Disclaimer: Los personajes no son míos pertenecen a JK Rowling y no obtengo ningún beneficio más que felicitar a Harry en su cumpleaños.
Primer año
Harry abrazó con fuerza a su padrino quien le abrazó de vuelta tan fuerte que casi lo deja sin aire. Sirius Black se separó de él reticente ante el toque en su hombro por parte de su pareja y mejor amigo Remus Lupin.
- Cuídate mucho pequeño y… - continuó diciendo Sirius bajando la voz para que Remus no lo escuchara – Haz muchas travesuras pero como te digo siempre…
- Una travesura descubierta, no es una travesura bien hecha. – completó el pequeño Harry con una sonrisa en los labios.
- ¡Ah! Y ten cuidado con Quejicus, de esa serpiente grasienta no te puedes fiar ni como profesor.
- ¡Sirius! No inculques en Harry tus riñas infantiles. El profesor Snape es una persona adulta. – lo amonestó Remus.
Sirius fue a abrir la boca para protestar, pero la mirada que su pareja le dirigió fue suficiente para que cambiara de opinión. Harry sonrió divertido ante la discusión de sus tutores.
- Escríbenos en cuanto te hayas instalado, ¿de acuerdo? – Harry asintió y recibió un abrazo menos fuerte pero no por eso menos cálido de Remus. – Y ahora sube a ese tren, está a punto de partir y no queremos que te quedes en tierra, ¿cierto?
Harry cogió la jaula con su lechuza y su baúl y su padrino lo ayudó a subir al tren.
- No os olvidéis de ir a leerles un cuento a mamá y a papá por mí, y decidles que estoy en el cole y por eso no puedo ir, no quiero que se preocupen y ya sabéis que no andan muy bien de memoria.
- Descuida Harry, les cuidaremos por ti. – respondió Sirius.
- Hasta luego Padfoot. No os olvidéis de responder a mi carta, Moony. – dijo Harry antes de que las puertas se cerraran y el tren con un fuerte pitido comenzase a andar.
Harry tomó sus cosas y caminó balanceándose por el pasillo debido al movimiento del tren buscando un compartimiento que no estuviese totalmente lleno. Llegando al final del pasillo encontró uno en el que se encontraba un chico pelirrojo.
- Hola. Me llamo Harry. ¿Me puedo sentar contigo? Es que está todo lleno.
- Claro. Yo soy Ron Weasley y esta es mi rata Scabbers. Estoy intentando ponerle el pelo amarillo con un hechizo que me dijo mi hermano, pero… creo que no funciona. – dijo el chico frunciendo la nariz.
- Seguro que cuando terminemos este año sabremos hasta hacerla bailar.
- Si… supongo que aún no se bien utilizar la varita. ¿A que casa crees que irás? Toda mi familia ha ido a Gryffindor, espero ir yo también… por mi bien.
- Mi familia también ha ido a Gryffindor, pero no creo que pase nada si voy a otra casa. Bueno, eso es lo que dice Remus y el siempre dice las cosas inteligentes, aunque no las más divertidas.
- ¿También tienes hermanos? Yo tengo seis. Percy, Fred y George también están en Hogwarts.
- No, no tengo hermanos. Vivo con mi padrino Sirius y con Remus.
- ¿Y tus padres?
- Están en San Mungo, porque el-que-no-debe-ser-nombrado les hizo daño cuando yo era pequeño, pero yo voy a leerles un cuento todos los días, aunque ahora les he dejado la tarea a Sirius y a Remus.
- Lo siento.
Una bruja con un carrito lleno de dulces, comida y bebidas mágicas pasó ante su puerta y al ver la cara de resignación del pelirrojo al mirar su bocadillo, Harry sacó unas monedas que le había dado su padrino y compró ranas de chocolate y grageas para ambos.
- ¿Por qué no me enseñas ese hechizo? A lo mejor todo es practicar o podemos intentarlo los dos a la vez. – dijo Harry mientas atrapaba en el aire una rana que intentaba escapar por la ventana.
- Vale. – Ron tomó su varita y se aclaró la voz – "Rayo de sol, margaritas con mantequilla, volved amarilla esta ratilla."
La rata dio un pequeño brinco y movió la nariz. Harry se acercó a ella intentando encontrar algún cambio en su pelaje por débil que fuera.
