Epilogo

10 años después…

En la finca Cullen se celebraba una fiesta esa tarde.

-Podemos hablar en privado señor Cullen- le pidió Bella a su esposo.

Edward, que estaba hablando en ese momento con Emmett y James, trató de deducir en la expresión de su mujer si estaba en problemas, pero el rostro de ella estaba impertérrito.

Los últimos diez años con ella habían sido increíbles, a los dos meses después de su reconciliación se enteraron de que Bella estaba embarazada, para variar había sido un embarazo doble, Matt y Brat eran sus gemelos de nueve años. Al principio había estado renuente a nombrar a sus hijos como los actores favoritos de Bella, pero ella tenía métodos de convencimiento muy efectivos.

No fueron los únicos en añadir miembros a la familia Cullen.

Rosalie dio a luz a un niño al que llamaron Philip. Pero no pararon ahí dos años después nació la pequeña Margaret y aunque habían decidido parar ahí, un error con las pastillas anticonceptivas termino con otro bebé en camino. Después de Santiago, Rosalie convenció a Emmett de que era hora de la vasectomía, cinco hijos eran suficientes.

Se alegró de que él y Bella no eran tan descuidados.

Con un matrimonio apresurado Alice y Jasper- quien tuvo que reunir meritos para ser bien aceptado en la familia- se tomaron su tiempo para encargar su primer retoño y habían decidido que con dos sería mas que suficiente, eran felices con sus criaturitas, Jason y Cinthya.

Victoria y James cerraron la fabrica con su segunda hija Jennifer ya que los dos eran unos adictos al trabajo. James se había independizado de sus padres, se las vieron negras por un tiempo, pero ahora era uno de los cazatalentos mas importantes de Hollywood.

Su hermana adoptiva Bree, a la cual adoraba, se casó con su novio de la universidad Diego y tenían un niño llamado Fred.

Su ahora amigo Jacob se casó por fin son su novia Nessie y tenían tres niños, Jared, Seth y Rebbeca, junto con Clare, sumaban cuatro.

Desgraciadamente la familia Cullen también había sufrido perdidas, ya que dos años atrás falleció su matriarca Jane Cullen. Murió tranquila dormida en su cama calientita, había sido feliz los últimos años de su vida.

Edward volvió al presente, estaban celebrando los quince años de Lilian, la hija mayor de Emmett. Solía bromear con su primo por la exageradamente ridícula cantidad de pretendientes de Lily, las bromas acabaron el mes anterior cuando su propia hija Jane, de tan solo catorce años le presento a su recién adquirido novio Noah. Ahora se pasaba todo el rato cuidándole las manos a un torpe chiquillo de dieciséis años para que no osaran posarse encima de su princesa.

Lizzie y Marcus se llevaban las cosas con calma respecto a los novios y por lo pronto se enfocaban el estudio y sus pasiones, Marcus con la música y Lizzie con la pintura. Jane también tenía gran entusiasmo por la natación pero al parecer eso no era un problema para ella.

-Claro amor- contestó por fin a Bella.

Caminaron tomados de la mano hacia los jardines dejando atrás a sus primos, que dijeron algo sobre comprar un mandil y una soga para Edward, él los ignoró, sabía que ellos estaban igual o mas amarrados que él, de igual forma agradecía eso todos los días.

-Dime de que querías hablar cariño- musitó una vez que estuvieron lejos de los demás.

Bella se sonrojó, al parecer no sabía como abordar el tema.

Camino unos cuantos pasos, dándole la espalda. Acariciaba ansiosamente aquel dije con las iniciales de ambos que le regaló cuando eran novios.

-Amor recuerdas la ultima vez que visitamos el prado.

Se acerco hasta donde ella estaba y rodeó su cintura con los brazos.

-Lo recuerdo muy bien y estoy ansiando que se repita- susurró con la voz ronca en su oído- ya ha pasado mucho tiempo- se quejó.

