N/A: Último capítulo. Lo sé, es triste, al menos para mí. Pero supongo que ustedes van a estar agradablemente sorprendidos.


Disclaimer: los personajes son de la grandiosa Stephenie Meyer y la historia de Rosette-Cullen yo la traduzco con su permiso y nadie más tiene su permiso para adaptaciones o traducciones :)

Moving On.

Capítulo 23.

Nuestra luna de mil fue casi lo mismo, no volvimos a dejar la casa de campo después de nuestro primer recorrido en el agua. Nos quedamos en la casa, moviéndonos a diferentes habitaciones a lo largo, del día. La cama en la recamara principal se rompió y colapsó contra el piso, haciendo que la cabecera y la piesera se desprendieran de la cama. No nos dimos cuenta hasta que terminamos.

No fuimos suaves en nuestro tiempo aquí. Hicimos el amor ocasionalmente, deleitándonos en el intenso sentimiento de amor que flotaba entre nosotros. Era algo completamente diferente a cuando éramos más duros el uno con el otro, y no podía negar en hecho de que me excitaba su dominio.

La pared en la mayoría de las habitaciones tenía abolladuras del tamaño de mi espalda. Habíamos atravesado la pared del cuarto de invitados y roto la cama. La regadera del baño de arriba no funcionaba en absoluto. Nos fuimos contra los azulejos, y en el proceso, contra las tuberías. Después de que Edward aseguro las tuberías para no inundar la casa, rompimos la encimera, también.

El baño de abajo recibió menos daño, una abolladura en la pared donde lo lancé, y algunos azulejos en el piso. Pero de todas las habitaciones, la sala de estar fue la más dañada.

Los brazos del sillones estaban rotos, los cojines destrozados y desgarrados, y todas las sillas tenían las patas rotas. La mesa del comedor estaba rota en piezas indescifrables esparcidas por todo el salón, algunos habían sido lanzados a la pared, creando agujeros masivos. Las tablas estaban rotas y marcadas, la madera en astillas y regadas por toda la habitación. El gran escritorio que estaba en la esquina de la habitación recibió una gran paliza. Edward y yo tuvimos una ronda de 'la alumna y el director', el escritorio le recordaba la oficina de un decano.

Conocí a un Edward diferente durante nuestra luna de miel. No a uno que puede gastar una broma, o solo ser gentil. A alguien que confiaba en su control, que se dejaba llevar por el deseo y devolvía el favor. También descubrió que ciento siete años de represión sexual tienen su precio, incluso en un vampiro.

No tuvimos tiempo de descansar, cuando algo se rompía, me levantaba y nos trasladábamos. El dominio de Edward era abrumador. Incluso cuando yo pensaba que yo tenía el control, se las arreglaba para cambiarlo. No me importaba en el momento, cada vez que él me ordenaba algo lo hacía sin pensarlo dos veces. Sus órdenes me excitaban más que nada.

Sin embargo, yo siempre era su primera prioridad. Siempre tenía mi orgasmo antes que él, y eso me molestaba más que nada. Quería que se relajara y disfrutara de todo, pero cuando saqué el tema, dijo no había nada más sexy que verme mientras teníamos sexo. Incuso cuando hablábamos con nuestro hijo era impertinente, mordiendo mi cuello o succionando mi lóbulo. Nos las arreglamos para extender nuestra escapada una excitante semana más.

Probamos cada posición que se nos vino a la mente, explorando cada pedacito de piel, y saboreando cada centímetro de cada uno. Llegamos a conocernos el uno al otro mejor que a nosotros mismos. E incluso cuando estábamos empacando para dejar nuestro increíble tiempo juntos, seguíamos coqueteando y bromeando.

"Esme no va a estar feliz." Comenté. Edward resoplo y rodo los ojos.

"Yo creo que puede lidiar con esto. Además, ¡no es está tan mal!" Incuso yo pude oír la mentira en su voz. "¿Qué? No lo es, enserio. En los setentas Emmett y Rosalie tuvieron una enorme mansión como casa durante un mes. Más grande que en la que vivimos ahora, por la visión que Alice tuvo cuando se fueron, esto es un homicidio contra la guerra civil."

"De todas formas, fue demasiado lindo por parte de Esme el prestarnos una casa tan hermosa, y nosotros vamos y rompemos todos los muebles. ¿Siquiera miraste? ¡Es perfecta! Los rojos obscuros y los vibrantes blancos son tan increíbles…" Me distraje mientras Edward se ponía lentamente de cuclillas.

"Una última vez," su voz no era suplicante, era demandante y temblé.

