció una sirvienta en la puerta.

- Diga?

- Buenas soy Sakura Haruno y he venido a ver a Hinata… Será que ella se encuentra? – dijo con una gran sonrisa.

- Pase Señorita Haruno, en un momento la anuncio.

Había ya tenido la oportunidad de conocer la casa cuando se encontraba en preparatoria, así que su sorpresa no fue tan notoria al encontrarse en una mansión con inmensos jardines y decorada con un gusto exquisito.

- Señorita Haruno – pronunció la criada despertando a Sakura de sus pensamientos – sígame, la guiaré al cuarto de Hinata-sama.

Al llegar al cuarto se encontró con Hanabi en el, la chica expresaba mucha impaciencia en sus ojos, al ver a la Haruno entrar dijo:

- Esta vez te has salvado Onee-chan… pero ni creas que te dejare tranquila, me tendrás que contar la verdad… Hasta entonces, tendrás que cubrirme sin chistar – después de dicho esto, salió presurosa de la recámara no sin antes sacarle la lengua en señal de burla a su hermana mayor.

Hinata parecía, más bien un poco aliviada, dio un gran suspiro y se apresuró a levantarse de su cama para saludar a su amiga de toda la vida.

- Sakura-san, Ohayo… Gomen por recibirte de esta manera… y por la actitud de Hanabi – se excusaba de una manera un poco nerviosa.

- Hinata no importa… y cuantas veces te he dicho lo del "san"…

- Gomen Sakura-s…. Sakura – dijo con mucha seguridad sonriéndole a su compañera, expresión que la otra gustosa correspondio.

- Hinata…he venido para acá a ver como has estado de salud… últimamente no te he visto en la universidad así que me preocupé- expresaba una preocupada Sakura.

- Lo que pasa es que me he sentido mal… y bueno… - contestaba Hinata, aunque su actitud hacía ver que estaba un poco nerviosa?

- Tranquila… pero sé que ya has ido al médico, ayer te vi en uno de los pasillos de Hospital Central de Konoha… pero parecías un distraída, por lo cual no me viste.

Al hacer mensión de este día, Hinata abrió de forma desmesurada sus bellos ojos color perla. Parecía a punto de desmayarse, se puso mal, comenzó a sudar, sentía que todo su cuerpo sudaba…

- Hinata… estás bien? – viendo los incontrolables nervios de su amiga que le parecieron muy extraños… de inmediato comprendió – hay algo que me estás ocultando… no es así?

Inmediatamente Hinata se lanzó a los brazos de su amiga pelirosa buscando protección, comprensión, pidiendo auxilio.

- Hinata… tranquila yo estoy aquí… cuéntame.. qué es lo que te agobia… - dijo en un tono que expresaba una gran ternura e instinto maternal.

- Yo…. Yo…- no sabía cómo iba a pronunciar estas palabras, pero debía decírselo a alguien, de lo contrario explotaría- yo…. Estoy…. – reunió todo su valor y soltó la noticia como una bomba – Yo estoy embarazada…