NA: Aesha, a pesar de reclamarlo en sus sueños, no es dueña del encantador Li Syaoran. Desafortunadamente, este le pertenece a CSS, que a su vez pertenece a CLAMP. De todos modos Aesha dedica esta historia a su amiga incondicional, Tasa (Ja! Pude cumplir con tu tonto desafío.)

Nota: La historia pretende ser una sátira. Además, la gramática puede ser un poco imprecisa.

Eso es todo! Disfrútenlo...:D

Enamorada del plomero

Regla Número Uno

Los plomeros profesionales dejan sus avisos en el diario o en la televisión, NO en la puerta del baño de mujeres.

oOo

¿Ya has llegado? ¿El chofer está conduciendo de manera segura? ¿El barrio parece decente?

—Sí, sí y si! — una chica de cabello castaño exclamó exasperada al teléfono—Hermano, sólo estoy mudándome por mi cuenta. ¡Deja ya de tratarme como una niña indefensa!

No te estoy tratando como una niña indefensa, respondió secamente la persona del otro lado de la línea ¡Estoy tratándote como una niña ingenua!

Ella se mofó en voz baja, no apreciando el comentario en absoluto. Podía ser cualquier otra cosa menos ingenua. ¡Definitivamente, no era una ingenua!

Teniendo 21 años, soy la persona más desafortunada sobre la faz de este planeta. Mi madre murió cuando yo tenía tres años, así que crecí en una atmósfera rodeada de mi padre y mi hermano. Mi padre trataba de pasar tanto tiempo como pudo con nosotros mientras crecíamos, pero su trabajo demandaba una gran parte de su tiempo. Mi hermano y yo vivíamos con mi tía en los momentos en que nuestro padre no estaba en la casa. Touya se convirtió en un controlador, un sobre protector enfermizo cuando tuve edad suficiente para comprender la diferencia entre los hombres y las mujeres.

Nunca he tenido un novio (y me pregunto quién es el culpable). No sé lo que es un primer beso, o cualquier beso con ese sentimiento en especial. No sé nada acerca de las citas, porque nunca he tenido una antes. He visto a mis amigas morir de amor por los hombres y, francamente, no quiero terminar secando mis lágrimas una tras otra con una caja de pañuelos de papel.

Nunca he pensado en mi futuro. Mi plan de vida solía ser: graduarme de la escuela secundaria, ir a la universidad, tener una carrera decente después de la graduación, iniciar una familia propia, y luego disfrutar de mis días de retiro. De alguna manera, terminé abandonando la carrera luego de tres años de estudios y me mudé nuevamente a casa a vivir bajo el apoyo de mi familia.

Pero eso iba a cambiar pronto. A partir de hoy, yo Kinomoto Sakura empezaré a hacer algo de mi vida.


¿Por qué estoy tan motivada de repente?


Bueno, ya conocen el refrán que dice, 'uno no sabe lo que se está perdiendo en su juventud hasta que te das cuenta que sólo tienes una pequeña cantidad de tiempo que queda'. No, no me enteré que tengo cáncer o algo por el estilo. Me enteré de algo mucho peor, incluso peor que la muerte misma.

—Aquí es.

Sakura salió de sus pensamientos y rápidamente se volvió a mirar por la ventana. Abrió la puerta y se puso delante del coche, mirando el edificio que estaba delante de ella y respiró profundamente
—Bueno, Sakura... —se dijo a sí misma. — ¡Esto es! Esta es tu nueva casa.

Nuevamente echó un vistazo al edificio, y luego se dirigió al conductor con una mirada suplicante en sus ojos, con la esperanza de que se tratara de un error. — ¿Está seguro de que este es el lugar correcto? —preguntó ella.

El hombre de mediana edad comenzó a sacar el equipaje del maletero. —Nada de lo que esperaba, ¿eh?

Sakura sonrió nerviosa y miró de nuevo al edificio.

