Hola, espero que esten de lo mejor, yo me encuentro medianamente bien (sí, otra vez estoy enferma), pero para bien o para mal he podido disponer del tiempo suficiente para traer un nuevo capitulo de este fic, el cual espero que les guste. Saludos

Y aunque me estuviera muriendo Masashi Kishimoto no me cedería los derechos de su universo Naruto-niense, así que el sigue siendo el dueño como yo la creadora de este fic.


+Capitulo 2+

Ya hace mucho tiempo que Kakashi quería saber el porque Iruka lo atraía tanto, varias cosas fuera de lo normal hacía para acercarse, como por ejemplo esa noche que lo encontró en un bar con la mirada ausente y con muy pocas ganas de ser como siempre.

Esa noche lo más normal habría sido saludarlo ó hacerlo beber hasta que perdiera sus inhibiciones para después terminar con un par de buenas acompañantes, pero él se había dedicado a escuchar todo lo que el sensei quisiera decir importándole un soberano pepino si era del clima o la pijama a rayas que quería regalarle a Sandaime para su próximo cumpleaños, todo lo que él quería era no verlo tan triste. Y aunque finalmente terminaron en un hotel, no fue tanto por su gusto sino por el de Iruka que había insistido en terminar así.

No habría sido tan malo si cada uno se hubiera dedicado a la suyo, pero él se la había pasado observando los movimientos de su compañero shinobi y vaya que eran buenos, tanto que en más de una ocasión con quien él compartió la cama tuvo que recordarle que seguía ahí, hasta que finalmente le pregunto si quería unirse a la fiesta que se estaba armando del otro lado. –No– fue su respuesta porque de haberlo hecho ellas hubieran terminado fuera de la habitación y ellos no hubieran salido de ahí en días.

Esto fue algo que lo mantuvo despierto por varias noches, tratando de contener sus sueños, tratando inútilmente de redirigirlos hacía alguien más. Quien fuera, pero que fuera mujer, después de esa noche había dejado de frecuentar ese tipo de vida nocturna y cuando finalmente se dio cuenta estaba invitando a Iruka a tomar con la única idea de que el chunin no pensara tan mal de él.

Era tan difícil decidirse a aceptar sus sentimientos, y cuando trataba de detenerlos, siempre había algo que lo empujaba a Iruka.

Lo había seguido y observado, había visto lo gentil y atemorizante que podía llegar a ser, lo había visto en un día normal de trabajo y en uno de descanso muy feliz haciendo compras por la aldea.

Iruka Umino se estaba convirtiendo en un problema para él y eso lo estaba poniendo de nervios... Era muy duro intentar plantarse frente a él y decirle lo que le ocurría.

Había pasado más de la mitad de la noche pensando en lo que Iruka le había dicho y las primeras horas de la mañana pensando en que regalarle a un lindo sensei de la academia en reposo por el cumplimiento de su deber, no esperaba escuchar a Anko decirle.

–Me da gusto ver que me has recibido con el desayuno listo, pero ahora vamos a la cama... –No había nada que justificará que entrará a la casa de otro shinobi con violencia si dentro no se estaba llevando acabo un acto de agresión, pero conociendo a Anko seguramente por más que quisiera se pondría ruda con el maestro.

Como león enjaulado se la paso en el pasillo, esperando algo que medianamente justificara que tirara la puerta.

–Anko, no olvides calentar tus manos.

–Cielo, si me dejaras hacer mi trabajo, no tendrías que quejarte... ¡Oh Iruka, pero grande esta!

¡Suficiente!

TOC, TOC, TOC

–Un momento –la voz de Anko se escucho está vez más seria.

Cuando la joven de cabello morado abrió se encontró con la mirada asesina de Hatake Kakashi, cosa que por supuesto la hizo entender lo que el ninja había escuchado y lo que había pensado. –Buenos días Kakashi-senpai, me da gusto verte.

–A mi también Anko, pero esta es la casa de Iruka ¿Qué haces aquí?

–Ya sabes un poco de esto, un poco de aquello y si me permites tengo algo que terminar y no creo que Iru-chan quiera que lo veas. –sin más le dio con la puerta de la habitación en la cara, dejándolo apenas ver a Iruka acostado en la cama, mirando hacía arriba con la playera levantada hasta la mitad del pecho y el pantalón más abajo de donde debía.

¡Genial!, lo que le faltaba, terminar en la sala de la casa de Umino, mientras que él y Anko estaban encerrados en su cuarto.

–¡Listo!, ahora vamos a desayunar.

–¿Ya?

–Senpai, llevó mucho tiempo haciendo esto... –Anko no se iba a perder el hecho de ver a Kakashi vuelto un manojito de sentimientos y pensamientos perversos de su persona amada y alguien más.

–O, buenos días Kakashi-san, lamento no haberle recibido como se debe, pero está invitado a desayunar. –Iruka caminaba con algo de esfuerzo por lo que Anko le ayudo a llegar a la mesita, mientras que Kakashi los miraba, esperando saber exactamente que había pasado.

Pero tuvo que esperar mucho más tiempo del que esperaba, porque por lo visto Iruka, no se había dado cuenta de nada. Sólo de unos extraños crujidos y rechinidos...

Después de un par de horas en la casa de Iruka, Anko recordó que tenía un reporte que entregar y le pidió a Kakashi que lo acompañara ya que su amigo necesitaba descansar.

–Agradezco su visita. Y muchas gracias por el presente Kakashi-san.

–Te veré más tarde Iru-chan. –Anko se acerco y lo beso en la mejilla, recibiendo también un beso de él.

–Hasta luego...

Doblando la esquina Anko dejo su confortable actitud, para empezar a atacar al ninja copia.

–¿Estás listo para admitir que te gusta?

–...

–¡Vamos senpai!, tú no me vas a decir a mi que si casi tiras la puerta es porque pensabas que Iru-chan y yo jugábamos cartas, esa mirada tuya podría ahorrarle mucho trabajo a Ibiki-san.

–¿Qué hacían?

–Piensa con está –Anko le dio pequeños golpecitos con el índice derecho en la sien –y dime ¿Por qué Iruka esta en su casa?...

Iruka estaba disfrutando del regalo de Kakashi, un bote con helado de fresas, cuando su mente finalmente despertó.

–¡Kakashi-san, creyó que Anko-chan y yo! –el helado perdió gran parte de su consistencia, mientras Iruka ideaba la forma de explicar lo ocurrido... –Ahora esos ruidos tenían un poco más de sentido.


Comienzo a creer que Iruka-sensei es más caprichoso de lo que se pudiera imaginar (necesita unas buenas nalgadas). Bien de momento sigo dandole paso al fic e invitandoles a conocer el foro KakaIru.

Gracias a Shiga-san por comentar y por la paciencia que tiene para no agarrarme contra la pared, por pasar de largo detalles importantes de sus historias, que por cierto si algo sale bien pronto tendremos actualización de ellas.

P.D. Si alguién a visto a Nittah o MP Rago diganles que se comuniquen a la brevedad. GRacias