Autora: Hola! Éste nuevo fic es un tema bastante distinto al que suelo escribir, sin embargo con los mismo factores principales, el amor, drama y comedia, es un SasuSaku y tendrá otras parejas al transcurrir la historia, espero les guste y muero por saber sus opiniones al respecto. Disfrutenlo.

Disclaimer: Naruto y sus personajes pertenecen a Masashi Kishimoto.

Melodía de Amor

Capítulo I

Sueños

¿Por dónde empezar a contarles mi vida hasta mis presentes 20 años?

Mi nombre es Sakura Haruno, estatura promedio, peso promedio, cabello rosa natural, un poco raro para la mayoría de la gente "normal" en el mundo, sin embargo mi cabello llamaba mucho la atención desde muy joven, con toda y su rareza, acompañaba perfectamente mis expresivos ojos verdes y rasgos refinados algo felinos. Nunca me consideré una belleza, pero según las pocas amigas que tuve durante el instituto, tenía muchos admiradores, sin embargo, debido al trabajo de mi padre mi infancia fue algo movida.

Como muchas familias en el mundo, mis padres se divorciaron cuando yo tenía unos 5 años, hasta entonces había nacido y vivido en Japón, en un pueblo cerca de la ciudad de Kyoto, llamado Mt Tokin. Luego de eso jamás supe de mi madre o de aquel pueblo.

Vagamente recuerdo el lugar, lo que si recordaba perfectamente era la voz de mi madre, no su rostro, pero sí esa hermosa voz que era capaz de hacer los pájaros cantar junto con ella, y que podía hacer crecer las flores en cualquier invierno. O eso decía mi padre.

Bryan Haruno, nacido en Inglaterra, madre inglesa y padre Japones, dedicado a los negocios para empresas extranjeras, hablaba casi 10 idiomas, un gran hombre, me enseñó casi todo lo que ahora sé, trabajador, dulce, amoroso, inteligente y muy gracioso, se enamoró de mi madre en un viaje de negocios que tuvo en la ciudad de Kyoto.

Según él, era la primavera más hermosa que el lugar había podido tener jamás, y mi mama vestía un hermoso Kimono que solamente resaltaba un poco mas su belleza.

Sí, soy mitad japonesa y mitad Inglesa, 5 años en Japón, y luego del divorcio, los siguientes años los viví en Londres y eventualmente pasaba meses en otros países con mi padre.

A veces me pregunto ¿porqué la vida es tan injusta? ¿Porqué mi padre tuvo que morir en un accidente de tránsito, dejándome sola en Londres, una vez terminada mi secundaria, viviendo un año con una amiga del trabajo de mi padre que me acogió justo despues de su muerte, al pasar mi horrible depresion y estado de zombie decidí tomar la pequeña herencia de mi padre y regresar al hogar de mi madre, aunque casi no me acordaba de su rostro.

Y quizás ella no estaría muy contenta de verme, o en el peor de los casos ni se acordaria de mí, sin embargo, me sentí tan sola, tan desamparada, tan vacía, que necesitaba estar con la única otra persona en mi vida después de mi padre.

Llegué hace una semana al mismo pueblo donde nací, sin conocer a nadie, y sin que nadie si quiera recordara mi rostro, busque a la señora Min Kyou.

Pero nadie sabía de ella, no sabían de ella desde hacía más de 10 años, y ahora estaba sola, con una sola maleta que llevaba mis más preciadas pertenencias, y más vacía que nunca.

Gracias a mi buen manejo del idioma no me fue difícil encontrar trabajo en Kyoto, no pensaba quedarme en aquel pueblo, y no quería ir a una gran ciudad como Tokyo, no por ahora, debía centrar mis ideas y pensamientos. Conseguí un pequeño apartamento, era barato, tanto que no tenía si quiera televisión o radio. Era jodidamente aburrido todo y era difícil adaptarse a las costumbres de Japón nuevamente.

Llevaba ya casi dos meses en Kyoto, y la vida simplemente pasaba día a día sin ninguna novedad, sin ningún acontecimiento nuevo, a menos que llamemos nuevo el hecho de que me habían botado de mi 3er trabajo por mi "mala actitud", claro, mala actitud contra los pervertidos que me daban nalgadas cada vez que les iba a servir un plato de comida.