—Demasiado para un apartamento similar a un pent-house—se quejó. —Este es el precio que tengo que pagar por tratar de salir de casa sin deberle nada a nadie.

El edificio se encontraba entre una pequeña panadería a la derecha y un almacén venido abajo a su izquierda. Parecía ser bastante viejo. No era lo que uno considera "de lujo", pero superaba a algunos de los míseros lugares en los que alguna gente vivía. El barrio era casi agradable. No podría negar que esta iba a ser una aventura apasionante, sin duda alguna.

Ella tomó una bocanada de aire y agarró su equipaje. —Bueno, supongo que aquí es! Mejor sacar el mejor provecho de él, ¿verdad? La vida no va a mejorar si me quedo aquí parada quejándome.

El hombre se rió. —Buena suerte, muchachita.

Sakura frunció el ceño.

¿Por qué la gente no podía entenderlo?

Ella ya no era una niña

Estaba más que decidida a pasar la prueba que Dios le había puesto. De ninguna manera iba a volver a su casa y admitir la derrota. En un palacio de cristal o no, estaba decidida a iniciar una vida para sí misma-por sí misma, con sus propias manos.

— ¿Sabe lo que el primer hombre en la luna, dijo? —dijo—No hay dinero en la luna, pero tampoco hay dinero mis bolsillos.

—¿Quién dijo eso?

Sakura se sobresaltó cuando de pronto una voz salió de la nada. Cuando se dio la vuelta, un par de ojos de color ámbar la miraban intensamente, fascinándola a cada segundo que pasaba. Sus ojos eran como un torbellino de misterios, enigmáticos y seductores, todo al mismo tiempo. En esos pocos segundos, Sakura sintió como si estuviese atrapada en un laberinto sin fin, en busca de una salida, pero no había ninguna.

Ese sentimiento mágico era tan extraño y nuevo para ella. Tal vez, porque era la primera vez que había visto a alguien tan guapo.

—Grandioso—Gimió molestó— ¿Es que se va a quedar allí parada mirándome todo el día?

Finalmente recuperó la compostura. —H-Hoe?

—Está bloqueando mi camino—dijo molesto, y señaló el camino de entrada que de hecho estaba bloqueando literalmente.

Sakura se sonrojó de vergüenza. —P-Perdón.

Ella se hizo a un lado para que pasara y él gruñó poco antes de alejarse, murmurando algunas cosas para sí mismo acerca de que no podía entender a las mujeres.

¡Felicitaciones, Sakura! Excelente forma de hacer el ridículo.

—Hoy no es mi día—Sakura dejó caer sus cosas al suelo y se volvió a buscar un taxi.

Ella no podía soportar mudarse a ese apartamento ese mismo día. Tal vez podría quedarse con Tomoyo por un tiempo. A Tomoyo y a su novio seguramente no les importaría si alguien se queda con ellos. Podrían dejar de tener relaciones sexuales durante unos días, y no los mataría del todo. De lo contrario, era probable que Sakura muriese, sin duda, si se mudaba al apartamento ese mismo día.

—Por cierto... —se sobresaltó cuando la voz del hombre nuevamente se escuchó de la nada. Bueno, apareció por detrás de ella... pero lo que sea. —El primer hombre en la luna, dijo, 'Esto es un pequeño paso para un hombre pero un salto gigantesco para la humanidad'. No debería andar citando a la gente si no lo puede hacer correctamente.

Y con eso, él desapareció en el edificio. Sakura miró a la entrada, estupefacta. Luego ella se encontró estallando en un ataque de risa.

—Interesante... —Sakura tomó su equipaje y se dirigió hacia la entrada.

Sakura entró en el edificio y miró levemente el vestíbulo principal, no parecía tan malo. Ella había encontrado el lugar en el periódico al azar y llamó de inmediato, porque era barato. No esperaba recibir una llamada de vuelta de parte del propietario cinco minutos más tarde, diciendo que ella ya disponía del apartamento. La persona ni siquiera le preguntó su nombre ni nada. Sólo dijo: 'Tienes el apartamento. Múdate cuando quieras, y colgó.' ¡Ja! Un pésimo propietario.