"No deberíamos, le prometimos a Damien estar en casa esta noche"

"Ahí estaremos." Fue todo lo que dijo antes de saltar hacia mí. Lo evité por menos de una pulgada y corrí por las escaleras. Hubo un gruñido fuerte antes de que lo escuchara moverse.

Corrí hacia la puerta principal, pero su brazo rodeó mi cintura antes de que yo pudiera salir. Podía sentir algo presionando mi espalda baja, y me acerqué a él. Edward gruñó en mi oído antes de lamer las orillas.

"Nos faltó algo," miré a mi derecha y vi un atamán (creo que es como un silloncito o un banquito para los pies) reposando en la esquina. Combinaba con los paneles color borgoña de la casa y estaba separado de la destrucción que habíamos causado.

"Creo que deberíamos dejarlo," Traté de sonar fuerte lo mejor que pude, pero era difícil ignorar la sensación de líquido bajando entre mis piernas.

"Nos tomará cinco minutos." Siseó en mi oído. "Pantalones abajo." con eso, desabotonó mis jeans y me los quitó con todo y calzón antes de que lo viera quitarse los suyos… y encontrarlo sin ropa interior.

"Ew, por favor no hagas eso." Me reí.

"Quería hacerlo más fácil." Se encogió de hombros.

Espera, ¿qué? "¿Esperabas que… sabías que nosotros…?" gesticulé, y tomó mi mano, llevándome al atamán, supuse que eso eran un sí. Debí haber esperado de él que lo intentara una vez más. Habíamos evitado bañarnos juntos, pero tenía la sensación de que él no iba a dejar que terminara tan fácilmente.

"¿Qué podemos hacer en esto?" preguntó, su cabeza ladeada y observando el pequeño mueble. Decidí darle una respuesta, sentándome sobre mis rodillas antes de agacharme para que mi pecho quedara presionado sobre el cojín. Moví mis caderas hacia él y me gruño.

Se puso de rodillas detrás de mí y entro en mí con un movimiento. Un grito atravesó mis labios y él gruñó. La presión de él entrando en mí era maravillosa, algo a lo que nunca podría acostumbrarme, no importa cuántas veces lo hiciera. Mis dedos se enterraron en el cojín por instinto y mis caderas golpeaban la base cada vez que Edward entraba en mí.

Me encontré recitando una sarta de incoherencias, todas ellas terminadas con su nombre. Edward era poderoso detrás de mí, llevando mis nervios más y más abajo hasta que pude sentir que todo en mí explotaba en un mundo de gritos y gruñidos.

El atamán debajo de mí se quebró con un sonido fuerte, y Edward cayó sobre mí con el repentino movimiento. Rugí antes de jugar con las astillas. Edward no se quitó de encima de mí, y yo estaba contenta, me gusta sentir todo su peso, ninguno de los dos preocupados de que me fuera a aplastar. Sus dedos se enredaron en mi cabello y suspiré.

"Me toca ser la dominante una década más, ¿ok?" se rió, pero lo noté asentir contra mi espalda.


Nos las habíamos arreglado para empacar el resto de nuestras cosas y subirnos al auto con un mínimo de toqueteo. Eran casi las tres de la tarde, y el sol aparecía ligeramente a través de las nubes, nada que fuera muy emocionante.

Mi cuerpo empezó a agitarse conforme nos íbamos acercando, y de verdad quería sostener a mi hijo. Había hablado con él todas las noches, pero era diferente. La familia lo mantenía más que entretenido, pero había escuchado un gimoteo varias veces cuando yo hablaba con alguien más. Había sufrido un colapso esta mañana cuando despertó. No paraba de llorar y no fue hasta después de dos horas de llanto ininterrumpido que nos llamaron.

Edward y yo sabíamos que no querían molestarnos, pero era hora de que alguien nos jalara hacia la realidad. Conducimos por el pequeño camino de tierra que llegaba a la boca de la entrada antes de acelerar hacia la casa. Todos estaban en el porche, Esme tenía a Damien en sus brazos, mientras él luchaba por liberarse.

Tan pronto como abrí la puerta, escuché unos frenéticos chillidos y balbuceos. Y fue sólo entonces que escuché el sonido más hermoso y desgarrador que mis oídos escucharan jamás. Creo que debo haberme visto asombrada, pero todos los demás también. La boca de Alice se abrió, y Rosalie levantó las cejas mientras Emmet sonreía y codeaba a Jasper. Edward, que estaba junto a mí, se congeló.

"¡Mami!" La sonora voz infantil se quedó en el aire y no podía moverme, sólo contemplar a mi hijo. Se retorcía y unas lágrimas de frustración empezaban a correr por su cara. Gritó de nuevo, más fuerte esta vez, pero una versión más ilegible de la palabra.