- Me parece que no ha funcionado. Intentémoslo los dos. A la de tres: una, dos y …
La puerta del compartimiento se abrió bruscamente sobresaltándolos a ambos. En el umbral se encontraba una chica de pelo castaño, largo y tupido.
- ¡Oh! Estáis haciendo magia. Veámoslo.
Ambos chicos se aclararon la voz y Harry volvió a contar antes de entonar juntos el hechizo. Esta vez una luz amarillenta rodeó a la rata, pero una vez se disipó, Scabbers continuó royendo el envoltorio del bocadillo de Ron como si nada hubiese ocurrido. Se miraron y encogieron de hombros.
- Creo que no es muy efectivo. Yo si conozco algunos hechizos y me han dado buen resultado, por ejemplo: Oculus reparo – dijo Hermione apuntando a Harry. – Por cierto, ¿habéis visto un sapo? – los chicos negaron con la cabeza – Un chico lo ha perdido y está armando un gran revuelo.
- Si lo vemos te los diremos. Yo soy Harry y él es Ron.
- Encantada. Yo me llamo Hermione Granger. Y el chico que lo ha perdido es Neville Longbottom. – dijo antes de marcharse a toda prisa.
- Vaya, ahora que lo pienso mis hermanos lo han estado comentando en el desayuno. Decían en "El Profeta" que este año el-niño-que-vivió vendría a Hogwarts. – comentó Ron – Me gustaría conocerlo.
- Mi padrino dice que es un engreído, que se le ha subido la fama a la cabeza y que su abuela no hace más que ayudar a que se le suba más. Y Remus no ha dicho lo contrario.
- ¿Conoces a Neville Longbottom?
- Más o menos, de pequeños jugábamos juntos, pero hace unos cuatro años que ya no le veo más que en su cumpleaños. Sus juegos me aburren, no para de mandar.
Ron guardó silencio, no sabiendo que decir ante el comentario de su nuevo amigo, pero pronto cambiaron a un tema que interesaba mucho más a ambos: el quidditch. Y el tiempo voló hasta su llegada a Hogsmade.
***O-O***
Se encontraban en el Gran Comedor, Ron estaba a su derecha. Los niños cuchicheaban unos con otros mientras sus compañeros eran llamados para ser asignados a sus respectivas Casas.
- Neville Longbottom. – anunció la profesora McGonagall y toda la estancia se sumió en un absoluto silencio.
El chico subió los escalones que lo separaban del Sombrero Seleccionador con la cabeza bien alta y llegado a su destino se sentó cómodamente y miró a su público con altivez.
El Sombrero Seleccionador se demoró bastante en tomar una decisión, moviendo su boca de un lado a otro y rumiando palabras que se intercalaban con un "difícil, difícil", para finalmente decir:
- ¡Slytherin!
Todo el salón quedó atónito, ni siquiera los de la casa de las serpientes se lo esperaban aunque pasados unos segundos pudieron gritar "¡Tenemos a Longbottom!" mirando con desdén al resto del salón y especialmente a la mesa de Gryffindor.
- No pienso ir con esas serpientes. – interrumpió Longbottom escupiendo la última palabra como si fuese veneno.
- Debe ir con la casa que le ha sido asignada, Señor Longbottom – lo amonestó McGonagall.
- Ese sombrero roto es demasiado viejo para tomar decisiones, iré a Gryffindor como mis padres.
- Señor Longbottom, vaya con su casa, si el Sombrero Seleccionador lo ha asignado a Slytherin le aseguro que es donde mejor estará, nunca toma decisiones a la ligera. Además, el Sombrero es inmortal, por tanto nunca será demasiado viejo. – intervino el Profesor Dumbledore con tono conciliador.
Neville iba a protestar de nuevo, pero recordó que su abuela le habló de la sabiduría del director y que no debía contradecirlo, de modo que con cara de fastidio se dirigió a la mesa de Slytherin.
- Yo también me hubiese puesto así si me hubiese pasado lo que a él, qué injusticia. – comentó Ron.
- No es para tanto. Si le ha tocado Slytherin estará bien allí. – susurró Harry.
- Como puedes decir eso, ¿a ti te daría igual que te enviaran con las serpientes? De esa casa es de la que han salido más magos oscuros.
