Capítulo dedicado: A mi primis Princesa Gryffindor con todo mi cariño :D


Un mal necesario

Capítulo 2.

Cuando abrió los ojos pudo comprobar que se sentía algo cansada, como si en verdad hubiese hecho mucho ejercicio en toda su vida. Le lastimaba la luz que salía de su cuarto, observó a su gato que ronroneaba cerca de la puerta. Bajó su vista y descubrió una mano algo laxa y posesiva en su vientre, sonrió, el cuerpo de su amado lucía de una manera raramente transversal en la cama. No lo quiso despertar después de la fiesta de ayer, y del terrible dolor que se había golpeado, fue al baño.

— Realmente haces honor a la casa en la que estudiabas Hermione — frunció la cejas, mientras que con su mano se meneaba la melena enteramente esponjada. Lucía como si se hubiese puesto borracha. Bostezó con pereza y se puso la bata.

Cuando agarró la suya se extrañó de ver una bata carmín, de etiqueta, la tocó y se extrañó. Sabía que él no se permitiría ese tipo de lujos, menos ella lo dejaría, estaba segura que esa bata costaba una cama con sábanas y colchas. No tomó importancia de todas formas, cualquiera podía tener lujos de vez en cuando, como ella, que derrochaba su dinero en los libros. Se puso las pantuflas dispuesta para ir a hacer el desayuno de ambos, acarició a su gato y bajó las escaleras. Vio todo el desastre que había, suspiró de cansancio por eso odiaba las fiesta de cualquier índole, bueno, odiaba las fiestas que se hacían en la casa, porque ellos deshacían y uno es el que se jodía arreglando la casa.

Vio el dibujo de Jamie, adoraba esa niño molesto, era tierno lindo y gentil. Tampoco entendía a George con sus regalos extraños, mucho menos el regalo de Ron ¿gas lacrimógeno? Bueno, sonrió, era Ron. Meneó la cabeza mientras prendía fuego al estilo muggle en la estufa, haría los típicos huevos, estaba cansada como para hacer alguna faena en la cocina pese a que no era demasiado buena en ese tipo de cosas. Los huevos refritos eran su especialidad, con sumo cuidado los puso en ambos platos.

— ¡Oh Croshanks bájate de la barra si ya sabes que no debes subirte! — Habló imperativa.

— Huele rico — Habló una voz dulce a sus espaldas, Hermione sonrió —. El olor a huevos fritos me levantó, adoro tu especialidad en realidad.

— Lo sé, por eso los hice — sonrió mientras daba la vuelta su sonrisa en seguida se desdibujó ¿qué mala broma era esa? — ¿Qué haces en mi casa Draco Malfoy? — Habló desdeñosamente con veneno en la boca, lamentó haber dejado su varita en su cama.

— ¿De qué hablas Hermione? — Habló confundido, después comprendió su enojo y se sentó en la silla, ella arqueó una ceja creíblemente molesta — Perdona por no haberte despertado temprano para nuestro viaje…

— Lárgate de mi casa — sentenció con odio —. No eres bienvenido aquí.

Draco soltó una risa burlesca — Estaba cansado me dejaste cansado…sabes que cuando te propones las cosas…

— ¿Estas sordo Malfoy? — Apretó su boca, tensó los ojos — ¿Cómo entraste aquí? ¡Lárgate de mi casa no eres bienvenido!

Draco desdibujó su sonrisa, algo le decía que ella en verdad hablaba en serio — Hermione no te enojes en realidad…

— ¿Cómo me llamaste? — Gritó horrorizada — ¿¡Me acabas de tutear!

— ¡Para ya! Siempre te digo así, además el traslador parte a lo hora que quieras, en serio tomaste muy a pecho lo que me dijiste en la noche.

— ¿A pecho? — Desvió la vista y sonrió al ver al menos que tenía le gas a su alcance lo tomó con facilidad — No lo repetiré Malfoy, no quiero tu trasero albino que ensucié mis sillas — entonces reparó en su atuendo, andaba en bóxer, sin camisa, lucía bien, despeinado — ¿Cómo entraste? ¿Por qué estás así?

