El poder del nombre
...por Fargok.
En el mundo sólo existía una copia del certificado de nacimiento de L; y era, por cierto, el único documento que registraba el nombre que sus padres le dieron. A pesar de que estaba guardada en una caja fuerte de un banco suizo, al joven detective siempre le había parecido un documento inocuo, hasta que apareció Kira. Se vio tentado varias veces a pedirle a Watari que lo mandara destruir, pero se calló pensando que lo mejor era no mencionarlo en ningún momento, por si Light-kun escuchaba.
El nombre nunca le había importado tanto. Cuando las personas escuchan su nombre o su apellido, incluso aunque no les estén hablando, no pueden evitar voltear la cabeza. No era su caso. A L su nombre le era completamente indiferente, y a pesar de su destacable memoria, no podía recordar realmente ni una ocasión en la que alguien se hubiera referido a él de esa manera.
Cierto, su nombre se pronunciaba —en inglés— de la misma manera que su seudónimo más famoso, sin embargo, L nunca había estado acostumbrado ni a su pronunciación inglesa ni a su ortografía. De su apellido ni hablar. En su mente, L sólo podía referirse a sí mismo como L y, últimamente, gracias al extraño constante contacto con otras personas, como Ryuuzaki.
A Ryuk siempre le había parecido muy divertido el asunto de los nombres. Sinceramente, Light no era tan inteligente porque no se daba cuenta de ese pequeño detalle; por otro lado, nada le hubiera costado intentar escribirlo, pero nunca lo hizo. El nombre es muy importante porque es el símbolo de lo que uno es. El ejemplo más típico es el del perro: un perro se llama perro porque cuando decimos perro pensamos en un perro. A algún loco se le ocurrió un día que se llamaba canis lupus familiaris, pero si alguien dice canis lupus familiaris nadie normal pensará en un perro. Al shinigami le daba una risa tremenda cada que pensaba en eso y miraba, sobre la cabeza de L, solita y sin apellido, la duodécima letra del alfabeto según el orden latino internacional.
エル。エル。エル。エル。エル。
NOTAS: ¡Tadán! Esta idea me rondó la cabeza un tiempo porque tengo una prima que todo el mundo conoce por un nombre que no es el suyo (es decir, que no es el que figura en su acta de nacimiento); llegué a la conclusión de que el nombre no está ligado al certificado o a la identificación, porque al fin y al cabo hay gente que no tiene documentos o identificaciones, pero no puedo pensar en alguien que no tenga nombre. Si alguien no lo entendió (espero que no, pero lo explico igual :P), el verdadero nombre de L (es decir, el que se ve con los ojos del shinigami) es "L", sin apellidos ni nada, porque es el nombre con el que verdaderamente se identifica.