Maldecía todo lo que me sucedía, no era una mala persona, era tranquila la mayoría del tiempo, sé que mi temperamento no es el mejor, pero ahora no me importaba nada, al final solo había conseguido trabajos de mesera. No es que pusiera mucho empeño en aquellos mugrientos trabajos, solo esperaba poder encontrar una luz que me hiciera elegir un camino que tomar, "que no fuera suicidio" el cual parecía más atractivo que ningún otro.

Mi mejor compañero en esos meses de delirio era mi ipod, con el que me perdía escuchando mis canciones favoritas, y a veces hasta cantaba en voz alta.

Ahora me encontraba trabajando en otro restaurante, uno que me obligaba a vestir un ridículo atuendo con patines y falda bastante corta, ayer cumplí 20 años, y lo celebré con un helado de chocolate en mi pequeño apartamento rentado, el cual por cierto ya debía 1 mes y estaba segura que el dueño me iba a sacar en cualquier momento, no tenía amigos, familia, ni siquiera una carrera, lo único que tenía conmigo era mi voz, aquella voz igual a la de mi madre, la voz que mi padre tanto adoraba, y yo le había cantado durante tanto tiempo.

Jamás exploté ese talento, estuve en clases de canto y canté en la coral de la escuela, al ser algo mas mayorcita lo dejé, me parecía estúpido e innecesario, ya habían demasiadas cantantes en el mundo, yo prefería ser un poco más realista, y solo cantar cuando me nacía del corazón, y secretamente cuando recordaba a mi madre.

Aquella tarde en el restaurante estaba bastante tranquila, no había mucha gente, y me dio tiempo para vaguear un poco y simplemente dedicarme a limpiar las mesas, tome mi ipod y me coloque los audífonos, comencé a cantar de manera moderada una canción en ingles que mi padre adoraba, y especialmente me pedía que le cantara cuando estábamos en la sala de nuestra antigua pieza en Londres.

Me atreví a subir un poco el volumen de mi voz ya que nadie parecía prestarme atención alguna, mi corazón se agitó como siempre lo hacía cuando sentía la música recorrer mis venas. Cerré mis ojos concentrándome en cada letra y en la canción. Terminé de cantar y antes de que pudiera cantar la siguiente algo me sacó de mis sueños, una nalgada que me sobresaltó e hizo hervir la sangre en mi cuerpo.

-¿Hola preciosa que tal si me acompañas a mi casa con ese atuendo y me cantas una cancioncita?-Preguntó un repugnante viejo que venía acompañado de dos más.

-¿Por qué no te M#$$%%#$$##?-Le grité alterada.

Rápidamente sentí la mano de mi jefe tomarme el brazo antes de que pudiera abofetear al pervertido.

-¿Qué clase de falta de respeto es ese huh? Ya te he perdonado muchas otras veces, jovencita, discúlpate.

-Por supuesto- Dije sonriendo y aun con la adrenalina corriendo por mis venas.

Tome toda la fuerza que pude y le propine un puñetazo en la mejilla al viejo verde que se cayó al suelo.

-Tómalo como un "renuncio"- Dije descargando toda mi furia y tirando el ridículo delantal que llevaba amarrado a mi cintura.

Mi jefe me veía atónito como pez fuera del agua.

Me adentré a los vestidores del lugar y busqué mi chaqueta y mi bolso para salir de ahí, ni siquiera pensé en quitarme el provocativo atuendo, no podía dejar tiempo para que me detuvieran. Aunque mi ahora EX jefe parecía muy ocupado ayudando al viejo verde y discupandose.

Corrí apresurada hasta la puerta y escuché como gritaba mi nombre de manera furiosa, me giré para asegurarme que no estuviera cerca y choqué con alguien tan fuerte que ambos nos tambaleamos, sentí como la persona dejó caer algo.

-Lo siento muchísimo- Me disculpé rápidamente, subí la mirada apenada.