— ¿Holaaa? —gritó ella. El vestíbulo estaba prácticamente vacío.

¿Vive alguien en este edificio?

— ¡Ya salgo! —Alguien finalmente respondió veinte segundos más tarde.

Ella suspiró y caminó alrededor de la pequeña habitación, mirando las cosas al azar, asombrada por las telarañas que se encontraban en todos los rincones posibles. Dios santo ¿Qué clase de infierno era ese lugar?!

— ¿En que la puedo ayudar?

Miró a la persona de pie delante de ella, con la boca abierta, tratando de formar frases correctas. Pero todo lo que salió fue: —Yo... err...verá... hubba hubba.

— ¿Perdón? — Él levantó una ceja ligeramente, obviamente, las palabras 'Hubba Hubba' no se encontraban en su diccionario.

Oh, Dios. Si tan sólo Tomoyo estuviese aquí para ver a este hombre…esta hermosa pieza de carne.

Sakura se abofeteó mentalmente a sí misma. Había estado saliendo demasiado con las chicas.

A pesar de no salvarla de esa situación, el hecho era que ella no era la culpable de su comportamiento, porque era él, el que estaba de pie allí con una pequeña toalla alrededor de su cintura. Por no hablar de lo absolutamente llamativo que se veía con las gotas de agua cayendo de su pelo y corriendo por su torneado... cuerpo bronceado.

Ella definitivamente había visto demasiadas películas románticas con escenas en la ducha.

— Yue, ponte algo de ropa quieres? — Su mente volvió de su mundo de sueños cuando escuchó a una tercera persona hablar. Era el chico de antes. — Sólo porque eres el propietario del edificio, no significa que puedas andar así por el mundo.

El hombre de pelo color plata – Esperen ese color de pelo podía ser de verdad? —, gruñó y murmuró algo en voz baja antes de desaparecer en una habitación de la izquierda.

— Si quieres demandarlo por cualquier futuro trauma emocional, los formularios están en la mesa— dijo el joven con ojos de color ámbar.

— Espera…él es el propietario? — Sakura preguntó.

— Si Que yo sepa— respondió antes de marcharse.

¿Qué es lo que sucede con los hombres? ¿Es que acaso es mucho esfuerzo decir algo antes de irse? ¿Qué pasó con el viejo 'Que tengas un buen día' o 'Bienvenida al vecindario'? Incluso un 'Que estés bien'era aceptable.

El hombre llamado Yue finalmente regresó a los pocos minutos. Esta vez, tenía ropa. Ropa normal.

— Lo siento, estaba tomando una ducha cuando vino—, comenzó diciendo. —Usted debe ser la chica con la que hable por teléfono.

—Sí.

Se acercó a la mesa del vestíbulo y sacó una llave de uno de los cajones. — Aquí está la llave. Le Mostraré su apartamento y luego le voy a explicar algunas cosas. — Le lanzó las llaves y la acompañó hacia una puerta que daba a la escalera. —Mi nombre es Yue.

—Yue-san, ¿por qué estamos subiendo por las escaleras? — Sakura preguntó.

—El ascensor se ha roto la semana pasada.

— ¿Ha intentado llamar al mantenimiento?

El hombre se encogió de hombros. —El tipo dijo que estaba demasiado cansado para arreglarlo.

Demasiado cansado.

¿Qué tipo de persona de mantenimiento dice estar cansado para trabajar?

—Y yo estoy demasiado cansado para patearle el culo.

No puedo creer que voy a tener que subir todos los días por esta escalera hasta que esta gente se digne a trabajar…

—Por cierto, en qué piso esta el apartamento? —Sakura preguntó.

—Noveno piso. Hay un total de doce pisos con cuatro apartamentos por piso.

¿Es esto una maldita broma!?

