Crepúsculo y todos sus personajes pertenecen a Stephanie Meyer©, solo la historia es mía ;) ©

Calificado M, ya saben por qué... jijiji XD

N/A: Hola!!!!!! Esta es mi nueva creación (Ya saben mi mente rueda que te rueda jaja XD), créanme mi imaginación no para!, es que soy un poco lenta para escribir. Bueno esta va a ser una historia ambientada con cosas árabes y con paisajes de Brasil :D, (me encanta todo lo que sea árabe) y pues admito que mi inspiración fue la novela El Clon que es hiperbuena :D, y bueno espero que les guste. Todos humanos! Por cierto si no entienden las palabras que están en árabeen el segundo capítulo les explico su signifiacado ;)

-Mi Flor del Desierto-

Bella es de descendencia árabe y pierde a su madre. Debido a esto, es enviada de regreso a Marruecos con su padre donde es obligada a casarse con un hombre desconocido mientras ella quiere a otro. ¿Será que el amor nacerá de la convivencia en verdad?...

-Volviendo a mis raíces-

(Bella POV)

Voy en un avión que me llevará de regreso a mis raíces, voy de regreso a Marruecos a vivir con mi padre. Una parte de mí está feliz por volver a mi tierra, la tierra donde nací, feliz porque veré a mi padre después de muchos años y a mi querida prima Alice, pero mi otra parte está entristecida... Acabo de perder a mi madre, ella sufría del corazón y pues, no aguantó un fuerte paro cardiaco. Me siento tan sola sin ella. Yo nací en marruecos hace diecisiete años, un año después de mí nacimiento mi padre me envió junto con mi madre a vivir a Brasil, claro siempre estuvo al pendiente de nosotras pero dejó de visitarnos hace unos trece o catorce años. Desde entonces he estado siempre con mi madre, nunca nos habíamos separado más de un par de días. Ella me enseñó todo lo que debía saber acerca de nuestras costumbres; me enseñó a danzar, a pesar de ser un poco torpe para ello, me enseñó a orar con el 'tasbith', siempre leía el 'Corán' para mí, entre muchas otras cosas. Cuando la noticia de que mí madre ya no estaba entre nosotros llegó a Marruecos, mi padre pidió que yo fuera enviada a vivir con él de nuevo. Solo viví un año con él y no lo veo desde hace años, así que no recuerdo bien su rostro, tampoco recuerdo cómo es mi tierra, mi madre siempre me enseñaba fotos del desierto, de las ruinas, de nuestra casa, fotos que observo en este mismo instante. Ahora veo una foto en la que estoy con mi madre en la playa, llevé mi mano derecha a mi cuello y tomé en mi mano la piedra topacio que mi madre me regaló cuando nací.

–Nunca te separes de ella, traerá luz a tu vida...-.

Así me decía cada vez que veía la piedra colgar de mi cuello. Sonreí al recordar como me regañaba pausadamente cuando me iba a la playa y me estaba ahí lago rato, para la gente de mi pueblo es 'harám' que una mujer camine por las calles sin cubrirse con un velo, pero a mi madre no le molestaba, no me obligaba a usarlo, ni me obligaba a estar encerrada siempre. Me detuve en una imagen en la que yo aparecía tomada de la mano de un joven de piel muy suave y tostada por el sol, un tanto rojiza, con el cabello negro y corto, musculoso y con una sonrisa encantadora, era un amigo, más que eso estábamos enamorados, su nombre es Jacob, mi madre permitía que él fuera a visitarme y que saliéramos de vez en cuando, teníamos planes para casarnos, él se convertiría a mi religión, nos casaríamos y tendríamos muchos hijos. Ahora iba a ser un poco más difícil, porque, estábamos muy lejos, pero no perdería la esperanza de estar con él. Por fin llegué a mi destino, bajé del avión y seguí el camino que me indicaban los encargados, entré al aeropuerto y pude distinguir a mi prima Alice que no dejaba de pegar brincos de emoción, a su lado estaba Esme, era como la ama de llaves de la casa d mi padre, una mujer muy amable por cierto. Ambas estaban cubiertas por sus respectivos velos y llevaban vestidos largos de telas muy sedosas. A diferencia mía que llevaba unos jeans oscuros y una camisa verde holgada. Corrí hasta Alice y la abracé con fuerza...