Frente a mí había un chico de más o menos mi edad, piel blanca lisa sin imperfecciones, ojos afilados y de un negro misterioso e impactante tras aquellas gafas de montura negra, labios finos perfectamente delineados y de un provocativo que el solo verlos me hacían flaquear las piernas, ¿y el cabello? No había manera de explicar lo perfecta que era su melena negra azabache, era un total bombom, no tenia ni idea de como podia haberme quedado tan embobada de un segundo a otro, el por su parte parecía sorprendido y de pronto recogió un gorro del suelo y se subió la capucha de su chaqueta, rápidamente comenzó a reclamarme algo, estaba gritando con el ceño fruncido, pero yo estaba tan hipnotizada que no entendía lo que me decía.

-¿Perdón?-Pregunté sin comprender.

-¿Perdón?- Repitió algo ofendido.

-No enti- Iba a tratar de preguntar pero él me señalo cual era el problema con su mano.

En la calle frente a nosotros había un teléfono que a simple vista parecía haber sido bastante caro, ¿Por qué hablo en pasado? Porque ahora se encontraba hecho añicos en el pavimento donde pasaban los carros velozmente.

Sentí un balde de agua fría caerme encima, seguramente había sido mi culpa en el momento en que lo empujé al salir tan apresurada del restaurante.

-Yo…lo siento….te lo pagaré- Le dije de manera algo suplicante, la verdad era que no sabía que decir, y aunque no tuviera ni medio, pronto encontraría otro trabajo, al final de cuentas era un simple celular, no debía ser tan caro.

- 5mil dólares, 465.0666 yenes….-Dijo el misterioso chico de forma seca pero sin ningún tipo de expresión en sus finos rasgos.

Ahora me sentía como aquel celular en el suelo, pisoteada y en pedacitos, no tenía esa cantidad de dinero, y conseguirlo me costaría mínimo como 3 meses de arduo trabajo en algún lugar, y ahora sacando cuentas, no había durado ni siquiera en 4 empleos durante 2 miserables meses, estaba acabada.

-Ahora no tengo esa cantidad, no habrá otra manera, podemos llegar a un acuerdo, quizás si me das un plazo- Estaba balbuceando un poco por los nervios.

El chico embozó una sonrisa algo arrogante, pero aun así, aunque estaba en el peor de los momentos, y él fuera mi enemigo en ese momento, me debilitó. Era una sonrisa perfecta y endemoniadamente sexy.

-Yo sé de una manera en la que me puedes pagar….

Embozó una sonrisa y sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo, me estaba poniendo ahora más nerviosa, me observaba de pies a cabeza y parecía asentir a lo que veía, aunque no sabía que era, ¿a qué se refería exactamente?

-¿De qué hablas?-Le pregunté bruscamente.

-Págame con tu cuerpo.-Dijo sin ningún tipo de descaro o pudor en su voz.

¿Qué demonios acaba de decir el sexy misterioso hijo de su grandísima /&$$#"?

o-o-o-o-oo-o-o-o-o La otra cara de la moneda o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o

¿Cómo puedo contar mi historia? Veamos supongo que comenzaría de esta forma.

Mi nombre es Sasuke Uchiha, estatura, bastante más alta que el promedio normal de la población masculina japonesa, mi piel bastante blanca y perfecta gracias a los buenos genes de mis padres, cabello negro, común en Japón, sin embargo de nuevo gracias a los fabulosos genes paternales poseía un brillo y un liso especial con un toque de rebeldía que me daba un estilo "sexy" según las chicas, mis ojos, afilados y bastante mas negro de lo normal y según la revista "Mujer joven" Los mas intensos y provocativos de Asia, realmente me consideraba un chico bastante normal en comparación con el resto de las personas que conocía, sin embargo a lo largo de mi vida las mujeres habían opinado lo contrario. Lo que me había hecho una persona bastante cerrada en cuanto a mis relaciones con las féminas y bastante selectivo, odiaba a las chicas que gustaban de mi por la fama que ahora tenía, ya que estoy seguro de que aunque para ellas soy apuesto y siempre un sex–symbol, sólo les importa la fama, el dinero, y el éxito.