— ¿No se cansan los ancianos de subir las escaleras todos los días?

—Hay alrededor de cuarenta inquilinos de este edificio, que van desde 18 a 30 años de edad. Son todas mujeres, a excepción de uno.

Ella comenzó a sudar.

— Así que usted y el chico de antes son los únicos hombres aquí?

— Así es.

Dios mío, tengo un mal presentimiento acerca de este lugar...

Viven en un edificio con cuarenta y tantas mujeres que se mueren por estos hombres. Esto va a ser un infierno.

Después de subir un tramo de escaleras tras otro, Sakura ya no podía sentir sus piernas. Estaba tan adolorida y entumecida que no podía dar un paso más, apenas podía respirar al subir todo eso. Pero sabía que no debía parar a descansar.

— ¿Estás bien?— Ella sabía que estaba tratando de contener la risa.

—Sí, — dijo en entre respiraciones. — ¿Cuántos pisos faltan?

— Ya estamos en el noveno piso. — Sakura no podía estar más feliz de oír eso. —Su apartamento se encuentra en el pasillo. — Yue continuó liderando el camino. — Apartamento 203 está junto al numero 4.

—Espere, ¿por qué el 203 está al lado de 4?

—Yo sólo soy el propietario. ¿Esperan que sepa todo lo que ocurre aquí? — empezó a gritar. — Tal vez el 4 quiere estar al lado del 203. ¿Todo tiene que tener sentido para ustedes? ¿Que no pueden estar satisfechos con lo que saben? Es siempre la lógica. ¿Por qué esto?, ¿por qué lo otro? ¿Que es lo que le pasa a la gente?

—Está bien, ¡Dios! Yo sólo preguntaba.

A las pruebas me remito

Es guapísimo, pero es un chiflado.

—Yo sólo alquilo un lugar para vivir. Si necesita arreglar algo o si necesita comprar lo que sea, es su propio problema. — continuó. —La renta mensual incluye electricidad y agua. Para pagar el alquiler al final de cada mes, tú vienes a mí, no yo a ti. Si no recibo un cheque o dinero en efectivo en mi escritorio en el día de pago, Voy a patear tu trasero y quedas fuera. ¿Entendido?

Sakura asintió con la cabeza.

— ¿Necesitas ayuda con eso? — Yue miró el equipaje en sus manos.

Sakura bufó en su cabeza.

Maravilloso. Me deja subir nueve pisos por escalera cargándolas y luego me pregunta si necesito ayuda.

—Yo me las arreglaré para caminar seis pasos más— dijo arrastrando las palabras mientras dejaba caer una maleta en el suelo, y trataba de meter la llave en la cerradura con su mano libre.

Ella abrió la puerta y entró. Dejó su equipaje en el suelo y observó el tan esperado apartamento. Sakura no pudo evitar tener una expresión de disgusto en su rostro. No era de extrañar que el apartamento fuera tan barato como sucio. El techo estaba prácticamente cayéndose a pedazos, la pintura estaba desprendida en todas partes, los ácaros y dios sabe qué otras criaturas vivían en el lugar, y los muebles parecían que pertenecían a la era Mesozoica. Por no hablar del olor a moho que había en el aire.

—Un lugar muy agradable, ¿no? — Sakura no sabía si estaba siendo gracioso o sarcástico, porque no podría hablar en serio.

Se acercó, pasó el dedo índice sobre la parte superior de la mesada, sorprendida de ver cuántas capas de tierra había recogido en un solo segundo. La joven se horrorizó y cuando trató de moverse, su zapato estaba pegado a algún tipo de sustancia gomosa en el suelo.

¡Esto es una broma! Definitivamente.

—No vive nadie más en este piso, así que si necesitas ayuda, sólo pregúntale al muchacho del apartamento 205— dijo Yue.

Sakura casi se atragantó con su propia saliva. — Espera…dijiste muchacho?

— El muchacho que conociste antes. — Yue trató de ocultar la molestia en su voz.

