Higurashi no Naku Koro ni: P&F
Introducción
En este documento intentaremos poner un universo tipo Higurashi no Naku Koro Ni, para la serie Phineas y Ferb, más que nada porque sería interesante ver como una serie graciosa como Phineas y Ferb se va convirtiendo en lo que es Higurashi. Aclaro que no usaré a ningún personaje de Higurashi. Esto no es un crossover.
Este documento será dividido en Arcos, tal como Higurashi, pero los nombres de los arcos serán dados en inglés y español ya que Phineas y Ferb es una serie americana.
Debemos tener en cuenta una cosa antes de empezar. En uno de los episodios se menciona que Phineas tenía una mascota antes que Perry, pero que murió y nunca se lo dijeron.
Arco del Rapto de Vacaciones
(Chapter of Vacations kidnapping)
Preámbulo
Una silueta podía ser vista en la noche, arrastrando consigo un costal que se movía desesperadamente. Alguien o algo estaban ahí. Sin mediar palabra, esa persona cogió el costal y lo lanzó a la maletera de un vehículo para irse rápidamente.
Ya que todos dormían, nadie se dio cuenta de que estaba ahí o que se movía con desesperación en ese costal.
Parte I
- ¡Ferb! ¡Ya sé que haremos hoy! – dijo despertando un animado Phineas – Podremos enseñarles trucos a Perry.
Su hermano se limitó a mirarle incrédulo como respuesta.
- Es un ornitorrinco. No hacen gran cosa…
Dicho esto bajaron a desayunar. Estaban en eso cuando Candace apareció:
- ¡Espero que no hagan nada más hoy! Mamá… tienes que ver lo que hacen…
- Candace, no sé porqué te preocupas. Tus hermanos son tan imaginativos…
- Estaban mejor cuando no estaba Perry…
En ese momento se hizo un silencio sepulcral.
- Candace – dijo Linda Flynn – No creo que debamos…
- ¿Había alguien antes de Perry? – preguntó Ferb, rompiendo su mutismo
- Eh… - dijo Linda – Un perro… pero se fue de vacaciones. ¿No es así Candace?
- ¿De qué estás…? – un guiño la hizo comprender – Ah... claro, está en esa vieja granja tomando vacaciones pagadas…
Después de aquel incidente, Linda y Candace fueron a hablar a solas en el cuarto de la primera.
- Candace, no debes permitir que se sepa.
- ¿Saber qué…?
- ¡Ay Dios! Sabes que Bucky no está de vacaciones. Pero jamás deben saberlo. Sería catastrófico.
- ¿Estás diciendo que lo que vimos en ese museo era…?
- Lo que parece. Jamás deberían saberlo. De ser así tengo un muy mal presentimiento.
- No lo diré. No quise ser tan indiscreta.
- Confío en tí, Candace. No me decepcionarás.
Por otro lado, en el patio de la casa de la familia Flynn, Phineas había decidido no enseñar trucos a Perry. Estaban por hacer otra cosa.
- Hola Phineas… ¿Qué estás haciendo?
- Hola Isabella – respondió el chico – Estamos haciendo los planos de un detector de mentiras.
- ¿Un detector de mentiras?
- He notado algo rara a Candace últimamente. Le he preguntado, pero no responde. Tal vez si lo dice… podrá sentirse aliviada.
- ¿Necesitas que te ayude la tropa de las chicas exploradoras? Podemos hacer malteada.
En ese momento Phineas recordó algo de la conversación del museo.
- ¿Malteadas? ¿Malteadas? – Phineas miró al grupo y rápidamente dijo - ¡Ferb! ¡Deja el proyecto! ¡Tengo algo que hacer hoy!
- ¿Tengo? – dijo Isabella extrañada – No hacen todo juntos.
- No sé qué decir. Pero sé que me están ocultando algo.
- ¿Nosotros a ti? Phineas, ¿estás bien?
- Hay algo que no entiendo o que me han ocultado…
- ¿Nosotros?
- Ustedes no. Pero no lo recuerdo bien.
Y sin decir más, dejando a Ferb e Isabella se fue de ahí.
Parte II
Phineas estaba en las calles de Danville y no sabía cómo había recordado a su perro. "Malteadas". Esa palabra mágica que decían siempre que querían desviar su atención. No la habían dicho en ese desayuno y el mutismo que pusieron sus padres lo hizo sospechar.
