Los personajes de Katekyo Hitman Reborn! No me pertenecen.
Ilusión.
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56Lal.
Sentada en medio de la blanca y acolchada cama de enfermos, viendo de reojo el plato de comida, frío y sin sabor, suspiro.
"Deberías comer" aconsejo Colonnello. Lal gruño y se tiro con poco delicadeza en la cama, cubriendo su cuerpo flacucho carente de músculos por la falta de comida, viro la cara a dirección opuesta, escucho la risa del rubio y se sintió irritada y avergonzada.
Tiro un poco de la sabana y se cubrió un poco mas, temió ligeramente dormirse y luego no despertase, ya que Colonnello estaba ahora mismo con ella, lo cual era raro, tal vez un espejismo, una ilusión de su mente ante la negación de la muerte del rubio bebé.
"¿En serio estas aquí?" preguntó con frialdad, el rubio rió y sacudió la cabeza con sus dedos pequeños y regordetes.
"¿Qué crees tú?"
"Que me he vuelto loca, claro." se burlo la mujer con expresión sombría. El rubio siguió sonriendo y luego suspiro.
"Estoy aquí, créeme, kora." suspiro, Lal frunció las cejas.
"Sawada no venció a Byakuran, es imposible que estés vivo, maldición." renegó con furia, el bebé vencido por las palabras tomo la mano de la mujer, lo acarició con sus pequeños dedos, tan pequeños que costaba levantar la mano casi inerte de su superior.
"¿Que quieres como prueba, kora?" preguntó curioso, Lal sonrió de forma calmada.
"Quedate a mi lado por siempre y te creeré." respondió suavemente. Colonnello chisto la lengua con una sonrisa implantada en los labios delgados.
"Eso ya lo tienes, kora." dijo.
Lal sonrió y apreto las manos pequeñas del rubio, con poco delicadeza intento tocar sus brazos, lo quería sentir, quería sentirlo y comprobar que no era una ilusión.
"Esta con fiebre, décimo." murmuro el guardián de la tormenta, Tsuna asintió y toco la frente de una sudorosa Lal Mirch.
"Parece estar alegre, feliz." suspiro el décimo, acariciando los mechones mojados del pelo de la mujer, Gokudera asintió dando la razón a su jefe.
"¿Traigo medicamentos, décimo?" preguntó. Tsuna negó suavemente y se alejo de la mujer.
"Dejala que sea alegre por momento más, cuando empeore ve a por medicinas, Gokudera-kun." respondió rápidamente.
Afuera de la habitación donde estaba Reborn oculto tras su sombrero negro de alas, sonrió.
"Eres un jefe estúpido, Tsuna." soltó agriamente.