— No entiendo Hermione…

— ¡Deja de llamarme así! — Chilló — No dudaré en usar el gas… — sentenció y por primera vez Malfoy se relajó…al menos por unos segundos.

— ¿Cómo pretendes que te llame? ¿Ah? ¿Granger? — Asintió con más tranquilidad — ¿Qué por qué tengo estas ropas Granger? Es porque vivo, como, trabajo y duermo aquí.

— Mientes — siseó — ¿Dónde está Ron? ¿Qué le hiciste?

Draco Malfoy no podía soportar más, para hacer un enojamiento de niña ya era suficiente ¿qué le pasaba? — ¡No sé dónde mierdas este el puñetero de Ron! Más bien ¿qué no le hice? A ese hijo de puta que lo odio…

Hermione cerró los ojos, apretó lo quijada — Escuché suficiente viniendo de un hurón como tú, hazme el favor de salir de mi casa.

— ¿De qué hablas? — Soltó una risa enojado — ¿De esta manera? Ya deja de compórtate como una mocosa, lo siento ¿era eso? ¿Querías verme pedir perdón? ¡Ya está!

— ¿Comportarme? ¡Ni siquiera me conoces en lo absoluto Malfoy! — Gritó enojada — Es tu problema que estés así vestido nadie te dijo que te vistieras así, ¿perdón de qué? Lo único que quiero es ver tu cuerpo lejos de mi casa.

— No.

— Ni siquiera sé porqué no te quieres largar de mi casa, ¿sabes que soy una sangre sucia, no? — Draco descompuso su mirada perplejo — Oh sí lo sé, ahora lárgate, porque yo tampoco deseo a albinos sangre puras que pisen mi casa, juro que si utilizo el gas…

— ¿Qué mierda te pasa? — Gruñó y sin pensarlo Hermione apretó la válvula de gas — ¿Por qué? — Draco se restregó los ojos, soltando un ligero grito.

— Te lo advertí Malfoy, con una Granger no se juega, lárgate de mi casa — lo empezó a sacar de empujones, cuando cerró la puerta, soltó el gas y echo a correr por su varita que estaba enterrada en un montón de ropa, bajó las escaleras como rayo y soltó un conjuro mental en la puerta. Suspiró ¿qué había sido todo eso? — ¿Ron? — Gritó sin respuesta.

Gruñó para sus adentros, ¿qué jodidos hacía Draco Malfoy en su casa? ¿Y dónde diantres se había metido Ron? Inspeccionó cada habitación con agilidad sin tener éxito, frustrada le habló a Ginny comprendiendo que no valía la pena que alguien le había hecho una broma de mal gusto. Al tercer pitido, Ginny contestó.

— ¿Diga?

— Ginny, ¿qué demonios hace Malfoy en mi casa? — Siseó Hermione — ¿Dónde está tu hermano?

— ¿Qué dices? Ron está donde siempre debe de estar y Draco bueno… ¿se enojaron?

— ¿A qué te refieres con eso? — Habló confundida — ¿Cómo que Ron siempre ha estado dónde siempre debe de estar? ¿Y cómo no me voy a enojar con Malfoy? ¡Por Merlín Ginny…es Malfoy!

— Bueno a veces él es…tan odioso e impulsivo pero en realidad te quiere mucho.

Hermione soltó un bufido burlesco — Por supuesto que me quiere — ironizó — ¡Pero seis metros bajo tierra!

— De acuerdo, pelearon demasiado fuerte esta vez…

— ¿Vez? — La castaña se empezaba a desesperar — Si siempre nos peleamos Ginny, ¿quién me hizo esta broma?

— ¿Broma? — Habló extrañada — De acuerdo respira tranquila, ¿dónde está Draco?

