DE NUEVO CONCIENTE

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-Pensé que sería Amy quien se encargaría de la chica-Espeto Darien a Seiya en cuanto llegaron al departamento de este, acompañado de Serena Darien cargaba el encargo que Haruka le había hecho a su esposa

-No sé de qué te sorprendes, después de todo este departamento es mío, pero tienes razón Amy junto contigo será quien cuidara de la chica, solo hubo un último ajuste antes de dejar todo en tus capaces manos Darien-Respondió Seiya de manera jocosa mientras tomaba asiento en uno de los sillones de la sala.

-Estoy comenzando a hartarme de sus cambios de última hora, tenemos que proceder con mucha cautela y ella hace todo lo contrario- Darien no se molesto en esconder su enojo, arrojo las bolsas que llevaba al suelo.

Ante tal acto Seiya chasqueo la lengua al tiempo que negaba con la cabeza

-Ahora tendrás que levantarlo-Le dijo al hombre que comenzó a gruñirle, por su parte Seiya solo espero sin hacer movimiento alguno.

Quizás fuera un minuto, o tal vez haya sido una hora, el tiempo que transcurría simplemente no era algo que les interesara o del que pusieran atención, para aquella situación la mirada de esos dos hombres podía quedarse fija en el otro hasta el fin de sus existencias, el odio que se tenían el uno por el otro llegaba a un grado inimaginable.

Finalmente fue Seiya quien rompió el contacto visual y suspiro

-Por favor Serena-Pidió el peli negro –Lleva las prendas a mi armario, me he encargado de hacerle espacio, después espera en mi auto, seré yo quien te lleve de regreso a la casa-

La antes mencionada siguió las indicaciones de Seiya, levanto las bolsas y camino hacia el cuarto de Seiya, ambos hombres escucharon los movimientos de serena en la otra habitación, por su parte Serena que mantenía esquiva su mirada de la joven en la cama trataba de no pensar en el enfrentamiento que se llevaría a cabo una vez que ella abandonara el departamento, si bien su especie estaba dotada con una gran audición sabía bien que le sería imposible escuchar la disputa de esos dos, sin tan solo pudiese pedirle a Seiya que disculpara a Darien "otra vez", desde siempre Darien le había tenido odio a Seiya desde un comienzo y las cosas simplemente empeoraron cuando Haruka tomo el liderazgo de la familia y Seiya tomo el lugar que durante siglos le había correspondido a Darien.

-Todo por una niña-Susurro Serena al finalizar su tarea, sus palabras no pasaron desapercibidas por ninguno de los dos hombres, cerró las puertas del closet y se dispuso a salir de la habitación, no supo exactamente que impulsos la llevo a mirar a la joven en la cama, quizá fuese la curiosidad o quizá fuese la situación a la que la extraña había dado comienzo.

Pálida, ojerosa, con cabello desordenado y sucio, conectada a monitores cardiacos y a sueros que le ayudaban a recuperarse de la pérdida de sangre sufrida, realmente Haruka no dejaba de sorprenderla, ¿aquella débil humana había causado tal alboroto?, una insignificante y común chica la había hecho enloquecer y amenazaba la poca paz en su familia, ¿Cómo era posible que Haruka se hubiese fijado en tan efímero espécimen humano? Y aun así se atrevía a decirle que la deseaba en su lecho con el fin de apagar el ardor que esa… chica le provocaba.

La rubia paso frente a los dos hombres sin medir palabras, ambos la siguieron con la mirada pero permanecieron inmóviles, escucharon la puerta cerrarse y los amortiguados pasos de Serena sobre la alfombra al llegar a elevador.

La mirada de Darien se clavo en Seiya que aun permanecía mirando el lugar donde la rubia había salido de su rango de visión, y no movió sus ojos hasta que dejo de escuchar el sonido del elevador (que Serena ocupaba) varios pisos abajo.

-Haruka no tiene que rendirle cuentas a nadie, ya lo sabes verdad-Comento Seiya tomando asiento, el tiempo transcurrido le había calmado un poco actitud que su acompañante aun no había logado alcanzar

-A mí tampoco me agrado como está conduciendo las cosas Haruka pero no soy quien para juzgarla-

-Nos está exponiendo a todos-Gruño Darien liberando en el aire el aroma de su veneno

-Quizá-Acepto el peli negro –Solo cumple con tu parte y estaremos bien- Inclinándose hacia adelante y con una media sonrisa continuo –Acéptalo Darien esta situación es de tu conveniencia, entre esta joven y Hotaru Haruka perderá interés en Serena-

Darien chasqueo la lengua ante las palabras de Seiya, desviando la mirada hacia la habitación donde la antes mencionaba seguía bajo los influjos del sedante suministrado por Amy.

