-¿Se encuentra bien, alteza?

El príncipe de Azul daba una gira de visitas a los países vecinos, el primero fue el reino de Amarillo. Un lugar precioso, una reina extraña que le ponía incómodo y aún así no pudo alejarla de él, era una niña. El segundo reino fue el país de verde. Ahí estaba ella, con sus cabello de sirena y esos ojos esmeralda, su sonrisa inocente; su mano era tan tibia contra la suya cuando le ayudó a levantarse después de tropezar.

-Vaya primer encuentro. Se supondría tenía que ser de mí arrodillado frente a ti en el trono, en una cena juntos.

-Pero esto fue más divertido, he podido ver que es más amable de lo que me pudo haber mostrado en la corte.

-Y usted más linda.

El príncipe de Azul se quedó en el reino de verde por más tiempo del planeado. Lo visito a menudo y al final la mano de la princesa fue dado en bendición a él. Ambos reinos se unirían y ellos serían felices juntos, se amaban, eran buenos y su visión para su gente era próspera.

Por eso es que la princesa de verde escondía sus visitas con el pueblerino del reino Amarillo. A ojos de ella, un muchacho sencillo y buen corazón que la idolatraba más que todos los hombres, más que el príncipe de Azul.

Pero su decisión debe ser tomada, y quien más le hará feliz es el príncipe. Eso le diría en esa cita que el pueblerino le había hecho a escondidas, ella ya había escogido al príncipe y las citas deben parar.

¡Oh! La princesa fue apuñalada por el pueblerino, ella nunca se enteró que la reina de Amarillo le odiaba por tener al príncipe de Azul y también el amor de su fiel sirviente, el pueblerino que ella creyó solo era un chico más. Ingenua princesa, solo querías un cuento y también que su reino fuera un lugar mejor. Ahora nunca lo verá.

-¡Vengaremos a la princesa y a todo el reino! ¡Uniros a mis lucha!

El príncipe de Azul convenció a los reinos. Una guerrera carmesí movió al reino de Amarillo para que derrocaran a la reina y muriera. Serían liberados del horrible reinado de terror que han ido cayendo, de los inhumanos tratos.

La reina de amarillo cayó, su cabeza rodó entre el público, solo una persona lloró a los lejos: la verdadera reina al ver la cabeza de su hermano.

La película acabó, la pantalla se puso en negro y Tomoyo dio un pequeño chillido entre los aplausos de Eriol. Sakura ocultaba su rostro tras sus manos y Syaoran negaba una y otra vez con el rostro.

-¿Tenemos que ver esto cada vez que nos reunimos? ¿En serio?-Syaoran se quejó, se levantó del sofá y buscó otra soda del minirefri de la sala de cine de Tomoyo-.Sé que la obra estuvo genial, que los disfraces fueron mejores de lo planeado…

-Pero no tenemos tiempo para hacer cosplay juntos, Tomoyo-chan.

Tomoyo hizo un puchero y Eriol la abrazó. Todos ahora estaban en la universidad, alejados por muchos kilómetros y solo podían verse en vacaciones; y no siempre coincidían, no desde hace dos años. Algunas veces solo coinciden Sakura y los chicos, otras los chicos y Tomoyo, era la primera vez en mucho tiempo que podían estar reunidos los cuatro en la misma habitación, para Navidad y no era por suerte, es porque ninguno tomó clases extras o cursos durante las vacaciones. Tomoyo estudiando diseño de modas en París, Eriol y Syaoran estudiando negocios en Londres, solo Sakura se había quedado en Japón, también estudiando diseño de modas, pero siempre estaba viajando para pequeñas pasarelas, lo que ella veía como práctica antes de ser el rostro oficial de la línea de Tomoyo. Los caminos eran distintos y pocas veces se veían, era normal que quisieran hacer cosplay juntos, Tomoyo se encarga de que siempre se les levanten los ánimos; por desgracia no pueden, y no porque no quieran, sino porque nunca están juntos en temporada de eventos.

-¿Qué tal esto? un Maid cafe y purikuras. ¿Trato?

-¡Trato!

Syaoran sigue conociéndolos a todos como un mapa, sabe dónde están los botones por apretar y tuercas que ajustar para que todos sean felices.

~o~o~o~

-¡Sakura-chan!

En medio del aeropuerto, tres hermosas mujeres salieron corriendo a abrazar a Sakura. Alabaron lo bonito que se veía su cabello ahora que estaba más largo, lo bonita que se veía y lo mucho que la han extrañado. La señora Yelan venía tras sus hijas y aunque se lanzó contra Sakura, la sonrisa que le dedicaba a la novia de su hijo era tan dulce que derretía a la chica.

-Madre, bienvenida-Sakura apareció con el carrito de las maletas de sus hermanas.

-¡Syaoran-baby!

-¡No empiecen!

Entre risas, Sakura disfrutó como su novio evadía los apretujos y las bromas de sus hermanas mayores. Sakura empezó una conversación con Yelan, contándole todo lo que había hecho durante el año, a dónde había tenido que viajar por las pasarelas, las personas que había conoció y algunos diseñadores que le habían dado su tarjeta. Por supuesto que Syaoran ya le había contado esas cosas, pero era agradable escucharlo de Sakura.