— ¿El vive en este piso? — Sakura preguntó de nuevo.

—Si tratas de violarlo y sales herida en el proceso, yo no soy responsable por cualquier cargo que haga su familia.

Sakura rodó sus ojos. — ¿Por qué trataría yo de violarlo a el?! Para tu información, él podría tratar de violarme a mí.

El hombre de plateado se echó a reír a carcajadas. Secándose las lágrimas de sus ojos, se alejó después de murmurar 'Ya querrías'.

¿Qué quiso decir con " Ya querrías'?!

zZz
— Que el conserje te dijo ¿ qué? — la joven en la otra línea gritó en voz alta antes de morirse de risa.

— Sí, el muy desgraciado! — Sakura gritó de nuevo, indignada por el comentario de antes. — ¿Puedes creer que le diga eso a un inquilino?

La otra chica se detuvo un poco. — Hm... ¿Es guapo?

— ¿Cuál de ellos?

— Así que ambos están buenos

— ¿Por qué crees que dos hombres pueden atraer a tantas mujeres en este edificio?

Su amiga se rió. — Esto va a ser muy interesante, ne?

Sakura rodó los ojos. — No te preocupes por eso. Dime que dijo Eriol sobre conseguirme un trabajo como su secretaria?

— No va a funcionar.

— ¿Por qué no?"

— Él dijo que no te debía enviar para espiarlo.

Sakura gimió. — Pero necesito un trabajo!

— Me dijo que te ayudaremos a encontrar uno. — Sakura se relajó un poco. — ¿Así que lo del compromiso era enserio?

— ¿Tenias que recordarmelo?"

Dejó que Tomoyo sacara el tema que quería olvidar durante todo el mes.

Suficiente malo era que no iba tener una fiesta de cumpleaños, pero lo peor era que su padre decidió darle la terrible noticia el día de su cumpleaños. ¿Qué era peor que descubrir que no iba recibir un coche después de años de pedir uno? Enterarse de que estaba prometida al nacer a un chico, a quien nunca había conocido ni siquiera había oído hablar.

Eso era peor que la muerte.

— ¿Sabes algo acerca de tu misterioso futuro marido?

Sakura suspiró en el teléfono. —Sé que mi papá y su papá eran muy buenos amigos, y que nos comprometieron al nacer. También sé que él ha vivido en Estados Unidos la mayor parte de su vida. Se graduó de la Ivy League. Nos íbamos conocer cuando cumplí 18, pero la otra parte solicitó esperar hasta que se tenga una carrera estable "

—Y…descripciones físicas?

—Nakuru lo describió como un ratón de biblioteca de pelo negro. — Sakura arrugó la nariz con sólo repetir esas palabras.

Tomoyo comenzó a reír. —Te lo dije, Sakura. Deberías haber tenido citas cuando tuviste oportunidad. Ahora estas atada al Sr. Comelibros.

—Para ya! Tomoyo. — puso mala cara, dándose cuenta de lo arrepentida que estaba.

¿Era esto lo que la gente llama "vivir la vida al máximo y sin culpas?

—También oí un día a Touya y Nakuru hablando de un tipo llamado Koji cuando caminaba por su habitación— dijo Sakura. —Así que he llegado a la conclusión de que su nombre es Koji.

—Koji...?

Sakura exhalo. —Voy a casarme con un mocoso estadounidense.

—Mocoso estadounidense?

—Ya sabes, cómo los chicos en tu trabajo— Sakura exclamó.

—Sakura! — Tomoyo tosió antes de volver reír. —Los chicos de mi trabajo son Franceses, cariño!

Sakura rodó los ojos. — ¿Y cuál es la diferencia?

—Oye me tengo que ir, Eriol acaba de llegar casa. — Sakura suspiró. Quien dijo que la amistad entre las amigas era más fuerte que todo? Al parecer, no era más fuerte que el sexo.

—Bien, bien—dijo irritada. — Ve a tener sexo desenfrenado con el.