-No creo que esa joven dure lo suficiente para provocar tal cambio en Haruka-

-¿Eso crees?-

-Estoy seguro-Darien camino hasta uno de los sillones

–Esa señorita no durara ni un mes con vida-

-Tus palabras vierten tanta confianza que podría creerte-Se mofo Seiya –Te propongo algo Darien-

-Una apuesta-

-Así es, un entretenimiento sano-Seiya se puso de pie y Darien dio media vuelta prestándole atención –Tú afirmas que la joven Kaio no sobrevivirá a un mes y yo por el contrario afirmo que sobre pasara ese tiempo, será divertido averiguar quién tiene razón-

-Quitar un poco de monotonía, no suena mal, ¿Qué tienes por ofrecer?-

-Por fin estamos de acuerdo en algo-Sonrió Seiya –Veamos- Se toco el mentón de manera chusca mientras pensaba en el premio –¿Qué te parece mi viñedo de Italia?-

-Me insultas-

-En ese caso, agrego mi casino de las vegas y le pediré a Haruka te de una temporada fuera con tu esposa-

-Vamos Seiya, en verdad crees que quiero "cosas"-

-¿Qué es lo que tienes en mente entonces?-

-Una semana-

-¿Cómo dices?-Pregunto Seiya

-Durante una semana dejaras de serle fiel a Haruka y estarás de mi lado…-

-Estás loco-Seiya frunció el entrecejo incrédulo de lo que escuchaba

-Si pierdes, me apoyaras y seguirás mis órdenes en una semana-

-Has perdido el juicio totalmente Darien-

-Vaya, puedo percibir que me equivoque al creer que tu confianza en Haruka era absoluta-

-Es absoluta-Grito Seiya

-Entonces ¿Cuál es la causa de tu titubeo?-

-No existe tal titubeo-Alego Seiya –Es solo que no aceptare por la sencilla razón que no hay nada que puedas ofrecer que tenga el mismo valor a lo que tu demandas-

-Piénsalo mejor Seiya, ¿de verdad no hay nada de mi pertenencia que tu desees poseer?-

-No, no lo hay-Comento dándole la espalda a su interlocutor –Y dadas las razones, será mejor olvidar el asunto-Zanjo el hombre mientras recogía su chaqueta para salir

-Que hay de Serena-Dijo Darien provocando que Seiya se detuviera en seco –Te ofrezco una semana con ella, harás lo que quieras con ella durante una semana-Seiya permaneció quieto escuchando con absoluta atención las palabras de Darien

-Ella no es un objeto-

-Pero es de mi pertenencia-Se burlo este –No existirá otra oportunidad para que puedas estar con ella y lo sabes, además confías absolutamente en Haruka, no tienes por que perder esta apuesta ¿no es así?-Finalizo con una sonrisa ladina enmarcando su elegante rostro

Seiya giro sobre sus talones y encaro a su acompañante

-Eres menos que un bastardo, ofrecer a tu esposa como si fuese mercancía-

-Deja los sermoneos, ¿aceptas o no?-

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Seiya abordo el auto donde Serena ya le esperaba, la mirada de la rubia se clavo al frente, por su parte Seiya la miro un par de minutos

-Tu esposo no valora lo que tiene-Dijo para después encender el auto y regresar a casa

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-Si la situación se desboca hacia un episodio inesperado eres libre de partir Amy-Soltó Haruka mientras caminaban por las oscuras calles, se encontraban a un par de cuadras del departamento de Seiya, caminaban lento, sin prisa disfrutando de la compañía mutua

-¿Y a donde?, nunca me e sentido forzada a estar a tu lado, siempre lo e disfrutado, eso ya deberías saberlo- Le informo Amy a su acompañante

-El mundo no tiene nada nuevo que ofrecerme, además si me voy me perderé de toda la diversión ¿no lo crees?-

-Efectivamente-Sonrió Haruka –Bien, Seiya salió del departamento hace casi veinte minutos, Darien debe de estar furioso por el "cambio" de planes de última hora, estoy segura que sabrás tratar con el-

