Holas! Aquí vengo con algo nuevo, espero que les guste!!!

Sumary completo!: Bella jamás se ha establecido en ningún lugar. Su vida se basa en viajar y olvidar a las personas que conoce, pero una parada en Paris y un encuentro con un francés, será algo que nunca querrá olvidar. ¿Renunciarías a tu libertad por un hombre? "Quédate conmigo" - "No renunciare a mi libertad, nunca. Soy indomable."

Recomendación musical para el capitulo: Love It All, de The Kooks.


Do You Wanna Stay With Me?

BPOV

Bienvenido a Paris.

Paris. ¡Al fin había llegado a mi destino de la semana! La hermosa, romántica y musical Paris. Lo mejor: me quedaría hasta que se me diera la gana, cosa que duraba mas o menos…2 semanas.

- Déjeme aquí – le pedí al conductor en Frances.

- ¿Va a caminar, señorita?

- Si, quiero recorrer a pie.

Yo siempre hacia eso, me encantaba caminar por cada lugar que visitaba. Por algo viajaba, ¿no? ¿Qué caso tenia viajar por el mundo si iba a estar recorriéndolo detrás de la ventana de un coche?

Eso era lo que yo hacia: Viajar. Viajar en tren, en avión, en barco, en coche y a pie. Algunos lo llamaban "vagabundear" o "turistear", pero para mi era un sueño, el oficio de mi vida. Si había algo que yo realmente amaba, era esto. No había nada en el mundo que yo quisiera mas, ni ahora ni nunca.

Paris…era Paris, no había otra forma de describir la capital de Francia. Hermosa, llena de vida y con música en cada esquina…definitivamente era mi ciudad favorita. Había tantos lugares que visitar, y tanto, tanto tiempo para hacerlo, pero jamás para quedarme de por vida. Esa era la primera de mis tres reglas supremas.

Mientras recorría las bellas calles de la ciudad, sentí esas ganas de bailar y saltar que sientes cuando sabes que algo bueno se avecina, que estas en la dirección correcta…y se sentía muy bien.

Vagabundee por la ciudad toda la tarde, sin dirigirme a ningún lugar en especifico, solo caminando, avanzando, conociendo el lugar que ahora era visto por mis ojos. Cuando comenzó a anochecer, decidí que lo mejor era tomar un taxi que me llevara a la casa de hospedaje que hacia encontrado por Internet. El conductor freno de inmediato y me ayudo a meter mi bolso-maleta en la parte de atrás. Me senté junto a él con mi mochila y le di la dirección.

- ¿Turista? – pregunto con curiosidad.

- Viajera, más bien – respondí, sonriéndole a la ventana.

Incluso a la velocidad de un coche, Paris parecía de catalogo.

Después de unos minutos, el señor conductor que tenia canas se detuvo frente a una tienda de cuadros y oleos, en un calle con farolitos y música de acordeón. Se veía muy mona.

- Necesito pasar a comprar algo, si no le molesta – dijo muy educadamente.

Yo solo le sonreí y asentí con la cabeza.

Cuando quede sola ene l coche, baje un poco la ventanilla y eche el respaldo del asiento hacia atrás. Me acomode la bufanda de lana y las gafas de sol y me recosté. En la radio daban un programa de música para dedicar canciones y bellas palabras de amor, incluso me reí con las cursilerías que decía una chica, y luego comencé a cantar con emoción la canción que había dedicado a su novio.

La melodía fue interrumpida a la mitad. Fruncí el ceño y acomode los brazos detrás de mi cabeza.

- Están en "Dedicados" – anuncio el locutor como si nada – Tenemos en línea a otro muchacho enamorado. ¿Sigues allí?

- Aquí estoy – respondió una voz ronca y aterciopelada.

- Bien, chico. Dinos tu canción y a quien se la dedicas.

La línea se quedo muda por unos segundos, solo con la melodía clásica de fondo.

- A la chica de las gafas de sol, que esta recostada en el taxi frente a la tienda de cuadros – respondió el chico con voz divertida – Buscando L'amore, de Sonohra.

Al principio no preste mucha atención a lo que decía, pero a los pocos segundos, algo hizo click en mi cerebro. Abrí los ojos de golpe y me quite las gafas de un tiron.