—Sakura! — la otra chica se echó a reír— Eriol y yo no tenemos sexo desenfrenado!.

—¿Estás segura de eso, querida?

Sakura escuchó una voz a lo lejos seguida por un grito de su amiga, y lo siguiente que escuchó fue... bueno, nada.

Apagó el teléfono y lo tiró en el sofá.

Sakura se preguntaba que hubiese pasado si Tomoyo y Eriol no se hubieran conocido. No quería que la malentendieran porque estaba feliz por Tomoyo. Pero, al mismo tiempo, se sentía excluida de la vida de su amiga.

Hacía unos pocos años, la vida de Daidouji Tomoyo giraba en torno a Sakura. Las niñas pasaban cada segundo y hacían todo juntas. Pero desde que el Sr. Eriol Hiragizawa entró en escena, Tomoyo estaba tan absorta en su romance que se frecuentaban menos. Claro, hablaban por teléfono todos los días durante unas cinco o seis horas, pero esto no era suficiente para Sakura. Sakura necesitaba a su mejor amiga a su disposición las veinticuatro horas, no todas las horas en las que no tenía sexo con su novio.

Echaba de menos a su mejor amiga y prima también.

Pero en cierto modo, Sakura sentía envidia de ella.

Quería saber lo que era estar en una relación, convertirse en una verdadera mujer. No sólo crecer y tener más años sino convertirse en una mujer real, pasar por todo el proceso. Aunque ella no quería vivir esa experiencia con cualquiera.

Ella quería vivirlo con esa persona especial, el hombre de sus sueños, su compañero del alma, su príncipe azul, su caballero de brillante armadura, etc...

Oye, Sakura, deja de soñar y pon los pies en la tierra.

Sakura suspiró pesadamente.

zZz

Sakura golpeó con la mano en la parte superior de la alarma del reloj y llena de frustración lo tiró contra la pared.

— Odio este lugar! -gritó

No pudo conciliar el sueño la noche anterior, pensaba que tendría una buena noche, por ser la primera, pero estaba totalmente equivocada.

Cada vez que cerraba los ojos escuchaba los ruidos de una gotera. Al principio pensó que era sólo su imaginación hasta que siguieron ocurriendo, cada vez más y más fuerte. Pasados unos minutos se levantó y buscó la fuente de su frustración. Le tomó cerca de una hora darse cuenta de que los ruidos venían de del fregadero de la cocina. El agua se filtraba por la tubería.

¿Cómo diablos podía escuchar los ruidos de la gotera desde la habitación? Dios sabe cómo, pero los oía, hasta la mínima gota de agua.

Estimaba que la fuga debía de ser una gota por segundo, así que eran 60 gotas de agua que se perdían en un minuto, calculando que cerca de 3600 gotas por cada hora, en total había perdido 21.600 gotas de agua toda la noche!

—Un momento... — Se levanto de la cama de inmediato, —Yo no tengo que pagar la factura del agua! —Exclamó con entusiasmo y volvió a caer en su cómoda cama, tapándose con la sábana la cabeza y decidida a quedarse dormida, ignorando el problema del agua por completo. Le dejaría el problema del agua al guapo y loco conserje.

— ¿Y si el mundo se queda sin agua por mi culpa? — Sakura se preguntó.

Es imposible que suceda, pero podría suceder, el mundo se está quedando sin agua debido a una fuga. Era una posibilidad, no importaban las pocas probabilidades que habían (probablemente una de un mega-trillón de billones de millones de dólares).

Sakura se arrastró de la cama. Cogió algo de ropa de su armario y se metió en la ducha con la esperanza de que sería un maravilloso día, a pesar de que sabía que no debía esperar nada bueno mientras viviera en ese edificio de locos. Ni hablar de que debía salir a buscar un trabajo, ya que alguien se negó a darle un trabajo como secretaria.

Mierda. Odiaba Eriol.

