DISCLAIMER

Los personajes, escenarios y trama no me pertenecen, son de J.K Rowling, cualquier parecido con la realidad- u otras historias- es pura coincidencia.

Summary: Mi único arrepentimiento es no haberme dado cuenta antes de que nunca fui nada para ti. Drabble .:Pansy&Draco:.

Note: Este fic es una traducción. La historia se llama "Souffrance" creada originalmente por Becky Lestrange, quien tuvo la amabilidad de darme su permiso para traducirla. Si quieren leerlo en el idioma original, por favor búsquenlo entre mis favoritos =). Desde ya me disculpo por algunos errores que pueda haber cometido en relación a los tiempos, o a alguna incoherencia de traducción.

Debido a que mi imaginación ha huido, la traducción es un buen reemplazo para continuar.


Souffrance

En el fondo, yo ya había diseñado una vida para nosotros dos.

Éramos perfectos el uno para el otro.

Tu nombre era Malfoy.

El mío era Parkinson.

Veníamos de dos familias ricas, sangrepuras. Y también éramos Slytherin.

Sin embargo, el único problema era que nunca te percataste de mí.

Nunca de la manera como yo quería, al menos.

Éramos amigos ¿cierto? Hablábamos sobre las mismas cosas. Rompíamos las mismas reglas. Humillábamos a las mismas personas. Todo era igual, porque yo quería que todo fuese igual.

Porque así, tal vez, tú entenderías que deberíamos estar juntos. Pero tus ojos sólo percibían los movimientos ajenos, y nunca percibieron los míos.

Me besaste con tus manos inseguras recorriendo mi espalda. Con tu respiración nada agitada contrastando mi jadeo. Con tu sonrisa dudosa emparejada con la mía, feliz.

Una sonrisa de felicidad, porque en aquel momento existió un nosotros.

Pero estaba equivocada. Porque "nosotros" nunca existió.

Existo yo. Y existes tú. Separados.

No prestaba atención a esos pequeños detalles. Detalles que podían denunciar una verdad que yo temía. Y estar equivocada nunca fue tan atrayente. Porque después de pasar mucho tiempo contigo, aprendí que mentirme a mí misma era la mejor cosa que yo podía hacer.

Mas ahora, las cosas eran diferentes.

Ya no podía mentirme más. Tal vez ni siquiera quería mentirme más.

Creé una máscara que ni yo misma conseguía sostener.

O mejor, inventé una verdad que ni yo misma creía.

Tú también cambiaste de opinión. Decidiste que casarse con una Gryffindor no era una cosa horrible. Y yo entré a escondidas a tu boda, sólo para estar segura de que no era una de tus trampas.

No lo era.

Porque tú cambiaste. Y yo lo noté demasiado tarde.

De lo único que me arrepiento es de no haberme dado cuenta de esto antes. No haber notado que cuando tú cerrabas los ojos, era ella en quien pensabas. Que cuando venías con más besos falsos, tú deseabas que fueran verdaderos con ella.

Nunca me viste como tuya. Pero siempre insististe en tenerme a tu lado.

Y yo me alimenté de ese capricho.