CAPITULO XII. Una serie de malentendidos desafortunados

"That I don't want to play no game
Cuz when I feel his arms wrapped around me"

10:30 pm Corporación Capsula

La sombra de su esbelto cuerpo delineado por la luz del sol, fue la primera imagen que pudo identificar. No obstante, necesitó de un buen rato para poder recobrar la conciencia casi completamente; debido al espeso agotamiento que pululaba en su cuerpo.

El simple hecho de mover el brazo para apartar las sábanas de seda, le producía el dolor de un millar de sesiones de kickboxing. Perezosamente giró sobre su espalda, cubriendo sus ojos con el dorso de la mano de los insistentes rayos de sol. Gimió incomoda, corroborando que su dolor era tan intenso que probablemente, requeriría pasar todo el día en cama.

Sorpresivamente, una hambrienta boca asaltó la suya, despertándola por completo. Abrió los ojos para encontrarse con Vegeta, muy concentrado en apresar su lengua entre su dentadura; al tiempo que con agilidad, se colocaba entre sus piernas, aprisionando sus muñecas de forma autoritaria. El shock de tenerlo a esa hora de la mañana, en su alcoba, recostado en su propia cama, completamente desnudo, era demasiado grande como para reaccionar.

-Vegeta -Murmuró entrecortadamente cuando él abandonó su boca para pasar a su oído y cuello- ¿Qué ha…?- Totalmente ajeno a ella, poseyó su boca con fiereza, impidiéndole formular el cuestionamiento -

La molestia de verse invadida sin permiso y de forma autoritaria, no le duró mucho. Pese al dolor intermitente en su cabera, piernas, brazos, abdomen y glúteos; entrar en calor no le fue difícil. Sinceramente, con un cuerpo tan ardiente ¿Quién podría resistirse?

Aspiró comprobando que el aroma a menta aún brotaba por sus poros, ella lo abrazó con sus piernas con entrega y aceptación, aunque sabía bien que él no necesitaba su permiso. En respuesta, él soltó sus muñecas volviendo a la parte baja de la nuca para morder la suave piel. La advertencia no pasó por desapercibida para la mujer en sus dominios. Apretó la mandíbula recibiendo una embestida gentil a comparación de todas las veces anteriores.

-Si…- Murmuró abrazada a él sintiendo el ritmo acelerarse a cada segundo lo suficiente excitada para ignorar el dolor.

TOC- TOC

-¡Buenos días Bulma!- Saludó con alegría la esposa de Gokú tras la puerta. Siendo indiscutiblemente ignorada. Poco tiempo pasó para que volviera a tocar la puerta-

TOC- TOC

-¿Estás ahí?-

-¡No!- Gritó Bulma exasperada sin querer, alegrándose de que Vegeta permaneciera ajeno a la visita-

-¡Bulma! ¡Ábreme!-

-Estoy… indispuesta ahorita- Comentó lo más cabalmente que pudo mientras el príncipe se ocupaba de morder uno de sus pechos-

-Créeme que no te habría despertado, pero este señor tiene toda la mañana llamándote-

Extrañada porque su teléfono no había sonado, lo buscó en la mesita contigua a la cama; solo para descubrir que yacía en el suelo, al igual que su lámpara, sus libros y fotografías.

-¿Quién es?- Se sorprendió preguntando, lo cual llamó la atención de Vegeta que se detuvo dirigiéndole una mirada inquisitiva con un mudo '¿Debes estar bromeando?'-

-Loren Jeager, dice que es urgente-

-¡Rayos!- Gritó -¡Ahora te abro!-

-¡No!- Habló al fin aprisionándola con su cuerpo- No lo harás-

-¡SHHHH!- Susurró- Te va a oír-

-No me importa-

-¡Vamos, Vegeta!-Susurró con reproche- Podemos quedarnos en cama todo el día si quieres, pero ahora debo tomar la llamada; no me tomará ni un minuto- Aseguró conteniendo una sonrisa por el deleite que le causaba observar de cerca su semblante de reprobación; para después agregar en tono suplicante-¿Por favor?- Vegeta se mantuvo sobre ella un instante antes de incorporarse. Ella se puso de pie lo más rápido que su deplorable estado físico le permitió- ¡Escóndete!- Ordenó apuntando al baño-

-¿Qué?-

-¡Rápido!- Rumió empujándolo lenta y dolorosamente hasta el baño. Vegeta avanzó sin muchas ganas acatando la petición, externando un 'Feh' antes de que Bulma cerrara la puerta-

-¡Pasa!- Pidió después de que hubo puesto un albornoz rosado y desactivado el seguro de la puerta automática-

-Milk corrió a entregarle el auricular negro y alargado-

-¡Jeager- sama! Disculpe, me había sido imposible atender su llamada ¿En qué puedo servirle?- Varios minutos pasaron antes de que Bulma pudiera cortar la llamada que tenía el fin de solicitar una declaración por el 'experimento' del día anterior. -Gracias a usted, hasta luego- Colgó aliviada sentándose en la cama -Muchas gracias Milk-

-Por nada, perdóname por despertarte-

-No, estuvo bien, era una verdadera emergencia ¿Cómo está Gohan?-

-¡Muy bien! De hecho ya me contó lo que pasó-

-¿No me digas? ¿Sabes qué? ¿Porque no me cuentas todo mientras desayunamos? Te veré en la cocina en cuanto tome una ducha, no me tomará más de 5 minutos-

-¡5 minutos?- Ladró Vegeta sintiendo una patada en sus partes bajas-

-¿Qué fue eso?- Preguntó Milk volviéndose a mirar la puerta del baño. Vegeta se cubrió la boca con ambas manos retrocediendo-

-¿Qué?- Inquirió Bulma con grandes gotas de sudor en la frente- ¡Qué bien huele! ¿Hiciste el desayuno?-

-No-

-¿Entonces qué es ese olor?-

-Yo no huelo nada- Comentó comenzando a sospechar por el extraño comportamiento de su amiga-

-¿En serio? Supongo que tengo tanta hambre que ya imagino cosas, ja, ja- Dijo colocándose la mano en la nuca al estilo de Gokú- Se me antoja comida china- Continuó con rapidez para no darle tiempo a Milk de reparar en su comportamiento extraño y, claro, para sacarla de su alcoba lo más rápido posible- La ordenaré ahora mismo, así no tendrás que cocinar-

-Bueno planeaba preparar la comida favorita de Gokú, pero…-

-¡Apuesto a que le encantará la idea! En cuanto me duche te ayudo-

-No sé si tenga derecho-

-¿A qué te refieres?- Se encontró preguntando inconscientemente antes de reparar que el alíen la esperaba en el baño-

-Bueno- Se dejó caer en la cama, ante el horror de Bulma que se maldecía por haber preguntado- Gohan me dijo como explotó la cámara, aparentemente Gokú lo protegió-

-Sí, así fue, en un rato más lo podremos ver en la caja negra-

-¡Me siento tan estúpida! Mi pobre Gokú- Comentó llena de culpa- Lo culpé cuando él hizo lo que siempre le pido… soy una terrible esposa- Bulma sintió deseos de salir a tirarse por el balcón dado que ese era el peor momento para tener una profunda charla de mujer a mujer-

-Estás exagerando- Comentó colocando sus manos sobre sus hombros- Además Gohan es un niño, es normal que te preocupes más por él que por Gokú; Gokú es fuerte, decidido, increíblemente poderoso- Afirmó con convicción concentrada en darle a Milk un razonamiento tan bueno que le permitiera sentir que su despreocupación por el bienestar de Gokú tenía una justificada razón; lo cual, por consiguiente haría que se sintiera mejor consigo misma y se fuera de su cuarto; sin acotar en que tenía a su enemigo mortal a pasos de distancia- Nada puede destruirlo-

-¡?- Vegeta se contuvo de no despedazar nada ante lo que estaba oyendo. Los halagos de la mujer por el insecto estaban completamente fuera de lugar ¿Cómo podía hablar así cuando acababa de acostarse con él?

