Conquistando a la señorita Granger

Capítulo 1: El contrato de matrimonio Malfoy

Por Marmalade Fever

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Disclaimer: No soy dueña de Harry Potter o cualquier otra marca relacionada a éste.

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Es una verdad universalmente reconocida que un hombre soltero en posesión de una buena fortuna debe querer una esposa. Jane Austen, Orgullo y Prejuicio

Hermione Granger estaba almorzando en casa, ocupándose de sus propios asuntos. Ensalada de nuevo... su madre le había enviado ensalada de lechuga y no quería que se perdiera. Quedaban aún otros veinte minutos antes de que tuviera que volver a trabajar en Flourish y Blotts. Ella era la gerente. No le había llevado mucho tiempo el llegar hasta su puesto. La querían allí. Era diez veces mejor que el trabajo en el ministerio que había tenido hace un par de años. Podía leer tantos libros como le venía en gana y se le pagaba por ello. Disfrutaba especialmente ayudar a los estudiantes de Hogwarts a encontrar sus nuevos libros.

Hermione tenía veinticinco años, era soltera, y no había salido con alguien hace más de un año. Sus mejores amigos, Ron y Harry estaban casados y vivían en otros lugares. Los extrañaba.

Había tomado un pedazo de zanahoria con el extremo de su tenedor cuando una lechuza entró por la ventana de su cocina, dejó caer una carta en el plato y se fue volando. Ella lo recogió, le sacó el poco de ensalada que había quedado en el sobre y miró la dirección. Señorita Hermione Granger, decía. La letra era exquisita y la tinta resplandecía y era color verde. Lo abrió y sacó una hoja de papel muy bonita. Al final de la carta salía el nombre que menos podría esperarse, ¡Draco Malfoy! Intrigada, leyó:

Querida señorita Granger,

Le quedaría muy agradecido si usted se encontrara conmigo esta noche a las siete en punto en Basil Garden. Por favor no se alarme. Tengo un asunto muy importante que discutir con usted. Muchas gracias. Espero con ansia verla de nuevo.

Atentamente,

Draco Malfoy

Basil Garden era un restaurante muy agradable en el cual Hermione había estado sólo una vez para tomar el té con su madre para su cumpleaños. La última vez que había visto u oído hablar de Malfoy había sido hace casi siete años cuando habían salido Hogwarts. ¿Qué diablos iba a querer hablar con ella? Pero, había sonado muy sincero en la carta. Sería de mala educación el no aparecer a la hora pedida. Tomó la decisión de asistir, pero llevaría su varita en el caso de que las cosas resultaran mal.

A las siete de la tarde, Hermione entró por la puerta de Basil Garden y un mesero la llevó a una mesa ubicada en la esquina de la habitación. Viéndose muy nervioso estaba Draco Malfoy, quien acababa de tomar un trago de su vaso de agua. Por un momento se quedó allí parada, observándolo críticamente.

"Er, por favor, siéntate-dijo Malfoy, por fin, señalando el asiento frente a él. Tenía el pelo rubio como siempre y la única diferencia notable en su apariencia, aparte de la edad, era la expresión triste y nerviosa en sus ojos. De hecho, nunca antes lo había visto así. Incluso parecía... asustado. ¿Para qué diablos podía haberle pedido que se juntara con él?

"¿Qué significa todo esto?" Hermione preguntó, colocando cuidadosamente su servilleta en el regazo. Malfoy no levantó la vista al principio.

-"Bueno…"-dijo por fin, "Acabo de celebrar mi cumpleaños." Hermione levantó la ceja expectante. "Es decir, cumplí veinticinco ayer. Mi padre me llamó a su estudio para hablar conmigo. Yo pensaba que me iba a dar un regalo o algo así... Sin embargo, eso no era."

-"Okay... " Hermione dijo. Lo estaba siguiendo hasta ahora, pero no habría podido adivinar a que quería llegar contándole todo eso.

"Me hizo sentar, abrió un cajón y sacó un pergamino. Él, eh, me leyó lo que allí decía... No comprendí del todo al principio. Tuve que leer el documento un par de veces más para entender realmente la seriedad de lo que leía." Malfoy metió la mano en su bolsillo y sacó unos papeles muy antiguos. Hermione los tomó y les echó un vistazo rápido.

"¡Estos documentos son de seiscientos años de antigüedad!"gritó impresionada, mirando la fecha.

"Y escrito en el Inglés de la edad media", dijo Malfoy, asintiendo con la cabeza. "Mi padre me lo explicó. Parece que si un Malfoy no está casado en su vigésimo quinto cumpleaños, tiene un año para hacerlo." Malfoy miró incómodo el pan frente a él. Hermione se sentía levemente mareada... pero... no, eso no podía ser... "Si no estoy casado para mi vigésimo sexto cumpleaños, no sólo no tendré derecho a recibir la fortuna de la familia... sino que peor…, voy a estar maldito."

