Disclaymer: Los personajes no me pertenecen, asi como la historia. Esto pertenece a Meyer y a technically a lie. Yo solo me adjudico la traducción

Summary: El resto de la noche estuvo lleno de ropa siendo removida y piel. Demasiada piel. La suya era lisa, suave y cálida. Sabia dulce y húmeda,como fruta. Y los sonidos que hacía. Debería haber sabido en ese momento que me enamoraría de ella. Edward Cullen se da cuenta de que se enamora de su vieja compañera de sexo Bella Swan


Capítulo uno

Observando hacia un lado, pude ver la sombra de la chica acostada junto a mí. Ella era muy hermosa, una modelo en apariencia. Un cuerpo lleno de curvas que hacía que varias cabezas se giraran a su paso. Perfecta en casi todos los aspectos. El sueño de todo hombre. Justamente mi tipo.

Pero no lo era.

No era suficiente. Ninguna volvió a ser suficiente.

Hubo un tiempo de mi vida en que no lo pensé así. Hubo un tiempo en el que este tipo de chicas, como la que se encontraba recostada a un lado mío, eran mi razón de vivir. Desgraciadamente yo iba por ellas, ellas se dejaban cazar. Como un animal a su presa. Me quedaba solo un tiempo hasta que me aburría y después las botaba.

Era simplemente la manera en la que yo hacia la cosas.

Tomé aire profundamente mientras que pellizcaba el puente de la nariz y cerraba los ojos.

Pero ahí estaba ella. Todo había empezado tan inocentemente. Estaba la fiesta, el alcohol y la chica. Llegamos a un acuerdo antes de aquella noche. Si ninguno de los dos estábamos en una relación, o saliendo o simplemente viendo a una persona, entonces nos podríamos tener el uno para el otro.

Hubo muchas noches a lo largo de los años en los que ella calentó mi cama, o yo la de ella. Había veces en las que los dos nos escapamos de nuestros respectivos compromisos para poder saciar aquella necesidad. A veces, nuestro único refugio era aquel rincón semi-aislado, alguna pared o algún coche. Ella para mí era el camino más fácil para dejar salir mi frustración, mi corazón e incluso mis pérdidas. Y yo sabía que yo era el de ella.

No fue hasta hace poco que descubrí mis sentimientos por esa mujer.

Y tenía miedo de ello.

El amor no era una parte de nuestro trato, y estaba seguro que ella no se sentía de la misma manera que yo. ¿Cómo podría?

Ella era dulce y educada. Probablemente no permaneció mucho con su "virtud", pero eso no cambiaba el hecho de que ella era pura. Ella era honesta y amable. Ella no andaba zorreando como yo lo hacía.

Podía admitírmelo a mí mismo en este momento.

No era nada comparado con mi comportamiento. No había nada bueno en él. Con toda honestidad yo era una basura. Yo era el chico que, una vez que había conseguido su diversión, se iba. Yo era el chico que, si pensaba que estabas lo suficientemente interesada, empezaba una relación, pero eso no significaba que durara demasiado ni que yo te fuera fiel. Era de los que prometía llamar pero que jamás lo hacía.

Sí, yo era ese chico.

Y estaba enamorado de alguien que no merecía. Estaba enamorado de un ángel.

Probablemente no la merecía, pero eso no significaba que yo fuera un egoísta.

Lo iba a intentar.

Iba a intentar que ella se enamorara de mí también. Iba a dejar de salir con todas esas chicas y demostrarle que valía la pena. Le iba a demostrar que la amaba.

Pero primero, tenía que esperar a que la niña que estaba acostada a un lado mío se largara.

Podría ser honesto con ella y decirle que no iba a llamar. Podría ser honesto y decirle que había alguien más. Así le ahorraba que se tuviera que sentar a un lado del teléfono esperando una llamada que jamás llegaría.

No quería ser esa clase de persona de nuevo.

Suspiré y me apoyé en mi brazo viendo el reloj de la alarma.

1:24 AM, según lo que marcaban los dígitos rojos del reloj.

Era la misma hora en la que todo había sucedido aquella noche. Todavía lo recuerdo como si hubiese sido hace segundos. Cuando ella cruzó aquella puerta, todo el aire se fue de mi cuerpo. Ella era hermosa, pero lucia fuera de lugar. Ella había venido con Alice Brandon, la típica niña popular.

No pasó demasiado tiempo para que ella estuviera recargada en la misma pared que yo. Cuando me encontró mirándola me presenté a mí mismo.

"Hola, soy Edward". Me presenté a la chica que estaba a un lado mío. Tenía que hablar un poco más alto que lo normal gracias a la música que salía de los altavoces, y las voces de toda la gente que estaban alrededor de nosotros.

Ella miro hacia arriba, sus ojos marrones brillando y una hermosa sonrisa pintada en sus labios.

"Bella" Tendió su mano y sacudió la mía; "creo que estás en mi clase de biología".

Me congelé; recordaría si aquella hermosura estuviera en mi clase. "¿Estás segura?"

Asintió con la cabeza. "Seh. Edward Cullen, ¿cierto?"

Asentí, aún intentado acordarme si ella estaba en mi clase o no.

