1

Para protegernos...

En ocasiones, uno debe hacer sacrificios para poder sobrevivir... y eso 1 lo sabía...

La cátedral de San Patricio se había vuelto su refugio, su reino... ¿Para qué salir y arriesgarse si podían permanecer ahí en silencio?

Sí, todo lentamente había ido quedando en silencio, a 1 le complacía el silencio, el orden, su autoridad.

Era el señor de la cátedral, era quien guiaba a los demás... si habían sobrevivido desde la guerra era por él.

¿Por qué tenían que preocuparse por corregir los errores que los hombres les habían heredado? ¿Tenían que hacerlo? No, no era necesario... finalmente todo iría quedando en silencio.

Ahí, en ese refugio, en la parte más alta de la cátedral 1 podía admirar su obra, su sabiduría era inigualable... aunque en ocasiones fuera cuestionada...

Sí, no había nada de que preocuparse mientras permanecieran ocultos y siempre en silencio para no llamar la atención de la Bestia...

Y así por todo ese tiempo 1 se decía así mismo que todo lo que hacía era correcto, que era el salvador del grupo, que sin él estarían pérdidos mientras acomodaba el botón de su capa y enderezaba su sombrero siempre con el báculo de pequeño cascabel en la punta a su lado.

1 siempre tenía las respuestas... Al menos eso creía... hasta que 9 apareció...

"A veces uno debe sacrificarse..."