Edward ha muerto. Después de su muerte, Bella va corriendo a buscar a Jacob. Pero ya es tarde.
-Jacob por favor te amo.
-lo siento tanto, bella – (en tono sarcástico).
-qué?
- dije que lo siento. no voy a volver contigo
-Por que??
-Em, veamos, quiza por que no quiero?
Bella se quedo pasmada. Siempre había dado por sentado que Jacob la aceptaria, que la esperaria, que la amaría toda la vida. Se suponía que así debía ser.
-¡Jake, por favor! Te necesito. Siento haberte lastimado tanto, de verdad.. Pero por favor, te necesito. Nunca pude olvidarme de vos, sabés.
-Quizá no, pero eso ya no es asunto mío. Enfrenta los hechos, Bells. Llegaste tarde.
-Jacob por favor!!
-Por favor, vos. Terminemos con esto de una vez, Bella.
-pero vos sos mi Jacob!! –mío, solo mío. Aun cuando no quería realmente estar con el (sólo era el plato de segunda mesa), tampoco quería que él estuviera con nadie más. Jacob era suyo.
-Tu Jacob?? Nunca lo fui porque vos no quisiste Fue tu decisión, Bella. No podés negarlo.
-Yo no quería...
Nunca terminó la frase. Porque justo en ese momento, de entre los arbustos salió una chica. Era hermosa, delgada y pelirroja, con los ojos de color miel y unas pecas salpicando su piel perfecta. Bella se la quedó mirando.
La bella desconocida habló, con su dulce y musical voz. Bella la odió aún más.
-Jake, qué está pasando? -dijo la chica.
Jacob se volvió hacia Bella, con una sonrisa radiante.
-Bells, te presento a Lizzie, mi esposa. Lizzie, te presento a... mi hermana –y se rió entre dientes. Lizzie se rió con él.
A Bella se le cayó la boca y se le llenaron los ojos de lágrimas furiosas.
Adiós para siempre Jacob Black
Nunca más la volvieron a ver.