Se miró en el espejo. No le agradó lo que vio ¿Qué pasaba con él? Había pasado la noche en el mismo lecho de la mujer, algo que no había hecho jamás; salvo la noche anterior antes de que aquella arpía lo traicionara; la había poseído apenas se despertó dominado por la lujuria y ahora estaba en ahí, desnudo e impaciente por tenerla de vuelta. Si su padre lo viera se volvería a morir de vergüenza.

-No creo que baste con una disculpa…- Comentó Milk sin ánimos luego de la sugerencia de la científica-

-Lo importante no es qué decir sino como decirlo- Su amiga enrojeció poniéndose de pié guiada hasta la puerta-

-Me da la impresión de que no me va a gustar lo que estás por sugerir-

-Al principio no, pero no te arrepentirás- Antes de cerrar la puerta agregó- Te lo explicaré más tarde-

Apenas el seco sonido de la puerta automática cerrándose fue audible; se dirigió al baño arrojando el albornos fuera de su cuerpo antes de entrar.

-¿Dónde nos quedamos?- Comentó esperando que ser recibida con la misma urgencia que cuando despertó -¿Vegeta?- Llamó extrañada recorriendo el baño, antes de dejarse caer en el borde de la tina- ¡Diablos!- Gruñó decepcionada constatando que el alíen se había marchado.

11:00 am Corporación Capsula

Sentado sobre el techo de la Corporación Cápsula, Vegeta maldecía mentalmente a su rival; a la par que a la humana, pues era culpa de los dos que estuviera en esa situación tan ridícula: de Kakarotto porque había casi destruido la nave pulverizando su guardarropa; y de la hembra por haberlo enfurecido tanto que lo había obligado a salir de su habitación sin reparar en que no traía ropa.

Golpeó el techo con un puño abollando el metal. No le quedaba más remedio que ir a ese lugar, si quería evitar mayor bochorno.

En minutos estuvo en el cuarto donde había pasado convaleciente tanto tiempo. Tal como recordaba, había varios cambios de ropa y calzado para él. Tomó una ducha rápida y salió a ponerse sus ajustados shorts verde militar sin reparar en los arañazos de su espalda, hasta que estuvo fuera del baño y pudo verlos reflejados en el vidrio de las alacenas donde se guardaban los medicamentos. Apenas hizo contacto visual con ellos; su memoria se activó trayéndole el 'episodio' de una forma tan vívida que tuvo que sacudir su cabeza un par de veces para volver a la realidad.

Aun cuando los recuerdos se habían contenido; su pulso permanecía acelerado y su garganta se había cerrado, convirtiendo el tragar saliva en una labor titánica.

Odiándose por el descontrol en su mente; tomó una playera negra sin mangas; sabiendo que necesitaría más que prendas para bloquear el sensual encuentro con la mujer de ojos turquesa… Por eso tenía que concentrarse en el plan del día: retirarse a la isla más lejana posible a entrenar.

Estaba por ponerse sus tennis cuando esa aborrecida presencia llamó su atención.

(…)

-¡Buenos días!- Saludó de buen humor- ¿Cómo amaneciste?-

-¡Muy bien! ¡Dormí como piedra!-

-Es por los relajantes musculares ¿Crees que puedas ponerte de pie?-

-¡Seguro!- Gokú de un salto estuvo fuera de la cama- En cuanto desayune volveré a entrenar-

-No tan rápido, necesitas reposar dos días más a lo menos- La recomendación fue tan amable que sintió una estaca clavarse en el pecho… quizá era porque había recibido de ella las mismas palabras a gritos… Inseguro de porque cruzaba su mente una comparación tan ilógica, controló su ki para no revelar su presencia cercana y seguir oyendo-

-¡No lo necesito! Me siento muy bien-

-No es un consejo, Gokú es una orden; de todas maneras no habrá cámara de gravedad en algún tiempo-

-¡Chispas! Entonces si fue cierto-

-¿Qué?-

-Vegeta destruyó la cámara ¿Verdad? Lo sentí entre sueños-

-¿Lo… GULP… lo sentiste?-

-Su ki- Explicó- Estuvo increíblemente inestable toda la noche- Bulma palideció a la par que Vegeta, quién escuchaba en el cuarto contiguo- Apuesto que se la pasó pulverizado los restos de…- Se asomó por la ventana- ¡Qué extraño!- Exclamó ante la vista-

-Su…supongo que… que lo que pulverizo fue otra cosa- 'U otra persona' pensó inconscientemente a causa de lo adolorido-

-No lo creo, la ciudad se ve intacta y dado las fluctuaciones de su ki, deberíamos estar en medio de un hueco-

-Tal vez estuvo en una isla lejana-

-¡Oh, no! Estuvo aquí estoy seguro-

-Si así fuera ya hubiera venido a reclamarme por el desastre en la cámara y no lo he visto-

-Incluso la habitación tiene su aroma -Comenzó a olfatear en derredor acercándose a ella peligrosamente- Sobre todo en esta parte-

-¡Gokú! No hagas eso ¡Me pones nerviosa!-

-¡Perdón! Es que este lugar siempre huele a él, pero hoy huele más. Un momento ¿Será que…- Se volvió a mirarla con expresión seria. Bulma y Vegeta tragaron saliva expectantes- ¿Vino anoche a tratar de matarme?-

-¿Qu.. qué lo detuvo?- Cuestionó tratando de parecer casual mientras se cruzaba de brazos-

-No lo sé, era su oportunidad perfecta ¿Será que algo más se le atravesó?-

-¡Ya fue suficiente de hablar de ese simio!-Gritó a la defensiva- Seguramente solo lo soñaste, no le des importancia-

-Puede que tengas razón, pero estaba seguro de que…-

-¡Gokú! ¿Cómo estás?- Su amigo de la infancia hizo aparición; 'salvando' sin querer a la peli azul-

-¡Muy bien, Krilin! ¿Qué tal tu pierna?-

-¡Bien! solo me la torcí pero puedo caminar bien y mira hasta trotar- Dio unos pequeños saltos- ¡Todo gracias a los cuidados de Bulma!- Al otro lado de la pared, Vegeta sintió que el estómago hacerse nudo, sin tener muy en claro porque la afirmación del pelón le provocaba molestia-

-No fue nada; pero ahora los dejó porque tengo mucho que hacer-

-¿Repararás la cámara?-

-A menos que quieran morir cuando ese lunático vuelva; tomaré algo de la cocina y me pondré en acción-

-¡Suerte con eso!- Deseó Krilin antes de continuar su conversación con Gokú-

Se encauzó a su laboratorio, entró luego de ingresar la clave, para después caminar a los estantes enormes buscando herramientas. Sin querer, jaló con descuido una caja, lo cual provocó que todo el estante se le viniera abajo. Calló de espaldas al suelo y puso instintivamente sus brazos delante de su rostro para protegerse. No tuvo tiempo de gritar.

La habitación quedó en silencio luego de los estruendos iniciales. Extrañada por no haber recibido ningún impacto abrió los ojos.

Increíblemente el saiyajin estaba erguido sobre ella deteniendo unos restos de motor de aeronave.

-¿Vegeta?- Inquirió-

-¿Vas a quedarte ahí todo el día?- Cuestionó fríamente. Ella reaccionó alejándose para ponerse de pie y permitirle soltar todas las cosas que la habrían aplastado de no ser por él.

