Los personajes perteneces a Kishimoto-sama.

Disculpad la tardanza.

Capítulo 3: El pasado siempre vuelve

Saltaba sobre las ramas de los árboles a una velocidad sorprendente, aún así era la última de sus dos acompañantes, que viajaban a una velocidad similar unos metros más adelante. Llevaba su línea sucesoria activada desde que había empezado la misión. No importaba que fuera de última, sería la primera en ver si algún enemigo se aproximaba.

Se movía ágilmente pero su mente estaba a kilómetros de distancia, exactamente en una gran mansión donde había dejado a un orgulloso marido del que no se había despedido. Hizo fuerza para no empezar a llorar, no era el momento.

Shino que iba de segundo en la comitiva de los tres ninjas se había dado cuenta desde que Hinata había llegado al punto de encuentro que algo no estaba bien en ella. La conocía desde hacía tantos años que distinguía cada uno de sus gestos, incluso ahora que con el entrenamiento Jounnin que había recibido la chica los disimulaba realmente bien. Pero no para él. No, Hinata era un libro abierto ante sus ojos.

Disminuyo su velocidad para comenzar a correr al lado de la Uchiha.

_ ¿Todo bien? _ le preguntó, no era muy dado a las palabras y a las conversaciones de ningún tipo, eso se lo dejaba a Kiba; pero entendió que para saber que ocurría tendría que esforzarse en mantener una conversación.

_ Tranquilo Shino-kun _ dijo la peliazulada sonriendo sin notar la sonrisa que a su amigo se le formaba tras su abrigo al escuchar el sufijo tras su nombre, sólo ella continuaba llamandolo de esa forma tan infantil, pero no era de forma insultante, ella lo hacía como forma de cariño _ no hay ningún ninja en kilómetros a la redonda.

_ No me refiero a eso, me refiero a ti.

La portadora de Byakugan se extrañó, por lo que Shino supuso que tendría que ser más explícito.

_ ¿Ocurrió algo con Sasuke? _ tantos años de silencio y observar le habían dado un gran entrenamiento para descifrar sentimientos _ ¿discutisteis?

_ Oh… no es nada Shino, de veras _ pero su mirada se ensombreció todavía más al recordar todo lo sucedido la noche anterior _ Shino…tú… ¿tú piensas que soy débil?

El Aburame se asustó. Esa pregunta le hizo volver a ver a la Hinata de hacía daños, aquella que se esforzaba hasta el límite para ser más fuerte, aquella a la que llamaban débil y ella lloraba para después levantarse y continuar entrenando, aquella que Hiashi había creado, la Hinata que sufría por los constantes desprecios de su padre. Las ansias de matar a ese hombre se hicieron presentes en él. "Calma Shino, el temperamental deseoso de matar al Hyuuga es Kiba, no tú" se recordó. Pero su amiga ya no era así, ella ya no se consideraba débil, ella había aprendido que era fuerte, dijeran lo que dijeran los retrógados Hyuugas.

_ No eres débil Hinata, y lo sabes _ fue todo lo que se le ocurrió, para después, leyendo los pensamientos de su amiga, añadir_ y estoy seguro de que Sasuke tampoco lo piensa.

_ Hmm, no estoy tan segura.

_ Vamos, las parejas discuten. Seguro que solo fue un malentendido. Acabemos esta misión pronto y regresa cuanto antes para aclarar las cosas _ sonrió son su cara cubierta por la chaqueta, pero sabía que los blancos ojos de su amiga lo notaron.

_ ¿¡ Quereis dejar de ir tan perezosamente y correr?! _ oyeron la voz de Ino metros más adelante _ con un ninja vago en Konoha tenemos suficiente.

Shino e Hinata se miraron y sonrieron ante la mención del Nara.

_ Mujer problemática _ murmuraron a la vez al llegar a la altura de la rubia, causando un bufido por parte de ella y comenzando después a reir los tres.

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Entraron por las grandes puertas hacia su aldea. Shino llevaba a su espalda el ninja que habían capturado, jefe de aquella reunión de ninjas renegados que se dedicaban al robo. Habían decidido llevarlo ante Tsunade por si ocultaba algo, seguramente la Hokage acabaría haciéndolo hablar.

Llegaban exhaustos, sudorosos y sucios, pero felices de estar de nuevo en casa. La misión había durado una semana exactamente, la semana más larga en la vida de Hinata, que había hecho verdaderos esfuerzos por concentrarse en su trabajo y no salir corriendo a la aldea a los brazos de Sasuke. En cambio ahora, viéndose tan cerca de su "destino" deseó volver a la batalla que había mantenido tres días atrás con unos cuantos de esos maleantes.

