Ookiku Furikabutte y todos sus increibles personajes son propiedad de Asa Higuchi, este fanfic esta hecho sin fines de lucro.

Noughts


El camino hacia a ti he de seguir y no perder.


Sueles amarlo de esta forma, en este lugar donde el cielo es azul y las colinas que rodean el camino hacia la escuela en bicicleta brillan intensamente debido al rocío impregnado en lo verdes pastizales.

Se han amado así año tras año, verano tras verano, temporada tras temporada; desde el inicio hasta el reciente fin de su época de preparatoria.

Los arboles, las flores, el lejano pero visible campo de béisbol de Nishiura cálidamente iluminado por el sol de verano…

Todos mudos testigos de las lágrimas y sueños en su camino al Koushien, de la desesperación y el anhelo; de la curiosidad y el desbordado romance juvenil; del nacimiento de la batería perfecta que los llevo a ganar el torneo.

Y ahora, una vez más, las blancas flores de la planta del té que crecen con abundancia al lado del camino vuelven a ser espectadoras.

Mezclándose con su aroma, la brisa de la tarde lleva hacia ti la fragancia de la hierba fresca y la tierra mojada sobre la que descansa su espalda semidesnuda.

Su corazón palpita ferozmente, lo puedes sentir en tu pecho, casi golpeando contra tu propia piel de lo fuerte que late.

Apenas respira, tan grande es la diferencia entre el tamaño de su cuerpo y el tuyo. Sus labios entreabiertos dejan salir desesperados y calientes jadeos en un intento de tranquilizar a sus torturados pulmones.

Es difícil sacar fuerzas para levantarle, pero te incorporas con parsimonia llevándolo contigo, disfrutando de la suavidad de sus muslos desnudos presionando tus costados, de los gemidos entrecortados que salen de su garganta y que son acallados con un sentido beso en el que cierra los ojos.

La intensidad del acto ha sido tanta que aún aprieta con fuerza las mangas de su arrugada camisa escolar, y el rojizo color de sus mejillas se niega a desaparecer.

Tu brazo lo sostiene con firmeza de la cintura, y confiando en tu fuerza se deja acunar el infantil y expresivo rostro en la palma de tu mano libre y sonríe.

- Mihashi… ¿Me dejaras estar siempre contigo?

No dices nada más, y le observas con ojos ardientes.

Sus cabellos resbalando entre tus dedos resplandecen con destellos de oro, y cuando abre los ojos y te mira sientes que el color ámbar de sus iris nunca ha sido más limpio y claro.

Como respuesta él sólo sonríe, con esa sonrisa deslumbrante, de niño.

Es cierto, no hay mucho más que decir, porque ambos lo saben.

Aunque ya el verano haya terminado, y como prueba de ello el uniforme de gala sobresalga elegante en el piso lleno de tierra junto a los diplomas que ruedan de un lado a otro chocando con la maleta donde están guardados con cariño los amados uniformes del equipo y un montón de recuerdos de sus amigos, no tienen ninguna sensación de miedo o incertidumbre hacia el futuro.

Más allá de los tres años, vas a dedicarle a él tu vida entera.

Sólo eso ya es suficiente.


Me ha dado un poco de vergüenza escribirlo, porque siento que he dejado de lado un montón de cosas importantes respecto a Abe y a Mihashi. Trate de imaginarlos en el futuro, pero siento la historia ha quedado un poco hueca.

Amo Oofuri, así que espero mejorar en mis siguientes historias.

¡Muchas gracias por leer! ^-^