Hola! Como sabéis, la historia que estoy traduciendo actualmente está llegando a su fin, por lo que estoy buscando nuevos fics para traducir. Ha llegado hasta mí esta historia y he pensado que os gustaría leerla y decirme que os parece. Gracias por vuestra colaboración!"
" En su búsqueda del amor y la felicidad, Bella responde a un anuncio de matrimonio y termina mudándose de Ohio a Nuevo México para casarse. Esta historia se encuentra situada en 1900 y está ligeramente basada en la novela/musical The Harvey Girls"
Capítulo 1
PVB (Punto de vista de Bella)
Observaba el paisaje pasar por la ventanilla del tren como un borrón. Me estaba alejando de mi hogar en Ohio para mudarme a Sand Rock, Nuevo México, en busca de, lo que yo esperaba fuera una mejor vida.
Estoy segura de que mucha gente pensará que estoy loca, pero tengo una buena razón para dejar mis raíces atrás. Necesitaba empezar de nuevo, dejar los recuerdos que me atormentaban todos los días atrás, lejos de mí.
Hace dos años, cuando tenia 17, perdí a mis padres a las manos de una banda de bandidos que parecian escapados del propio infierno y que buscaban venganza. Mi padre había sido el Sheriff de la pequeña ciudad en la que vivíamos y se había ganado muchos enemigos en sus años de servicio. Esta banda en particular, resultó ser uno de sus enemigos más peligrosos.
Él y mi madre habían ido a una fiesta hace dos años y no habían regresado a casa nunca más. Cuando regresaban, la banda de Dean, les habían atacado y asesinado a sangre fría. Lo hicieron porque iban buscando venganza por la muerte de su líder.
Mi padre le había disparado y matado solo unos cuantos meses antes, cuando evitó el intento de robo al banco local.
Todo el pueblo y los demás de alrededor, se habían mostrado devastados por la perdida de un excepcional hombre de la ley y su querida esposa.
A mi se me había roto el corazón en mil pedazos y nadie había sido capaz de sacarme de mi estado de pena.
Inmediatamente después de sus muertes, me habían enviado a vivir con un amigo de la familia, Billy Black y su hijo Jacob. Ellos me querían y me trataron como si de verdad fuera parte de la familia, pero yo siempre me había sentido fuera de lugar. Yo quería formar parte de algo y sabia que allí no podría serlo.
Por supuesto que Billy me trataba como si fuera su hija y para ser sincera, tenia la sensación de que quería que lo fuera de verdad intentando que me casara con Jacob. Eso no iba a pasar, no señor. Jacob era un buen amigo y era como el hermano que no había tenido y siempre había querido tener. Me encantaba la relación que había entre los dos, pero el matrimonio solo llevaría a la ruina de esa relación. Sabia que me sentiría absolutamente miserable si me comprometía con él. La felicidad no era una de las cosas que surgirían en un matrimonio con Jacob Black.
Por suerte, él sentía lo mismo que yo. Tenia un ojo puesto en una chica que había conocido en la ciudad unos meses atrás. Todo el mundo la llamaba Nessie. Su familia se había trasladado a la ciudad unos meses después de la muerte de mis padres ya que a su padre lo habían contratado como nuevo Sheriff para ocupar el hueco dejado por mi padre, obviamente. No la había conocido personalmente, pero Jacob me hablaba de ella siempre que podía
Al principio pensé que estar sola era lo que yo quería, pero no era así. El estado de auto-aislamiento en el que me había obligado a existir, solo hacia que me sintiera más sola y deprimida con cada día que pasaba. Pero de repente, un día, decidí que ya estaba bien de revolcarme en mi miseria y fui a preguntarle a Billy si podía ir a pasar el día en la ciudad. Él se mostró encantado de que yo quisiera salir de la casa, pero no quería que fuera sola, así que mandó a Jacob conmigo, de escolta, aunque esas no fueron las intenciones que vi dibujadas en sus ojos. Vi como le guiñaba un ojo a su hijo y le daba una palmadita en la espalda cuando creyó que yo estaba distraída.
-Pasáoslo bien!- nos gritó mientras no dirigíamos a la puerta poniendo los ojos en blanco, pero sin poder evitar sonreír ante las tácticas del viejo Billy, aunque no eran tan eficaces como él creía ni era tan discreto como pensaba.
Como la ciudad no estaba muy lejos, Jacob y yo decidimos ir dando un paseo, aprovechando el buen día. Jacob apenas podía contener la emoción que sentía al pensar que posiblemente vería a Nessie. Yo no pude aguantar reírme un poco de él y decirle que se estaba comportando como un niño pequeño.