La fama, HAH, llegó a mi vida tan rápido que casi no la presentí.

Pero primero a lo básico.

Mi familia murió cuando yo tenía unos escasos 6 años, mi hermano, Itachi y yo quedamos huerfanos y fuimos enviados a familias distintas, en realidad, a Itachi lo acogieron de inmediato, ya que era bastante educado, inteligente, atractivo y elocuente, sin embargo no fue lo mismo conmigo, gracias a mi personalidad cerrada, y el trauma que tuve al perderlo todo no era la persona mas social del planeta que digamos, simplemente odiaba todo, sentía que mi existencia no valía nada, y me dolía el hecho que me separaran de mi hermano mayor, y solo pude aferrarme en su promesa.

"Volveré por ti"- dijo Itachi antes de irse y me beso la frente.

Por supuesto no volvió ya que no podía aun por ser menor de edad, asi que esperé unos 6 años en ese horrible orfanato hasta que fui lo bastante mayor para darme cuenta de que jamás encontraría un hogar, ya que eso no estaba hecho para mi.

Mi hogar, mi familia había muerto, Itachi había encontrado una nueva y yo estaba solo.

El día de mi fuga me detuvé al parar frente al salón de música, la luna estaba tan brillante que alumbraba todo el lugar, sin embargo lo que más resplandecía en el salon era una guitarra en el centro, parecía bastante nueva, nunca me había interesado tocar algun instrumento, pero mi padre solía tocarnos la guitarra a mi hermano y a mi, lo recordaba vagamente, la melodía que nos tocaba, sin embargo era el recuerdo mas vivo que tenía de él.

No lo pensé mucho la tomé y salí por la ventana de la cocina, no creía que alguien fuera a extrañarme, sin embargo sabía que alguien iba a extrañar aquella guitarra, pero yo la necesitaba mas que nadie.

Rondé las calles por unos días, pedi limosnas y me escondía de los policias en casas abandonadas, aprendi a tocar la guitarra gracias a algunos vagabundos que me enseñaron, y luego de aprender algunas notas la tocaba todas las noches, tratando de que mis padres me escucharan y me llevaran con el. La música y aquella guitarra era mi única compañía.

Era un 24 de Diciembre había pasado unas 2 semanas en la calle, llovía como si el cielo se fuera a derrumbar, tenía mucha hambre y un frío ireal, en vez de cubrirme con las chaquetas que tenía, cubrí a mi mejor amiga, a mi guitarra, escuché un carro pararse a mi lado y lo ignoré, trate de caminar por aquellas desoladas calles mas rápido pero una voz me llamo con insistencia. Voltee la mirada y frente a mi había un hombre bastante joven de cabellos rubios como el sol.

-Pequeño, ¿estás perdido?-Preguntó preocupado.

Yo lo ignoré y trate de seguir.

-Espera un momento, ¿Cómo te llamas?

Su cercanía me había tomado desprevenido, tomó mis hombros y su mirada de alguna manera era calida, una calidez que necesitaba ahora ya que mi cuerpo temblaba como gelatina por el frio, quizas estaba deseando morir en aquel invierno, bajo aquella lluvia despues de todo.

El hombre me alzó en sus brazos y me metió dentro de su carro último modelo, dentro estaba caliente y no tenía las fuerzas para moverme, noté una mirada intrigante observandome deteñidamente a mi lado, un niño de mi edad igual de rubio que el señor me miraba curioso, sin embargo aquello fue lo último que ví.

No...No morí...

Estuve enfermo por unos días y Minato, sí, asi se llama mi salvador, me cuidó y me llevó a un doctor, estuve a punto de tener neumonía pero al parecer me encontraron a tiempo. Minato descubrió que había escapado del orfanato y justo cuando pensé que me devolvería me propuso quedarme con el, y adoptarme.

No sabía si era porque no tenía muchas ganas de volver a aquel horrible lugar, o porque simplemente aquella casa se me hacía mas cálida de lo normal pero lo acepte. Despues de eso todo mejoró, Minato notó mi pasion por la música y me contrató tutores para tocar la guitarra.