- Pero no todos son malos. Una amiga de mi familia, Andrómeda Tonks, fue a Slytherin y es muy buena persona. Remus dice que no importa la casa a la que te manden porque el Sombrero se basa en tu personalidad, capacidades y aspiraciones para decidir a donde irás, así que no es como si te volvieses malo por ir a una casa u otra.
- Es posible, pero…
- Harry Potter – anunció la subdirectora interrumpiendo su conversación.
Harry se apresuró a abrirse paso entre los demás niños, se sentó en la silla que habían dispuesto para la selección y seguidamente el Sombrero Seleccionador sobre su cabeza topó sus ojos.
- Difícil. Muy difícil. – dijo la vocecilla del Sombrero – Lleno de valor, lo veo. Tampoco la mente es mala. Hay talento, oh vaya, sí, y una buena disposición para probarse a sí mismo, esto es muy interesante... Entonces, ¿dónde te pondré? – Tras unos segundos de deliberación que para Harry parecieron horas anunció - ¡Gryffindor!
Harry corrió hacia su mesa y fue recibido con una calurosa bienvenida. Se sentó junto a la chica que había conocido en el tren, Hermione Granger, mientras esperaba a Ron quien pronto estuvo a su lado comiendo como si uno hubiera un mañana.
***O-O***
1 de septiembre de 1991
¡Hola!
Ya me he instalado y me encanta mi habitación por las vistas, por los compañeros y por las cortinas rojas ¡Si estoy en Gryffindor! Así es que ya puedes relajante Padfoot. Tengo mucho sueño, creo que comí demasiado, pero es que la comida estaba deliciosa tal y como me dijisteis. En el tren hice un amigo, se llama Ron Weasley y de no haberlo conocido creo que me hubiese muerto de aburrimiento en el tren, estuvimos intentando ponerle el pelo amarillo a su rata pero no funcionó, creo que sus hermanos le timaron, hoy he conocido a tres de ellos y Fred y George son unos bromistas de cuidado ¡Ya tengo con quien hacer travesuras Padfoot! También he conocido a una chica que se llama Hermione, es un poco sabionda, ya se ha estudiado prácticamente todos los libros ¡incluso el de "Historia de Hogwarts"! pero me cae bien, además me ha enseñado un hechizo para arreglar mis gafas Oculus reparo ¡Es genial!
En la ceremonia de selección he visto a Neville y le han mandado a Slytherin. No tenéis ni idea de la que ha armado, se negaba a ir, pero el profesor Dumbledore le ha hecho entrar en razón. Yo le he estado echando un ojo en la cena y aunque algunos compañeros intentaban hablar con él, él no hacía más que ignorar a todos y comer. Si no quiere amigos allá él.
Me voy a dormir. Os escribiré pronto.
Os quiere,
Harry
***O-O***
8 de noviembre de 1991
¡Hola!
¿Qué tal va todo por ahí?
Esta mañana he leído en El Profeta que el Auror Black y su equipo habían incautado un cargamento de pociones ilegales y siguiendo el rastro, al cabecilla de la banda de traficantes. ¡Enhorabuena Padfoot!
Estoy muerto de nervios, creo que no voy a dormir. La verdad es que le tengo miedo a la cama porque ¿y si me duermo y no llego al partido? Tampoco es como si pudiese confiar en que Ron me despierte, el duerme más que yo, quizás Dean lo haga y definitivamente no puedo confiar en Seamus ¿Y si se le ocurre hacer algún hechizo para despertarme y quema la habitación conmigo dentro?
Puff, espero que vengáis a verme ¿Vais a venir, verdad? No tendrás que hacer informes del caso y esas cosas en fin de semana y si los tienes que hacer, como tu, Padfoot, dices siempre, "deja para mañana lo que no te apetezca hacer voy". Además es por una buena causa ¡necesito vuestro apoyo!
Espero haber sido convincente.
Por lo demás no hay novedades. Snape sigue insultándome y casi metiendo su gran nariz en mi caldero de lo cerca que me habla porque sabe que eso me pone de los nervios, Neville sigue sin adaptarse del todo a su casa, tiene "amigos" allí e intenta hacer fans en las demás casa que le laman el culo y también continúa explotando calderos, lo que me beneficia porque así un rato que Snape me deja en paz. Y Hermione, Moony sé que la quieres con locura por esto, sigue presionándonos a mí y a Ron para que estudiemos y estudiemos y estudiemos.
