1° capitulo: Penas y despojos.

Las lágrimas me nublaban la vista, no podía ver nada en absoluto, sola en ese inmenso y lujoso restauran pensé que de un momento a otro iba a colapsar, era inminente.

¿A caso todo lo que pasó hace 15 minutos atrás era verdad?, ¿en serio sucedió?, ¿a caso Anton, quien había sido mi novio durante tres años me había llevado a ese lujoso lugar solo para romper conmigo?, ¿solo para eso?... ¿Qué necesidad había de hacerlo aquí y no en el solitario banco de alguna plaza?... ¿pensaría él que de esta manera sería menos doloroso?.

Me encontraba petrificada en mi silla, no podía moverme, aunque la necesidad de correr de ahí era desesperante mis músculos se negaban a responder. Claro… era un cobarde, no lo quería hacer en privado porque no quería cuestionamientos, ni tenía la intensión de dar explicaciones a algo tan insignificante y trivial como romper conmigo. Lo único que fue capaz de decir fue "Bella, no es tu culpa… soy yo… que ya no siento lo mismo". ¿Qué?!!, 3 años de mi vida tirados a la basura, tres años haciendo planes e ilusionando a mi corazón para que de buenas a primeras el deje de sentir lo mismo.

Traté a pesar de mis lagrimas y cansada por la derrota, terminar con esta humillación. Lo dijo, pidió disculpas y se fue dejando sobre la mesa el pago de la cena y a mí en mi silla petrificada.

Me paré, tomé mi abrigo y mi bolso y me concentré enfocando la mirada hacia la puerta de salida, respiré y comencé a caminar concentrada en no marearme ni trastabillar, a veces mi cerebelo no responde bien ante situaciones de tensión.

A penas trepé al taxi mis lagrimas traicioneras comenzaron a salir a borbotones… ¿por quee??... tenía que haber algo de instinto de supervivencia en mí y no dejar que esto me lastime tanto. El dolor de la humillación era lo peor, aún mucho peor que la propia ruptura. Me sentí totalmente abandonada, herida y humillada.

Por el espejo retrovisor el conductor del taxi echaba miradas preocupadas, tal ves por dentro estaba rogando que no me desmayara o algo así.

El vacío de mi departamento no ayudaba en nada, desde que había dejado el restaurante hasta llegar a casa había experimentado una variedad de emociones, desde impotencia, pasando por una tristeza devastadora a una ira y un odio extremo por ese hombre que me abandonó de tal manera. En casa comencé a llorar desbocadamente mientras me abría camino por mi habitación buscando sus cosas, libros, cds, ropa, fotos y demás pertenencias que a lo largo de los años él había acumulado en mi casa, me deshice de todo y fue como un desahogo para mi alma. Esa pequeña limpieza me hizo sentir algo mejor, fue una manera de purgar, no solo mi casa, sino también mi corazón de aquellas cosas que no me hacían ningún bien.

En esa primera semana todo fue un caos. Que verdad más enorme es esa que dice: "Después de una ruptura lleva tiempo juntar los pedazos"… si… esa era yo por esos días. En la oficina de mi editorial a ratos me escondía para dejar escapar una lagrima, y no aceptaba editar historias empalagosas de amor o románticas, terminé rechazando 2 o 3 proyectos, ¿qué la gente hoy en día no sabía mas que escribir de amor??. Tampoco me permitía escuchar música del mismo estilo, cambiaba la radio o simplemente la apagaba con una furia repentina, y hasta se me hizo el hábito de no encender la televisión para no mirar esas películas ridículas de amor o las telenovelas. Y no es que yo fuera una romántica empedernida, odiaba todo eso cuando estaba con él y ahora mucho más. Cuando se trata de un corazón herido creo que el mejor remedio es evitar todo lo que tenga que ver con el amor… al menos por un tiempo, porque sino la herida se hace mas profunda.

_Se acabó!!, no pienso verte mas así!_ me dijo cierto día mi amiga Ángela cuando me encontró un día en el baño de la oficina con un clínex en la mano.

_Esta noche saldrás conmigo y no acepto un NO como respuesta… hoy te vas a olvidar de ese desgraciado!_ repitió tomándome de los hombros.

_No sé si estoy como para salidas Ángela, todavía no creo que sea tiempo_ aunque por otro lado algo me decía que era lo mejor.

_ Sí!, vas a venir conmigo y listo… o a caso vas a esperar que el maldito venga y te diga "Si Bella ve a divertirte, no quiero que me llores más"… ja!, no le des el gusto de llorar por él. A demás tengo a unos amigos que presentarte y estoy segura que la vas a pasar genial!_ no había nada que hacer, Ángela se había puesto empecinada y eso seguro era porque no iba a dar brazo a torcer. Iba a tener que salir.

_OK… voy pero solo por un rato, no estoy preparada para conocer gente._

Esa noche iba a ser mi primera salida al mundo desde ESA noche, ¿Qué habían pasado… dos o tres semanas?, ¿estaba lista para conocer gente?, mi mente me decía que sea prudente, que vaya despacio… que me podía desilusionar de nuevo y que podía terminar peor que ahora, pero mi corazón gritaba lo contrario… que debía sobrellevar esto y que luego de esta noche iba a ser posible que, como el fénix, resurgiera de mis cenizas.