-¡Bella! 'Assalam-Alaikum', ¡Estoy tan feliz de que hayas llegado!-

-'Alaikum-Assalam', yo también estoy feliz de estar aquí...- Sonreí y luego abracé a Esme con el mismo saludo.

-Debemos irnos, tu padre está loco por verte...- Asentí.

Tomamos un taxi que nos dejó frente a unos callejones, todo aquí es como de color arena, lindo, no recordaba nada de aquí. Fuimos por un callejón, por cierto todos son muy estrechos, apenas y podemos pasar por aquí. De andar sola me pierdo por completo. Mientras caminábamos Esme hablaba de lo emocionadas que estaban cuando supieron que yo llegaría. De un callejón salió un grupo de mujeres que cantaban bailaban, una de ellas llevaba una bandeja dorada en la cabeza con un pañuelo blanco manchado con algo de sangre. Nos detuvimos a observar y Alice aplaudía.

-¡Mira bella, hubo una boda!- Dijo Esme sonriendo.

-¿Y qué es lo que celebran con ese pañuelo?-

-Que la novia era virgen- Contestó Alice muy calmada.

-¿Y pasean eso así?... Que vergüenza...-

-¡Por supuesto Bella!- Dijo Alice poniéndose frente a mí sonriendo. –Es una bendición que la novia sea virgen-

-¿Y si la novia no fuera... virgen?- Pregunté curiosa.

-Sería devuelta a su familia, manchando a la misma con vergüenza- Dijo Esme sonriéndome de forma maternal.

-¡O peor!- dijo Alice.

-¿Peor?-

-Puede morir... Es un 'harám' muy grande Bella...- Contestó Esme, me paralicé.

-¡'Allah' me libre!- Gritó Alice.

Dejamos nuestra conversación para seguir nuestro camino hasta la casa de mi padre. Llegamos a una pared muy grande y había una puerta de madera con figuras típicas de mi pueblo, ésta estaba abierta y se podía divisar una pequeña fuente, cuando entramos todas las mujeres que trabajaban para mi padre comenzaron a cantar y bailar, celebrando mi llegada. Alice saltó entre las mujeres que aplaudían al compás de sus cantares y lanzó su velo al aire y comenzó a bailar, si hay algo que me gusta de mi gente es que son muy alegres y siempre celebran y sonríen por todo. Esme me llevó hasta la que sería mi habitación la cual tenía dos puertas para llegar a ella, en este tipo de casas hay entradas por todos lados, del borde de las puertas colgaban telas casi transparentes de vistosos colores, la cama era grande y el cubrecama era de color naranja. Alice prácticamente se lanzó en la cama sonriéndome y me atrajo tomando mis manos.

-Bella, adivina qué...-

-Nunca he sido muy buena para adivinar- Admití sonriente.

-¡Bella me voy a casar!-

-¿De verdad?, me alegro mucho por ti...-

-Tú también deberías casarte, para que no estés sola Bella-

-¿Yo?, no, no. Yo solo me casaré con el hombre al que ame, Jacob- Pensé. –Pero cuéntame, ¿quién es, cómo se conocieron, lo amas tanto como para casarte?- Me miró sonriente pero extrañada.

-Bella, no lo conozco, jamás en mi vida lo he visto...- Me contestó con toda la naturalidad del mundo.

-¿Qué, pero cómo...?- No entendía.