-Lo he hecho desde antes de que nacieras-Se mofo Amy

-Gracias-Dijo acariciándole la mejilla con dulzura –Debo regresar a casa, se lo prometí a Hotaru-

-Te mantendré informada sobre la recuperación de la joven Kaio-Haruka asintió retirando su contacto de Amy dio dos pasos hacia atrás y al instante siguiente se había esfumado

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-…tomara conciencia…minutos-Aquellas palabras sonaban muy difusas y lejanas para Michiru, era como si tratara de escuchar a alguien hablarle debajo del agua

Una extraña sensación comenzó a extenderse a lo largo de su cuerpo, el deseo de abrir los se veía retado por una extraña potencia de mantenerlos cerrados, Michiru se sentía agotada pero con lentitud se percato de que sus fuerzas regresaban, un ligero sonido ahogado se repetía constantemente llenando el silencio que se había hecho en su alrededor, sentía la necesidad de abrir los ojos y comprobó que ya era capaz de moverse pero aun no tenía las fuerzas suficiente.

-Ha vierto los ojos-Escucho una voz muy profunda, su mente de inmediato comenzó a buscar algún posible dueño de aquella voz pero su mente no lo ligaba a nadie que ella conociera

-El efecto de la anestesia está pasando-Aquella había sido la voz de una mujer, esa le pareció un poco más conocida, aunque aun sonaban difusas podía jurar que aquella voz le era familiar, ya la había escuchado hacia muy poco, se forzó a hacer memoria.

Con cada segundo que pasaba podía percibir menos entumido su cuerpo, su mente trataba de buscar un rostro para la mujer que hablo momentos antes, el extraño y monótono sonido se hizo más claro.

-¿Señorita Kaio puede escucharme?-Una vez más la voz de la mujer se hizo presente en el lugar mientras la mente de Michiru seguía al mil por hora sin encontrar un rostro, más sin en cambio encontró un lugar, un cuarto oscuro y una cama, imágenes inconclusas se dibujaban en su mente, su desesperación iba en aumento y se aventuro ahora con más ahinojo en abrir los ojos, esta vez consiguió su cometido pero la luz la obligo a cerrar una vez más los ojos.

Parpadeo un par de veces antes de conseguir su cometido. En un principio todo era borroso el desgaste mental que se obligo hacer para poder abrir los ojos la estaban obligando a volver a cerrarlos pero se empeño en mantenerse despierta, el techo parecía una gran espacio vacio, poco a poco sus ojos iban enfocando hasta que algo se coloco sobre de su visión al principio le pareció un manchón oscuro pero comenzó a delinearse hasta formar la figura de una persona

-¿Señorita Kaio?.-Era la voz de nuevo y aquella sombra era su dueña, tarde algunos momentos en poder percibir sus rasgos, el que cubriera buena parte de la luz no fue de mucha ayuda, percibí la sequedad de mi boca, no dude en la posibilidad de que mis labios estuvieran partido.

-¿Dónde…?-Mi voz se quebró antes de que pudiera terminar la pregunta, el escucharme me asusto, aquello había sido como un gruñido

-¿Quiere saber donde esta?-

Una tercera voz resonó en la habitación, los ojos de Michiru se abrieron en toda su extensión, su cuerpo se estremeció de pánico, el extraño y constante sonido enloqueció tumbando al ritmo de una metralla, el aliento se toro en su garganta, sabía a quién pertenecía aquella voz, su mente ubico con rapidez en su mente al dueño de aquella profunda y áspera voz, un objeto entro a su campo de visión y sus ojos se apresuraron a enfocarlo, dilatados por el pánico su mirada encontró las delicadas facciones del prodigioso rostro que le regalaba una perfecta sonrisa, su brillante mirada choco con la aterrorizada de la joven en cama que comenzó a retorcerse bajo las sabanas, el grito de terror se quedo en lo profundo de su garganta intentado salir con el mismo éxito que tuvo para salir de esa cama.

Jalaba sus brazos y piernas pero el esfuerzo era en vano, no podía apartar la mirada de aquel celestial pero demoniaco rostro que parecía regodearse viéndola luchar sin obtener resultado, con una sonrisa aun más amplia se acerco a la joven que intento alejarse lo más posible.