-Gracias- Murmuró insegura de cómo actuar luego de los últimos acontecimientos. Una eternidad pareció transcurrir antes de que Vegeta rompiera el hielo-

-Quiero mi cámara lista en un par de horas- Demandó dándole la espalda-

-¡No puedes irte!-Se colocó decididamente frente a él con las manos extendidas-Tenemos que hablar-

-No veo de que-

-¡No seas cínico! ¡Sabes bien a qué me refiero! Si quieres seguir haciéndote el interesante, me importa un rábano; pero escúchame bien, Vegeta; no pretendo reparar la mugrienta cámara hasta que me des una buena explicación…-

-¡Feh! ¿Esperas que con ese insulso intento de amenaza accederé a satisfacer tu curiosidad? En primer lugar no requiero de tu nave inútil para completar mi transformación y en segundo me niego a acceder a los caprichos de una humana inferior que es tan ciega como para no reconocer su posición-

-Insúltame todo lo que quieras, no conseguirás evadirme; te conozco demasiado bien para seguir cayendo en tu trampa. Ninguna de tus diatribas va a detenerme. Ahora ¡Contéstame!-

-FEH! Vaya que tienes una pésima memoria, creo haberte dicho un centenar de veces al menos que YO NO DOY EXPLICACIONES, a nadie se las he dado y tú no serás la primera-

-No está a discusión si lo harás o no ¡Vas a explicarte así tenga que arrancarte la cara yo misma patán insensible! ¿Qué piensas? ¿Qué puedes entrar y salir de MI habitación cuando se te antoje?-

-Tu inquietud es innecesaria, porque jamás volveré a tocarte-

SLAAAAAPPP

-¿Qué te crees que soy?- Vegeta la miró inexpresivo- ¿Una especie de traste que puedes usar cuando te venga en gana?- Sus ojos refulgoreaban y su respiración estaba agitada, lo cual se traducía en la infamación acompasada de su pecho, como de costumbre cubierto pobremente por una vulgar prenda- ¡Soy una mujer Vegeta y lo mínimo que merezco es que me trates como tu igual! Y como tal merezco, ¡No! te exijo respuestas, quiero la verdad-

-Pues no tengo nada que decirte-

-¿Por qué viniste a mi cama anoche?

-Si quieres justificarte argumentando que yo te forcé, adelante… Más ambos sabemos que no hice nada que no quisieras-

-¡Yo no quería esto!-

-Solo tuviste que haberlo dicho-

-¡Te lo pedí claramente! Dije 'Largo de mi habitación' y no solo me ignoraste sino que me besaste sin mi consentimiento, y siento que no admites que te sientes culpable, porque en el fondo sabes que me tomaste a la fuerza; y eso hasta para ti, es bajo-

-¿Entonces porque no le has dicho a Kakarotto? Si de verdad te sintieras ultrajada le habrías pedido que me destruyera inmediatamente después de aquella primera vez- Comentó con tranquilidad caminando retadoramente a su alrededor- Así que ¿Qué esperas? ¿No amenazas todo el tiempo que le dirás que me elimine? Bien, esta es tu oportunidad-

-Y lo haré, te lo aseguro-

-Estaré esperando- Comentó sonriendo malignamente para después darle la espalda en dirección a la ventana del laboratorio-

-¿A dónde crees que vas?-

-Si he de enfrentarme a ese gusano de clase baja, lo haré en otra parte deshabitada; de lo contrario estará demasiado distraído preocupándose por la seguridad de los inútiles terrícolas como para concentrarse en la batalla y a menos que desee la muerte; necesitará de toda su concentración para salir con vida. Una cosa más, te advierto que no ocuparé el lugar de tú protector cuando ataquen los androides, veremos que tal lo hace tu inútil amante, el calvo, el insecto verde y el mocoso-

-Esto es tan típico de ti, primero culpas a los demás por todo y después cuando te ves acorralado huyes… Pues huye mientras puedas; si te encontró al otro lado del universo, nada lo detendrá para encontrarte en la Tierra-

-Yo jamás huyo de una pelea- Rumió girando tres cuartos, apretando los puños de manera inconsciente-

-No es lo que me han contado, ¿O ya olvidaste que fue mi mejor amigo el primero en masacrar tu trasero? Se todos y cada uno de los detalles: lo de Nappa, tu transformación, la 'Genkidama', como fuiste aplastado por un niño de 5 años y lo mejor: tu hábil plan de escape ¿Qué ironía, no? Qué tu propio enemigo te salvara en el último momento en un acto de absoluta e irracional misericordia ¿O no reparaste en eso mientras te arrastrabas por el suelo hasta tu nave?-

Vegeta sintió el autocontrol abandonarle apenas las últimas palabras dejaron la boca de la mujer. Frunció el ceño para ocultar la sorpresa que tal declaración había causado en él. Esta vez había llegado demasiado lejos.

En el fondo esperaba verla cubriéndose la boca o comenzando a formar una disculpa por lo que acababa de soltarle y en su lugar se mantenía en su clásica postura desafiante, con las manos en la cintura, la espalda recta y la mirada fija en él; retándole sin el menor resquemor…

Verdaderamente la fémina se creía invulnerable a su cólera… Desafortunadamente, no podría estar de peor humor esta vez; así que le daría de una vez por todas, la lección que tanto había estado postergando.

Se volvió sobre sus pasos avanzando con propiedad hasta ella manteniendo su semblante de hierro.

-Esta vez has llegado demasiado lejos, mujer- Ella cambió el peso de una de sus piernas a la otra sin variar su expresión.

Justo faltaban 3 pasos para que estuvieran mirándose de frente cuando…

-¡Bulma!-

-¡Gokú!- Gritó de asombro al observarlo materializarse frente a ella- ¿Qué haces levantado? ¡Deberías estar en cama!-

-¡No necesito descansar Bulma! ¡Mírame! ¡Estoy completamente curado!-

-¿Pero cómo? ¡No me digas que…!-

-¡Así es! Pensé en que un par de días era demasiado tiempo, así me teletransporté con el Karim Sensei y me dio ésto– Dijo sonriente mostrando una gruesa bolsa marrón-

-¡Semillas del ermitaño!- Bulma sonrió acercándose a tomar la bolsita con singular alegría, como si Vegeta hubiera desaparecido-

-Me dijo que es toda la cosecha del año. Como no habrá más hasta dentro de 10 meses, me encargó cuidarlas mucho y creo saber quién es la indicada-

-¡Genial Gokú! Iré a darle una a Gohan-

-¡Yo se la doy! ¡Así Milk me va a perdonar!-

-Gokú-

-¿Dime Bulma?-

-Es solo una idea, pero ¿No sería mejor que te fueras a poner unos pantalones primero?- Bulma se volvió enrojecida habiendo notado en el último momento de la conversación, que Gokú vestía solo su ropa interior-

-¡Oye, tú también olvidaste tus pantalones y nadie dice nada!-

-No seas torpe, estos son shorts; voy a reparar la cámara y necesito mis piernas descubiertas para moverme libremente-

-Bueno… pero a ver ¿Porque no le dices nada a Vegeta? él nunca trae pantalones- Vegeta entornó los ojos meneando la cabeza antes de exigir-

-¡Manténganme fuera de sus tonterías! Te daré 24 horas para que tengas reparada la cámara, de lo contrario personalmente haré que ambos se arrepientan- Rugió Vegeta antes de darse la vuelta y desaparecer por la ventana-

-Ja ja ja, estás loco si crees que voy a mover un dedo para… ¡HEY! ¡Vuelve aquí inmediatamente, Vegeta!- Gritó corriendo hasta la ventana comprobando que Vegeta en segundos estaría fuera de la ciudad- ¡Ok; huye mientras puedas!- Volvió a gritar señalando a Gokú con el índice- ¡Porque cuando se lo diga, no habrá lugar en el universo donde puedas esconderte! -

-¿Decirme… qué?- Inquirió Gokú-

-¿Qué?- Rugió Bulma sin mirarle-

-Dijiste que…Que tenías algo que decirme- Repitió Gokú cada vez más extrañado por el errático comportamiento de su amiga-

-No es nada- Afirmó entre dientes encaminándose con velocidad a la salida del laboratorio y dando por terminada la conversación- Nada, nada, nada…-

-¿Y ahora qué fue lo que pasó?- Se preguntó Gokú rascándose la cabeza, al tiempo que la observaba deslizarse furiosa por los pasillos-

1:30 pm Corporación Cápsula

-Creí que no ibas a reparar la cámara- Inquirió Gokú terminando un enorme helado de chocolate recargado en la cámara de gravedad, mientras observaba a Bulma arrodillada conectando unos cables.