Sigo teniendo ese "grano en el culo" como lo llamas tú, Padfoot. Hoy ha estado especialmente molesto, de no ser por el partido de mañana le hubiese respondido como se merece. Creo que eso era lo que quería que me castigasen para que no pudiese jugar mañana, pero no lo ha conseguido, yo también quiero a Hermione por recordarme el partido cuando ya tenía la respuesta en la punta de la lengua. Mañana patearemos a Slytherin y tendrá que tragarse sus palabras.
Nos vemos mañana,
Harry
***O-O***
29 de enero de 1992
¡Sirius no abras el paquete!
Es para que se lo llevéis mañana a mamá, felicitadla de mi parte y decidla que la quiero mucho mucho.
Ya dicho lo importante voy a aprovechar para gastar un poco más de tinta, jeje.
Seguimos investigando a Snape, por el momento no ha vuelto ha hacer nada extraño, pero sigo pensando que fue él quien dejó entrar al troll, os seguiré informando. Sin embargo, Neville si que está extraño últimamente, está constantemente tocándose la cicatriz y pasa bastante tiempo en la enfermería, dicen que es porque tiene jaqueca todos los días, sobre todo en las comidas.
Echo de menos los entrenamientos, ya no entrenamos muy seguido porque hasta después de los exámenes no jugaremos. No debí haber atrapado esa snitch tan rápido, con solo cinco minutos de partido no lo disfruté lo suficiente como para aguantar hasta final de curso.
Que no se os olvide mi regalo cuando vayáis mañana.
Un abrazo,
Harry
***O-O***
21 de marzo de 1992
¡Regalo para papá!
Estoy hasta arriba de trabajos. Hoy he conseguido encontrar un momento para hacerle este regalo y como ya no me fío ni de mí mismo pues he decidido enviároslo con una semana de antelación. Esto es horrible, es peor que antes de las vacaciones de Navidad, creo que cuando lleguen las vacaciones me voy a tumbar en la cama y no voy a mover la varita ni para arreglar las gafas cuando las aplaste al quedarme dormido ¡Estoy muerto! Los profesores son muy crueles, ¿qué será de nosotros en los TIMOS si ya nos presionan así en primero?
Ahora me alegro de que no tenga tantos entrenamientos, porque entre los trabajos, nuestras investigaciones y los castigos de Snape casi no tengo tiempo ni para dormir. ¡Odio a Snape! ¿Es que no entiende que no se puedo limpiar lo que ya está limpio? En serio a este paso voy a hacer un agujero en las vitrinas de las Sala de Trofeos de tanto limpiar sobre limpio.
He dejado las escapaditas nocturnas al Espejo tal y como os prometí, tampoco es que tenga tiempo ni fuerzas para merodear por la noche.
Cuidaros y dadle un abrazo a papá de mi parte.
Harry
***O-O***
19 de junio de 1992
¡Hola a los dos!
Dean dice que anteayer estuvisteis aquí viéndome dormir y que ayer el profesor Dumbledore os escribió contando lo que yo le dije que ocurrió. Espero no haberos preocupado mucho, ya estoy bien. La señora Pomfrey dice que aún tengo que quedarme unos días más en cama, pero mis heridas ya están curadas y casi no me duele la cabeza.
Neville está en la cama de al lado y todavía no le han quitado las vendas de las manos. La verdad es que al principio fue un auténtico incordio, no hacía más que quejarse y no ayudaba en nada. No sé por qué le dio por seguirnos, pero al final parece que si que le necesitábamos para acabar con Quirrell y el fantasma, o algo así, de quien-vosotros-ya- sabéis. Ron y Hermione también se han despertado ya y hace un rato Ron y yo hemos estado jugando al ajedrez, al parecer el que un ajedrez casi nos mate no le ha quitado las ganas de seguir jugando jeje.
Hoy se ha jugado el partido contra Ravenclaw y hemos perdido, al parecer por mucha diferencia, Dean y Seamus no han querido decirme por cuanto porque dicen que no me conviene saberlo estando aún convaleciente. Definitivamente hemos perdido la copa.
Nos vemos dentro de unos días.
Besos,
Harry
Continuará...
N/A: Comentarios, críticas constructivas, tomatazos (a los ojos no que escuece)... ya saben donde.