-Bella, mi tío Charlie eligió un marido muy guapo y rico para que me llene de oro y de hijos, ¡¿no es maravilloso?!-

-¡No, es horrible!, casarte con un hombre que jamás has visto, que no conoces, eso es... es triste... Es horrible casarse sin amar a alguien, casarse con alguien que fue elegido por la familia...-

-Por supuesto que no Bella, la familia y los padres saben lo que es bueno para nosotros, además yo voy a amar mucho a mi marido...- Se levantó y movía sus brazos frente al espejo como serpientes. –Bailaré para él y le daré muchos hijos y él me llenará de oro y tendremos una vida muy feliz...- En ese momento llegó Esme y observó a Alice sonriente y luego me hizo levantar de la cama.

-Bella tu padre acaba de volver del mercado de camellos y quiere verte- Asentí.

Fuimos hasta lo que sería la pequeña oficina de mi padre donde él me esperaba ansioso, cuando me vió sus ojos se llenaron de lágrimas pero supo contenerlas, sonrió y me abrió los brazos para que lo abrazara, sonreí y miré a Esme que me hizo un ademan de que lo abrazara, debo admitir que le había perdido un poco la confianza, eran muchos los años sin verlo, aún así, corrí hasta él y no pude contener mis lágrimas al recordar a mi madre; -Así está tu padre ahora- Decía mostrándome una imagen de Charlie. –Sé que él no siempre viene a vernos pero no debes olvidar que tu padre te ama, ¿está bien?- Aún me parece increíble que ya no este conmigo. Me separé de Charlie y sequé mis lágrimas.

-Bella estoy tan feliz de que estés aquí, tu llegada a traído luz a esta casa pero, ¿por qué lloras Bella?-

-Recordé a mi madre, pero estoy bien...-

-Bella, no debemos llorar por los que se han ido, así como los recibimos con alegría debemos despedirlos con conformidad... Inna-Lillahi-Wa-Inna-Ilaihi-Rajium- Me hablaba en un tono de mucha sabiduría. –Debemos recordar que ahora están en un lugar mejor-

-Eso, ¿qué quiere decir?- Tengo que admitir que no llegué a aprender el árabe a la perfección.

-"De 'Allah' somo y a él hemos de volver". Nuestro pueblo es muy conforme con las cosas de la vida Bella, si 'Allah' lo quiere así, debemos aceptarlo así, estaba escrito, todo lo que vivimos está escrito- Yo me dedicaba a escuchar con atención, mi madre siempre dijo que mi padre era un hombre muy sabio que sabía muy bien como transmitirle todo a los demás. Se sentó en su escritorio y me miró sonriente. –Has crecido mucho Bella, ahora dime, ¿tu sangre ya bajó?-

-¿Uh?- Me desconcertó un poco su pregunta. –Si, si ya bajó.- Me sonrojé.

-Pues si es así, me gustaría que cuando estés fuera de casa lleves tu velo, no es bueno que una mujer exhiba su figura por la medina sin vergüenza alguna-

-Pero en Brasil, yo, no lo usaba, allá nadie lo usa- Repliqué.

-Bella, las mujeres occidentales no tiene miedo del juicio final, no están al tanto de que lo que hacen es un pecado muy grande- Por lo visto aquí todo es pecado muy grande. –Ahora dime Bella, ¿estudiabas en Brasil, cierto, piensas seguir tus estudios?-

-¡Sí!, quiero estudiar medicina, quiero ser pediatra-

-Y eso está muy bien, en este momento estamos preparando la boda de Alice, cuando pase la boda, hablaremos de tus estudios, ahora tengo que salir de nuevo...- Se acercó a mi y besó mi frente. –Volveré para la cena ¿está bien?- Asentí.

Se fue y me dejó en casa con Esme, y Alice. Caminé largo rato por la casa, recordando y familiarizándome con el lugar, ¡cómo era bueno volver a mis raíces!, lo único que aún me entristecía era no poder ver a Jacob...

Continuará...

N/A: ¿Qué tal, les gusto? Porfis dejen reviews!!!!! Estuvo un poco corto pero el próximo trataré de que sea mas largo, un besooooo!