"Un Kunai rozando mi garganta es una situación más agradable que esta" pensó.

El no saber como encontraría a su marido la estaba matando.

"Le grité, llamé estúpidos a los ANBU, me fui de la habitación, dormí en otra cama y no me despedí" recapituló llegando al portal de su mansión "Genial Hinata, no dejaste ni un rastro del ego Uchiha sin pisotear"

Suspirando y desobedeciendo a sus piernas que deseaban salir corriendo de allí, entró en su hogar. El lugar estaba en completo silencio, no vio a Sasuke en el salón ni en la cocina, y demasiado cansada para buscar por todas las habitaciones de la enorme casa, activó su linea succesoria.

"En el jardín" pensó y se encaminó hacia la parte trasera de la casa. Atravesó el dojo de entrenamiento y se paró en la puerta abierta que daba al exterior.

Lo vio allí sentado en el suelo de madera que quedaba un metro por encima del cesped, lo que hacía que tuviese sus piernas colgando sin rozar el suelo. Ella solo veía su espalda, pero sabía que él era consciente de su presencia aunque no hubiese dicho nada. Seguramente supo que ella estaba allí nada más poner un pie en la casa.

_ ¿Piensas quedarte ahí todo el día? _ dijo él sin voltearse a mirarla. Ella sonrió ante la original manera que su hombre tenía de pedirle que acercase.

Obedeció. Caminó hacia el moreno, se arrodilló tras él y pasó sus brazos alrededor de su cuello. Él no se movió, pero tampoco rechazó el contacto.

_ ¿No entrenas hoy?_ preguntó ella viendo que Sasuke llevaba ropa de civil y leía atentamente un pergamino.

_ No. Estaba leyendo algunos pergaminos de la biblioteca Uchiha.

Ambos continuaron en la misma posición sin decir nada, esperando el momento de hablar sobre lo sucedido que, a pesar de los dos, llegaría inevitablemente.

_ ¿Qué tal la misión? _ preguntó el chico.

_ Bien_ suspiró, se acercaban al tema_ solo eran unos ninjas del sonido, renegados que atacaban feudales desprotegidos. Su líder debe de estar siendo interrogado por Tsunade-sama.

_ No me gustaría ser él_ fue toda la respuesta. Ella sonrió.

Pasados unos segundos ella se apretó más a la espalda de su pelinegro, queriendo sentir el mayor contacto posible antes de decir lo siguiente.

_ Sasuke, ¿Piensas que soy débil?_ después se separó y continuó de rodillas a su espalda, con la mirada baja, temiendo la respuesta.

El hombre se giró y nada lo había preparado para esa imagen. Su esposa, su bella esposa se corrigió mentalmente, estaba allí, arrodillada con las manos fuertemente apretadas sobre sus rodillas. Llevaba su larga melena recogida en una alta coleta de la que salían algunos mechones rebeldes que ahora caían junto a su flequillo por los lados de su cara. Aún vestía su ropa ninja, con el símbolo de su familia, la familia que ahora formaban ellos dos, estaba sucia, pero eso solo le daba un aspecto más tierno a la imagen.

No pudo evitarlo, posó su mano derecha en la mejilla de ella y con la otra apartó un par de esos mechones que caían a sus anchas.

_ No eres débil_ lo dijo con ese tono de voz dulce que solo usaba en ella_ no lo eres para nada. Eres fuerte. Eres una Uchiha.

Ella alzó la mirada y sus ojos estaban vidriosos por culpa de las lágrimas que pugnaban por salir. Él los besó, besó cada uno de sus párpados.

_ Siento como me puse la otra noche_ dijo ella mirándole_ pensé…yo…yo pensaba que me veías débil y nosé porqué me enfurecí tanto. De todas las personas, tú eres la única que no quiero que pienses que lo soy. Tú no, Sasuke.

_ Hinata, lo que te dije, no fue porque pensase que no podías defenderte tú sola_ suspiró, no le gustaba demasiado mostrar sus sentimientos y mucho menos sus miedos_ Yo lo perdí todo una vez; y no quiero volver a hacerlo. Tú eres todo para mí ahora.

La mujer lo abrazó, imprimiendo en aquel gesto todos sus sentimientos. Sabía lo mucho que le costaba a Sasuke hablar de la tragedia de su familia.

_ Tú también eres todo para mí, Sasuke.


Se separaron y estuvieron un rato hablando sobre la semana que habían estado separados. Ambos omitiendo lo larga que había sido para los dos debido a lo que había sucedido.

_ No vuelvas a irte sin despedirte de mi_ ordenó Sasuke. Ella rió juguetonamente.