Después ducharse, Sakura bajó al vestíbulo principal para hablar con Yue sobre el problema de la perdida. Por supuesto, tenía que bajar nueve pisos por escaleras. En el momento en que llegó a la mesa principal, tuvo que aferrarse a ella para no caerse.

—No es aconsejable usar zapatos de tacón, si vas a subir y bajar las escaleras—comentó el hombre burlándose por lo bajo. — ¿Cómo te puedo ayudar?

—El fregadero de la cocina tiene una perdida— Sakura dijo.

Yue arqueó una ceja, como diciendo '¿qué quieres que haga?

—Llama a un plomero— dijo, tratando de contenerse de decir "¡Inútil!" en su cara. —Búscalo en el periódico, mira la televisión o ve por los alrededores y lee los avisos.

—Déjame adivinar... —dijo Sakura. —... ¿esto lo tengo que pagar yo?

— ¡Por supuesto!

Sakura gimió.

O...podría no arreglar la perdida y finalmente él tendría que pagar la factura porque esta se iría por las nubes.Sakura pensó con malicia. Sí, voy a hacer eso!

— Te voy a poner de patitas en la calle si no se soluciona la pérdida— Yue dijo con una sonrisa muy dulce en su rostro.

A Sakura le gustaba más cuando no sonreía, era mucho mejor verlo con el ceño fruncido que sonriendo.

—Si quieres contratar a alguien por poco dinero, hay un anuncio en la puerta del baño de mujeres. —Yue señaló hacia donde estaban los baños de la planta baja.

— ¿Quién pone un anuncio en la puerta del baño de mujeres?—preguntó Sakura.

—Al parecer este tipo —respondió Yue. —No te preocupes, el arregla todo lo que se descompone en este barrio.

—La pregunta importante aquí es: ¿Que tan barato es él?—dijo Sakura. —Eso es todo lo que necesito saber.

—El más barato de los baratos.

—Gracias—. Sakura caminaba en la dirección que le había señalado anteriormente.

Pasó una puerta y se encontró mirando a otras dos puertas, una que decía Hombres y lo que quedaba del otro que decía "ujeres" ni siquiera quiso saber qué había pasado con la M...

Oh, dios mío…

Leyó el aviso brevemente:

Problemas con las tuberías? Aire acondicionado? Calefacción? y todo lo demás -
El mejor servicio garantizado al menor precio.
Tome el teléfono ahora y llame al 555-4636!
No se olvide Li Syaoran es su hombre.

Con algunas gotas de sudor cayendo por su frente sacó su teléfono, y marcó el número del papel. Sostuvo el teléfono a sus oídos, y se apoyó contra la pared con una mirada aburrida, esperando a que la persona en la otra línea respondiera.

— ¿Hola? — la persona en la otra línea respondió adormecida luego del quinto timbre.

— ¿Es usted... um-— Sakura volvió a mirar el folleto, —Li-Syaoran?

—Sí—, respondió él. — ¿Qué necesita?

Sakura supuso que se acababa de despertar aunque tuvo que admitir que su voz sonaba muy atractiva.

—Tengo una pequeña fuga— dijo.

— ¿Qué tan pequeña?

—Pequeña pero muy molesta.

Sakura escuchó ruidos en la otra línea, y luego un largo silencio. Se preguntó si se había quedado dormido en el teléfono.

— ¿Dirección? —Su voz se escuchó a los pocos segundos.

— Av. Parque Numero 23.

—Número de habitación?

—203.

— ¿Nombre?

—Sakura Kinomoto—. Se escuchó un ruido sordo en la línea. — ¿Hola? ¿Está ahí? ¿Hola? ¿Se encuentra bien?

Nadie contestó, y la otra línea colgó.

Era oficial, se había quedado dormido en el teléfono. Sakura volvió a salir al vestíbulo. —Yue, tu hombre colgó.

— Tiende a colgar el teléfono a los clientes. — Yue se rió. —Va a venir y reparar la fuga.