— En la calle, dónde más debería de estar — Ginny soltó una risotada — ¿De qué te ríes? Le eché el gas lacrimógeno ¿y Ron?

— En su departamento, ¿por qué está Draco en la calle? ¿Cómo que le echaste gas?

— ¿En su departamento? ¿Desde cuándo Ron tiene departamento cuando vivimos juntos? ¿Por qué le dices a Malfoy, Draco? ¿Qué tiene de malo que le haya echado gas?

— Me estás asustando Hermione — habló temerosa la pelirroja —. Mi hermano no vive contigo Hermione, el que ha vivido contigo desde hace cinco años es Draco.

— Mientes, ya basta de bromas Ginevra que no ando de humor.

— No son bromas — después calló unos momentos —. Iré para allá.

Hermione gruñó a modo afirmativo y colgaron el teléfono. Se asomó por la ventana y observó con asombro que ahí estaba Draco, viendo con fijeza la puerta, frustrado y en bóxer. Alzó las cejas e hizo un mohín ¿por qué carajos no se marchaba? Frunció la nariz quizás cuando viniera Ginny todo se arreglaría de una manera u otra. Olía diferente estaba segura que no era el aroma de Ron que estaba impregnado en su cuarto, olía a algo caro ¿se había acostado con Draco Malfoy? Y por eso en realidad no se acordaba de ¿nada? Tampoco recordaba haber bebido alguna sustancia alcohólica.

Vio las ropas tiradas de hombre y juntó las cejas, sabía que esas ropas no eran de Ron, él nunca vestiría así. Trajes ultramente finos, ahogó un grito y algo la hizo echarse a abrir uno de los armarios estaba atiborrados de túnicas y ropas muggles de marca ¿por qué…? No, de marca era decir poco, ni siquiera las cosas caras que salían en la televisión eran poca cosa, las telas de ambas se sentían diferentes y estaba más que segura que esas ropas no eran para nada de Ron.

Finalmente sintió algo en su estómago y una punzada de culpabilidad cruzó por su cuerpo, sentía una especie de lástima por Malfoy haberlo dejado a la intemperie abrió la ventana mientras agarraba su pantalón, descubrió su varita mágica pero de idiota se la iba a aventar, ¿qué demonios había pasado? ¿Realmente se había acostado con Draco Malfoy?

— ¡Hey… Malfoy! — El chico la miró extrañado, sus ojos grises brillaban de enojo contenido y de extrañeza.

— ¿Te vas a dignar a abrir la jodida puerta? — Bufó.

— En realidad no, sólo te iba a pasar esto — le aventó su pantalón —. Vístete, y en verdad lo que haya pasado ayer en la noche olvídalo ¿quieres?

Draco agarró su pantalón de casimir en el aire y la fulminó — ¿Olvidarlo? ¡¿Olvidarlo, así sin más? — Su respiración se volvió peligrosa — Dame mi varita.

— Ni en un millón de años, hurón.

Cuando Draco se puso su pantalón, escuchó las risita de Ginny, en realidad no sabía qué mierda había pasado, en un momento había gozado con Hermione la noche y su cumpleaños y al otro día estaba semidesnudo, afuera de su propia casa. Y todo por qué, ¿por qué lo había agotado? ¿No se supone que se tenía que poner una especie de orgullo? ¡Caray, lo había agotado…a él! Además, eso era algo completamente absurdo. Torció el gesto al ver acercarse la melena de fuego de la pecosa, ¿no estaba haciendo algo grande? Ginny lo empujó.

— ¿Qué le hiciste? Ahora si arruinaste todo.

— ¿Hacer de qué? — Se defendió ceñudo — ¡Ni siquiera sé qué demonios le pasa!

— ¡Hermione querida ven y baja abrirme! — Gritó, Hermione asintió — ¡No jodas! ¡Hasta hechizo protector hizo! Enserio que la jodiste a lo grande Draco…

Cuando Hermione entró, observó que Draco quería entrar y detuvo a ambos — A él no, ¿dónde está Ron? ¿Está enojado conmigo?