-No lo iba a hacer, pero cuando reflexioné en que su inminente berrinche terminaría en tragedia; pensé que ésta sería una forma inteligente de ahorrarle al planeta un poco de dolor-

-Me sorprendes, siempre piensas en todo-

-Y a mí me sorprende que te sorprendas, después de todos nos conocemos desde niños-

-¿Te vendría bien una mano?-

-¡Claro que sí! Así terminaré en la mitad de tiempo- Dicho esto, ambos pusieron manos a la obra

4:30 pm Corporación Capsula

Vegeta sentía incómodo las protestas de su estómago, dado que desde el día anterior a temprana hora había evitado comer, negándose a perder tiempo en cazar y preparar algo pensó en volver a la Corporación Cápsula, pues era justo la hora posterior a la que la pandilla normalmente comía, lo más probable era que encontrara la cocina vacía. Además de eso, el ki de su aborrecido enemigo, se encontraba intranquilo desde antes de que emprendiera el regreso ¿Sería acaso posible que su cámara ya estaría reparada? La certeza de que la mujer seguramente había decidido deliberadamente que no merecía ser avisado; le hizo acelerar el vuelo pensando en que su primera parada sería ella, donde quiera que se encontrara; la comida podría esperar.

Se detuvo en seco cuando hubo visto su cámara flotando en el cielo, corroborando lo que había pensado sobre la reparación de su cámara. Comenzando a elaborar mentalmente la reprimenda que le daría a la científica, avanzó lo suficiente para observar a Kakaroto sosteniendo la nave; se detuvo en la azotea de la Corporación para evitar advertir que se encontraba ahí, si querían hacer algo a sus espaldas, era mejor saber en ese momento qué era.

"¡Más a la derecha!"

Su voz atrajo su atención. Estaba cubierta de grasa negra en varias partes del cuerpo, pero ya no vestía la chamarra gruesa que en la mañana, lo cual resaltaba su busto redondeado y perfecto, aún más por el sudor que hacía que la prenda se pegara al cuerpo. Tragó saliva reprimiendo que sus recuerdos sobre su perfecta desnudez le distrajeran de la escena que cada vez entendía menos.

-¡Bien! Ahora suavemente deposítala en el suelo- Indicó antes de llevarse un pañuelo a la cara para secar el sudor-

-¡De acuerdo!- Gokú con lentitud tocó el suelo primero con la punta de su pie izquierdo, luego bajó el otro pie.

-¡Perfecto! ¡Ahora espera un momento!- Tecleó en su Tablet con la mano derecha, mientras la mano izquierda la sostenía. Un zumbido metálico comenzó a escucharse mientras la cápsula desplegaba 4 patas hasta tocar el suelo, permitiéndole a Gokú al fin descansar.

-¡Ya!- Gokú corrió hasta Bulma y se sentó en el suelo junto a ella- ¡Chispas me duele todo!- Se quejó sonriendo mientras estiraba sus piernas y recargaba su torso en sus brazos extendidos hacia atrás-

-¡Pero el esfuerzo valió la pena!- Reconoció Bulma brindándole una botella de agua de un litro- La cámara ya está reparada y todo gracias a tu ayuda-

-No fue nada- Gokú abrió la botella y empinó un buen trago- Me sirvió de entrenamiento-

-Pues no sé qué hubiera hecho sin ti, tan solo para voltear la cápsula, sin tu ayuda habría tenido que llamar dos grúas y conseguirlas en domingo iba a ser todo una odisea. Es curioso ver que después de tantos años seguimos siendo tan buen equipo-

Lejos de sentir satisfacción por la declaración de la mujer sobre su santuario de entrenamiento; sintió un rugido formarse en lo profundo de su garganta. Un rugido que en vez de salir por su garganta se extendió por todo su cuerpo causándole temblor. Apretó los puños obligándose a mantenerse donde estaba, una parte de sí deseaba salir disparado a hacer añicos a Kakaroto y la otra parte quería pulverizar a la mujer… la pregunta era ¿Por qué? Si bien los dos eran un irritante dolor de cabeza por distintas razones, en ese momento se encontraban totalmente ajenos a su presencia, teniendo una trivial conversación… juntos. Detestaba sus sonrientes semblantes, pero no era para que su cuerpo estuviera reaccionando así. Hasta la boca tenía amarga y su estómago ya no protestaba por alimento, sino por algo más. Era una sensación parecida a la que generaba su antiguo 'jefe' en él.

Ambos reían manteniendo sus posiciones, ella inclinada ante él, revelando aún más de lo que el top debía a él, sentado sobre el suelo con las piernas extendidas. La idea de la vista que estaba teniendo su enemigo de la hembra avivó su ira. Se imaginó arrancándole los ojos.

Una estela roja se apoderó de la imagen, despidiendo el resto de los colores. Parpadeó un par de veces más constatando que no era algo momentáneo, hasta sus propias manos parecían rojizas. Fue en ese momento donde reparó en lo ilógico que resultaba todo; pues por más que los aborreciera no había un motivo que encendiera todo su enojo en ese momento. O por lo menos no aparentemente.

El chiquillo de Kakaroto hizo aparición atrayendo su atención a la escena nuevamente.

-Wow! ¿A poco ya terminaron? ¡Increíble, papá!-

-¡Al fin! Milk no quería dejarnos comer hasta que terminaran-

-Imagino que tienen hambre después de trabajar tan duro- Comentó Milk saliendo con su delantal puesto- Por eso preparé platillos deliciosos-

-Después de ti- Dijo Bulma invitándolo a pasar a la casa-

-¡Excelente!- Festejó Krilin corriendo a la cocina- El último que llegue a la cocina lava los platos-

-¡No es justo papá, usaste la teletransportación!- Se quejó Gohan desapareciendo en la cocina, siendo seguido por su mamá y Bulma-

Vegeta torció los ojos hastiado por su ridículo comportamiento, con sus conversaciones estúpidas y su camaradería hipócrita. Con tanto para aborrecer, el adentrarse en la selva para aniquilar alguna bestia le apetecía enormemente. No requería para nada de cualquier facilidad que la humana y su pandilla pudieran proporcionar.

9:15 pm Corporación Cápsula

Vegeta aterrizó pesadamente en el patio, y se encaminó a la cocina sacudiendo su playera. El olor a comida recién hecha se infiltró en su sistema expulsando de su mente todo lo que no fuera satisfacer su apetito. Para su suerte la cocina parecía estar ocupada con dos presencias y ni siquiera el hecho de que únicamente se encuentren Kakaroto y la mujer le incomoda; simplemente está demasiado ocupado guiándose por su instinto como para reparar en otra cosa. No obstante a unos pasos de la cocina hay una frase que llama su atención.

-Vamos, te prometo que no te arrepentirás-

Gokú llegó a la cocina originalmente a sacar una soda del refrigerador, hasta que observó la mesa plagada de comida. Dado que Bulma era la única en la cocina no fue difícil adivinar a quien le pertenecía el festín.