— ¿Cuándo?

— ¿Tengo cara de saberlo?

Sakura suspiró.

— Bueno parece que no voy a salir hoy— dijo.

Se agachó para recoger sus tacones y comenzó a caminar hacia la escalera.

zZz

Dios santo…donde está el plomero!?

Sakura estaba inquieta y frustrada. Había esperado toda la mañana a que el plomero apareciera, pero nunca se presentó. Lo había llamado a las siete de la mañana y eran las tres de la tarde y el tipo no se había dignado en aparecer. ¿Qué tan ocupado puede estar un plomero?

Tomo el teléfono que estaba sobre la mesa y digito rápidamente su número mientras maldecía en voz baja.

— ¿Diga?

Sakura volvió a recobrar energías. — ¿Dónde diablos estaba? Le deje 50 mensajes en las ultimas…—hizo para mirar el reloj, —dos…cinco…SIETE horas! Lo llame hace siete horas! ¿Dónde está?

—En la puerta de su apartamento

El timbre sonó.

Sakura fue a abrir la puerta y casi deja caer el teléfono cunado vio quien estaba en el pasillo. — TU eres el plomero?

—Estuve…umm…ocupado toda la mañana— dijo el joven de pelo castaño rascándose la nuca despreocupadamente. — ¿Qué necesita que repare?

—La pérdida.

—Ah, en la llave, cierto?

Sakura se hizo a un costado para dejarlo entrar. — Si, la llave de la cocina. No pude pegar un ojo en toda la noche por ese molesto ruido.

El joven, Li Syaoran sonrió—Hay que tener un buen par de orejas para escuchar el goteo.

Sakura se quedo dura ante el comentario, no sabía si tomarlo como un cumplido o un insulto. Pensándolo bien, nunca había escuchado a alguien alagar las orejas de otra persona…

Entonces que eran "un buen par de orejas"? Un oído agudo u orejas como Dumbo?

Decidió dejar de dar vueltas sobre el asunto y se concentro en el hombre.

—Tiene razón…es un pequeña fuga—dijo él agachándose en el piso para echar un vistazo a la tubería.

Lo primero que notó Sakura fue su hermoso trasero.

Okay,Sakura…respira. Compórtate! El está aquí para reparar la fuga así puedes dormir. Espera…no vive al otro lado del pasillo?

Oh, rayos.

—Lo arreglaré en cinco segundos—dijo impresionándola.

— ¿De veras?

Wow, debe ser un plomero realmente bueno.

Saco rápidamente un rollo de cinta para parches de su bolso y la enrolló alrededor del agujero donde se encontraba la perdida. Luego tomo una ensaladera que estaba en la mesada y la puso donde caía el agua.

—Listo! — exclamo, se levanto y luego golpeo sus manos juntas como si hubiese terminado de hacer algo agotador y difícil.

Sakura pestañó — ¿Ya terminó?

—Si, le dije que terminaría en cinco segundos— y comenzó a caminar hacia la puerta.

—Dios…santo—Sakura…

—Ah por cierto….bienvenida al edificio—se dio la vuelta en la puerta con una inexplicable sonrisa en su rostro—Estoy seguro que nos vamos a llevar muy bien como vecinos. Si necesitas reparar algo solo llámame o búscame del otro lado del pasillo. Por el servicio de hoy solo te cobrare a mitad de precio. Adjuntaré la boleta en la correspondencia. Ahora si me disculpas tengo que reparar el elevador antes que Yue me mate.

Sakura trago duro, todavía anonadada por sus "habilidades como plomero"

Nota mental: NO USAR el elevador.

: Espero que les haya gustado tanto como me gustó a mi leerlo y mucho mas traducirlo. Es mi primera traducción y la verdad estoy muy ansiosa por que lo lean.
Gracias a mi correctora Kaze (gracias amigaa)
El segundo capitulo está en proceso de traducción asi que supongo que lo terminaré esta semana o la otra.
Gracias por leer