Habían ido de excursión al prado unos meses atrás, los chicos se habían ido a un campamento durante el verano. Terminaron haciendo el amor en el arroyo y una vez mas sobre el pasto.

Bella lo había castigado sin sexo después de eso porque la hierva le provocó alergia y una gran cantidad de ronchitas por todo el cuerpo. Bueno ecepto una vez, pero el la necesitaba todo el tiempo.

- Ajam, pues la medicina de la alergia desactivó el efecto de los anticonceptivos y estoy embarazada.

Los brazos que la rodeaban se tensaron.

-¡Mierda!

Bella se alejó inmediatamente de él.

-Eso es todo lo que tienes para decir- exclamó enojada.

Y entonces el entendió que había la había regado.

-No bebé, no es eso, es solo que ¿Cuántos son?

Ella comprendió rápido a que se refería.

.-Solo uno esta vez campeón, no tuviste tanta puntería.

-Bueno, algo es algo, ahora seremos mas ricos que Emmett y Rosalie- le tomó el pelo.

Los Cullen habían tomado la decisión de anular el testamento de don Marcus y dividir las acciones de la empresa, propiedades y toda la fortuna de la familia entre todos los bisnietos.

-¡Tonto!- se junto con él para darle un beso- ¿Qué van a decir los chicos?

Los trillizos se habían puesto como locos cuando se enteraron de los gemelos, pero al nacer sus hermanitos no cabían de alegría.

-Lo superarán- le aseguró- ¿ya me vas a levantar el castigo?

Bella fingió pensárselo.

-Con una condición- Edward espero expectante- ¡creo que ya es hora de de la vasectomía!.

Gimió antes de robarle otro beso apasionado.

Realmente no quería hacerlo, no era muy valiente con los hospitales, apenas sobrevivió al nacimiento de los gemelos, disfrutó la experiencia de la cual fue privado años atrás con sus otros hijos, pero haría cualquier cosa por su esposa.

-tal vez deberíamos contárselo a todos.

Se moría de ganas de hacerlo.

-No se…-titubeó, ella mofando, el no podía ver su cara porque estaba enterrada en su pecho- quizás debamos esperar.

Edward hizo un puchero cuando ella lo miró al final.

-Esta bien, vamos.

Todos se alegraron con la noticia, Edward aguantó todas las bromas que se citaron al respecto. No que le importara mucho que lo llamaran semental y cosas por él estilo. Nunca se iba a cansar de dar gracias por su familia y sus amigos y todo lo que el futuro pintaba por delante.

Se colocaron varias mesas para poder acomodar a toda la familia en los jardines, hace mucho tiempo que no cabían todos en el comedor.

Frunció el ceño al no ver a su hija Jane ni a su novio por ninguna parte, y fue a buscarlos para cumplir su trabajo de Papá celoso.

Renesmee Carlie Cullen nació el veinte de junio a las tres de la mañana. Estaba sana, pesó tres kilos cuatrocientos gramos y Edward pensó al ver a todos sus hijos reunidos alrededor de su madre-quien solo mejoraba con los años como los buenos vinos- que nunca había tenido un regalo de cumpleaños tan hermoso.

Hola niñas bonitas, aquí esta el epilogo recién salidito del horno, espero que les guste, y pues ahora si damos por concluida esta historia. Espero me digan que les pareció, si les gustó o no.

Y si te acabas de encontrar con esta historia o ya ha pasado mucho tiempo desde que terminó, también dame tu opinión, ok, para mi es importante.

Bueno, para quien lee mis otras historias, tengo noticias, estos son los días que voy a actualizar:

"Custodiando al Diablo" una historia que tengo bastante abandonada, por cierto u.u, será los miércoles.

"Fierecilla" los viernes.

"Un pasaje al olvido" los lunes.

Espero que nos leamos pronto.

Con cariño, Lizzie Swan.