Una vez que llegamos a la ciudad, me di cuenta de cómo no hacia mas que estirar el cuello hacia todos lados buscándola entre la multitud. De repente se le luminaron los ojos y se le dibujo una gran sonrisa en los labios a la vez que una bonita muchacha se acercaba a nosotros.
Jacob nos presentó y pude comprobar que lo que sentía él por ella era lo mismo que ella sentía por él. Estaba muy feliz por ellos, pero no pude evitar sentir el dolor que retorcía mi corazón al ver que yo también quería tener ese tipo de amor en mi vida. Necesitaba escapar de aquella escena y aunque me costó un rato convencer a Jacob, al final me dejo ir a dar una vuelta por la ciudad a mi sola mientras él se quedaba hablando con Nessie.
Estuve un rato en la General Store, mirando todo, pero nada me llamó la atención. Empezaba a pensar que aquella pequeña excursión había sido una perdida de tiempo. No había hecho que me sintiera mejor ahora de lo que me sentía en casa de Billy. Decidí marcharme de allí y estaba casi en la puerta cuando un montón de periódicos llamó mi atención y entonces pensé que aquel era un momento tan bueno como otro cualquiera para ponerme al día de lo que estaba pasando en nuestro pequeño pueblo, así que compré uno.
Con mi nueva adquisición en la mano, salí y me senté en un pequeño banco que había cerca de la puerta de la tienda, me relajé y me puse a leer el periódico. Muchos de los artículos que leí eran aburridos y estaba a punto de tirar el periódico a la basura cuando algo en la sección central llamó mi atención. Cuando lo leí con mas detenimiento me di cuenta que era un anuncio de matrimonio. Leí aquellas líneas unas cuantas veces mientras que mi corazón latía con rapidez y me gritaba que había encontrado algo que podría ser el comienzo del cambio que estaba esperando que sucediera.
Solo había un anuncio de matrimonio en aquella sección y pertenecía a un hombre que vivía en Nuevo México y que se llamaba Carlisle Cullen y que buscaba a una mujer agradable e inteligente para convertirse en su esposa. Era el propietario de su propio rancho y estaba cansado de vivir solo. También había una dirección de correo en el anuncio donde las interesadas podían dirigir sus cartas. Rápidamente arranqué la hoja donde estaba el anuncio y me dirigía buscar a Jacob. Estaba deseando llegar a casa para escribirle a ese hombre y ver si surgía algo de aquello.
Seguro que algo de mi ansiedad iba dibujada en mi cara, porque Jacob notó el cambio en cuanto me vio. Yo intenté quitarle importancia a sus acusaciones diciendo que le paseo me había sentado de maravilla. Gracias al cielo, pareció creerme así sin más.
Una vez que llegamos a casa, subí corriendo a mi cuarto. Releí de nuevo el anuncio y sentí que la excitación que había sentido hacia un rato iba extinguiéndose poco a poco así que decidí a apartar aquel sentimiento y no dejar que la vida me dejara atrás así que respirando hondo y echándome a mi misma una pequeña reprimenda, cogí una hoja de mi escritorio y empecé a escribir la primera de las muchas cartas dirigidas al Sr. Carlisle Cullen.
Durante el siguiente año, nos escribimos tan de seguido como nos era posible y me encontré a mi misma enamorándome completamente de aquel hombre tan maravilloso y elocuente. Las cartas que me enviaba estaban llenas de palabras maravillosas con las que me contaba cosas sobre él, su vida en Nuevo México y el pequeño valle que frecuentaba a menudo para escapar del mundo. Nunca pensé que tanta pasión podía residir dentro de un hombre. Por primera vez en dos años, me sentía verdaderamente viva. Sentía que alguien me quería. Creí que iba a explotar de felicidad cuando recibí su ultima carta:
Querida Srta. Swan,
Este ultimo año de correspondencia por carta con usted ha sido el mas feliz que puedo recordar. Cuando al final me decidí a publicar el anuncio matrimonial, no me imaginé que podría encontrar a alguien cariñosa y amable como usted. No puedo aguantar mas la distancia que hay entre nosotros y por eso le pido que venga hasta Nuevo México para convertirse en mi esposa. Espero que acepte mi petición, porque si es al contrario, le puedo asegurar que mi corazón se romperá en mil pedazos.
Carlisle Cullen.
