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El viento sacudía los árboles fuera del camión de Bella al bajar por el familiar camino que conducía a La Push. Su corazón latía a toda velocidad y tenía las palmas sudadas. Quizá debía haber esperado algunos días antes de ir a verlo. Qué tipo de mensaje enviaba corriendo de vuelta a él como una perra en celo.

Pero por otro lado, él había sido el que la había invitado. Revisó su mensaje de nuevo en su cabeza. Lo recordó al instante.

Bienvenida a casa, cielo. Ven a verme. Amor, Jake.

Sabía que estaba viendo demasiado en esa pequeña nota insignificante, pero no podía evitarlo. Por el amor de Dios, estaba prácticamente casado. Atado a alguien más. Ya no era suyo.

Hizo desaparecer esos preocupantes pensamientos de su cabeza mientras doblaba por el viaje familiar.

Se había confundido un poco al principio cuando Charlie le había dicho que encontraría a Jake en lo de Billy. Seguramente se habría mudado ya. Su padre le había asegurado que Jacob se había mudado hace dos años, cerca de donde estaba situado su garage (el que había empezado el mismo, había agregado Charlie con orgullo). Issi se había unido a él 6 meses atrás. Sólo se estaban quedando con Billy temporalmente, había tenido un poco de un susto de salud recientemente y Jacob cumplia con sus deberes de hijo.

Bella le había agradecido a Charlie por la información con una sonrisa forzada y había salido por la puerta antes de que pudiera protestar.

Y ahora vio la familiar casita del bosque, extendiéndose ante ella. Él iba a salir para encontrarla. Seguramente saldría tan pronto como oyera el motor del camión. ¿Las cosas no habían cambiado tanto, no?

Sólo habían años…

Salió para encontrarla. Le dio un vuelco el estómago y su corazón cantó.

Su alta figura vino saltando fuera de la puerta antes de que tuviera incluso una posibilidad de apagar el motor. Se paró a mitad del camino a su coche como si tratando de corregir su comportamiento inadecuado y reducido la marcha para andar más sin prisa

Bella no tenía nada de eso. Estaba demasiado extasiada en la vista de su cara invariable brillante.

Saltando del taxi, empezó a correr hacia él. Él sonrió, agachándose un poco y extendiendo los brazos, preparándose para agarrarla.

"¡Jacob!" oyó una voz terriblemente aguda que no sonaba como la suya brotando de su garganta mientras se arrojaba en esos brazos.

No le importaba la propiedad. Si era correcto o incorrecto. Sólo quería abrazarlo. Sentirlo. Asegurarse que aún era real.

"Bells" lo oyó murmurar suavemente mientras ella se envolvía infantilmente a su alrededor.

Era tan cálido. Tan perfumado. Tan real. Y ella había estado tan necesitada.

Los brazos de él estaban alrededor de su cintura, sosteniéndola a unos pies del suelo mientras los dos daban vueltas entre risas. Bella no se mareó. Estaba demasiado ocupada enterrando la cara en el cuello de él y apretando las manos por su grueso cabello. Había olvidado cuánto amaba tocar a Jacob. Sólo apreciarlo.

Él se detuvo y ella se echó hacia atrás para mirarlo a la cara. Estaba exactamente como la había dejado. Sólo con algunas líneas más de risa.

Trató de no compararla exactamente a como la había dejado la última vez. Destrozada y rechazada, en una habitación hace mucho, mucho tiempo.

"Te extrañé tanto." La voz ronca de él interrumpió sus recuerdos.

Ella sonrió, frotando sus dedos pálidos contra su mejilla contrastante, haciéndolo sonreír a él también.

"Igual yo."

Se miraron el uno al otro por un rato. ¿Ahora qué? Probablemente debería considerar despegar sus muslos de alrededor de su cintura. El sentido común dictaba eso. Pero ansiaba ese sentimiento cálido, cosquilleante que estaba pasando por sus venas, y no quiso dejarlo ir todavía.

"Te cortaste el pelo" él hizo un gesto con la cabeza hacia su peinado prolijo, estudioso, que le caía justo debajo de los hombros. Nada de capas, nada de colores, nada de tonterías de ningún tipo. Hasta le sorprendía que hubiera notado algo diferente, era así de aburrido.

