BELLA POV

Cuando acabe de vestirme me despedí de Alice:

-Me voy Alice, nos vemos al rato Te quiero-

-Claro, me cuentas hasta el último detalle-dijo mientras salía.

Camine despacio aun tenia el tiempo suficiente, tome un atajo a la estación de ferrocarriles, mi celular estaba sonando así que lo tome de la bolsa, no era nada importante solo llamadas perdidas de Alice, ayer por la noche, pero si quisiera decir algo ya lo hubiera dicho por la mañana.

Compre mi boleto para subir al ferrocarril, decidí comprarme un café solo para despertar completamente, hoy había decidido que hablaría con Edward, solo le diría un hola y no me quedaría con las ganas, busque entre mi bolsa mi boleto, lo había echado al comprar mi café, me detuve, y por fin lo encontré en mi bolsa y levante la mirada: hay estaba el parado justo en la puerta del ferrocarril, iba vestido tal y como cuando lo había conocido, bueno llevaba unos pantalones de mezclilla y su chamarra rara, bueno para mi, pero eso no fue lo que me sorprendió, si no el que tuviera una rosa en la mano, estaba con la vista hacia el suelo,

-Tranquila Bella, tal vez es para una novia que espera- me dije me fui acercando, aunque ya se me habían quitado las ganas de subir, si el tenia novia no tenia caso el que intentara algo, asi que di media vuelta y avance, pero un grito me detuvo

-Bella, Bella espera- dijo una voz aterciopelada detrás de mi, me quede quieta en mi lugar, no podía ser, Edward me estaba hablando y estaba diciendo mi nombre?, di media vuelta, solo para cerciorarme, ahora estaba solo a unos cuantos pasos de mi, dios di algo Bella

-Mmm ¿Si?- dije tartamudeando, el se acerco a mi y me ofreció la rosa que tenia en la mano.

-Esto es para ti- dijo con una sonrisa torcida, eso junto con esos ojos era insoportable, sentí que se me doblaban las piernas.

-Gra..gracias- Dios Bella, eres patética pensé - ¿Cómo sabes mi nombre?- pregunte eso me ¿asustaba? No me impresionaba.

-Pues veras es una larga historia, ¿quieres ir a tomar algo?- si quise decir pero ya tenia uno en la mano, he que importaba.

-Claro, Edward vamos- dije no era el único que sabia un nombre, su cara fue de sorpresa pero en vez de preguntar solo sonrió.

-¿Vamos? – dijo mientras me ofrecía mi mano, asentí, tome su mano y sentí un hormigueo en ellas.

-Bella, espera.- grito Alice desde el otro lado de la estación ¿Qué tenían hoy con esa frase?,

Edward y yo volteamos, hay estaban Alice y Jasper:

-Dios Bella, Edward, me asustaron de verdad estaba preocupada.-dijo Alice, un poco frustra… esperen dijo ¿Edward?

-¿Edward? Espera ¿se conocen?

-Heeee esto…. Vámonos Jazz- dijo mientras jalaba a Jasper. ¿Qué pasaba aquí? ¿Supo todo el tiempo que era el y no me dijo nada? Me quede mirando a Edward intrigada alguien debía explicarme.

-Te lo dije es una larga historia- dijo el dándome una hermosa sonrisa. –Ahora ¿Vamos?

-Esta bien, quiero saber esa historia- dije mientras caminábamos fuera de la estación de ferrocarriles.

Cerré el libro que tenía enfrente de mi:

-¿acabaste?- pregunto Alice

-Si por fin acabe mi libro.- conteste, había decidido escribir mi libro sobre lo que me había pasado con Edward, el siempre había sido mi inspiración

-Me alegra, que escribieras tu propia historia- me contesto

-si a mi también, tengo que agradecerle a Stephenie, dios Edward me esta esperando, nos vemos Alice- dije mientras salía de la casa.

-Si y Bella, recuerda no subir nunca mas en un ferrocarril-

Claro que no lo haría, Edward ya no me dejaba hacerlo, no desde que nos enteramos del accidente que hubo el jueves 11 de Marzo, justo el día en que empezamos a salir, si hubiéramos tomado el ferrocarril, tal vez ahora el no estaría esperándome recargado en su Volvo…

EDWARD POV

Cuando desperté, fui directo al centro en mi volvo, estaba dispuesto a hablar con Bella hoy, no perdería oportunidad, aun era temprano, fui a una florería y busque algo bonito para ella, pero sabia que no era de esas chicas a las que le gustaba un arreglo grande, ella prefería cosas sencillas, así que solo escogí una rosa, no compre mi boleto, llevaría a Bella, a un lugar para platicar. Estaba parado enfrente de la puerta del vagón, y pensando en que le iba a decir como debía empezar, levante la mirada y la vi ella avanzaba hacia la salida, y no permitiría que se fuera.

-Bella, Bella espera- dije tratando de detenerla, cuando me di cuenta ya estábamos a solo unos pasos.

-Mmm ¿Si?- dijo tartamudeando, -Vamos Edward es tu momento- pensé, me acerque y le ofrecí la rosa que había comprado para ella.

-Esto es para ti- le dije sonriendo, ella se sorprendió pero aun así respondió

-Gra..gracias- dijo tal vez nerviosa- ¿Cómo sabes mi nombre?- Eres un idiota Edward, había planeado decirle la verdad pero no tan rápido.

-Pues veras es una larga historia, ¿quieres ir a tomar algo?- Doble idiota, tiene un café en la mano-pensé, además de que había sido muy atrevido, pero su respuesta me sorprendió

-Claro, Edward vamos- claro el cartel, sonreí ante su respuesta, parecía un reto de quien sabia el nombre de quien

-¿Vamos? – le pregunte mientras ofrecía mi mano, de nuevo pensé lo atrevido que se podría ver, pero con ella me sentía como si nos conociéramos de toda la vida, ella asintió y tomo mi mano.

-Bella, espera.- dijo alguien del otro lado de la estación, volteamos a ver, y era Alice, No si decía algo que no fuera bueno la mataría y a Jasper también ¿Pero que hacían ellos aquí?

-Dios Bella, Edward, me asustaron de verdad estaba preocupada.-Solo voltee a ver que hacia Bella, ante la mención de Alice, tal vez me soltaría y se iría o algo, pero de nuevo su reacción me impresiono, no hacia lo que yo creía que haría, definitivamente era diferente a todas la mujeres que había conocido.

-¿Edward? Espera ¿se conocen?- pregunto sin soltarme la mano.

-Heeee esto…. Vámonos Jazz- dijo Alice mientras se llevaba a su novio, mire a Bella, y ella me observaba con una cara de confusión, no quería arruinar las cosas así que dije de la forma mas casual

-Te lo dije es una larga historia-dije mientras le sonreía. –Ahora ¿Vamos?

-Esta bien, quiero saber esa historia- dijo dándome una sonrisa, y así caminamos fuera de la estación de ferrocarriles, mientras el ferrocarril en donde nos habíamos conocido se iba.