Después de leer la carta, corrí a escribirle una contestación. Estaba demasiado metida en aquello como para saber que nunca le diría que no. Una vez que recibió la carta, empezamos a hacer preparativos para mi llegada.
Me llevó casi un mes hasta que pude poner todos mis asuntos en orden para abandonar aquel lugar y empezar a vivir la vida que quería. El día de mi partida, cogía a Jacob y le conté cuales eran mis planes dejando en su cargo una carta para Billy. Estaba un poco nervioso por mi y porque haría el viaje sola pero también estaba contento de que hubiera encontrado algo que diera felicidad a mi vida. Me dio su bendición, me hizo prometer que mantendríamos el contacto y me acompañó él mismo a la estación de tren. Nos dijimos adiós con los ojos llenos de lagrimas... al menos por mi parte y me senté en el vagón del tren esperando a que empezara el largo viaje que me iba a llevar lejos de la vida que hasta entonces había conocido.
No me llevó mucho tiempo caer dormida debido al traqueteo del tren. Tuve sueños maravillosos sobre una pronta boda y de la vida que empezaría después como Isabella Cullen.
Me desperté abruptamente de mi viaje a la tierra de los sueños gracias a unas risitas. Arrugué la nariz molesta mientras miraba a mi alrededor para averiguar quien era el culpable de haberme despertado de mis placenteros sueños.
Miré hacia la parte de atrás del vagón y vi a un grupo de muchachas bastante guapas que hablaban las unas con las otras mientras tomaban algo de cena. Mientras continuaba observándolas, mi estomago soltó un gruñido sonoro que hizo que me pusiera colorada y que el señor que iba sentado a mi lado soltara un apequeña risita. Con las prisas se me había olvidado preparar suficiente comida para mi viaje y me había comido lo que quedaba de mis provisiones la noche anterior. Planear cosas no era una de mis cualidades mas fuertes. Me giré para mirar por la ventana intentando centrarme en el paisaje exterior con esperanzas de que aquello me hiciera olvidar que tenia hambre. Pasado un rato mi imaginación tomo el lugar de mi consciencia lo que hizo que me olvidara de todo lo que me rodeaba.
-Hola!
Solté un gritito agudo y casi me caí del asiento al oír aquélla voz tan cerca de mí. Estaba tan perdida en mi mundo de fantasía que me había olvidado completamente de que estaba rodeada de gente.
-Oh! Lo siento mucho! No era mi propósito asustarte. Es que te hemos visto aquí sola y hemos pensado en presentarnos.
Miré a las chicas que estaban delante de mí. Eran dos de las muchachas mas hermosas que jamás había visto. La que me había asustado, era bajita y de ojos verdes y su pelo era negro y lo llevaba de lo mas corto que jamás había visto a una mujer llevarlo. No creí que fuera apropiado llevar el pelo de aquélla manera, pero a ella le sentaba muy bien. La otra era alta de largo pelo rubio y ojos azules muy brillantes.
-Oh, tranquilas. Estaba distraída. Un pequeño sobresalto de vez en cuando es bueno para el corazón, no creéis?
Ellas se rieron y movieron la cabeza de manera afirmativa mientras se sentaban frente a mi.
-Soy Alice-me dijo la mucha de pelo corto poniendo una mano sobre su corazón- y ella es Rosalie- dijo señalando a su amiga.
-Llámame Rose, me gusta mas- me dijo la muchacha de pelo rubio sonriendo cálidamente.
-Es un placer conoceros a las dos. Me llamo Isabella Swan, pero por favor, llamadme Bella.
-Bella- dijo Alice- es un nombre muy bonito.
-Gracias Alice. Viajáis con el grupo del fondo?
-Si, nos dirigimos a Sand Rock, Nuevo México, vamos a ser camareras de un sitio que se llama Harvey House. Vamos a ser Harvey Girls- dijo dando saltitos en el asiento.
-Perdona a Alice, se suele excitar demasiado. Aunque la verdad es que es excitante. Es algo muy especial para formar parte. Los dueños llevan sus negocios y a sus camareras a pequeñas ciudades no muy civilizadas con esperanzas de traer con ellos un poco de clase y buenos modales- le explicó Rose.
-Suena bien.
-Y hacia donde te diriges, Bella?- le preguntó Alice.
-Oh, yo también me dirijo hacia Sand Rock- contesté empezando a sentir que empezaba a ponerme colorada.