Ginny miró a Draco y él encogió de hombros — ¿Ves, a lo que me refiero? Está completamente loca, le pedí perdón por no haberla despertado temprano, y aún así me sacó de la casa, dice que le deje de gastar bromas — refunfuñó.

— Hermione, creo que los dos tenemos que entrar y arreglar esto…

Hermione se hizo a un lado y los dejó pasar, a Malfoy más de compromiso y a petición de su amiga que de otra cosa.

— Te escucho — Draco se fue a la esquina, mientras Ginny se sentaba en un sillón y Hermione enfrente de ella — ¿Qué pasó?

— Increíble — gruñía Draco — ¿Por qué tenía que hablarle a la duende esa para arreglar nuestros problemas?

Hermione se sintió extraña — De acuerdo, desperté al lado de Draco Malfoy.

— ¿Nada más? — Ella asintió y Ginny se mofó — ¡Pero desde hace cinco años te despiertas con Draco Malfoy!

— ¡No es cierto! — Chilló Hermione furiosa ¿por qué la trataban de una loca? — ¡Desde hace siete años despierto con Ronald Weasley!

Hubo un silencio incómodo, Draco se quedó atónito Ginny quitó el silencio con un sonido seco y sonrió algo nerviosa — ¿De qué hablas?

— No, la pregunta es ¿de qué hablan todos ustedes? ¡Dentro de un mes me caso con Ron! Siempre he sido novia de Ron, ¿desde cuándo Malfoy visita mi casa? ¿Por qué vino a mi cumpleaños? ¿En verdad vino a mi cumpleaños? ¿Por qué me exige cosas?

— ¿Hablas en serio? — Preguntó Draco, fulminándola con la mirada — Para ser una Gryffindor te estás comportando demasiado estúpida — Ginny se levantó del sillón mirando a ambos alternadamente. Le dolía bastante lo que estaba diciendo, le dolía infinitamente —. Te enojas por una idiotez, ¿eres la Hermione que conozco?

— Tu ni me conoces Malfoy — entrecerró los ojos furiosa —. No pretendas conocerme cuando en realidad no lo es, no eres ni serás bienvenido en mi casa ¿y por qué le hablas? — Dirigió la mirada a Ginny.

— Por ti, Hermione — habló con confusión, medio molesta — ¡Por qué lo amas!

Hermione soltó un grito agudo, abriendo sus ojos como platos — ¡Amo a Ron! ¿Cómo puedo amar al enemigo de Harry? ¡A mi propio enemigo!

Draco soltó una cara de frialdad, y de tristeza, sabía que hablaba en serio lo sabía pero ¿por qué?

— ¿No bromeas verdad?

— ¿Por qué deberías de hacerlo con algo tan importante?

Ginny le retuvo su mirada, escrutándola para mirarla si en verdad lo decía porque estaba realmente furiosa con su novio pero observó que en verdad no mentía — Necesitas ir con el medimago — sentenció.

— ¿Pero por qué? ¡Me encuentro perfectamente bien! Él — señaló a Malfoy —, es la mancha negra de mi casa es el que se tiene que ir.

— No sé Hermione, ¿sabes lo que pasó en la noche?

— No — habló por debajo —. Pero eso no explica que tenga que ir con el medimago, pude haber estado borracha o algo así. Me drogó — balbuceó —. De una manera extraña lo invitaron a mi fiesta y me drogó.

Ginny arqueó una ceja roja — Eso no tiene sentido, y si lo fuera no creo que seas tan tonta, andas con Ron ¿no es así?

— ¡Por supuesto! — Sentenció con orgullo.

— Entonces ¿por qué te acostaste con Draco? Y no te echo ninguna droga, si fuese así ¿crees que lo dejaríamos? — Hermione se sintió desubicada — En realidad algo te pasó y es por eso que necesitamos ir con el medimago Hermione, algo se perdió en tu mente.