-Debe calmarse señorita Kaio-Pronuncio el hombre con cautela –Se hará daño nuevamente-Se acerco lo suficiente para sujetarla

La maquina seguía sonando como loca y él se acercaba cada vez más, ¿porque nadie me ayudaba?, gire el rostro buscando ayuda de la mujer, por fin pude ver su rostro delicado y divino con un par de zafiros encajados en los ojos,

-Es igual a ellos- Había otro hombre, mi mirada vago por la habitación, recargado en el marco de la puerta tan hermoso como el resto con aquellas gemas en lugar de ojos, estaba sola, abandonada en una habitación llena de beldades demoniacas

-¡No me toques!- Grito con rabia, el miedo por fin había cedido

-Por favor señorita, ya pasamos por esto una vez, tome las cosas con calma-

La voz de Seiya sonó divertida

-Nadie le hará daño, la única persona peligrosa dentro de esta habitación es usted misma, por eso en esta ocasión tomamos la precaución de mantenerla sujeta, cuando sus heridas mejoren le soltaremos y la trasladaremos a casa nuevamente-De su rostro colgó una sonrisa afable

Baje la mirada, sentía mi cuerpo convulsionar ante el pánico, mis manos estaban congeladas, mi mente no me dejaba percibir otra cosa que no fuese la terrorífica imagen de mi última noche que pase en mi departamento.

-Debe sosegarse-Me invito la voz del tercero en la habitación, involuntariamente lo mire, comenzaba avanzar hacia mí con una desenvoltura y elegancia hipnótica, me obligue a cerrar los ojos con fuerza, no quería mirara.

-Me temo Seiya que al parecer nuestra presencia, sobre todo la tuya, está provocando agitación en la señorita-Su voz era pausada y llena de calma, me recordaba un poco a la de mi abuelo, me aventure a mirar.

Permanecía a unos cuantos pasos de la cama, con las manos entrelazadas en la espalda, apenas percibía el movimiento de su cuerpo al respirar, tan quieto que bien podría ser una estatua antigua con aspecto de dios antiguo, su porte confería seguridad que se extendió por todo mi cuerpo, nuestras miradas chocaron y a pesar de que sus ojos tintineaban como cristales preciosos su mirada era de compasión y lastima, era una mirada diferente de aquel de nombre Seiya, que se mostraba curioso y burlón, este hombre me miraba como si observase a un moribundo o en mi caso a un condenado a muerte…

-Sería preferible retirarnos, de esa manera Amy podrá examinar a la señorita como es debido-De nuevo la vibración de su voz me produjo una oleada de calma a mis contraídos músculos que se relajaron permitiéndome movimientos me nos dolorosos.

Sentí de inmediato el movimiento en la cama cuando aquel de nombre Seiya se levantaba, su rostro se mostro crispado al encarar al hombre al pie de mi cama

-Es una excelente sugerencia Darien, dejemos privacidad a la joven Kaio-Su voz elegante y profunda se escucho molesta a pesar de que sonreía, volvió la mirada a mí, me sonrió en esta ocasión sin burlas, y como en el pasado había ocurrido me sonroje ente su belleza, lo note satisfecho ante mi reacción, me dio la espalda y salió de la habitación, mi mirada ahora se situó en Darien, dio un leve asentimiento de cabeza.

-Con su permiso señorita-Me sorprendió el hecho de verle caminar, por un instante la idea de que fuese una estatua se había clavado tanto en mi mente que había olvidado que tenía la capacidad de respirar, hablar y caminar.

Su caminar fue formal y agraciado tan o más que el de Seiya, era como una aire aristocrático muy bien acentuado, la espalda completamente recta, los hombros en completo ángulo con los brazos, las piernas imitando una marcha grácil militar, lo seguí con la mirada hasta que la puerta me impidió seguirlo.

-Deberá adaptarse a nuestra presencia-Escuche a mi lado, había olvidado que la mujer "Amy" seguía en la habitación

-¿Quiénes son?... ¿Qué son?- Pregunte, mi voz sonaba un poco más clara, pero aun no recuperaba mi tono habitual, intentaba contener los espasmos de miedo que amenazaban con dominar mi cuerpo una vez más.

-Esa es una buena pregunta, es bueno que perciba la diferencia que existe entre nosotros y usted-Su voz era dulce pasiva, me sentí un poco más en calma –Pero quisiera examinarla antes-

El tiempo es relativo, que tan cierto eran aquellas palabras, para ella apenas había sido ayer cuando toda aquella pesadilla había comenzado, cuantos días habían pasado desde su amargo despertar en y su fallido intento de huida, y pero aun cuanto tiempo llevaba postrada en esa cama con aquellos extraños "seres" desconocidos.