_ Haberte tragado tu orgullo Uchiha viniendo a pedirme que dormiese contigo _ le picó.

_ Un Uchiha nunca haría eso.

_ Pues esta Uchiha tampoco_ le echó la lengua y el esbozó una sonrisa torcida. Su esposa aprendía rápido.

Hinata decidió darse un baño ya que no lo había hecho al llegar. Sasuke le dijo que iría a entrenar con Naruto.

_ Bien. Me ducharé y prepararé algo de comer. Puedo llevar la comida al campode entrenamiento y comer los tres juntos_ comentó la chica mientras preparaba su baño viendo a su marido ponerse su ropa ninja.

_ Está bien. Pero no prepares ramen, el idiota de Naruto me ha obligado a comer esa porquería toda esta semana_ gruñó colocandose las muñequeras. Su mujer rió y asintió.


Se tomó el baño con calma, estaba cansada y necesitaba relajarse; además había pensado que tenía tiempo de sobra para disfrutarlo y preparar la comida; cuando Sasuke y Naruto entrenaban juntos amenudo perdían la noción del tiempo, así que aunque llegase un poco tarde con la comida no importaría.

Ahora se encontraba en la cocina preparando varios platos diferentes para Sasuke y su amigo Naruto. Pero ella sabía que no estaba sola. Suspiró y girándose dijo:

_ Te agradecería que dejases de espiarme desde la oscuridad.

Una silueta apareció por la ventana de la cocina y saltó al interior, apoyándose sobre la pared.

_ Vaya. Así que es cierto; Sasuke se casó con la exheredera Hyuuga. Tiene buen gusto_ miró de forma lasciva a la chica y sonrió de medio lado.

_ ¿Por eso me seguías durante la misión? _ Hinata continuó cocinando, ignorando por completo al peligroso ser que tenía en su cocina.

_ Puede ser_ respondió el hombre moviéndose por el habitáculo y mirandolo todo de forma escrutadora_ Esto sigue igual que siempre.

Hinata se giró para encararlo.

_ No realmente Itachi-san_ dijo con voz dura_ Antes de mudarnos tuve que venir con varios Hyuugas a limpiar la sangre seca que todavía quedaba en los territorios.

_ Si, la última vez que estuve aquí, tenía un color más…rojizo_ Su cara se transformó en una mueca perversa que a la antigua Hyuuga le dieron ganas de clavarle una catana en el corazón allí mismo _ Por cierto, ¿no deberías ofrecerme algo, cuñada?

_ Por cierto_ dijo imitando el tono de voz del hombre_ ¿no se supone que estás muerto, cuñado?

Itachi rió al ver como a la mujer se le había pegado algo del orgulloso carácter de su hermanito pequeño.

_ Bueno, se supone. Hicimos creer a Sasuke que me había matado, era muy molesto tenerlo persiguiendome siempre.

_ ¿Qué haces aquí ahora?

_ Tenía que comprobar los rumores del matrimonio de Sasuke, los cuales veo que son ciertos.

_ ¿Por qué te muestras ante mí? Durante la misión te molestaste en ocultar tu chakra para que mis compañeros no notasen tu presencia, pero no escabas a mi Byakugan, tú querías que yo te viese. ¿Por qué Itachi-san?

_ No lo sé.

_ No lo sabes… ¿Y sabes que tendré que decirle a Sasuke que sigues vivo? ¿Eso no estropea tu plan?

LA sonrisa arrogante y perversa que apareció en el rostro del mayor de los Uchihas hizo a Hinata retroceder un paso instintivamente.

_ Cuñada, sé que no lo harás.

_ ¿Ah si? Creo que te equivocas, no engañaré a mi marido.

_ Lo harás, porque si le cuentas que sigo vivo, ¿Sabes lo que hará mi tozudo hermano?_ Hinata retuvo aire adivinando lo que le iba a decir_ Exacto pequeña. Él retomará su venganza. Se irá de nuevo Hinata. Se irá y te dejará sola.

La peliazulada pegó un respingo y agarró un kunai dispuesta a atacar a aquel hombre, pero antes de siquiera rozarle lo vió desaparecer en una nube de humo. La última imagen que tuvo de Itachi Uchiha fue una sonrisa altanera, de victoria.


Terminó de preparar la comida de forma monótona ya que su anterior estado de ánimo la había abandonado. Llegó al campo de entrenamiento con tiempo para ver como Sasuke vencía a Naruto una vez más. Ambos se acercaron a donde la Uchiha estaba sentada con la comida lista, Naruto protestando por perder y Sasuke caminando pausadamente ignorándole. Se sentó al lado de su esposa.