Mientras tanto la rivalidad y hermandad con Naruto, su hijo, el niño curioso, crecía día a día, yo era una especie de hermano mayor para él y yo tomaba algo de provecho de ello. Ibamos a la escuela juntos y el despertó un deseo por la musica gracias a mí, y para su fortuna era bastante bueno.

Yo sin embargo, tenía ahora sueños, algo que nunca tuve antes, pero crecieron en mi poco a poco, la música no era simplemente un pasatiempo, soñaba con la fama, con poder tocar una guitarra frente millones de personas y que esas personas apreciaran mi arte, Minato estaba orgulloso de ambos y mis tutores decían que era un artista innato. Tambien cantaba pero aunque según todos tenía buena voz prefería solo tocar la guitarra.

Itachi como lo prometió al graduarse de la secundaria y cumplir la mayoría de edad dio con mi paradero y me ofreció una suma de dinero que había estado reuniendo para mí con trabajos de medio tiempo, yo no lo acepte pero en vez del dinero le pedí que no volviera a alejarse, hablamos por horas y él agradeció mil veces a Minato por adoptarme, aunque yo me había ido por la música, el escogió los negocios y como buen hermano mayor se ofreció en ayudarme a como diera lugar, asi que desde ese día se convirtio en mi agente, mío y de mi "banda" la verdad es que solo tenía a dos integrantes mas, el bajista, mi mejor e inútil amigo Naruto y tambien hermanastro, quien no hacía más que vivir para comer ramen y tocar el bajo desde que descubrió que era su fuerte, y otro inepto pero aceptable Sai, el baterista. Amigo mío y de Naruto del instituto.

Nos graduamos y seguímos con la banda, Naruto, Sai y yo compartíamos el sueño de volvernos famosos y no ser simplemente perdedores que tocaban en bares, y alguna que otra fiesta, los vocalistas variaban y yo no estaba del todo contento, ya que la mayoría no era lo suficientemente buenos, yo componía casi todas las canciones y las letras con la ayuda de Naruto y Sai, sin embargo los vocalistas siempre se tomaban todo como un juego o eran problematicos, por eso grabamos nuestro demo sin vocalista. Solo nosotros tres.

Itachi consiguió que una de las mejores disqueras conocidas en Asia escuchara el demo de nuestra música y parecían bastante interesados, todo había salido mejor de lo esperado, ya que a mis 18 años recién graduado de la secundaria conseguí firmar un contrato que cambiaría mi vida, y me lanzaría al sueño que tanto anhelaba, la fama.

Es muy rápido como alguien se hace famoso, ni siquiera me había dado cuenta de lo popular que era hasta que mi casa estaba rodeada por chicas enloquecidas, y paparazzis acosadores, así habían transcurridos los dos años después de lanzar nuestro primer CD.

Mi grupo, "Black Route" se postulaba como número uno en Japón los últimos dos años desde su lanzamiento al estrellato, con nuestra vocalista Karin, una pelirroja que nos encontró la disquera para completar la banda, todo había estado bastante bien, aunque había habido malentendidos entre el grupo por parte de la "diva" habíamos logrado un equilibrio, yo escribía y componía las canciones, y al parecer a todo el mundo les gustaba.

Casi siempre contaba historias que no eran mías, historias de las personas que conocía, ya que no me gustaba cantar acerca de mi vida.

Todo despues de que la familia Uzumaki me adoptara había sido normal, sin contar por los conciertos, la firma incansable de autógrafos, las miles de fotografías que me había tomados, entrevistas, fotos en revistas, los tabloides que siempre decían cualquier mentira acerca de mi vida privada, y por supuesto las sonsas encuestas que me postulaban como uno de los artistas más apuesto y poderosos del momento.

Minato estaba orgulloso, y yo quería devolverle cada centavo que el había gastado en mí, me sentía en una deuda infinita, aunque por supuesto el muy blando no aceptaba nada, en vez de eso me pidió que cuidara del cabeza hueca de Naruto y que diera mi corazon en lo que hacía.