-¿Fuutie-san se encuentra bien?

-Se encuentra perfectamente-suspiró hija cada día me sorprende más.

Fuutie no vino a Japón para pasar la Navidad. No era una fiesta tan importante en China, no tenía sentido exponerse en el avión, porque sí, Fuutie llevaba un año casada y pronto se había embarazado. ¿Eso detuvo todos sus planes? Para nada, estaba motivada, fuerte y justo en ese momento estaba atendiendo todo lo que su madre había dejado pendiente. Y más.

Probablemente las hermanas de Syaoran tampoco podrían estar el siguiente año con ellos durante las fiestas, los anillos en sus manos demostraban que debían pasar el tiempo en familia lo más que pudieran.

~o~o~

Sakura baila, se desliza en sus patines y da vueltas alrededor de la alberca de la mansión Daidjouji. Respira con toda la tranquilidad que no ha sentido en meses. Está con Syaoran, con su familia reunida dentro, cocinando y preparando la mesa de Navidad, la primera cena que tendrán todos: Kinomoto, Daidouji, Hiragizawa y Li. Todos se llevaban de maravilla, la señora Yelan se había integrado mucho mejor de lo que esperaban. Nadeshiko, Sonomi (la madre de Tomoyo), Yuuko (la madre de Eriol) y Yelan parecían amigas de toda la vida.

-Tus hermanas estaban muy emocionadas decorando el arbolito.

-Son unas niñas-sonrió, giró sobre sus talones al Sakura dar vueltas alrededor de él. Tomó su mano y la dejó ir para seguir danzando, era su forma de unirse a su danza-. Ya hemos tenido árbol de Navidad, pero nunca una cena. Mamá dijo que es lo más occidental que hemos hecho en toda la vida.

Sakura se rió, estaba emocionada y ni siquiera ella sabe porque.

-¿Sabes? Ya terminé el videojuego que me enviaste.

-¿El que no me querías decir que tal estuvo y por más que te preguntaba me dabas la vuelta?

-Ese mismo-asintió varias ía decírtelo en personas, Skype no es tan agradable para decir lo mucho que lo disfruté mientras me desvelaba.

-¿De verdad?

-Hey, estás ojeras no son por gusto, escojo muy bien por quien tenerlas-se acercó a él, le dio vueltas con sus manos orgullosa de lo mucho que han avanzado tú y Hiragizawa. Cada avance que me envías es mejor que el anterior, y deseo tanto terminar pronto todos los niveles.

Tres años juntos, siendo amigos y novios, pasando todos los días juntos, jugando hasta el amanecer, haciendo cosplay y viendo anime, nunca creyó que estudiar lejos sería tan difícil.

Sakura extraña tanto a Syaoran que los regalos que le envía no suplen de ninguna forma las ganas que tiene de abrazarlo a él y no un peluche de Kirito que le pertenece a la Asuna que ella le envió antes. Pero duerme con cada peluche que le llega, usa cada regalo que él envía, porque lo quiere cerca de la forma en que sea. Por eso mismo Sakura deja todo de lado cuando llegan una versión actualizada del juego de Syaoran y Eriol: ella puede ver en cada frame, en cada dibujo y diálogo como una parte de Syaoran se mueve. Sabe muy bien dónde es que su novio se esmeró más y cual es toda su responsabilidad.

Por toda esa pasiòn es que vale la pena esperarlo.

-Y seguro tu manager también lo amará.

Se encogió de hombros, Ser esa modelo que la quería convertir su manager no era su futuro, aunque él intenta persuadir. Tomoyo, solo le es fiel a ella y le espera con impaciencia.

-Mi madre quiere que después de la universidad conozca las sedes que tenemos. En China, Estados Unidos, París...

-¿No regresaras a Japón?-Sakura se detuvo en contaba con eso. Se suponía Syaoran volvería a Japón y empezaría con la editorial y a la par ya el videojuego estarla terminado.

-No, me tardaré un poco en volver.

-Comprendo.

Sakura sintió un nudo en la garganta, respiró profundo para calmar ese ardor en los ojos. Syaoran se acercó a ella para abrazarla.

-Puedes venir conmigo.

-¿En serio?

-Si. Pero debe ser de la forma correcta-Sakura alzó la vista a él, , ven como mi esposa.

Un diamante rosa rodeado de pequeños diamantes blancos, las luces navideñas se opacaron de inmediato con el brillo de la joya. Sakura no dudo nada en que Syaoran lo colocara en su dedo.

-¡Si!

Lo besó, se besaron, casi caen a la alberca por culpa de los patines de Sakura y tuvieron que alejarse del patio para no pasar la cena mojados y enfermos durante las vacaciones.

-¡Chicos, una partida de Mario Kart antes de la cena!

Eriol les gritó desde la puerta. Sakura y Syaoran se voltean a ver con sonrisas cómplices.

-Quien gane lo dice durante la cena.

-Trato hecho.

FIN

Por fin le pude dar fin a este fanfic. Fanfiction ha cambiado en muchas cositas en este tiempo que me perdí un poco...¿Donde esta mi linea predeterminada para separar cosas? (?) Anyway.

Gracias a todos por leer y nos veremos después~.