-¿Todavía no llega?-

-No, es decir ¿Quién?... digo…-

-¡Ni lo intentes Bulma! Todos aquí sabemos para quien es la cena. Por eso me iré apenas me termine la soda-

-¿Irte? ¿Pero a dónde?-

-A entrenar, ayer perdí mucho tiempo por estar en cama-

-¡No puedes irte! Es decir, apuesto que hay algo más interesante esperándote aquí-

-¿Aquí?- Gokú miró la mesa de la cocina cada vez más confundido- Pero creí que esta comida era para Vegeta-

-No me refiero aquí, sino en… la casa-

-Pues no imagino que puede ser mejor que lo que tengo planeado hacer…- Comentó colocando una mano en su barbilla pensativo-

-¿Pa… para que imaginar si… si puedes presenciarlo en persona?- Tartamudeó Bulma, Gokú ladeó su cabeza a un lado claramente sin entender todavía ¿Cómo podía ser el hombre más poderoso de la galaxia y seguir siendo tan ingenuo?-Lo entenderás todo cuando llegues a tu habitación-Lo tomó de los hombros para empujarlo hasta el pasillo. Gokú no parecía muy convencido-Vamos, te prometo que no te arrepentirás-

Vegeta salió volando por una de las ventanas del pasillo antes de que cualquiera de los dos le vieran. Siguió con la vista a su enemigo avanzar hasta el cuarto que ocupaba con su familia. Volvió su atención a Bulma cuando esta soltó una risita baja frotando sus manos con semblante ladino.

-¡Jo jo jo! Pobre Gokú, no sabrá qué lo golpeó-

Frunció el ceño comprendiendo que algo muy extraño estaba pasando ahí, pero inseguro de qué era. Cuando reflexionó que se trataba del insecto y la humana, se dijo que no tenía por qué importarle lo que fuera que ella estuviera tramando. Dispuesto a saciar su apetito pese a la intranquilidad que en el fondo sentía, se dispuso a ir a la cocina. Buscando disipar su incomodidad aspiró para recuperar el apetito casi perdido con el toque íntimo de la conversación. Jamás imaginó que los deseados aromas le pudieran generar tanto asco como ese momento.

(…)

Gokú llegó a la habitación; a su parecer no había nada que le pareciera especial o diferente. Viendo más a detalle, había una nota sobre la mesa de centro de la habitación, adornada, como siempre, con rosas rojas.

-Toma un baño- Leyó sin ganas, suspirando decepcionado por tener que obedecer a aquella demanda cuando todo lo que deseaba era irse a entrenar. Todo sin siquiera imaginar que un visitante espiaba cada movimiento de la habitación.

(…)

Todo tenía sentido.

Apretó la mandíbula mientras su furia incendiaba cada parte recóndita de su cuerpo demandando desfogar de la única forma que sabía descargar su frustración: Explotando algo.

Y no era para menos. Ahora entendía porque su inofensiva cercanía le asqueaba tanto; su inconsciente había descifrado mucho antes que él todo el circo. Su enfermante disposición para defenderlo y asistirlo desde siempre, aun cuando tuviera que enfrentarse a él ¡El mismo príncipe de los saiyajin! Era evidente que su vergüenza no conocía límites, como si no fuera suficientemente humillante tener a una débil sabandija como amante ¿Ahora agregaría a la ecuación al más bajo de su estirpe? Un insecto que por si fuera poco, estaba casado… No era que eso fuera a detenerla tampoco.

Como fuera podía hacer lo que quisiera, no tenía por qué incumbirle dado que no había NADA que él quisiera de ella. Podía revolcarse con quien le apeteciera. Sin embargo, esa línea de pensamiento no aliviaba su fuego, ni tampoco disipaba la estela roja que nublaba sus ojos… Los vívidos recuerdos atraídos por el dulce aroma apenas conocido el día anterior, se instalaron en su mente dejándolo en completo estado de indefensión: su blanca desnudez, su voz llamándolo con excitación, todo lo que le pulverizaba su control era lo que ahora avivaban los deseos de sangre: la sangre impía de Kakaroto.

¿Por qué estaba tan furioso? ¿Por qué no podía hacer más que ser un simple espectador?

El cuestionamiento atrajo la certeza de que aborrecía la idea de la mujer que apenas anoche había estado en su lecho, pudiera compartirlo hoy con alguien más que no fuera él. Y no porque la deseara o algo similar, sino por la simple y sencilla razón de quién era él. No toleraría semejante afrenta a su ser.

Desterrando su autocontrol; se dejó domar por la ira e irrumpió con violencia en el cuarto de baño desquebrajando la pared por la mitad.

(…)

Cuando hubo removido la última prenda que le quedaba, se sujetó del borde de la tina con ambas manos y sumergió lentamente su cuerpo hasta la cintura en el agua humeante y perfumada. Dejando escapar un placentero 'Ah' se preguntó cuando había sido la última vez que había tomado un baño caliente así. Su memoria no tuvo demasiado tiempo para recorrer el pasado.

TRAAASSSSHHHHHH

No necesitó que el humo se dispersara para saber exactamente de quien se trataba.

Normalmente, su semblante; una simplona mezcla de confusión e ingenuidad; le habría provocado fastidio… hoy por el contrario la encontró ofensiva a niveles tan recónditos como su IQ… Como si no hubiera imaginado que eso pasaría apenas él lo descubriera todo; y no había forma de que él no lo fuera a descubrir; así como no había podido impedir que Kakarotto lo descubriera tampoco… El pensar en el aroma pedestre de ese inferior guerrero de sangre impura, irradiando de su odiada fina piel de nácar; le forzó a disparar su energía en protesta cimbrando los alrededores

-¡¿QUE HACES AQUÍ!?- Se gritaron al unísono entre rabia y perplejidad.

Gokú lo observó dirigirle inquisidor sus letales pupilas negras, con sus puños cerrados, la mandíbula prensada y los labios entreabiertos mostrando los colmillos.

Nadie necesitaba decirle que aquella no era una visita de cortesía.

-Bul…- Tartamudeó antes de tragar saliva rascándose la nuca sin alcanzar disipar qué era aquello que le había hecho rabiar a ese grado… Si estaba así de furioso lo mejor que podía hacer era decir la verdad – Bulma, me…me pidió que viniera…-Explicó-

-Feh! Te he subestimado Kakarotto- Su boca dibujó una sonrisa, pero sus ojos se mantuvieron fríos-

-¿A mí? ¿Porque?-

-Lo sabes- Explicó- Y aun así tienes osadía de mirarme a la cara ¿Vanagloria o simple sandez?-

-No entiendo…- Calculando sus movimientos Gokú alcanzó su ropa interior que yacía empapada en el suelo; pausadamente se puso de pie, sin tener la pista más remota que pudiera revelarle aquello que le había hecho acreedor a tal vehemencia explosiva-

-¡Gokú!-

-¡No entres!-Ordeno rudamente sintiendo el temor oprimir su pecho a sabiendas de que Vegeta no tendría la fuerza para acabar con él, pero si para desaparecer a su consorte; quién no era famosa por su prudencia, precisamente-

-Descuida- Rumió Vegeta furtivo comenzando a caminar hacia él haciendo levitar los restos de concreto e incrementando las sacudidas de la base, demasiado ensimismado para entrever la presencia de alguien más- En unos segundos todo quedará tan claro que lamentarás el día en que siquiera pensaste en la remota posibilidad de posar tú asquerosa, crédula, inferior, patética, esperanza en lo que me ¡PERTENECE!-

El denso remolino que desplegó la emisión de su propia energía consumió sus últimas pablaras.

