Mis pensamientos.

Los personajes aquí presentes no me pertenecen a mí, sino a Craig Batlett.

Dedicado a una de mis mejores amigas y Big Sister HikaruChiba.

Helga se encontraba en un de las sillas del salón de artes acababa de sufrir la peor humillación y algo a lo que siempre temió. El rechazo del ser amado.

Se encontraba destrozada por dentro, siempre vivió con ese temor a ser humillada por él, a ser despreciada. Todo porque a él le gustaba otra, ¿más bonita? Tal vez, pero no era más inteligente y no lo amaba con la intensidad que ella lo hacía.

Para desahogarse ella se encontraba escribiendo algunas pequeñas frases sobre lo que sentía en su libreta rosa, esa que siempre la ha acompañado y ha sido fiel testigo de sus pasionales momentos de inspiración.

La amistad puede convertirse en amor. El amor en amistad. . . Nunca.

Ofrecer amistad al que pide amor es como dar pan al que muere de sed.

-Eso se lo deben decir a ese idiota- susurro recordando lo que él le había dicho horas antes.

No existe amor en paz. Siempre viene acompañado de agonías, éxtasis, alegrías intensas y tristezas profundas.

El amor depara dos máximas adversidades de opuesto signo: amar a quien no nos ama y ser amados por quien no podemos amar.

La mayor declaración de amor es la que no se hace; el hombre que siente mucho, habla poco.

Helga releyó esa última frase y dejo el lápiz en la libreta como separador.

Dio un suspiro –Si hubiera pensado en eso antes no me sentiría así, debí haberme callado este sentimiento porque para que me sirvió confesarlo- volvió a tomar su lápiz y a escribir en la libreta.

Ama y haz lo que quieras. Si callas, callarás con amor; si gritas, gritarás con amor; si corriges, corregirás con amor; si perdonas, perdonarás con amor.

"Eso es lo que había hecho toda mi vida" pensó con melancolía "todo lo hacía por él, que estúpida fui"

Hay siempre un poco de locura en el amor. Más también hay siempre un poco de razón en la locura.

Helga sonrió un poco -Esta frase me describe a la perfección- dijo para luego retomar su escritura.

El verdadero amor no es otra cosa que el deseo inevitable de ayudar al otro para que sea quien es.

-Y esta frase lo describe a él. Yo siempre lo ayude y para que, para nada…

Nadie tiene dominio sobre el amor, pero el amor domina todas las cosas.

No existe el amor, sino las pruebas de amor, y la prueba de amor a aquel que amamos es dejarlo vivir libremente.

Helga ya no pudo escribir mas, las lagrimas se lo impedían, con esa última frase que escribió se dio cuenta de que tiene que hacer un ultimo sacrificio por él, dejarlo en libertad. Si él quiere arruinar su vida tras una mujer que no lo quiere, ella no lo iba a detener, ya había hecho mucho para cuidar que él no saliera lastimado y la que termino perdiendo fue ella. Seco sus lagrimas con el dorso de su mano y se puso de pie, dispuesta a enfrentar su realidad.

Salió del salón de arte y en ese momento lo vio, estaba con sus amigos del equipo de futbol. Ambos intercambiaron miradas por unos segundos hasta que ella la desvió. Siguió su camino hacia su siguiente clase, dispuesta a salir adelante y no dejar que este pequeño obstáculo la detenga.

-Adiós Arnold… Adiós para siempre- susurro mirando hacia atrás y mirando a su amado. Luego volvió su vista al frente y entro al salón de clases…

Notas de la autora:

Se lo que van a decir ¿Por qué el final es tan triste? Perdonen por eso, lo que pasa es que yo escribo según me siento, y así es como me siento ahora. Confieso que no quería escribir nada, pero un personita me dijo que lo hiciera, por eso lo hice ^^ ah, una cosita mas, no voy a actualizar ninguna de mis historias por un tiempo, espero que no me maten por eso. Pero no me siento en condiciones de hacerlo.

espero que les guste y también espero sus reviews.