"Te creciste el tuyo" replicó ella, agarrando un mechón que terminaba justo debajo de su clavícula.

Él bufó, sacudiendo su pelo fuera de su agarre, "Me lo crecí—no me moleste en cortármelo—casi lo mismo".

Ella se rió mientras los músculos de sus piernas finalmente se destrababan de alrededor de Jacob, y él la dejó resbalar lentamente hacia abajo al suelo. Trató de no permitir que sus mejillas enrojezcan por el movimiento erógeno.

"Aunque todavía eres una enana" dijo él, pasando los dedos por su pelo. Ella se lo quitó echándole una mirada irritada.

"Sí, bueno, yo no entiendo cómo mierda tú sigues creciendo!"

Él alzó una ceja cómicamente hacia ella. "Wow. Ahora insulta también."

Bella resopló. "Sí, es lo último. Todos los chicos cool lo hacen."

Él bufó su risa familiar en respuesta. "Bueno, al menos te enseñan algo útil en ese colegio tuyo" contestó, tirándola para frotarle la cabeza con el puño rápidamente antes de dejar a su brazo caerse a su hombro y aferrarla contra su pecho. Ella sonrió al devolverle el abrazo. Sintiéndose tan niña ahora como se había sentido hace mucho tiempo, antes de que él hubiera pegado un estirón volviéndose este colosal bombón de carne masculina.

Sólo disfrutaba del modo en que sus cálidos dedos rozaban entre sus omóplatos cuando de repente tuvo la sensación de que estaban siendo observados. Moviendo la cabeza a un lado, notó de pronto una figura grande y pesada que estaba de pie a la sombra del porche. Saltó lejos de Jacob automáticamente. Él la miró confuso hasta que siguió la dirección de su mirada. Ella vio como una sonrisa divertida jugueteaba en sus rasgos.

"No me la creo. Es tan ridícula. ¡MUJER!" gritó de repente en una voz burlona de comandante. "¡Trae tu esquelético trasero aquí y conoce a Bella!"

¿Esquelético?? Bella miró la figura más de cerca. Parecía demasiado grande para ser sólo una persona.

La figura sacudió la cabeza y los ojos de Bella finalmente se ajustaron lo suficiente para notar que la chica tenía un edredón entero envuelto alrededor de su persona, dándole el aspecto de un malvavisco fofo. De modo que eso era lo que la hacía verse tan grande.

"¡¡Hace mucho frío!!" gritó ella a través del ululante viento.

Lo único que hizo Jacob fue reírse un poco más. "¡No seas gallina, Izz! ¡¡Ven aquí y conoce a Bella!!"

El malvavisco bailó un poco de pie a pie, parecía vacilante en su gran decisión.

"¡¡Pero hace mucho frío!!!" la figura finalmente decidió responder a grito. Casi toda su voz fue tragada por el viento que Bella no había advertido se había levantado. Probablemente era gracias a la cálida presencia de Jacob.

"Uhh, Jacob" Bella buscó para tirar de su manga inexistente y optó en cambio por darle un codazo en el brazo. "Podríamos ir adentro. Está bastante ventoso acá fuera." dijo mirando como los árboles crujían bajo los vientos del pacífico.

¡¿Qué estaba diciendo?! No quería entrar y conocer a "Izz". Aún no estaba lista para esto. Y ahora el hombre delante de ella la miraba con esa sonrisa traviesa que reconocía demasiado fácil.

"Nah, nah. Está bien. Tiene que acostumbrarse igual. ¡Dale, mujer! ¡Estamos esperando!"

Bella vio cómo la chica envuelta en el edredón parecía dudar un poco más. Luego tiró abruptamente el edredón y comenzó a correr hacia ellos.

A Bella se le cayó el alma a los pies.

Era como estar viendo una versión más alta de Alice. La chica no corría, flotaba, patinaba, bailaba. Y demasiado enseguida estuvo en brazos de Jacob y tirándolos alrededor de su temblorosa forma. Jacob sólo rió entre dientes y envolvió sus brazos más fuerte alrededor de ella, descansando su barbilla en el hueco de su cuello entonces su cara se calentaba el suyo.