(…)

Insegura aún de como procedería, se reprendió por tercera vez por haber pedido consejo a Bulma. Sus ideas liberales y provocativas eran un insulto a las buenas costumbres… No obstante; le gustara o no, ahí estaba su esposo listo para recibir una 'compensación' por su injusto trato hacia él luego del accidente; y ahí estaba ella vistiendo únicamente una minúscula toalla. Aunque de 'abortar la misión' él jamás se enteraría de sus pretensiones, supuso que era una buena oportunidad de pasar un tiempo solos. Tomó aire y con firmeza toco la puerta. Como no obtuvo respuesta se atrevió a llamarlo

-¡Gokú!-

-¡No entres!- La aprensiva voz de amado le descolocó, si era raro que algo le preocupaba, mucho más resultaba que algo le apenara. Su infantil demanda le permitió relajarse antes de admitir- Yo también estoy nerviosa, pero está bien- Comentó sujetando la perilla de la puerta y girándola con indecisión entró- ¿Después de todo estamos casados, no?- Su sonrisa ensayada quedó congelada cuando a sus pies no encontró ni jacussi ni piso sobre el cual sostenerse -¡AAAAHHH!- Gritó automáticamente cuando las salvajes ráfagas de viento le azotaron contra la puerta. Se arrodilló, constatando que el baño, la tina y su marido habían desaparecido dejando en su lugar un cráter inmenso que llegaba hasta la planta baja- ¿Pe…pero qué pasó?- Se preguntó, no sin antes distinguir un par de siluetas mostrando diestros movimientos a por lo menos 30 metros del suelo.

(…)

La sacudida le descoloco de tal forma que por un momento desconoció si estaba en el suelo o recargada en un muro. Una nube de humo llenó la cocina dejándola perdida. Cubrió su boca con la palma tosiendo repetidas veces cuando una sacudida le hizo aterrizar en el suelo de costado.

Se mantuvo ahí unos segundos hasta estar segura de que el temblor se había detenido. A causa de lo adolorido, levantarse le tomó más tiempo de lo normal. Uno de sus codos estaba raspado, pero fuera de ello, estaba entera.

-¡Chicos!- Llamó avanzando a tientas en dirección al patio previendo la llegada de un segundo temblor. -¡Chicos!- Gritó sintiendo que lo que debían ser segundos de silencio antes de que alguno de sus amigos se manifestara, eran una eternidad.

La luz del candil de la calle le guió hasta el jardín, cubierto parcialmente con escombro. El humo no se había disipado por completo cuando un vendaval la arrojó contra el suelo. De rodillas; con la certeza de que lo que estaba ocurriendo era más anormal que un sismo; levantó la vista al cielo, nada preparada para encontrarse con aquel panorama.

Su mejor amigo y el homicida interplanetario peleaban a puño limpio suspendidos en el aire. La mayoría de sus movimientos eran borrosos para ella.

Incapaz de articular palabra, corrió a su laboratorio.

(…)

Sus ataques eran certeros y estaban dirigidos con una seriedad superior a la que hubiera conocido en sus anteriores encuentros. Tiempo había pasado desde su última batalla, donde; debía aceptar se había salvado por muy poco… Batalla donde el saiyajin transmitía simple desprecio por él y sus compañeros… ahora sus habilidades no eran nada a comparación con el odio asesino que transmitía hacia él. Un odio tan puro que le estaba haciendo dudar sobre si había tomado la decisión correcta al dejarlo con vida.

(…)

-¡¿Qué demonios esperas?!- Demandó con un rugido, sin perder la oportunidad de encestarle una patada en el vientre; de la que Gokú se libró por muy poco al bloquearla con su rodilla- ¡ATACAME!-

-No lo haré- Afirmó desafiante, concentrándose en obstruir sus ataques.

-¿Y por qué?- Inquirió con fingido tono antagónico- ¿No soy suficientemente digno de tu tiempo?-

-No dije eso- Clarificó con rapidez asegurándose de elegir las palabras correctas para no provocar que perdiera el poco control que sabía, mantenía por nada más que su característico orgullo; pues era evidente lo inferior que se mostraría si se daba el lujo de que un 'guerrero de clase baja' como él, tuviera el honor de sacarlo de quicio. Y era ese orgullo el que tenía que usar a su favor, ahora que al menos evitaba atacarle con explosiones de energía. Todavía no era tarde para hacerlo entrar en razón- Pero no pelearé aquí-

-¿Tu preocupación por esa escoria mortal es superior a tu propia supervivencia?- Gruñó con una media sonrisa tirando simultáneos puñetazos- Me enfermas-

-Esa 'escoria mortal' no tiene por qué pagar por mi causa-Estableció con gravedad, cada vez más convencido de que sería imposible que su rival aceptara sensatamente cambiar el lugar de la pelea; un claro indicio de que su autocontrol era cada vez menor; pues conocía a Vegeta lo suficiente para saber qué; normalmente; su arrogancia le habría permitido ceder en algo tan intrascendente para su victoria, como el lugar de pelea.

Vegeta soltó una corta carcajada en contraste con la irá fratricida que golpeteaba por sus venas.

-Tú y tu estúpida compasión se pueden ir al infierno-

Endureció la ofensiva; si el insecto creía que podría sobrevivir únicamente bloqueando los ataques, le demostraría lo equivocado que estaba, y le demostraría que no necesitaba de ser un súper saiyajin para acabarlo.

(…)

Nada ajeno al combate; ante la seguridad de que Vegeta vería su renuencia como una afrenta directa; Goku supo que no tenía más alternativa que responder los ataques… aún si eso significara tener que inutilizarlo…

La mejor manera de parar aquello era dejarlo fuera de combate en un solo movimiento… Aún cuando la manera de hacerlo enardeciera su deseo de venganza apenas recuperara la conciencia.

Sí.

En definitiva la única salida para ambos; era ascender a súper saiyajin.

(…)

Una patada a la velocidad del rayo le arrojó hasta la mitad de la calle, donde su cuerpo abrió un cráter.

-Ya era hora, Kakarotto- Se dijo sonriendo para sus adentros con la mirada fija en su enemigo flotando a gran distancia- ¡HAAAAA!- Su propia energía elevó el asfalto en un radio de 10 metros, dejándole en el centro del cráter; pues ahora que al fin lo asesinaría, no sería inteligente desperdiciar energía destruyendo los alrededores. Ese error lo había cometido su primera vez en la Tierra. No volvería a ocurrir.

Con agilidad salió disparado hasta él, golpeando con ambos puños su espalda arrojándolo al patio de la Corporación, donde Gokú se frenó a poca distancia del suelo. Con la teletransportación llegó en un segundo hasta Vegeta, dispuesto a enviarlo hasta el otro lado de la isla para ganar los segundos que requería para transformarse.

Se colocó en posición para ello cuando.

-¡DETÉNGANSE!-

-¡Bulma!- El segundo de distracción causado en Gokú por su presencia, le dejó a merced del ataque de Vegeta-

-¡¿Qué están sordos?!- Gritó Bulma con toda seriedad irguiéndose sobre una moto voladora en dirección hacia ellos-¡PAREN INMEDIATAMENTE!-

-¡Mujer estúpida!- Reprendió Vegeta sin suspender sus patadas- ¡Mantente fuera de esto!-

-¡Aléjate de aquí, Bulma! ¡Toma a los demás y huyan!- La urgencia en la voz de Gokú pasó por desapercibida por la científica que no pretendía permitir que se irguiera el pandemónium sobre su casa-

-¡Nadie se va a ningún lado porque esto se termina aquí y ahora! ¡¿Me escuchaste Vegeta?!-

-Tu preocupación por este gusano es conmovedora; casi tan conmovedora como su preocupación por toda su indigna especie- Comentó displicente fingiendo una sonrisa-

-¡Detén. Esto. Ahora. Mismo!- Exigió con lentitud antes de colocarse en el hombro una aparatosa metralleta– O te juro que dispararé-

Vegeta frunció el ceño ante la pobre amenaza; incapaz de ignorar su presencia como sabía debía ser el caso: mantenía un arma de gran tamaño en su dirección, concentrando su vista en una pantalla menor a la altura de sus ojos, transmitiendo decisión. Sus senos se erguían desafiantes, perfectamente delimitados por el top deportivo rojo que había llamado su atención desde temprano; su vientre tenso asomaba hasta por debajo del ombligo; sus torneadas piernas del color del marfil mantenían su balance en el transporte suspendido, mientras su lacio cabello revoloteaba libre tras ella, enmarcando la épica vista.