— De acuerdo — sentenció —. Pero que no vaya él.

— Tengo que ir — gritó Draco — ¡Me importas, carajo!

Ella soltó una risa burlona — Sólo te importas tú solo.

— Irá — habló Ginny, se sentía rara, como la mamá de esos dos cuando ella era más joven que ellos dos —. Quizás el medimago lo necesite no lo sé, le hablaré a Harry y a Ron.

Hermione asintió y subió por un suéter.

— ¿Qué crees que tenga Ginevra? — Por fin habló Draco, con los brazos cruzados, viendo detenidamente las escaleras donde había subido Hermione.

— No lo sé, luce confundida y al mismo tiempo completamente segura de todo, es como no sé ¿pasó algo?

— No — habló seco —. Desperté, no la vi y supuse que estaba cocinando porque empecé a oler comida, y de repente me dijo que me largara de su casa y me preguntaba dónde mierda estaba tu hermano y luego ahora…

— Lo sé, ¿por qué piensa que sigue con Ron? — Meneó la cabeza — Le hablaré a Harry y a Ron.

Draco no dijo nada, en realidad no entendía nada, lo tenía todo en un momento y de repente ya no tenía nada, al principio pensó que Hermione se estaba desquitando pero no era así, en verdad podía verla su repudio hacía él, como cuando estaban en la escuela…y podía creer que ella en verdad pensaba que se iba a casar con el pobre de mierda. Desvió la vista ella no bajaba y luego… ¿qué pasaría después? ¿Por qué se comportaba tan niña? Perderían su viaje y todo, en verdad le había dolido bastante todo lo que le había dicho, había cumplido su cometido el haberlo herido.

— Ya está — se acercó el duende rojo —. Hablé con ambos y nos veremos en San Mungo, ¿tienen polvos flu? — Asintió — ¿Piensas ir sin camisa? — Por primera vez reparó en su apariencia que se encontraba semidesnudo.

— Mi ropa esta en nuestro cuarto, no sé si ella se ponga loca.

Ella meditó y no dijo nada, Hermione bajó con unas medias ceñidas de color negras, y unas sandalias junto con un blusón holgado azul marino y una torera negra — Toma — le aventó su camisa de vestir a Draco —. Para que andes decente — la tomó en el aire y de inmediato se la empezó a abrochar —.Tu varita esta en un lugar seguro, quizás todos piensen que eres bueno pero yo no.

Draco no dijo nada, ni prestó atención para mirarla — Hablé con Harry y Ron los veremos en San Mungo.

— Sigo diciendo que esto es tan innecesario y estúpido — suspiró rodando los ojos.

Ginny no le prestó atención — ¿Dónde están los polvos?

Draco se le adelantó a Hermione, sacándolos de un cofrecito — ¿Cómo supiste que estaban ahí? Ron y yo los escondimos ahí por Jamie ya que hechizamos el cofre.

Draco torció el gesto y la fulminó. Ron y ella, ¡sus bolas! Eso lo habían dicho y hechizados ellos dos, no le contestó no le veía necesario — ¡San Mungo! — Gritó mientras echaba los polvos a la chimenea.

Hermione lo miró raro, le había echado una mirada de odio mezclado con melancolía, así no era Malfoy, pero también Malfoy era un mentiroso de los grandes, no prestó más atención después de que su amiga dijo las palabras y se perdió en el fuego verdoso. Le resultaba raro que en verdad Malfoy supiese dónde estaban los polvos ¿qué estaba pasando? Cuando gritó San Mungo y fue transportada por esos fuegos verdosos, observó a Harry que frunció las cejas mientras le hablaba una Ginny demasiado aprisa. Observó la hostilidad de Malfoy hacía Ron y a un Ron algo encorvado mientras desprendía un odio hacía el platinado, ella no prestó más atención y se enganchó en los brazos de Ron — ¿Dónde diantres estabas?

