Disclaimer: ninguno de los personajes son míos, todos pertenecen a S. Meyer.

Claim: Leah.

Summary: Porque ya estaba bien de que todo el mundo quisiera a todo el mundo y tu tuvieras que ser la que soportara todo el dolor.

Rating: T.

Nota: este drabble participa en el reto 'Palabras para el recuerdo' del foro LOL.

Palabra clave: celos.

Hate on me

(Like you're so perfect and I can't measure up. Well I'm not perfect, just all messed up!).

(Celos).-

Ya podían irse todos a tomar mucho viento. No querías volver a verlos en toda tu jodida existencia. Ojalá se extinguiera la raza humana y toda la felicidad que flotaba a su alrededor.

Mierda. Joder. ¿Por qué todo el mundo rebosaba alegría menos tu?

Es genial, simplemente fabuloso. La historia se acabó, todos son felices y comen perdices. Claro, todos menos tú... Que patético.

Que tu sepas has llevado un vida normal siempre, no has hecho daño a nadie, has querido a tus padres, has cuidado a tu hermano, se lo has dado todo a Sam, incluso has ayudado a los malditos vampiros cuando a ti aquello ni te iba ni te venía. ¿Y qué? ¿Todo eso para qué? Esta visto que para nada.

Ahora todos son felices, el estúpido de Sam con la estúpida de Emily, el idiota de Jake con la idiota semi-vampira, los imbéciles Cullen con la imbécil de Bella y así sucesivamente. Perfecto, simplemente perfecto. Y ahora a ti, ¿qué te queda? Pues simplemente esconderte en el agujero más oscuro del planeta Tierra envidiándoles y manteniendo tu mal humor lejos de los demás. En serio, te deberían dar un premio por eso.

Pero la cosa no queda ahí, no. No pueden dejarte en paz mientras tu creas muñequitos de vudú con sus caras, no. Ellos tienen que compadecerte, sentir lástima de ti e intentar ayudarte como las buenas y amables personas que son.

Pero ya te da igual. Antes te podía molestar, pero ya... ¿de qué te sirve? De nada. Lo reconoces, sabes que los odias, que les tienes celos por todo lo que tienen, todo aquello de lo que a ti te gustaría disfrutar pero en realidad no es culpa suya, y lo sabes. Pero tampoco es tuya, no has hecho nada para merecer vivir la vida que te ha tocado. Así que prefieres seguir clavándoles agujas en los ojos para descargar toda tu furia y malestar que salir ahí fuera y fingir felicidad, felicidad que los demás sabrán que es fingida, lo que les dará más motivos para compadecerte.

Sabes que no puedes negarte a ti misma que los envidias, pero si puedes ocultárselo a los demás. Al menos, el sentirte celosa ya te da una razón para vivir: odiarles. De otra manera te sentirías vacía y sin ningún aliciente.

Así que, santas pascuas, anda y que se pudran todos por ahí. Que cada cual vaya a lo suyo, que tu harás tres cuartas de lo mismo.

Estúpida vida de mierda...

¿?