Hola! Bueno llegó el fin de esta historia que la había dejado colgada, perdón a los que la siguieron hasta ahora por la demora de mi subida, no hay justificación simplemente vagancia, pero hoy hay otro motivo para que haya actualizado, hoy es el cumpleaños de una de mis mejores amigas Arai Bucci, esta historia la hice para ella especialmente de principio a fin, Arai que es totalmente dedicada a vos, ¡TE AMO MUCHO AMIGA! Y re deseo lo mejor hoy y siempre, sos realmente una persona importante, y tenerte en mi circulo me hace sentir muy bien, asi que disfruta el capitulo, yo sé que querías un lemon lemonoso, pero mi cabeza no se siente muy pervertida últimamente, a no ser que me ponga a Rain bailando love song ahí es otra cosa!

¡FELIZ CUMPLE ARA! Este es tu regalo

Mariposa traicionera

El sol moría nuevamente trayendo la noche, y así un día exacto había pasado de la partida de la parejita problemática. Renji caminaba por los pasillos de su escuadrón con una sonrisa enorme, tanto que parecía que estuviera siendo modelo para una publicidad de colgate. Mientras avanzaban sus pasos rápidos, tarareaba una canción muy pegadiza, proveniente de unas de esas bandan famosas de cinco chicos del mundo humano, estaba plenamente feliz, ¿Qué mas se podía esperar? Rukia ya no estaba, el shampoo que le había recomendado byakuya para la caspa le había funcionado excelentemente y el papeleo de ese día ya se había terminado, solamente le quedaba los papeles que llevaba en las manos, pero eso en realidad era un excusa para visitar la oficina del Taicho Kuchiki Byakuya, cuando al fin llego a su destino, tomo aire hondamente y toco dos veces la puerta hasta que la voz de adentro le concedió el permiso.

Taicho…- pronuncio seguido de un silencio, byakuya lo observo esperando a que continuara – esto es lo ultimo del día- finalizo entregándole los papeles, el moreno los tomo ojeando lo que estaba escrito muy por encima, luego levanto la vista seductoramente (según renji) y poso sus mirada penetrante en el pelirrojo, el cual sentía una revolución de sensaciones en su cuerpo, aunque tenían esa clase de relación, él mayor de los kuchiki todavía lo seguía poniendo nervioso, tenia ganas de salir corriendo y evitar lo que sabia que pasaría ahí en unos pocos minutos más, pero por otro lado le gustaba aquello, su razón ya se había ido al carajo hace mucho y el placer había ganado sobre está rotundamente. De repente sintió la mano fría de su superior sobre la suya, lo cual luego de segundos desencadeno en un beso apasionado. Byakuya había logrado aprisionar a su teniente contra la pared, las caricias que él le promocionaba pronto hicieron que la parte de arriba de sus ropas resbalara dejando su formado pecho al descubierto, su piel ligeramente tostada por el sol era algo que le fascinaba, sus ojos grises destellaban deseo, sus manos acariciaban rincones íntimos del otro hombre, Renji respondía a las caricias torpemente, siempre era así al principio, pero luego de un rato lograba relajarse y actuar como un excelente amante.

Besos, caricias y gemidos de dos hombres amándose, en una sociedad de la cual no sabrían si serian aceptados si su relación saliera a la luz. El tiempo paso mágicamente dentro de la oficina del sexto escuadrón y junto con la partida del lugar de Byakuya y Renji, una mariposa infernal abandono la oscuridad del lugar junto con ellos.

Pasado dos días, en el sereitei comenzaba un nuevo día y con ello las actividades de todos, en especial la de la oficina de edición de la Revista Shinipolitan donde una noticia que seguramente dejaría en shock a algunos se daba a conocer con el titulo de "exclusivo", los diarios y revistas iban siendo dejados casa por casa como todas las mañanas de cada miércoles.

-¡buenos días Kuchiki-sama!- le servia el desayuno una de sus criadas – le traigo también el diario de hoy junto con la revista que lee siempre Rukia-sama- byakuya asintió, y la mujer dejos ambas cosas sobre la mesa.

Cuidadosamente probó el té que le habían servido y volvió a depositar en la mesa la taza para agarrar en su lugar el diario, pero cuando abrió este y callo la revista de rukia, escupió todo el té que tenia en la boca sobre la tapa de la misma

"EXCLUSIVA LA PAREJA DEL MOMENTO" y una foto de él y renji besándose en su oficina, aparecía como imagen principal de la tapa.

- ¡MALDITOS…!- grito con un fuerte tic en su ojo.

Tratando de tranquilizarse por un momento ojeo la revista en busca del articulo que hablaba sobre ellos, casi le agarra un paro cardiaco cuando vio que le dedicaban diez paginas en la cuales había demasiada información e imágenes.

-¡malditos enfermos!- suspiro rabioso y destrozo la revista en varios pedazos, para luego alejarse de un shumpo hacia la oficina de edición y matar a los responsables si no se hacían cargo y arreglaban todo, pero lamentablemente era muy tarde.