-¿Cómo se siente señorita Kaio?-Me pregunto Amy con aquella delicada voz, cada palabra que pronuncio se escucho con una entonación tan innatural, como todo en ellos, camino a mi alrededor revisando las maquinas a las que me mantenían conectadas, inspecciono el suero y examino mis heridas, me fue imposible apartar la mirada de ella todo movimiento me precia tan fino, grácil y veloz como quien ve a colibrí revoloteando a su alrededor.

-Sus heridas han mejorado mucho, podre quitarle las puntadas muy pronto, si su recuperación sigue así en un par de días podrá estar de pie-Comento con una afable sonrisa en el rostro, tarde un par de segundos en procesar sus palabras pero mi inconsciente reacciono con prontitud casi me mordí la lengua pues estuve a punto de soltar un comentario mordaz, quizá fui muy obvia pues pude observar que ella se percato de mi forzada gesticulación.

-No se reprima, por favor si tiene algo que comentarme me gustaría escucharlo-

-No haría mucha diferencia el estar más saludable que ayer si finalmente me mantendrán confinada a esta cama-Me queje, Amy me sonrió

-Señorita Kaio la razón por la que decidí mantenerla inconsciente principalmente era para progresar con su recuperación con mayor rapidez y comodidad para usted-Me dijo con un tono dulce como quien habla con un niño pequeño que esta apunto de soltarse a llorar y quizás fue eso lo que me obligo a despotricar lo que desde el primer momento de conciencia me forcé a callar

-¿Qué es lo que quieren? Sé que no es dinero-Apunte con la barbilla la maquinaria a la que me encontraba conectada -Ustedes visiblemente no la necesitan-Espete con enojo -¿Por qué me mantienen aquí?, se que no son hombres, ¿qué quieren de mi?... dímelo ¡¿qué son? –Repetí mi pregunta pronunciando cada palabra con el más profundo resentimiento que no me creía capaz de poseer, mis dientes chocaban a causa de la furia, la nuca comenzó a dolerme a causa del esfuerzo provocado por la oleada de furia de ese momento, al despertar y encontrarme una vez más con "Seiya" el terror me había mantenido muda y sumisa, pero la actitud de esta "mujer" me había hecho cambiar

-Bueno, sé que es confuso todo esto, no puedo contestar concretamente al ¿qué es lo que queremos de usted?, yo solo estoy cumpliendo con la labor que me encomendaron, pero el ¿qué somos?, eso lo puedo responder-Parpadee o quizás el sedante me hizo dormir unos instantes por que al abrir los ojos, la habitación estaba a oscuras con las cortinas y Amy no estaba a la vista, escuche al monitor cardiaco dispararse, pitio tras pitido, mi pecho subía y bajaba, comencé a tener miedo solo por el simple hecho de encontrarme a oscuras mi mente comenzó a ligar mi actual situación con mis episodios pasados.

-No se altere señorita, está a salvo-Desde algún punto de la habitación pude escuchar la voz de Amy tan claramente como si me susurrara al oído, cerré mis ojos en un intento por recuperar la calma, poco a poco sentí como mi corazón se calmaba y la maquina volvía a su monótono sonido.

-En la oscuridad-Aun mantenía mis ojos cerrados y la suave voz de Amy volvió a susurrarme al oído –Estas ciega mientras yo puedo ver incluso mejor que en la luz-Abrí los ojos encontrándome en la completa oscuridad, rastre por toda la penumbra lo hice por lo menos tres veces mis ojos ya comenzaban a percibir algunas de las siluetas y de repente frente a mí al pie de mi cama

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Es un capitulo corto de nuevo y realmente lo que sucede es q por diversas cuestiones me voy a quedar sin internet y por lo tanto voy a trdarme mucho en actualizar asi que se voy a tardar en volver a actulizar esta y cualquier otro ficctionasi que tendran que tener paciencia, el lado bueno de esto es que la proxima actulizacion sera bastante extenza y si corro con suerte y encuentro trabajo e inspiracion puede que quede terminado dentro de poco, y bueno me despido, hasta la proxima (espero no dilatar tanto) un abrazo a toso nos leemos...