Ginny dejó de hablar mirando la escena, Ron se quedó tieso, mientras Draco caminó a zanjadas, empujando a Ron — Ni te atrevas a tocarla.

Ron lo empujó — Oh vamos no empiecen, pronto Hermione va a ser atendida es una gran suerte que Harry tenga alguna que otra palanca — comunicó Ginny algo cansina

— Siempre y cuando este bastardo no la toque — arrastró las palabras Draco.

— ¿Por qué no habría de hacerlo si es mi novio? — Se plantó delante de él. Draco no desdibujó su mirada cruel pese a los comentarios que le dolían de su actual novia y futura esposa.

— ¿Novio? — Balbuceó con torpeza algo lívido Ron.

— Señorita Granger — una mujer regordeta los llamó —. Síganme.

Todos los siguieron, Draco apartado de todos. Hermione estaba cerca de Ron y Ginny miraba la reacción de Draco hacía con su hermano, no le gustaba verlos así a nadie, le agradaba de una manera bizarra Draco Malfoy, había perdido mucho pero había ganado más estando con su amiga y por eso le tenía respeto. Harry lucía nervioso, todo lo que le había contado su esposa lucía descabellado, como si fuese el pasado, y él ya no quería pasar por eso, de por sí…no es que le cayera mal Draco, en realidad si le caía mal pero su presencia arrogante era buena, hasta cierto punto.

Cuando entraron al consultorio olía a menta penetrante — Siéntense — El doctor tenía una mirada inquisitoria, usaba anteojos y era larguirucho — ¿Qué le ocurre?

— Dicen… — el medimago alzó la ceja — En realidad no me acuerdo de nada — Ron la miró abriendo los ojos.

— Explíquese, ¿desde cuándo? ¿De qué se acuerda? ¿Conoce a las personas que la rodean?

Hermione asintió — Las conozco a todas, mis amigos que ambos se casaron Ginevra y Harry Potter, mi novio Ronald y Draco Malfoy — sentenció —. En realidad fue una mañana rara, desperté al lado de Malfoy, cuando mi novio es Ronald, dicen que no es así, pero en verdad no miento, creo que quieren jugar con mi mente, verá ayer fue mi cumpleaños pero a veces les gusta gastar bromas — habló al final sin mucho convencimiento.

— ¿Te parece que soy de las personas que les gusta perder mi tiempo en bromas idiotas, Granger? — Saltó Draco furioso.

— De acuerdo, usted afirma esas cuestiones — miró a sus acompañantes —. Señorita Granger me haría el favor de ir a que le hagan unas pruebas — ella asintió creyendo que era de mal gusto que le hicieran esas cosas, el doctor se dirigió a ellos — ¿Qué pasó?

Ginny se levantó — No lo sabemos por eso la traemos aquí, mire medimago, Hermione anduvo con mi hermano — señaló a Ron —. Pero conoció a Draco Malfoy quien se enamoraron eternamente y demás tonterías románticas, llevan cinco años de noviazgo y teóricamente en un mes se casarían, pero ella afirma que Ron es su novio y que Draco Malfoy es su rival, quien en épocas de estudios lo fue, ¿me entiende?

Sus ojos pardos la escudriñaban a fondo, después se desviaron al rubio — ¿Ingirió algo? ¿Pasó algo antes?

Draco meneó la cabeza — ¡Espere sí! Estábamos jugando y se golpeó la cabeza y se desmayó… ¿no quiere decir que perdió la memoria verdad? — Habló nervioso.

— Con que se golpeó la cabeza — meditó —. No, en realidad no creo que haya perdido la memoria de ser así creo que no recordaría a algunas personas, simplemente está confundida.

— ¿Confundida? — Saltó Draco — Es poco decir, ¿qué le pasa?

— Es pronto decirlo — habló con parsimonia —. Con los resultados se averiguará, por lo pronto la cabeza de su amiga cree que el señor pelirrojo es su futuro novio y usted es su enemigo, creo que lo mejor es que dejemos que su fantasía fluya.

