Hola!

Este One-Shot es inspirado en la canción Mi soledad y yo de Alejandro Sanz.

Espero muchos comentarios por favor!!!


Siempre de la persona equivocada...

Bella POV

La lluvia caía a cántaros afuera. Mi ventana llena de abarrotes negros semi-pintados estaban llenos de agua de lluvia; que al chocar con estos se oía un tintineo espeluznante.

No podía contener las lágrimas que salían por mis ojos, de verdad que no podía.

El ruido exterior, ahogaba mis sollozos, mientras que en la penumbra de la noche, lloraba por él.

Tenía mi torso abrazado fuertemente por mis brazos, acurrucada en un cobija y moviendome de adelante a atrás.

Ya sabía que sería imposible dejar de llorarlo, pero, no quería que mi padre me viera en ese estado.

¿Por qué él? ¿Por qué, en vez de él, su padre?

Sabía que era egoísta pensar de esa forma, pero aún no entendía bien que él ya no estaba, que se había ido...

-Bella... -Oí su voz. Su hermosa voz sólo empeoro mi llanto.

Tenía presente todo... Su voz, su rostro, ¡hasta su olor!

¡Como si los necesitara!

Porque era así...

Me apreté más el torso, era como si estuviera a punto de partirme en dos.

Mentalmente recordé lás últimas palabras que pronuncié, antes de verlo partir.

-Adiós. Cuídate mucho. Te Amo, eres el amor de mi existencia -Mis palabras expresaron todo el amor que por él sentía.

Pero él ya no estaba...

-¡Bella! ¡Voy a la casa Cullen! -Gritó mi padre desde la sala.

Cullen. Sentí como la sangre huía de mi rostro y una nueva punzada de dolor en el corazón.

De seguro, Carlisle se encontraría internado en el hospital. Sufrió grandes daños, pero por lo menos, sí sobrevivió.

Recordaba perfectamente la primera vez que ví sus preciosos ojos verdes. Grandes y con un brillo especial, lleno de pestañas cobrizas que le daban un toque de misterio.

Un misterio que nunca descubrí. Que moría por saber.

Una vez empazados los recuerdos era imposible pararlos, ya más tarde me las arreglaría con el dolor.

También con perfecta claridad lo recordaba tal y como era, de complección mediana, alto, cabellos alborotados y cobrizos, una sonrisa torcida -mi favorita- que siempre me dejaba si aliento y por supuesto, sus labios.

Era el chico más perfecto que en mi vida había visto.

La vez que lo conocí, tartamudeé como tonta y me sonrojé a más no poder. Él sonrió y dijo su nombre: Edward Cullen.

Sí aun viviera nosotros...

Una punzada de dolor atrevesó de nuevo mi corazón, encogiéndolo.

El dolor cada vez me llegaba más rápido.

Hacía ya una semana que él había... Fallecido en un accidente de carretera.

Hacía una semana que lo había estado llorando.

Una ira irracional me inundó al recordar la promesa que me había hecho días antes de irse.

-Bella, eres la persona que más quiero, nunca de los nunca te dejaré. Es una promesa. Nunca de los nunca te hare daño -Dijo, con voz solenme y la mano derecha en el corazón-. También es una promesa.

Una promesa que no cumplió. Retrificó, dos promesas.

Me levanté y caminé al clóset; lo abrí de un tirón y saqué una bolsa negra de lona.

La arrastré y la subí encima de la cama. Corrí hasta el interrumptor de la luz, encendí la luz y regresé a la cama.

Abrí la bolsa y busqué la foto que más me gustaba de él.

La encontré junto con un montón de cosas que me había regalado. La miré. Era hermosa.

El marcó de madera le daba un aire rústico a la foto. Él se encontraba en el centro con la mirada pérdida en el horizonte.

Sus cabellos cobrizos parecían tener vida. Cuando tomé aquella foto, el viento sopló con intensidad, haciendo revolotear loos cabellos castaños dorados.

Vestía un suéter negro y unos pantalones de mezclilla; junto con unos tenis negros.

Lloré al ver su sonrisa... ¡La última vez que ví su precioso rostro estaba.. Frío!

Un desgarrador sollozo sonó de mi garganta.

Siempre de la persona equivocada...

¿Por qué? ¿Por qué a mí? ¿Por qué a nosotros? ¿Por qué no puedo dejar de pensar en él y amarlo?

Mi corazón latía desenfrenadamente, mientras intentaba con todo el corazón ver pronto los ojos de Edward.

De pronto, mi corazón paró.

Pasaron minutos y no volvió a latir. Estaba a la espera de cualquier sonido, cualquiera menos ese sonido...

-Bienvenida, Amor -.


Muerta...

Charlie llegó ese día a las 9:30 PM. Corrió las escaleras, luego de que su hija no contestara a sus llamados.

Abrió la puerta con demasiada fuerza y la vió.

Recostada en la cama, abrazando aquella vieja fotografía y sin respirar...

Sin vida...

Con desesperación marcó el número de la clínica.

Los paramédicos no tardaron, pero sin embargo ya era demasiado tarde.

Feliz...

En el rostro de Bella se podían ver los rastros de lágrimas y una sonrisa de felicidad.

Inconscientemente, ella sonrió cuando escuchó la voz de su amado, Edward.

-Lo sentimos, Jefe Swan. Su hija... Ha muerto -Informó el doctor Hanks Jefferson.

-¿Qué? ¡Es imposible! ¿Pero cómo...? -No termino la última frase con temor a pronunciar esas palabras.

-Ataque al corazón, Charlie-.

Siempre de la persona equivocada...

Siempre...

FIN