Ahora recordó a su perro. ¿Dónde estaba? ¿Acaso ya no eran demasiadas vacaciones desde esa vez? ¿Porqué nadie en la casa hablaba ya de su mascota? ¿Por qué compraron a Perry? ¿Porqué cometer el peligro de ser acusados de tráfico de especies? ¿Qué estaban ocultando?
(Nota del Autor: Es ilegal tener a un ornitorrinco como mascota. Solamente ciertas Universidades y Zoológicos pueden tener ornitorrincos para propósitos de investigación. La ley australiana prohíbe la salida de los ornitorrincos de su territorio, salvo muy pocas excepciones.)
- Definitivamente encontraré a Bucky. ¿Pero dónde puedo encontrar información?
Entonces se acordó del veterinario de Perry: Johan. Sabía cómo ubicarlo, así que decidió ir a su veterinaria.
- Buenos días – dijo Phineas – Estoy buscando a Bucky, mi perro.
- Hola chico… ¿Y tú eres…?
- Phineas Flynn – respondió – Busco a mi perro Bucky. Lo traían siempre a este lugar.
- Ah… tu mascota. Tiempo que no la traen. Déjame ver en los registros…
Johan salió del mostrador y fue a buscar un folder. Tras unos minutos regresó con uno que decía "Familia Flynn – Bucky".
- ¿Quieres saber la historia médica de tu perro? O sólo las veces que pasó por aquí…
- Quiero saber lo que sea sobre Bucky.
- Pues bien, su historia clínica está limpia… o eso veo. Recibió sus vacunas a los primeros meses. Vino a sus revisiones contigo, y cuando estuviste de campamento escolar vino por un cuadro que pareció sencillo y entonces… - el Veterinario leyó rápidamente el informe y lo cerró sin decir más.
- ¿Y entonces qué…?
- No sé si quieras saberlo. Tal vez deberías estar mejor así.
- ¿Qué le pasó a mi perro? – dijo Phineas impaciente.
- No creo que deseas saberlo…
- ¡Deseo saberlo! – dijo Phineas con un grito que resonó en toda la instalación.
El veterinario se quedó sorprendido. Nunca había visto a Phineas así.
- Bien… regresando a la historia clínica… presentó un caso de Filariosis y luego… no lo logró.
- ¿No lo logró?
- El cuadro de Filariosis comprometió su sistema cardiaco y tras un fallo hepático… decidimos tratarlo.
- ¿Está vivo? ¿Se curó?
- Lamentablemente al medicarlo, los parásitos se desprendieron de su corazón causando trombos que llegaron al hígado, al cerebro, a los pulmones. Falleció esa misma tarde.
Al oír lo de 'falleció', Phineas se quedó helado. No quería aceptarlo.
- No puede ser… ¿Es mentira no?
- Esto es todo lo que tengo.
- ¡Me está mintiendo! No puede ser cierto. Bucky era un perro fuerte.
- Insisto que esto es todo lo que tengo. Tus padres sabrán más.
Phineas intentó llorar, pero se contuvo. A duras penas agradeció al veterinario y salió de ahí.
Ya en la calle se sentó a un lado de la vereda y se hundió en su melancolía. Su perro estaba muerto. O al menos eso le habían dicho. Fue entonces cuando oyó esa voz:
"A donde esté tu dolor,
Ahí estaré yo.
Cuando sientas impotencia o desilusión,
No lo dudes, que ahí, entre las sombras estaré."
- ¿Quién eres? – dijo Phineas extrañado al oír a esa misteriosa voz.
- Mi nombre no es algo que deba mencionarse o que tenga importancia. Me interesa quien eres y que haces aquí – dijo una mujer de pelo largo que apareció de repente.
- Me han tenido engañado – respondió un Phineas casi sollozante –Todos los que creí que me amaban.
- Tal vez sea el destino que quiere pulirte. Debo irme. Espero verte alguna vez.
- ¡Dime al menos tu nombre! – le suplicó Phineas.
- Federica – respondió aquella mujer – Ahora dame el tuyo.
- Phineas – respondió el chico.
- No lo olvidaré – respondió Federica, desapareciendo entre el gentío.