De no haber estado tan iracundo quizá habría considerado divertida su amenaza; ambos sabían de sobra que; aunque actuara como una; no era ninguna guerrera, dudaba incluso que supiera como utilizar el arma; pero más dudaba de su sensatez al reflexionar en que después de todo ese tiempo, no supiera que las armas terrestres no tendrían el poder de siquiera rasguñarle.

Pero no era divertido, quizá admirable que, a diferencia del resto de los humanos más 'poderosos' de la tierra, ella estuviera ahí con su endeble amenaza; pero en definitiva no divertido…

No cuando era el trasfondo lo que importaba; el fin último de ella estuviera amenazándole: la vida de Kakarotto.

Si de por si su desafío era ofensivo, el que el objetivo fuera proteger a esa sabandija, lo hacía imperdonable.

Estaba arriesgando su propia vida al interferir en una batalla entre los guerreros más poderosos del universo, por ese idiota ¿No tenía en cuenta que si perdía el balance solo por un segundo moriría al caer del vehículo? ¿O que la sola onda expansiva de sus ataques le pulverizaría? Su frágil existencia no podía hacer nada para contenerle; pero ahí estaba, en pro del guerrero de clase baja que le había pisoteado… y esa… era una aberración inexcusable… algo que dejaba la falta de Kakarotto como nada en comparación con lo que ella le estaba haciendo a él…

Kakarotto hizo lo suyo para traerlo a la realidad golpeándole detrás de la nuca. Negándose a perder el conocimiento tomó distancia para patearle por detrás. El ultrasonido de una ráfaga de viento llamó su atención e instintivamente levantó el antebrazo protectoramente. El sonido se detuvo en seco y pudo observar que una delgada jeringa estaba clavada en su antebrazo.

-Te lo advertí- Determinó Bulma sin variar su expresión cuando sus miradas se cruzaron-

Con que ella iba en serio.

Apretó la mandíbula incrédulo de que ese insignificante ataque estuviera teniendo un efecto tan devastador en él. Arrancó la jeringa y la tiró lejos de él volviendo su atención al combate poseído con la rabia acumulada traducida en una estela blanca rodeando su cuerpo.

El choque entre ambos estaba generando una onda expansiva que hizo que Bulma perdiera el equilibrio sin caer pero si perdiendo la pistola de dardos tranquilizantes.

-¡Gokú!-

-¡Milk!- Bulma y Gokú se volvieron a verla saltar furiosa en la azotea de la Corporación, vistiendo una bata de baño-¡Vete de aquí Milk!-

-¡No hasta que me expliquen qué está pasando aquí! ¡Bulma, Detenlos!- Ordenó

-¿Y qué crees que estoy hacien…?-

FIUUUUM

-¡Ahhh!- Una ráfaga de viento; causada por el choque entre ambos guerreros; envió a la esposa de Gokú a la avenida más cercana-

-¡Milk!- Gritó Bulma luchando por evitar que su moto se estrellara contra su casa, angustiada por no alcanzar a recuperar el control a tiempo para ir en su ayuda-

(…)

-¿Te encuentras bien Milk?- Milk abrió los ojos para encontrarse sana y salva en los brazos de su amado; suspirando de alivio antes de abrazarse a su cuello-

(…)

-¡No escaparás Kakarotto!- Ladró Vegeta entre dientes, dispuesto a emprender el vuelo tras él; cuando sintió la suave palma de la mano de la humana estamparse con violencia en su mejilla-

SLAAAAAAP!

Centró su atención en ella, quien le miraba con reproche abrazando su propia mano adolorida, mano que, por su propia insolencia, ahora estaba fracturada.

-Eres una idiota-

-Lo prefiero a ser una completa imbécil como tú, grandísimo bastardo ¿¡Qué demonios pasa contigo!?-

-La pregunta es ¿Qué pasa contigo, mujer inútil?- Gruñó halándola hacia sí del antebrazo- ¿En serio eres tan estúpida como para creer que podrías burlarte de mí?-

-¿Bu… burlarme de ti?- Repitió confundida, sintiendo un extraño escalofrío cuando la negrura de sus pupilas se afiló-

-Pagarás caro tu insolencia- Aseguró con una media sonrisa, manteniendo el volumen de su voz bajo, de una manera que Bulma jamás le había escuchado y que hacía mucho tiempo, no le inquietaba- No sin que antes despedace miembro por miembro a tu inmundo, patético y rastrero amante-

-¡OYEME VEGETA!- Los chillones ladridos de la consorte del supuesto 'amante' se hicieron oír-

-¡SHHHH, MILK!- Pidió Gokú temiendo que Milk provocara que él perdiera la poca razón que Bulma parecía haberle forzado a recuperar-

-¡Te estoy hablando Vegeta!-Insistió sin el menor temor- ¿O es que los psicópatas asesinos no tienen buenos modales?-

Vegeta torció los ojos volviendo su atención a Bulma

-Milk harás que se enfade- Susurró Gokú-

-¡Entiendo que estés obsesionado con MI ESPOSO! ¿¡PERO es que ni siquiera podías ESPERAR hasta mañana, BRUTO SALVAJE!?-

-No es para tanto-

-¡¿No es para tanto, Gokú!?- Repitió llévense las manos al pecho dolida- ¿¡Interrumpir nuestra velada romántica te parece poco!? ¡Te recuerdo que tú hermano y ESE animal arruinaron nuestra vida perfecta con su llegada! ¡Lo que es peor, le robaron a Gohan la posibilidad de ser el mejor estudiante menor de 5 años de la historia! ¡¿Y ahora pretendes que me queda tan tranquila cuando AMENAZA con acabar con nuestro matrimonio?!-

-Mi…Milk no entiendo lo que dices- Comenzó Gokú sintiendo el miedo que solamente la mujer que tenía en brazos le podía causar- Y seguro que él tampoco; porque no vamos a…-

-¡Aunque queramos irnos no tenemos a donde ir! ¿Ya se te olvidó que volaron el baño?-

-¡¿Qué hicieron qué?!-

-¡Lo que oíste, Bulma! Ese salvaje voló el jacussi, las velas aromáticas, todo lo que habíamos preparado-

Bulma se quedó helada.

Antes de volverse lentamente a mirar a Vegeta quien mantenía su atención fija en la pareja. Contra cualquier pronóstico; aún con el esfuerzo instintivo del guerrero por esconder sus pensamientos; pudo distinguir debajo de toda la furia, un anormal semblante irresoluto.

-¿Será posible que…?- Sintió su quijada caer ante la conmoción por la verdad a galopándose en sus narices. Vegeta había vuelto a mirarla a los ojos

"¿En serio eres tan estúpida como para creer que podrías burlarte de mí?"

Era increíble… a tal grado que se quedó sin habla. Había vuelto en algún momento anterior a que ella le pidiera a su amigo ir a la habitación; lo suficiente para reconocer los aromas de las esencias de baño que ella había utilizado la noche anterior; entonces había seguido a Gokú y cuando encontró todo exactamente igual, creyó que…

"No sin que antes despedace miembro por miembro a tu inmundo, patético y rastrero amante"

-Vegeta ¿Tu pensaste que Gokú y yo?-

(…)

Sus temerosos ojos azules volvieron a la vida apenas él fijó los propios en ella.

Vegeta no era ningún idiota.