Bella seguía mirando. Era... preciosa. Bella no sabía que las hacían así fuera de las revistas y los reinos míticos. La chica era alta y esbelta, una digna rival a la altura de Jacob. Sus ojos eran del azul más azul y tenía el tipo de facciones naturales con las que sueñan los pintores. Jake de repente agarró el gorro de alrededor de su cabeza quejándose de que no lo necesitaba, y revoleándolo hacia la puerta principal abierta (a través de la cual salió volando, por supuesto). Oh, Dios, eso sólo empeoró las cosas. Una ducha de hermosos bucles de oro cayó ahora y rodeó su rostro. La chica le sonrió gloriosamente y Bella de pronto tuvo la sensación de estar siendo cegada.

"Bells, ésta es mi prometida, Issi." dijo Jacob, con el rostro estirándose en una sonrisa para hacer juego con la de ella. Era un poquito tierno, un poquito muy doloroso.

Bella sólo se quedó ahí con la boca abierta como una idiota ante la chica que estaba siendo abrazada por su Jacob. Así que ésta es la chica que ha robado su corazón. Que lo ha sacado de mi alcance.

La sonrisa de Issi se ensanchó y sacó la mano de los confines de los brazos de Jacob, agarrando las de ella. Bella sintió como si estática le hubiera puesto los brazos rígidos.

Las manos de Issi eran delicadas y suaves y sorprendentemente cálidas, no iban con el esmalte verde limón desconchado que las adornaba.

"Estoy tan feliz de conocerte finalmente, Bella. He oído montones de cosas sobre ti, y es tan genial que puedas venir a la boda después de todo."

Aun a través de sus palabras excitadas, la chica tenía este extraño tono seductor en la voz, pensó Bella. Como si las teclas del piano pudieran contar un cuento.

Ok ahora si se sentía mareada. Quizá era una reacción retardada a las vueltas de antes, pero Bella de pronto comprendió que esperaban alguna respuesta de ella.

"Um. Yo también. Es... es un placer conocerte. Jake no dijo lo linda que eras."

Oh mierda!! NO dije eso. Hacer un hoyo y meter la cabeza en el de pronto le pareció una idea muy atractiva.

Issi pareció sorprendida mientras dejaba caer las manos de Bella, pero Jacob sólo se echó a reír.

"Bueno, no es una chupasangre perfecta, pero se defiende bastante bien."

Bella jadeó, sus ojos abriéndose mientras iban de Jacob a Issi y de vuelta a Jacob. Por supuesto, él recogió la fuente de su ansiedad al instante.

"No te estreses Bells. Ya sabe. ¿Pensaste que me casaría con alguien sin decirle que a veces me transformo en un perro gigante?

Bella se sintió estúpida mientras dejaba caer los ojos abajo a sus pies. Issi sin embargo, no le dio oportunidad de estar avergonzada por demasiado tiempo.

"oh no lo se. Podría ser una luna de miel interesante, creo."

Bella no pudo evitar sonreír, pero le dolía. Por qué tenía que ser tan buena...y graciosa... y tan malditamente encantadora!

Gah! Más palabras para mi estúpida lista!

Jacob se rió y frotó la nariz en su cuello. Extrañamente, ella se agitó. Bella sintió náuseas.

"En fin" saltó Issi, torciendose en poco en sus brazos para estar de cara a Jacob. "ahora que ya hicimos las presentaciones, podemos ir adentro por faaavooooor. Me estoy congelando el culo. Aún con el chico hot por aquí." Dijo deslizándole un guiño a Bella que estaba frotándose la cabeza inconscientemente. De repente había empezado a palpitar con los signos tempranos de advertencia de un dolor de cabeza.

Bella solo asintió con la cabeza y miro como Jacob e Issi caminaban delante de ella envueltos juntos como, a falta de una mejor metáfora gracias Charlie, un par de medias.

Oh Dios. No sé si puedo con esto. Pensó Bella mientras grano tras grano de esperanza comenzaba a resbalar de ella.