Yo mientras pudiera pararme en un escenario y tocar la guitarra era feliz, aunque estuviera aun mas feliz si la voz que cantara mis canciones fuera otra y no la de Karin.

Aunque ella cantaba muy bien, su voz no lograba hacer ningún efecto en mí, no había voz alguna que lograra captar mi atención desde que empezamos todo el revuelo de la banda, algo en mí faltaba, aunque había logrado encontrar un equilibrio perfecto entre Sai, Naruto y yo aun faltaba esa voz que incediara el escenario y diera vida a mis canciones.

Y gracias aquella sensación y mi gran bocaza ahora Karin había renunciado al grupo, sin contar el hecho de que nunca me quise acostar con ella en las incontables ocasiones que me lo pidió. Su orgullo fue más grande que ella y abandonó la banda, por supuesto, toda la compañía culpaba al mimado líder del grupo Sasuke Uchiha, claro, porque Naruto era el dulce y divertido bajista, el rubio hiperativo, Sai el idiota zopenco que parecía un muñequito de torta y todo el mundo admiraba por su actitud inteligente y refinada, y yo era el playboy de mala actitud y rebelde, pero de endemoniadamente sexy físico, por eso me culpaban de echar a la pelirroja del grupo. Por mi "mal genio"

Me daba igual, mejor que se fuera, yo mismo me encargaría de encontrar una voz que encajara con mi banda.

Tendríamos unas vacaciones mientras buscábamos una nueva cantante, las audiciones por parte de la disquera habían comenzado, sin embargo yo no acepte a ninguna de las candidatas, habían unas muy buenas y otras patéticas, pero ninguna encajaba, sería lo mismo que con Karin, Itachi me dio dos semanas para relajarme e irme por mi cuenta a donde quisiera.

Algo que no había tenido desde hacía dos años. Decidí volver a Kyoto, mi ciudad de origen.

Aunque era extremadamente difícil pasar desapercibido lo había logrado con éxito, Itachi me ayudo a burlar los paparazzi, al parecer nadie sabía de mi estadía en Kyoto, ya que de mi pasado no se había revelado mucho gracias a que nuestras fuentes eran bastante fieles y por supuesto Itachi era bastante meticuloso.

Era mi último día en la ciudad, había tratado en vano de encontrar una señal, una chica capacitada para el puesto pero nada, decidí almorzar en un restaurante bastante normalillo para no llamar la atención, me senté en una esquina del lugar, estaba bastante solitario, solo unos viejos en unas de las mesas en el centro del lugar, una chica de atuendo peculiarmente sexy tomó mi orden y trate de no contactar mucho su rostro ya que si me reconocía seguro comenzaría a gritar mi identidad, pero la rubia no se dio cuenta de nada tomo mi orden y se fue, claro que ayudaba que tuviera encima una chaqueta de capucha,gafas, y un gorro.

Me dispuse a jugar un poco con la pimienta y sal en la mesa, divagando en mi mente que haría, si no conseguía a nadie por mi cuenta todo era inútil, sabía que mi orgullo no me dejaría volver a lo mismo y tocar con una vocalista elegida por la disquera la cual sería otra cabeza hueca con buena voz pero sin pasión o sentimiento por la música, entonces ¿sería el fin de "Black Route"?

Mi mente estaba hecha un mar de dudas, de pronto escuché algo que me congeló el cuerpo y me hizó colocar mi mente en blanco, no podía ser, esa voz, debía ser una jugada de mi subconsciente, debía estar aun sumido en mis pensamientos, disimuladamente busque con mis ojos de donde venía la hermosa voz, una chica recorría las mesas con el atuendo de camarera, las limpiaba y parecía perdida en la canción que recitaba, estaba cantando con un sentimiento tan profundo que sentí me atravesó el alma como ninguna otra voz lo había hecho jamás, sentí mi piel erizarse, era como un flechazo musical.

Trate de calmar mi emoción, no podía lanzarme hacia ella y acorralarla a preguntas, pero esa era justamente la voz que necesitaba para mis canciones, era la voz que había deseado para mi grupo, una voz suave, pura como la de un angel.

