Propter hoc

Hei siente el peso de la muñeca sobre la línea de su cinturón y entonces se coloca la máscara para dejar de ser Hei porque Hei siendo Hei no puede tomar una niña que es idéntica a la hermana que perdió pero el Contratista que vive dentro suyo es cosa infrahumana (o al menos eso dicen y él trata de creerlo aunque no termine de convencerse) así que puede incurrir en el incesto simbólico sin culpa alguna.

Además, el Contratista no tiene piedad de la muchacha ciega que se deshace en gemidos y no teme quebrarla en mil pedazos, aunque Hei haga una mueca por debajo de la máscara y su corazón se contraiga mientras que sus manos la hacen rogar contra la almohada.