Noches de Invierno

Una noche fría de invierno, sobre la nieve camina una joven bien abrigada y con deseos de llegar a un lugar donde no la encuentren, mientras hablaba para si misma.

-debe irme para que no me encuentren, pero… ¿a donde? Debí pensar eso antes de irme (escucha pasos que la siguen y esta comienza a correr, sus perseguidores comienzan a llamarla y ella corre desesperada e inundada por el miedo)

-pequeña no huyas… no te va a pasar nada…

-o tal vez si… (Los dos perseguidores se reían a carcajadas jugando con su presa, ella corría y en un momento vio una casa en la que tal vez se podía esconder, entro y se escondió detrás de un árbol e intentó cesar su miedo para no ser encontrada, lo cual no funcionó)

-hoola, bella damisela en peligro

-no se acerquen a mi… se que son… y-y yo lo soy también… (Eso sorprendió un poco a los 2 extraños)

-sabe que somos…

-entonces ya sabes tu final…

-s-soy una Hyuga y deben tenerme respeto… soy Hinata Hyuga… (Ambos acosadores se miraron y rieron a carcajadas)

-tal vez si sepas bien lo que somos…

-pero ¿sabes? La heredera Hyuga nunca sale de sus terrenos

-además…

-toda su familia tiene poderes del hielo… lo se… yo los tengo (interrumpió la joven ya un poco mas calmada y sin miedo, lo que hizo que los dos espectadores se volvieran a mirar pero esta vez confundidos)

.mira niña, no te creemos y no perderemos tiempo (los dos seres extraños se lanzaron sobre ella y ella no pudo hacer nada mas que gritar, en ese momento salio un joven de la casa gritando y prendiendo luces luminosas que hicieron que los dos acosadores se fueran, la joven se volvió a esconder detrás del árbol)

-oye… muchacha se que estas allí (el joven no recibió respuesta así que decidió apagar las luces, ella pensó que ya había entrado a las casa, pero para su sorpresa seguía allí, cruzado de brazos y apoyado en el marco de su puerta) si sales de aquí lo mas seguro te estén esperando afuera

-n-no creo… s-será mejor q-que me valla

-una chica a altas horas de la noche sola por la calle no es buena idea, aunque sea invierno (la joven estornudó) hasta podrías pescar un resfriado ¿Por qué no te quedas esta noche aquí? (el joven se acercó un poco a ella y ella se alejó) *valla que si es desconfiada, pero tiene razón, soy un completo extraño para ella*

-*es un simple mortal, si intenta algo fácilmente me podría deshacer de él, en cambio si salgo lo mas seguro es que esos… me estén esperando cerca y no tendré tanta suerte como ahora, no, no puedo entrar a la casa de un extraño…* eto… ¿me permitirías quedarme un rato mas en tu jardín? Prometo que después me iré

-pero si te acabo de ofrecer mi casa…

-si, pero no acepto, estaré bien si me dejas estar en un jardín por unos momentos después me iré

-eres rarita… esta bien (el joven entró a su casa, subió a su habitación y miraba a la joven desde la ventana apoyada en el árbol, mirando la brillante luna, para ese espectador ella se veía hermosa…)

De pronto la joven se tambaleó y calló desmayada en la nieve, el joven corrió en su auxilio y la llevó adentro de su casa, después la joven despertó momentos después al sentir un calor en su cuerpo… no lo podía creer, estaba en la cama del joven, con muchas cobijas encima y al levantarse notó que no tenia su chaqueta.

-veo que ya despertaste… (El joven estaba en unas sabanas en el suelo y ella bajo su mirada para verlo)

-s-si…

-pensé que no despertarías hasta que amaneciera… dime como te llamas… yo soy Naruto Uzumaki

-*Uzumaki* y-yo soy Hinata… Hyuga…

-¿tu vives en esa enorme mansión de la que casi nunca sale nadie de allí?

-s-si…

- por eso no te había visto por aquí… ¿Por qué nunca salen de allí?

-b-bueno… p-pues… (No sabia que responder, no podía decirle la verdad)

-no respondas si no quieres (dijo al notar lo nerviosa que se había puesto) *valla que si es rara, tal vez por eso no la dejen salir jeje…* mejor duerme, mañana te acompañaré a tu casa

Ella se recostó nuevamente en la cama muy pensativa, en realidad en la mañana no podía salir… daba vueltas y vueltas en la cama sin pensar en dormir, en realidad no tenia nada de sueño y no era raro, pensaba en tantas cosas; como que cuando pudiera llegar a casa se llevaría una gran reprimenda, seria detestada por varios días o quien sabe hasta cuando. De pronto escuchó una voz que la saco de sus pensamientos.

-¿no puedes dormir?... yo tampoco… (La chica solo lo miraba y veía que tenia frió)

-¿no es porque tienes frió?

-tu tranquila, no te preocupes

-lo que pasa… es que no estoy a-acostumbrada a dormir de noche… (Esa respuesta desconcertó al oyente)

-¿y entonces? ¿Duermes de día?

-bueno… algo así

Estuvieron conversando toda la noche sin que ella dijera mucho de ella, solo jugaba con su cabello mientras el la miraba desde el borde de la cama.