"¡Oh!" Esme salió de su estupor por mirar al pequeño niño, y corrió a mi lado, donde Damien se dejó caer en mis brazos.

"No vi…"Alice explicó, a la defensiva mientras Jasper se veía irritado, sacando una chequera de su bolsillo.

"Te dije que el Rug-rat (se refiere a los bebes de la caricatura de 'Aventururas en pañales) hablaría." Se rió Emmet.

"Ma," murmuró Damien contra mi cuello, sus dedos enredados en mi cabello y soltó u suspiro de bebé. Mis manos sobaron de arriba abajo su pequeña espalda cálida y besé su cabeza.

"Yo también te extrañé." Suspiré. Los brazos de Edward nos rodearon a ambos. Sus labios se posaron sobre mi cabeza, y sus manos cubrieron las mías sobre nuestro hijo.

"Los quiero mucho a los dos." La cabeza de Damien se enderezó y se rió. Su mano tomó el cabello de Edward que le había caído en los ojos y lo acarició.

"Pa," se rió de nuevo mientras Edward lo veía con los ojos muy abiertos.

"¡Les dije que sería un genio!" declaró orgullosa Rosalie, sus manos sobre sus caderas. Una parte de mí sabía que era muy pronto para que hablara; eso debía ser durante la etapa de desarrollo sensitivo motora. Pero otra parte de mí sabía que él era diferente, que su infancia se iba apresurada y me había perdido una valiosa semana.

Sus dedos jugaron con el cabello de Edward sobre mis hombros, y con todo lo demás que se encontró. Era observador, y curioso, pero eso era algo que ya me había esperado. Levantó la mirada de nuevo, sus ojos verde obscuro abiertos, y sonrió.

"¡Ma!" Sonreí y dejé las teorías. Él era mi niño, mi hijo, y mi familia. Nunca soñé con esto, no en mil años, y aún me estaba tambaleando, aún tenía que asimilarlo todo a veces.

Los labios de Edward volvieron a tocar mi cabello, y nuestra familia se reunió a nuestro alrededor. Todos ellos me trataban como si nunca hubiera sido humana, y como si siempre hubiera sido parte de su antigua familia. Nos abrazaron y nos dieron la bienvenida, preguntaron sobre una variedad de cosas y continuaron en una cómoda conversación hasta las primeras horas de la mañana.

Y no pude ocultar la sonrisa en mi cara mientras sostenía a mi hijo, y los brazos de mi esposo me rodeaban, que esta era mi familia, y esta era mi vida.


NA: Okay, no me resistir a un lemon. Ya sé que dije que el capítulo pasado sería el último, pero después de los recuerdos de todo lo que pasó… ¿quién podría resistirse? Y quería que terminara con un ¡BANG!

No he decidido si debería haber una secuela todavía. Me inclino hacia el no. He estado metida con los one-shots mucho últimamente. Si no han mirado mi perfil, y les gustan los lemons… son mi especialidad. ;)

Gracias a todos los que dejaron review, alertas y favoritos en esta historia. Significa mucho, y estoy muy feliz de que haya gustado. Estaré trabajando en Stoically Stitched, que es mi hijo, y por supuesto, nuevos one-shots.

¡Gracias!


NT: A nombre mío y de Caro les pido una disculpa por la tardanza, y tomo completa responsabilidad por cualquier cosa extraña y sin sentido, sobretodo en cuanto al lemon, y espero que disfruten de este último capítulo tanto como nosotras. :D

Espero que nos lean pronto con algo nuevo. (Nada en planes, sólo mis deseos)


Nota de Publicista (?): Como bien dice mi espo hermosa, una disculpa ENORME por haber tardado tanto en publicar este último capítulo, de verdad que me la volé. La única verdad que tengo para darles es que mi cabecita pensó que ya la había terminado, y cuál es mi sorpresa cuando la semana pasada me doy cuenta de que ¡aún falta un capítulo más!

Una vez más lo siento. Y todas agradezcan a Ximi por haber traducido este capítulo tan rápido :)

Quiero dar las gracias a todas esa personitas que se tomaron el tiempo de dejarme un review y a las que no también. A las que me pusieron en favoritos y alertas o que solamente leyeron, muchas gracias por acompañarnos hasta el final a todas nosotras: Almu, con quien comencé esta historia, Ximi por ayudarme siempre con capítulos y cosas que yo no podía hacer, y a BeliceAurora-Cullen por ser la beta de la mayoría de los capítulos de esta historia.

Ahora sí, sin más me despido de ustedes y espero seguir escuchando, o leyendo en este caso de todas ustedes. ¡Las amo!

-Carolina

29 de noviembre de 2011.