Hermione dejó escapar un breve silbido. Estar maldito no era algo para tomarse a la ligera. La mayoría de las personas malditas mueren a los pocos días de extraños incidentes como que te aplaste un piano que cae del cielo. Era algo así como la superstición del espejo roto, solo que permanente.

"Entonces mi padre me explicó que el contrato es muy específico sobre con quién puedo y no puedo casarme. Primero, ella tiene que ser de este país. En el momento que el contrato se escribió, la familia tenía muchos enemigos extranjeros. En segundo lugar, tiene que ser una bruja. No muggles... ni que eso fuera a pasar", agregó más para sí que para ella. "Por último, tiene que ser soltera, por supuesto. Oh, y también tiene que ser de mi edad." Hermione estaba confundida todavía. Ella encajaba en las cuatro categorías, pero debía haber decenas de chicas más que encajaran, ¿verdad? Malfoy parecía aún más incómodo que antes y había un notable temor en sus ojos. "Mi padre se veía muy preocupado sobre las reglas", dijo Malfoy. "Dijo que había intentado inducirme a casarme desde hace años, pero que yo no escuchaba. Yo sabía absolutamente nada sobre el contrato de matrimonio Malfoy hasta ayer."

"Entonces, ¿qué tiene esto que ver conmigo?" Hermione preguntó, sintiendo un poco de temor también.

-Bueno-dijo Malfoy, bajando la mirada. "Mi padre sacó una lista de las chicas que cumplen con los criterios. No eran muchas... Empezó a tachar nombre tras nombre de. Al parecer, todas se habían casado... todas salvo tú." Finalmente la miró y si Hermione no se equivocaba, pareciera que estaba a punto de caer enfermo. "Grang-Hermione-dijo-, parece que eres la única chica en el mundo entero con la que me puedo casar. En otras palabras, eres mi única esperanza."

"¿Todas están casadas?" Hermione jadeó.

"Cada una de ellas", dijo Malfoy, con indiferencia. "Todas las chicas de nuestro año y las que están directamente arriba y abajo."

"¿Y tienes derecho a casarte con una nacida de muggles?" Hermione jadeó de nuevo.

"En ese tiempo, la idea era tan absurda que ni siquiera se molestaron en anotarlo en el contrato."

"Entonces, ¿qué estás tratando de decir? preguntó Hermione.

"Estoy tratando de decir que si no estoy casado para final de año contigo, estoy acabado" dijo Malfoy. Hermione no daba crédito a sus oídos. ¿Draco Malfoy acaba de proponerle matrimonio? Se estremeció.

"¿Y qué hay para mí?" Ella no podía creer las palabras que habían salido de su boca.

"Bueno... el dinero, por un lado," con una rápida mirada hacia ella cambió rápidamente su estrategia ", pero más importante, saber qué hiciste lo correcto. No dejarías simplemente que sufriera, ¿verdad? Eso sería un montón de culpa con la que cargar" Había tocado su fibra sensible y lo sabía. "Mira, hagamos un trato. Saldremos juntos once meses y si al final decides que me odias, entonces podrás dejarme y moriré sabiendo que al menos lo intenté. Si decides lo contrario ", una mirada de pánico emergió en su rostro, como si supiera cuan inverosímil era lo que iba a decir, "nos casaremos".

No dijeron nada durante unos diez minutos. Un camarero no dejaba de mirar su mesa preguntándose si debería ofrecerles la lista de los especiales. "Once meses, ¿eh?" preguntó Hermione.

Malfoy la miró. "Once meses, eso es todo lo que pido."

"Bueno, estoy agradecida de que no me secuestraras y me obligaras a casarme contigo", dijo Hermione, sinceramente. "O, peor aún, tratar de hacer que me enamorara de ti sin decirme que tenía otra opción." Draco pareció un segundo como si ni siquiera hubiese pensado en ninguna de estas sugerencias y que iba a patearse por ello, pero su rostro volvió a ser neutral. "Así que... supongo que once meses es lo menos que podría hacer. Aunque no te garantizo nada."

Malfoy dejó escapar un gran suspiro. -"Bien, bien..." El camarero se acercó y ordenaron su comida. Este sería un año interesante.

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Nota de Cristal: Hola a todos... Esta historia fue escrita en el 2004 y es una TRADUCCIÓN. Tengo el permiso de la autora Marmalade Fever para traducirla al español, al igual que todas sus otras historias, con la excepción de "Bus Stop". Espero que les guste tanto como me gustó a mí cuando la leí. En mi perfil encontrarán el link de la historia y la autora original. Au Revoir.