_ ¿Ocurre algo? Estás pálida_ comentó cogiendo el té que la mujer le ofrecía.

_ No, estoy bien_ sonrió forzadamente_ solo algo cansada.

_ Claro, deberías haberte quedado durmiendo en casa.

_ Quizá…_ susurró. Miró de reojo a Sasuke. "Lo siento Sasuke" pensó "No estoy preparada aún para que te vayas, pero no voy a mentirte. Tú debes seguir tu camino ninja, aunque eso te aleje de mi. Yo sé que tu camino ninja es vengar a tu familia, y no voy a impedirtelo"


El resto del día transcurrió normal. Al volver a casa Sasuke fue a ducharse e Hinata entró a la cocina recordando lo sucedido, de forma automática salió y se dirigió a la habitación de ambos. Se sentó en la cama y esperó a que Sasuke saliese del baño. No tardó demasiado.

Entró en la habitación con tan solo una toalla y al momento vio que algo no estaba bien. Realmente sabía que algo no estaba bien desde que vio a su mujer en el campo de entrenamiento, pero aún así no insistió, él sabía que ella se lo contaría tarde o temprano.

_ Vamos Hinata, suéltalo.

Ella intentó sonreír, pero solo consiguió forzar una mueca.

_ Sasuke_ se levantó y posicionó delante del pelinegro, mirándolo fijamente a los ojos_ Itachi está vivo. Ha estado hoy aquí.

EL hombre quedó paralizado por unos minutos. Ella no dijo nada y esperó su reacción.

_ Lo vi morir Hinata, yo lo vi…

_ Lo sé_ ella luchaba por no llorar_ fue todo una mentira para que dejases de perseguirlo.

_ ¡Eso no tiene sentido! Si preparó todo eso…¿por qué vino hoy?¿por qué dejó que lo vieses? ¡maldita sea!_ caminó furiosamente y pateó algunos muebles, su mujer solo lo seguía con la vista.

_ Él pensaba que yo…que yo no te lo diría…

_ ¡¿Y porque mierda pensaba eso?!

_ Porque…_ ella aspiró profundamente_ … yo sé que te irás de nuevo para vengarte_ el hombre abrió los ojos atónito a lo que escuchaba_ decirte esto solo hace que te alejes de mi. Tu hermano pensó que te lo ocultaría para mantenerte a mi lado.

_ ¿Por qué no lo hiciste…?_ él no podía creerlo, su mujer podía haber evitado su marcha y en cambio, le contaba la verdad "¿Es que la bondad de esta mujer no tiene límite?"pensó_ sabías que me iría…y aún así…

_ ES tu camino Sasuke, yo no voy a interponerme en él_ se acercó al hombre que amaba y le abrazó hundiendo su cara en su pecho; él notó como las lágrimas de ella lo humedecían_ quiero que seas feliz, ¿qué clase de amor sería el mío si antepongo mi felicidad a la tuya?

El rodeó la cintura de la chica y dejó que llorase. Ambos estaban en silencio, sin decir nada. Pero ambos sabían que esa conversación había marcado un punto de inflexión en sus vidas.

_ Me iré…_ dijo Sasuke queriendo hacer evidente lo que los dos pensaban.

_ Lo sé…_ respondió ella alzando la cara hacia él. El hombre se sorprendió al ver la expresión que tenía. No era tristeza, ni dolor, no era nada de lo que esperase ver. Había determinación en la mirada de la mujer_ partiremos mañana.

_ ¿Partiremos? No, Hinata. Hay algo que no entiendes….

_ El que no entiende algo aquí eres tú Sasuke_ dijo seria, mirándolo fijamente y separándose un poco_ voy a ir contigo. Tú eres mi familia ahora. Yo soy una Uchiha ahora, y como tal, voy a vengar a NUESTRO clan contigo, ¿has entendido? No voy a quedarme aquí esperando el día que vuelvas o que alguién me traiga la noticia de tu muerte. Voy a ir contigo, para asegurarme de que vuelves sano y salvo.

Él se quedó sin palabras, así que avanzó seguro sobre sus pasos y besó de forma pasional a esa mujer que amaba con todo su ser. Ella correspondió feliz, sabiendo que había ganado esa batalla.

Sabía que no sería fácil la "misión" que tenían, sabía que sería duro, sabía que podrían pasar meses, quizá años antes de cumplir la venganza y poder regresar a la aldea. Pero sabía que estaría junto a él, junto a Sasuke, y para ella eso, era lo único que importaba.


Gracias por los reviews, y de nuevo, ¡LO SIENTO!