-Aww Alice, se está sonrojando! Y que es lo que la lleva hacia Sand Rock, Srta. Bella?- le preguntó Rosalie levantando una de sus cejas con curiosidad.
-Oh...voy a casarme.
Las dos gritaron bastante alto, llamando la atención de los demás ocupantes del vagón y haciendo que me encogiera en mi asiento muerta de vergüenza.
-Señoritas por favor, sean respetuosas con los demás ocupantes del vagón por favor- oyeron como alguien les llamo la atención.
-Perdón señora- dijeron las dos a la señora que les había regañado y que en ese momento se acercaba a nosotras.
Ella era guapa también. Su pelo era de color caramelo y ojos marrones. Me recordó muchísimo a mi madre, tanto que tuve que luchas contra las lagrimas que peleaban por escaparse de mis ojos.
-A qué se ha debido eso?
-Oh Esme! Te presento a nuestra nueva amiga, Bella Swan. Ella también va a Nuevo México. Se va a casar. No es excitante?
-Si Alice, lo és. Es un placer conocerte Bella, me llamo Esme Platt. Estoy al cargo de este puñado de jovencitas sonrientes- me dijo a la vez que a ella también se le escapaba una sonrisita.
-Encantada de conocerla Srta. Platt.
-Oh querida, llámame Esme. Estoy segura de que no soy mucho mayor que tu.
-Está bien, Esme- contesté a la misma vez que mi estomago volvía a gruñir haciendo que me avergonzara delante de mis nuevas amigas.
-Oh querida! O tienes un estomago muy educado que quiere presentarse a sí mismo o estás definitivamente hambrienta! No has traído nada de comer contigo?- inquirió Esme.
-Lo traje, pero creo que no fue suficiente para todo el viaje, tonta de mi. Estaba tan contenta que no le di mucha importancia a esa parte. Pero me las apañaré hasta que lleguemos a Sand Rock. Debemos de estar a un par de horas nada mas.
-Ni hablar, puede que estemos solo a un par de horas, pero no vamos a dejar que te mueras de hambre. Alice, ve a por la cesta que hay en mi asiento y tráemela, por favor.
-Enseguida, Esme!
Alice llegó enseguida al asiento de Esme y volvió en tiempo record con una cesta llena de cosas.
-Ahora querida, coge lo que te apetezca y después cuéntanos todo sobre tu prometido- me dijo Esme guiñándome un ojo.
Quería protestar de nuevo, pero en cuanto el olor de la comida llevo hasta mi nariz, no me pude reprimir. Una vez que comí lo suficiente como para alimentar a un pequeño ejercito, les empecé a hablar de Carlisle y sobre las cartas que nos habíamos estado escribiendo el uno al otro. Pensaban que aquello era terriblemente romántico y me pidieron que las dejara ayudarme con la boda. Estaba feliz de haber hecho amistad con aquellas muchachas tan maravillosas. No solo significaba que conocería a mas gente en Sand Rock a parte de Carlisle sin que también me ayudaron a que el viaje se me pasara más rápido.
Antes de lo que imaginaba, el tren comenzó a pararse. Uno de los empleados del tren entró en el vagón anunciando que la siguiente parada seria Sand Rock con lo que empezamos a recoger nuestras cosas.
Yo solo había traído conmigo una pequeña bolsa donde llevaba las cosas que utilizaba diariamente, un baúl que llevaba mi vestido de novia, otros vestidos normales de diario, unos cuantos de mis libros favoritos, recuerdos familiares, las cartas de Carlisle y otras cosas de necesidad. Colgué la bolsa de uno de mis hombros mientras recorría el pasillo hasta la salida para buscar mi baúl y seguir con el viaje de mi nueva vida. No tenia ni idea de lo que la vida tenia preparado para mi después de cruzar aquella puerta, iba a enfrentarme a ella esperando que fuera mejor que la vida que había dejado atrás durante los últimos dos años.
De lo que estaba completamente segura era de que mi vida iba a cambiar y de que estaba dispuesta aceptar aquel cambio con el corazón y con los brazos abiertos.
Y bien? Qué os ha parecido? Tranquilas por lo que ahora parece un Carlisle/Bella, es solo el primer capiiiiitulo.
Merece la pena que siga traduciendo? Si? No? Me vais a mandar a los Volturi? (si lo haceis mandadme a Felix en forma de Daniel Cudmore, vale?)
Este fic lo continuaré como un par de semanas después de que Ready Made Family haya terminado, ok?
Por si os interesa, la autora original es " edwardrocksmysocks"
Espero vuestros reviews?