— ¿Quiere decir que finja ser su novio? — Habló perplejo.

— Como si te costara trabajo Ronald — habló molesta su hermana.

— Así es, no creo que sea conveniente que confundamos más la cabeza de la señorita Granger — sacó su varita y dio un meneada a ella —. Los resultados básicos ya se encuentras disponibles — leyó con detenimiento —. No hay anomalías, tendremos que esperar los demás, mientras es conveniente que el actual novio se marché del lugar hasta nuevo aviso y que el anterior novio lo suplante.

— ¿Estás idiota o algo así? — Gritó Draco — Cree que será así de fácil, ¿cree que lo dejaré toquetear a mi novia o que la besé?

— Es necesario — recalcó el hombre sin perder compostura —. De lo contrario podrían confundir a la señorita y hacer un mal aún peor. Así se hará hasta que sabemos qué es lo que tiene.

— ¡Bien! Por mi no hay problema — Sonrió Ron.

Hermione llegó — ¿Y bien?

— Todo estará bien — se acercó Ron —. Sólo que el medimago nos avise cuándo pasamos por tus resultados verás que todo estará bien.

— Lo sé, no hay nada de qué preocuparse — lo abrazó.

Draco saltó — Donde la toques — susurró con violencia y veneno.

— Es mi novia — sonrió Ronald,

— No abuses Ronald Weasley de la poca paciencia que tengo.

Draco salió del lugar sin esperar a nadie, furioso, frustrado, confundido, ¿qué había pasado? ¿Cómo había llegado de esa manera así? Se detuvo en un bloque de muro antes de regresar a su casa, a su antigua casa. ¿Qué sería de él? ¡Mierda! Pateó el bloque y camino hacia una chimenea, bastardo pecoso, ahora tendría que fingir que se odiaban como en los viejos tiempos y que ese idiota la manoseara, qué pedazo de mierda. Tenía que irse como si nunca hubiese existido en la vida de Hermione y tenía que hacerle creer que él iba a ser su esposo no aquel estúpido, también quedaba otra cuestión ¿a dónde viviría? Por supuesto que a Malfoy Manor ni siquiera aunque se estuviese muriendo iría a parar allí. Estaba desheredado, sin casa, con mucha ropa que no pensaba vender primero muerto, sin dinero. Maldijo su mala suerte, encontraría la causa, algo le había dado de tomar ese pelirrojo idiota o quizás el mocoso ese, no, lo dudaba, el mocoso era bueno con su tía, tenía que ser plan de Ronald, si, pues estaba jugando con fuego si quería quitarle a su chica ¡oh sí! Estaba demasiado estúpido como para haberlo retado.

Cada que decía el nombre de su casa se sentía idiota ¿por qué la dejó nombrarla así? De un jarrón agarró los polvos y los echó en la chimenea,

— ¡Croshanks! — Gritó. 'Estúpido gato' pensó mientras se metía a la chimenea, por primera vez, sin saber qué hacer.


¡Hola! :D

No tengo perdón de nadie (soy una irresponsable de la versh) y lo peor de todo es que no tengo una mega mentira o algo que diga "Oh pobre Lauris, por eso te tardaste tanto en actualizar no te preocupes ya para la otra" ¡Que vasca de escritora soy! Pero bueno lo intenté, espero que les guste :)

¿Tienen twitter? ¡Por qué yo sí! Muajaja no ya en serio, espero que me puedan agregar para así charlar de lo lindo ¿dale?

http: / / twitter. com/xlauris (acomodan los espacios)

¡Muchas gracias por sus hermosos reviews a: Friidaaa, Usagi Kou, MarceM1912, silviota, Bulmita su, Kawaii Bitchy, Liz, Sofines, Stars, AaniKIAaa, Lady Aristocrat Malfoy, Hatte, AngieShields, Pekosita y Lesval.

¡No olviden dejar reviews nenas! xP

●๋•Ashαмєd●๋•