Reemplazo.

Jacob B. /bella E.

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-Bella…- susurre con vos deseosa. Salvaje. Necesitada. Ella me besa. Yo la beso. Ella me acaricia el pelo. Yo también. Ella me sujeta del cuello. Yo le rodeo su pequeña cintura.

Ambos nos fundimos. Ambos mezclamos nuestras lenguas en un solo Bailén y nos dejamos llevar por el momento. Como siempre.

Me frustra.

¿Porque? La rozo, la toco, la hago mia mil y un veces, más no me siento satisfecho. Porque se que ella no me ama. Porque ella me quiere, me adora…

Ella me entrega día a día su cuerpo, más no su corazón.

Porque alguien lo robo. Porque él la encontró primero. Porque el tuvo la llave de su alma. Porque el fue mas halla de la adoración.

Porque bella lo amo, lo ama y seguirá amando…

-Edward…- susurra con aquella aterciopelada, suave y adictiva voz antes de caer dormida. Salgo de ella y me tumbo a su lado con el cuerpo desnudo. Paso mi brazo por sus cabellos, recorriendo con la mirada cada centímetro de su piel. Y luego recuerdo porque estoy aquí.

- "Edward"-

Siento mi rostro endurecerse.

Me duele. El cuerpo. El pecho. El alma.

"Edward, Edward, Edward" mis manos empiezan a temblar peligrosamente, trato de calmarme y por unos segundos resulta, pero los recuerdos, las palabras y los ecos de su maldita presencia vienen a mi mente.

Porque me siento dolido. Porque me mata. Me asesina.

Porque cuando bella hace sexo conmigo se que piensa en el. Porque cuando ella me ve, ve los ojos dorados rojizos de él. Porque cuando ella toca mi calida y ardiente piel, la siente fría y suave como la de él. Porque cuando me dice con aquella dulce voz "Jacob" se que en su fuero interior dice "Edward".

Porque el es todo lo que no pude ser.

Porque para ella soy solo su Jacob. Más no su Edward.

Soy su reemplazo. Y el, su amor.

Aun así la quiero, y no puedo dejar de hacerlo. Porque se que su presencia me hace daño, me mata poco a poco y me destruye por dentro, y se que soy un masoquista por ello.

Porque no me puedo alejar de ella, porque es mi "bella" y yo soy su "Jacob"

Ella es mi princesa. Y yo su sirviente.

Porque el es su príncipe y ella su muñeca.

Porque él la dejo. Y ella lloró y busco mis brazos. Busco la protección. El amor que le faltaba y yo como el idiota enamorado que soy se lo entregue.

Aun así… no me importa.

Porque aun mantengo la vaga esperanza de que algún día se de cuenta que una pequeña parte de su corazón me pertenece.

Que aunque quiera aceptarlo o no me amara tanto o igual que el.

Porque se vale soñar. Porque soñar no es un crimen. Y talvez…solo talvez aquella loca fantasía se haga realidad.

-Bella…- susurre casi inconsciente mientras depositaba el último beso de la noche en su frente, le acaricie el rostro, la observe un segundo mas y caí en los brazos de Morfeo.

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