Aquí vuevlo con algo nuevo para mí.

Tenía muchas ganas de escribir (o por lo menos interarlo) un lemmon. Es la primera vez que escribo algo así asique no sean muy malos!


Una noche de luna, dos cuerpos desnudos se besaban dentro del mar. Cada beso era más pasional que el anterior y cada caricia ansiaba más piel para tocar.

Las manos de él recorren su cuerpo concentrándose en su cintura… empezando a descender libremente pues no hay barreras. Las manos de ella tampoco se quedan atrás, acarician su espalda y van tanteando el terreno. Sus bocas siguen unidas luchando en un beso eterno.

Un dedo experto empieza a acariciar los pliegues de ella, provocándole una sonrisa al escuchar el tenue gemido que no puede evitar emitir ella. Pero ella tampoco está dispuesta a recibir sin dar nada a cambio y comienza a acariciar el miembro, ya duro, de él.

Poco a poco el dedo de él va acercándose a la entrada de ella, mientras que los movimientos de la mano de ella se hacen más rítmicos. No puede evitar quedarse sin aire cuando el sin aviso introduce un dedo en lo más profundo de su centro.

A él le encanta verla así, tan despreocupada, solo sintiendo, dejándose llevar, siendo arrastrada por el placer. Una sonrisa traviesa atraviesa su cara cuando siente que ella está cerca de la cima.

Un gemido de frustración sale de la boca de ella cuando él retira el dedo de su interior. Ella como castigo decide aplicar más fuerza en sus movimientos. Al contrario de lo que ella esperaba, a él le gusta. Está pensando en dejarle allí sólo cuando siente que el dedo vuelve a su sitio y en cuestión de segundos un dedo más se suma al anterior.

Aquello es demasiado. Con la mano que tiene libre, él la acaricia un pecho, jugando con su pezón, mientras ella le acerca la cara para besarlo con ansiedad. Ella siente que necesita más contacto, y eleva una pierna hasta las caderas de él. Sus manos se tocan mientras realizan su labor.

Están cerca. Y el vaivén del mar solo hace acelerar e incrementar las sensaciones. La suavidad de las olas chocando contra sus cuerpos, la corriente de agua pasando por debajo de sus piernas acariciando sus partes más intimas.

Queda poco. Los dos lo saben. Los jadeos de ella en el oído de él, los movimientos acelerados de la mano de él. Y ella, con un gemido de liberación, toca el cielo arrastrándole con ella.

Con la mirada fija en ella, comienza a hacerle cosquillas y ella deshaciéndose del agarre, corre hacia la orilla. Él la alcanza sin esfuerzo y roda con ella por la arena. Quedando él encima, perfectamente posicionado entre sus piernas.

Ella sonrió y acercándose a su oído le susurra: "Insaciable". El como respuesta captura sus labios en un beso furioso. Cuando se separa le responde: "Es tu culpa".

Él empieza a trazar un camino de besos desde su boca, recorriendo su mandíbula, bajando por su cuello y acabando en su clavícula. A medida que baja se va acomodando entre ella y con un solo movimiento entra en ella. Ella responde rodeándole con sus piernas y atrayéndole más hacia ella.

Empiezan un vaivén suave, al compás del mar que los acaricia en la orilla. Ella arquea la espalda con cada una de las embestidas de él, dejando al descubierto su cuello. Momento que aprovecha él, para volver a dedicarse a él.

Las manos de ellas se aferran a su espalda cuando el empieza a acelerar el ritmo. Sus labios se buscan y cuando se encuentran ya no se sueltan, ahogando los gemidos que luchan por salir.

El placer va en aumento, los dos cuerpos en busca de más fricción para aliviarse… y en pocos segundos los dos alcanzan el clímax, unidos. Se miran a los ojos y un suave "te amo" brota de sus bocas a la vez.


A los que habeís llegado hasta aquí, gracias por leer. Espero que lo hayan disfrutado.

Un beso enorme!