-Lo sentimos Kuchiki- taicho…- el hombre sudaba frió ante la ira asesina del moreno – pe-pero to-todas fueron repartidas ya – tartamudeaba mientras le explicaba nerviosamente que ya las revistas habían sido vistas por todos.

Byakuya volvió furioso a su Mansión para encerrarse en su habitación y no volver a salir.

Mientras Tanto Renji se veía sorprendido por la noticia, tras la pregunta echa por su compañero Shuuhei.

- eh!- lo llamo y Renji se dio la vuelta - ¿Qué significa esto?- le enseño la revista, al pelirrojo se le fueron los colores del rostro y hasta pareciera que el colorado de su cabello hubiera perdido color.

-¡QUE CARAJOS!- grito – Yo… yo…-intentaba decir algo pero no le salía.

-No hace falta que digas…- pero antes de que el teniente de la novena división terminara de decir la frase, Renji había escapado como una bala.

- No voy a salir de este lugar nunca más…- decía para si el chico de cabello Rojo mientras se refugiaba en el antiguo lugar de entrenamiento de Urahara y Yoruichi.

Dos días recluidos en diferentes lugares pero pensando en lo mismo se preguntaron- ¿Por qué me tengo que esconder?

-soy el capitán del sexto escuadrón- sonrió byakuya triunfante, levantándose de su cama.

-soy el teniente del sexto escuadrón- una mueca de satisfacción apareció en su rostro mientras salía de las aguas termales.

- SI ME DICEN ALGO LOS MATO Y PUNTO…-gritaron ambos al mismo tiempo pero en diferentes lugares.

Luego de eso byakuya se encamino a su escuadrón con su aire de solemnidad y la cabeza bien en alto, mientras sus subordinados lo miraban entre sorprendidos, divertidos y admirados, aunque byakuya se había resignado que todo el mundo se iba a burlar y que tendría que matar a varios, se sorprendió al saber que tenia hasta un club de fan, cosa que inflo su ego. Para Renji fue también algo parecido, nada mas que él regreso al escuadrón con su temple de chico malo, sus compañeros al igual que con Byakuya le dedicaban miradas pero ninguna de burla, cuando se encontró con su taichou en la puerta de la oficina, todos los demás shinigamis pusieron atención a sus acciones esperando que pasara lo imposible.

¡QUE SE BESEN…!- grito una desubicada shinigami perteneciente al fanclub oficial byakuren.

Los dos hombres hicieron caso omiso y se dedicaron una sonrisa entrando juntos a la oficina, tenían que hablar algunas cosas, cuando se cerró la puerta, aplausos y gritos se escucharon por todo el lugar.

-¡estamos con ustedes!- les gritaron.

Cuando los dos estuvieron solos dentro byakuya hablo primero.

- solo quisiera saber quien fue quien lo hizo…- miro a renji para saber si él tenia una respuesta.

- una vez que lo encontremos hay que torturarlo hasta la muerte…- respondió, byakuya simplemente asintió.

La pareja nueva cada vez tenia mas popularidad, todo el mundo hablaba de ellos incluidos los dos veteranos capitanes de la octava y trigésimo escuadrón.

Kyoraku reía simpáticamente – Los tiempos de ahora son más modernos, el capitán kuchiki con Abarai ¡quien lo iba a pensar!- le hablaba a su amigo.

- El asunto de Ichigo con kuchiki ya quedo en el olvido con esto – bebido un poco de sake, su amigo asintió mientras también bebía un poco de la bebida.

-¿ya que ahora esta todo tan liberal no seria bueno que yo me confesara…?- pregunto mientras bebía otro trago.

- ¿ahora...?- pregunto dudoso el de cabellera blanca.

- si… ¿queres tener algo conmigo?- pregunto entre risas, pero cuando el otro hombre estaba por responder, un gritito se escucho, y una estupefacta Nanao salía corriendo por la puerta.

Ukitake con un tic en el ojo y a punto de desmayarse…- No creerá que nosotros… - señalaba a su amigo y a él – ya sabes ¿no?- respiraba pesadamente.

- creo viejo amigo que los dos estamos en el horno, como carne al horno con papas- respondió con cara de susto.- Nanao no es lo que piensas… la única sos vos… - hablaba a la nada y lloraba.

Unos días después la noticia era eco por todo el sereitei, la revista llevaba el titulo ¿Qué clase de relación tendrán estos dos? Y ahora ellos dos eran victimas de todas las miradas.

En el doceavo escuadrón un capitán de extraña apariencia soltaba otra mariposa infernal, en busca de algún nuevo chisme.

En el mundo humano Ishida vestía elegantemente, estaba preparado para ir a encontrarse con Orihime, que antes las insistencias del Quincy, había accedido a ir a cenar con él, Sachiko lo había ayudado en todo desde reservar el restauran, la ropa, hasta de elegir el hermoso anillo de compromiso con pequeñas incrustaciones de diamantes, nada era demasiado caro para la hermosa mujer que él amaba.