Había estado distraído hoy, con mis audífonos puestos, haciendo la tarea de matemáticas que tocaba en el siguiente periodo. Lo había olvidado por completo.

"¿Fuiste tú la que se sentó a un lado mío?".

Ella asintió. "Seh, no me viste cuando me senté. Creo que estabas haciendo la tarea de mate o algo por el estilo. En todo caso, soy tu nueva compañera de laboratorio".

"Uh, siento eso". Me acerqué un poco y toqué su hombro.

Ella sonrío. "No te preocupes".

"¿Quieres algo de tomar?"

Otro asentimiento y fuimos hacia la cocina. Cuando le ofrecí cerveza su hermosa nariz se arrugo, así que mejor le di un Smirnoff (1).

Había ya muchos ebrios, y otros no tanto que estaban jugando al "Juego de la cerveza". La cocina era como una mesa de ping- pong. Había dos equipos, uno de cada lado. El objetivo del juego era hacer que, con las raquetas que ellos ya tenían en sus manos, metieran la pelota en uno de los vasos que tenían enfrente. Si tu equipo metía la pelota en uno de ellos, el equipo contrario tenía que tomar de sus vasos, si tu equipo metía dos veces seguidas la pelota en el mismo vaso el equipo tenía que tomar de todas las bebidas que hubiera en la mesa.

En realidad era realmente entretenido verlos algunas veces. Cuando me di cuenta de que mi vaso estaba vació el de ella también lo estaba. Le sonreí y tome algunas botellas más antes de sacarla por la parte trasera de la casa. Aquí había piscina y por extensión había sillas a su alrededor. Sin mencionar que todo estaba vacío ya que todos estaban dentro viendo aquel estúpido juego.

Me recosté en uno de los camastros mientras ella se sentaba al final de este, junto a mis pies.

"Así que, cuéntame algo de ti", me dijo.

Me reí. Era un poco difícil verla en la obscuridad, ya que mis ojos no se habían ajustado, pero eso no quitaba que fuera una noche muy hermosa. Las estrellas habían salido pero no había luna.

"¿Qué tal si jugamos un juego?"

Pude ver como su cabeza se inclino hacia un lado. "¿Qué clase de juego?"

Sonreí aun sabiendo que ella no me podía ver. "Bueno, por cada respuesta que respondamos y cada pregunta que hagamos tendremos que tomar un sorbo".

Lo pensó un momento antes de aceptar.

"¿Por qué te mudaste aquí?", tomé de mi bebida.

"Mi mamá se volvió a casar", tomó un sorbo. "¿Hace cuánto que vives aquí?", tomó otro.

"Desde primer año de preparatoria", tomé la botella. "¿Qué edad tienes?", y otro.

"Diecisiete. ¿Qué edad tienes tú?", tomó dos veces.

"Diecisiete. ¿Qué tipo de música te gusta?".

Las preguntas fueron de este estilo hasta que las botellas quedaron vacías y olvidadas. Estábamos aprendiendo demasiado el uno del otro, incluso bajo los efectos del alcohol. Solamente esperaba poder recordar todo mañana.

Después de un rato, ella estaba encima de mí. Los dos riendo.

"¿Qué quieres decir con que sólo has tenido un novio?", me reí. Estaba seguro de que mis palabras no se escuchaban completamente bien.

Ya te dije!, era un idiota en todo caso. Es más, no sé ni por qué salí con él la primera vez."

Me reí y me levante, pero en el momento en que hice eso me di cuenta de que estaba peor que como creí estarlo.

"Ah…", me detuve contra la pared. "…creo que mejor me iré a casa".

Ella también se detuvo mientras sonreía y se agachaba hacia mí. "Ven, te ayudo a levantarte. ¿Tienes que conducir a casa?".

"Caminaré, mis padres están fuera de la ciudad, así que ellos no se enterarán de que siquiera estuve aquí".

Aún riendo, ella agregó: "Eso es genial. ¿Te importa si voy contigo? Charlie se fue de pesca y no sé si pueda encontrar a Alice".

Pase mi brazo por sus hombros y la guié las pocas cuadras que faltaban para llegar a mi casa, pasando por atajos ya que estaban casi a un kilómetro y medio de donde era la fiesta. La caminata no pareció durar tanto, a pesar de que tropezamos la mayor parte del camino.

Cuando llegamos, hicimos el camino hacia mi cuarto y nos tumbamos en mi cama. "Tú tomas el piso yo tomo la cama", susurré.

Su cabeza se recostó en mi pecho antes de que yo pudiera hacer otra cosa. "No seas ridículo".

Su boca sólo estaba a algunos centímetros alejada de la mía. Todo lo que tenía que hacer era agacharme un poco y besarla. El lado ebrio de mi mente me dijo que era una excelente idea, así que lo hice.

La besé.

Sus manos tomaron mis hombros y gimió en mi boca.

El resto de la noche estuvo lleno de ropa siendo removida y piel. Demasiada piel. La suya era lisa, suave y cálida. Sabia dulce y húmeda, como fruta. Y los sonidos que hacia…

Dios…

Debería haber sabido en ese momento que me enamoraría de ella.


1.- Vino, alcohol... VODKA para ser mas claros.

Reviews??