Aquella misteriosa chica la poseía, ahora que la detallaba, tenía un peculiar e interesante cabello rosa, no me desagradaba, al contrario, era intrigante y llamativo, de perfil no parecía nada fea, y gracias a aquel sexy atuendo podía decir que su cuerpo estaba muy bien.

Antes de que pudiera decidir qué hacer, como caído del cielo me llegó la llamada de Itachi, atendí para decirle acerca de la chica, sabía que el confiaba en mi y tomaría en cuenta escucharla, solo tendría que convencer a la chica de que me acompañara a Tokyo, sería pan comido.

-¿Itachi?-Atendí.

Me comenzó a hablar de cosas aburridas, economía, bla bla bla, le dije que tenía la chica frente a mis narices y me prestó total atención, intenté continuar la conversación pero me detuve al escuchar a la chica de la "voz" gritar como una fiera a unos viejos, quizás debía mejor hablar afuera, salí rápidamente y le explique donde la encontré.

Itachi me dijo como debía hablarle para convencerla y fingí escucharlo, no necesitaba consejos para tratar con una mujer, aunque sabía que ésta en particular no era nada fácil, ya que su actitud dentro del lugar era algo agresiva

Me estaba despidiendo cuando sentí un empujón y mi móvil salió volando de mis dedos directo al pavimento, seguido por un carro que lo destrozó al instante que le paso por encima.

Me quedé algo confundido y voltee la mirada para encontrarme con la chica, esto era genial, simplemente mejor de lo que había esperado, al solo verla sabía que no podía lanzarle un "hey chica, tienes una linda voz, se la nueva vocalista de mi grupo, sabes, el híper famoso "Black Route"

Ahora tenía una excusa.

Me di cuenta que mi gorro había caído al suelo con el empujón y me apresuré a recogerlo y para evitar llamar la atención me coloque también la capucha de la chaqueta. Comencé a reclamarle con fingida molestia por el celular.

Me preguntó ¿Perdón?, ni siquiera había notado que mi celular había sido asesinado por su culpa, ella al percatarse de lo que pasaba palideció, sentí como sus nervios incrementaban, seguro era porque después de su numerito había sido despedida. Aunque no sabía que le había pasado exactamente dentro del local todo era justamente perfecto.

Siguió balbuceando acerca de que me pagaría, de nuevo, el bendito dinero, no era lo que quería, pero entonces mi idea surgió mejor de lo que esperaba. Le solté la cantidad, era bastante alta por supuesto, mi celular era uno de los más caros en el mercado, ya que era una especie de mini computadora, sus grandes ojos verdes se sorprendieron aun más y de aquella dulce y melodiosa voz salieron las palabras mágicas.

-"podemos llegar a un acuerdo"

Una manera perfecta de que me pague, no con dinero, sino con su voz, la llevaría engañada.

-Yo sé de una manera en la que me puedes pagar- Le dije embozando una de mis sonrisas matadoras.

Ella pareció algo confundida y extrañamente no parecía afectada de manera profunda como el resto de las féminas.

Respondió que aun no comprendía, entonces me dio el placer de jugar un poco con su inocente y provocativa mirada de corderito.

-Págame con tu cuerpo- Le solté de manera provocativa y algo divertida.

CONTINUARÁ…

-¿Qué responderá Sakura?

-¿Qué planea Sasuke?

Hello! ¿Qué les pareció? Unas vidas algo traumaticas huh? Yo y mis dramas, lo siento, no lo puedo evitar -/-, pero a partir de ahí todo comienza a mejorar, y a volverse mas interesante, este fic lo tenía en mente desde hacía bastante tiempo, y bueno lo he adelantado bastante, lo seguiré sólo si recibo una buena respuesta, quisiera saber si vale la pena continuarlo! Un beso, gracias por leer, espero les haya gustado, espero sus reviews xoxo

P.S. Pronto subiré la conti de "U belong with me" y " Unidos por el dolor", MUCHAS GRACIAS POR SUS BELLOS REVIEWS EN "COSAS DE ADOLESCENTES" son lo max! besos

Con cariño! RINOA-CHAN :D