Él llego primero al costoso lugar, era un restauran de comida francesa, uno de los mas prestigiosos de la ciudad de karakura, se dirigió a la mesa reservada que daba vista a la hermosa costanera del lugar , las luces de los barcos a lo lejos daba una mágica vista, acompañado de la privacidad del salón y la suave música de fondo, al cabo de quince minutos Orihime se acerco con un hermoso vestido negro largo de gran escote en la espalda, acompañadas de unas finas sandalias color plata de taco aguja, se sentó elegantemente junto a él y le sonrió.

-Estas muy hermosa…- le dijo él

- vos también estas muy bien ¡gracias! Le respondió acercándose un poco para acomodarle la corbata que la tenia ligeramente mal acomodada, Ishida se puso nervioso a la cercanía de ella. – es Hermoso el lugar y la vista- le dijo ella alegremente una vez que se alejo un poco de él.

- ¿les pido que tra-traigan la cena?- le pregunto nervioso.

- seria buena idea, no pude comer en todo el día- respondió mirándolo agradecida.

El camarero trajo el primer plato, luego de eso estuvieron mientras comían hablando de miles de temas, evadiendo lo que había pasado tiempo atrás, ninguno quería tocar el tema, no querían arruinar el buen ambiente que había entre ellos, pero el momento decisivo llego, el momento justo para pedirle que se case con él, pero cuando estaba por sacar la dicha cajita…

-Sabes Uryuu…- dudo en hablar – estuve pensando en nosotros este tiempo… y creo que seria mejor que termináramos con esto- finalizo la frase, mientras a Ishida se le re rompía el corazón a pedazos.

- Orihime…- intentaba hablar sin sonar tan dolido – Yo… te te- pero la chica se levanto de su asiento y salio del lugar dejándolo solo, destrozado pidió al camarero que le trajera la bebida mas fuerte que tuviera.

En otra parte de la ciudad, Ichigo volvía de trabajar al abrir la puerta se encontró con toda la casa a oscuras, le extraño un poco – Rukia…- llamo a la morena mientras se sacaba los zapatos, cuando atravesó el living las luces se encendieron y su familia grito -¡FELICIDADES!- estaba Ishin, Yuzu, Karin y Rukia…

-¿Qué pasa?- ichigo no entendía nada, la morena se acerco y lo beso dulcemente y luego le dio un abrazo fuerte, hundiendo el rostro en su pecho, luego se aparto un poco sin dejar de abrazarlo y levanto la vista clavando su mirada violácea en los ojos de ichigo.

Lentamente pronuncio - ¡felicidades vas a ser papá! – rukia sonrió ampliamente mientras tomaba una de las manos de ichigo y la acercaba a su vientre.

Ichigo quedo en shock -¿DE VERDAD VOY A HACER PAPÁ ENANA?- pregunto gritando de felicidad, y abrazando a su novia.

-si idiota ¿sino quien mas? – respondió irónicamente.

- TE AMO- le dijo sin pensarlo –LOS AMO- y la besó.

Su familia se quedo a cenar y luego se fueron, cuando estuvieron solos se acostaron los dos en el sillón del living agotados después de acomodar todo.

- estoy feliz ¡soy el hombre mas feliz del mundo ahora Rukia! – le sonrió, rukia se quedo fascinada muy pocas veces podía ver esa sonrisa, Rukia no dijo nada lentamente se quedo dormida junto a Ichigo, ambos quedaron abrazados.

Una hora después de haber estado bebiendo y hablando solo, un destrozado Ishida le pidió la cuenta al camarero, no había razón para estar ahí, pero cuando el camarero se marcho para traerle la cuenta, una mujer vestida con una gabardina color petróleo entro.

- ¿estas solo?- le pregunto la mujer a ishida que tenia la cabeza apoyada en la mesa.

Él levanto la cabeza y quedo sorprendido la mujer que estaba en frente era –Orihime…

-¡ese es mi nombre!- le sonrió - ¡mucho gusto! ¿Puedo sentarme?- lo miro divertida.

- si ¡mucho gusto soy Uryuu Ishida!- le beso la mano.

-¡este va a ser un lindo nuevo comienzo!- agrego ella y el asintió feliz.

Tendría que cumplir el trato con sachiko Ahora…, tendría unas semanas muy ocupadas para hacerle todo un armario de ropa a la prima querida de su amigo Sado.

A la mañana siguiente Ichigo despertaba con el cuerpo algo entumecido por la incomodidad de dormir en la misma posición toda la noche, pero eso no le importo a ver a la petit alado suyo, lucia mas hermosa que nunca, cuidadosamente la movió acomodándola mejor sobre el sillón y tapándola con una frazada, se giro hacia la puerta al sentir que metían por debajo de esta unas revista.

¡Otra vez esas revistas!- se acerco molesto, pero al ver las tapas de estas grito fuerte despertando a la morena - ¡EL SEREITEI SE VOLVIO GAY! – Rukia se acerco para saber porque gritaba, y se quedo helada al enterarse lo de su capitán con el capitán de la octava.

-¿Ichigo no se tratara de un nuevo enemigo?- pregunto aturdida Rukia.

- lamento decepcionarte pero no enana- ambos suspiraron a la vez resignados – Al final tan Machos no eran- finalizo rukia divertida y arrojo las revistas a la basura.

Fin.

Gracias a todos por seguirla! minna aishiteru yo!