Cuando ella se dio cuenta de que ya estaba amaneciendo, le pidió a él que cerrara bien las cortinas, ella ya tenia un poco de sueño y cuando Naruto se dio cuenta, ella estaba pegada a la pared en la cama aferrandose al frió que daba esta. El tenia sueño, pero ese sólido suelo no lo dejaba dormir, miraba el gran espacio que dejaba ella al estar en la pared y decidió que se acostaría junto a ella pero intentando no tocarla, esta parecía tener el sueño muy profundo ya que no se despertó cuando él entró en la cama, ya pasaba de medio día y la chica abrió los ojos lentamente, intentó darse la vuelta pero un brazo se lo impedía, al darse cuenta era Naruto quien la estaba abrazando, se ruborizó completamente, intentó quitar el brazo del chico sin despertarlo, lo cual lo logró, luego sigilosamente salio de la cama y a su paso por la casa cerraba las cortinas dejando la casa en total oscuridad, luego se quedó en la cocina preparando algo de comida (claro, encendió la luz artificial de la cocina la cual no le hacia daño) el rubio se despertó al sentir un sabroso aroma y justo cuando su estomago hacia ruido.

-tengo hambre… (Dijo el chico aun medio dormido dirigiéndose al baño para asearse)

Bostezando bajo las escaleras y lo que le desconcertaba era ver toda la casa a oscuras, con su fuera de noche, luego vio la luz de la cocina y se dirigió hasta ella.

-¿Por qué la casa esta tan oscura?

-es que… n-no me gusta la luz del sol…

-de veras, eres muy extraña ¿Qué haces? (se distrajo con el rico aroma y su estomago volvió a hacer ruidos, ella sonrió calidamente)

-preparó Ramen

-Ramen! Mi favorito… aunque no debiste molestarte

-n-no es molestia, tú me ayudaste… anoche y quería agradecerte… (Ella jugaba con sus dedos nerviosamente y el lo notó, le ofreció una sonrisa y se sentó en una silla para mirar como ella se movía en la cocina preparando todo)

-¿D-dónde están los platos?

-arriba de la repisa

-¿y-y los cubiertos?

-en la gaveta a tu derecha

-¿Dónde están… los vasos? ¿n-no tienes para preparar jugo? (el sonrió calidamente y se levantó de la silla)

- yo haré eso, no te preocupes

Después de estar listo todo se sentaron en la mesa frente a frente, él la miraba disimuladamente mientras comía, ella no se daba cuenta ya que estaba muy concentrada en comer, jugaba un mechón de cabello mientras saboreaba su comida.

-cocinas delicioso (por fin habló el rubio)

-g-gracias…

-no es mentira… (Ambos mostraron una sonrisa y seguían con lo suyo)

-debo llevarte a tu casa, de allí me tengo que ir a trabajar…

-¿Cuántos años tienes?

-19 ¿y tú?

-¿Cuántos me calculas?

-unos… 17 (ella sonrió calidamente)

-si, esa es mi edad…

-entonces… ¿te llevo a tu casa?

-eto… no puedo salir…

-¿Por qué?

-es… es que me deben estar buscando y no quiero que me encuentren aun… (Había mentido, pero no podía decirle la verdad al rubio… o por lo menos aun no)

-esta bien, entonces te llevo cuando llegue de trabajar… que eso será como a las 6 ¿te parece?

-s-si…

Ya a esa hora por ser invierno el sol se habrá ocultado por completo, era perfecto para ella. El joven rubio se fue de la casa después de alistarse y despedirse de ella. La joven ojiperla veía que la casa era un completo desastre y como no tenía mucho que hacer, decidió limpiar la pequeña casa.

Cuando el rubio llegó se sorprendió de lo limpio que estaba su casa, buscó a la chica y la encontró cómodamente acostada en el sofá de su sala mirando la televisión, la miró sonrientemente, ella aun no se percataba de su presencia. Y el la miraba, se veía tan cómoda, hermosa al ser reflejada por la luz del aparato, de pronto sintió deseos de acercarse, abrazarla y dejarse llevar por los instintos… pero esos deseos… no podía, salio de sus pensamientos al escuchar su dulce voz.

-ya llegaste… no me di cuenta… (Ella se levantó sentándose bien en el sofá)

-ya es hora…

-s-si… tienes que llevarme a casa ¿no vamos?

Cogieron camino rumbo a la casa de la ojiperla, ambos eran atormentados por el silencio y sin darse cuenta llegaron a la mansión Hyuga

-b-bueno… ya llegamos

-si… (Se sentía un desanimo en la voz del chico, pero pronto surgió una pregunta que tal vez le daría esperanza) ¿Cuándo volveré a verte? (la chica lo meditó por un momento)

-cuando el día sea nublado o cuando caiga la nieve, o tal vez en una noche donde la luna brille yo llegaré hasta tu casa (esa no era exactamente la respuesta que él esperaba, pero le dio alegre verla con los ojos brillosos mientras hablaba)

-bien, tal vez algún día nos volvamos a ver

-o tal vez a-alguna noche…

-nos vemos

-hasta luego

La chica abrió la puerta y entró… el rubio después de unos segundo comenzó a caminar rumbo a su casa. Pensando en esa chica.

-*es tan extraña, en realidad no se mucho de ella…es un poco tímida y desconfiada, también es hermosa y me encanta los gestos que hace, su preciosa sonrisa, también es muy amable y considerada… pero… ese afán a no ver la luz del sol… es extraño… me pregunto ¿Por qué es tan misteriosa? ¿Qué esconde?... aun así… me cae muy bien…*

Continuara…

Espero q les haya gustado esta nueva historia, acepto cualquier critica

Sin mas q decir

Bye Bye

Umiko-Chan