Como genio del combate y perfecto estratega de guerra; no tuvo problema con entender la situación luego de las declaraciones de la arpía…

La simplicidad de la verdad era nada comparada con la traición que había articulado en su cabeza… Todos los indicios habían estado ahí, pero simplemente les había dado una importancia innecesaria. Mínimo era todo ello comparado con lo que se había creado en su mente

'Traición'

Traición era que el socio comercial más prometedor de su planeta, les hubiera destruido.

Traición era lo que la prostituta había hecho al intentar matarlo.

Traición era la cualidad perfecta de las Fuerzas Especiales Ginyū

El que la hembra planeara o se hubiera revolcado con el gusano, no era algo que debiera importarle y mucho menos ver como traición.

La traición solo está implicada cuando hay más que conveniencia en la ecuación; sentirse traicionado por ella significaría que sentía algo para lo que su ser superior no estaba creado.

Cual confirmación de sus reflexiones la cantarina carcajada de la mujer a su lado repiqueteo en su cráneo.

(…)

El alivio se instaló en ella, provocándole un ataque de risa.

La tensión por haber creído que Vegeta había decidido adelantar la revancha con Gokú o que se había vuelto loco, le abandonaba con cada aspiración.

Consiente de la inquisidora mirada de Vegeta y de su desconfiada naturaleza se obligó a recuperar la compostura.

-Déjame explicarte, tonto-

(…)

-Déjame explicarte, tonto- Las palabras parecieron lejanas, después de que su risa le dejara aturdido por su significado.

Al final del día había encontrado la afrenta... con diferente ejecución, pero afrenta al fin.

Una afrenta que no estaba dispuesto a pasar por alto.

No esta vez.

No más.

La advertencia se atoró en su garganta, frenada por la certeza de que este sería su final.

Y no por su responsabilidad, sino por la ingenuidad e insolencia de la hembra… ¿Cuántas veces le había advertido sobre ello? Pero ella había continuado presionando hasta llevarlos a ambos a un punto sin retorno.

Tan renuente a conocer su lugar… sin creer que le costaría la vida aprenderlo

Pero este era uno de esos errores que no podría repetir

Pondría término a lo que fuera que había cimbrado su mundo por tan mínimas horas. Le podría fin a ella.

Así no tendría que verla más.

No la escucharía más.

No se consumiría en su irracional deseo.

No perdería el autodominio con su febril aroma.

No la odiaría más.

La destruiría. Desaparecería para siempre habitando únicamente en sus recuerdos, recuerdos que luego de esa noche, bloquearía con imperecedero arrojo; acallando la deshonra que su cremosa carne había infringido en él.

Soltó su antebrazo para concentrar su energía en su palma extendida a la altura de su cintura.

El pecho le hervía, pero no con la avidez asesina que debía sentir; sino con desesperación; una desesperación como nunca había sentido: la urgencia de acabar con algo y no tener la fuerza suficiente para hacerlo… o peor aún: la VOLUNTAD… como si cientos de cadenas invisibles le apresaran impidiéndole tocarla o siquiera acumular la energía.

Sintió su palma temblar, pero ni un solo átomo de energía… teniendo en cuenta su nulo dominio de ki, era un milagro que aún se mantuviera en el aire.

Ahogó un grito, lo único que le faltaba era explotar en cólera frente a ella… y tenía que conservar la poca dignidad que le quedaba.

La poca dignidad que ella le había dejado.

En segundos le dio la espalda y con el dolor de su orgullo herido, salió proyectado en línea recta.

(…)

No hubo tiempo para reaccionar, la aeronave salió disparada en dirección opuesta mientras el mundo giraba bajo sus pies impidiéndole comprender del todo había terminado en el aire precipitándose a su muerte.

Confundida no atinó más que a gritar.

-¡Te tengo!- En efecto, su amigo de la infancia había llegado con tiempo de sobra para atraparla a 5 metros del suelo-

-¡Krilin!- Le llamó recobrando la respiración sin atinar a decir nada más-

-Gohan y yo regresamos apenas sentimos los ki de Gokú y Vegeta dispararse… pero…- Miró en derredor mientras Gohan corría al lado de sus padres; que estaban descendiendo en el suelo- ¡Rayos Bulma! ¿Qué fue lo que pasó aquí?-

-Yo…- Se volvió a ver los destrozos, los daños materiales eran importantes: el cuarto de visitas el primer piso y una parte del patio; pero nada que no pudiera ser reparado. Justo lo contrario en lo que había ocurrido con Vegeta, cuyo rastro era visible a través de los cúmulos de nubes partidos en dos en dirección al sur de la ciudad.

Había salido disparado sin preocuparse ni un poco por su seguridad. Sin tener en cuenta que el despliegue de su ki la arrojaría a una muerte segura por estar a escasos metros de él.

¡Tan ciega! Vegeta no había cambiado… seguía siendo el mismo egoísta inamovible de siempre, solo que ella había estado muy ocupada idealizándolo como para aceptarlo.

Lo veía todo tan claro ahora, tan claro como había visto a la misma muerte antes de que Krilin la salvara: Vegeta no tenía nada que ofrecerle... Era una fuerza indomable de la naturaleza hecha para destazar y exterminar.

Tanto odio no podía tener cabida en el corazón de una mujer.

Sintió lágrimas aglomerarse en su garganta.

-No lo sé- Admitió obligándose a permanecer firme. No derramaría lágrimas por quien no la merecía.

No más.

CONTINUARÁ…

¡Wow! Lo logré, como con 2 meses de retraso… pero lo logré ¡Vaya que tuve problemas con los diálogos! Espero que no les haya parecido aburrido; pero era necesario, no, más bien imperativo narrar con sumo cuidado y precisión los sentimientos de Vegeta en cada una de las situaciones tan trascendentales para explicar lo que sería lógico que él sintiera… Quizá no les agrade mucho este capítulo por cómo van las cosas para la pareja, y es por eso que les quiero explicar porque lo armé así: La verdad me hubiera encantado narrar una historia de amor dulce y tierna… pero después de ver los primeros capítulos de Dragon Ball Z de nuevo, con el fin de tratar de entender mejor la psique del personaje… llegué a la siguiente conclusión: Vegeta era un asesino, brutal y despiadado; vivía así desde los 5 años y fue hasta casi los 30 que conoció a Bulma, así que eso nos deja con 25 años de ira reprimida, humillación y esclavitud; ¡25! por tanto; por más hermosa y deseable que fuera Bulma, es totalmente ilógico que su solo amor pudiera transformarlo completamente en esos 3 años… de hecho el que 10 años después de su 'acercamiento' se hubiera sacrificado por su familia, desafía los principios de la psicología, ¡Nadie se convierte tan rápido! ¡No cuando has vivido el 83.3 % de tu vida en el infierno!

Más tenemos ciertas inconsistencias en la serie que muestran un lento cambio en el personaje: primero cuando reconoce a Trunks del futuro: "Tiene el mismo nombre que mi hijo"; y segundo, al final del juego de Cell cuando se disculpa con Gohan por haber provocado que perdiera su brazo al protegerlo; lo cual nos refleja que su 'relación' con Bulma (que para este punto no creo que estuviera muy definida) algo había influido en él para ese tiempo.

Por todo lo anterior es que no puedo juntarlos todavía como me gustaría y que este capítulo terminó empeorándolo todo… lo cual no significa que no tenga escenas románticas bajo la manga; solo no todavía ¿Cuándo? Esperen el siguiente capítulo y lo averiguarán jeje.

Muchas gracias por sus opiniones y halagos, significan muchísimo para mí. Gracias a los que me han seguido desde que empecé, quisiera poder contestar todos sus comentarios pero el tiempo me ahorca jojo.

Espero tener el siguiente en una semana, no habrá tanta introspección como en este; así que es posible. ¡Espérenlo y gracias por leer!

Y por cierto ¡Feliz año nuevo y Navidad!