- Eh…correcto – el locutor parecía reírse – Para la chica del taxi, Buscando L'amore.

La canción comenzó a sonar en la radio, pero prácticamente no le preste atención. Me enderece en el asiento y mire hacia todos lados, hasta que por mi ventanilla mis ojos localizaron a un chico de cabellos cobrizos, que sostenía aun el móvil en su oreja y me sonreía, saludándome con la otra mano.

Me mordí el labio inferior y no pude quitarle la vista de encima, sumamente contrariada. ¿Qué demonios estaba pasando? ¡¿Quién era él?!

Aun dibutativa, le devolví el saludo con mi mano, tratando de sonreírle. Él se balanceo sobre sus pies con las manos dentro de sus vaqueros, mirando hacia todos lados, hasta que al fin decidió acercarse. Baje un poco más la ventanilla de coche, lo suficiente como para subirla con rapidez si pretendía aprovecharse de mi o algo así.

- Hola – me salud, con una hermosa sonrisa y su hermoso Frances.

Era muy, pero es que recontramente muy guapo. Tenía la piel ultralente clara, el cabello cobrizo y desordenado, y unos arrebatadores ojos esmeralda, que brillaban muchísimo.

Me mordí el labio aun más fuerte, algo nerviosa. ¿Todos los franceses eran así de atractivos?

- Soy Edward, Edward Cullen – se presento, al ver que yo no decía nada.

Me tendió su mano.

- Bella…Isabella Swan – logre responder, estrechándosela – Un gusto.

Una corriente eléctrica me sacudió de arriba a abajo al sentir su tacto tibio y sobrecogedor. Tenía una piel muy suave…

- No eres de aquí, ¿cierto? – Yo asentí, aun sin soltar su mano – Tu acento es extraño. ¿Hablas español?

- Si – respondí en castellano.

"Edward" volvió a sonreírme torcidamente, con una mirada traviesa. Las mariposas revolotearon, nerviosas, en mi estomago.

- Bueno… si quieres yo podría…no se, darte un Tour por la ciudad o algo así – se oficio, con la voz algo mas baja y un leve rubor en sus blanquecinas mejillas. Además, me hablo en español. Le salía muy bien…

Le sonreí.

- ¿El Tour de Edward Cullen Compañía Limitada? Suena interesante – bromee.

Él rió. Tenía una risa muy ligera y hermosa, casi musical.

- Entonces… ¿mañana?

- Claro – él siguió sonriéndome – Edward…

- ¿Si?

- Creo que necesito mi mano.

Él observo nuestras manos entrelazas, y sonrío aun mas abiertamente.

- Nos vemos, Bella – dijo, soltando mi mano y hablando aun con su exquisito español, que hacia que mi corazón palpitara fuerte.

Seguí con mi mirada sus pasos, su espalda…

¡Esperen! ¡¿Cómo iría a buscarme si no sabía mi dirección?!

Agarre la hoja que tenia todo escrito y la doble varias veces.

- ¡Edward! – grite, bajando aun mas la ventanilla.

Él se giro de inmediato, y yo le lance el avión de papel que contenía la dirección. Lo atajo justo a tiempo, leyó el contenido y me sonrío, con ese tipo de sonrisa confiada y traviesa.

Que buena bienvenida me daba Paris, ¿eh?


Ooooh! Amo esta historia :D Juro que es una de las mejores que he escrito, y eso que trato de ser modesta! Es bella, divertida y con un final buenísimo. Aun no lo escribo, claro…pero ya lo tengo en mi mente :D

Okey, si se dan cuenta Ed y Bells se conocieron de una forma muy extraña, ¿no? Por algo ocurrió. Bella habla Frances sin ningún problema, y Edward también español, para que no se enreden xD Se que el capi es algo corto, pero no pude alargarlo demasiado, tenia que ser así! Ojo con ciertos detalles, como por ejemplo, la canción que le dedico Edward; será muy importante mas adelante! Ya se darán cuenta a la par que avance la historia!

En fin… ¿me dejan un lindo reviews? Solo tienen que presionar ese hermoso botón verde y no les tomara ni 2 minutos! ¿Si? *CaradeAlice!*

Hasta la próxima!!! Cuídense!

Simmy!