Capítulo 11

Yo Sin Tí

Rin preparaba el desayuno de los pequeños, Sesshoumaru la abrazó desde atrás y la besó en el cuello.

-Te amo, preciosa...

-Sessh...

-Anoche fue fantástico, una de las mejores noches de mi vida... gracias...

-Me alegra que te gustara...

Sesshoumaru la besó con ternura, la abrazó nuevamente pegándola a su cuerpo.

-¿Te imaginas? No me sorprende que con lo de anoche quedaras embarazada...

Rin rió y lo besó con ternura.

-Sessh...

-¿Hm?

-Eres un tonto adorable... ya estoy embarazada...

-¡¿QUÉ?! ¿Es una broma, verdad?

-No, mi amor...

-¿Pero lo planeaste?

-¡Claro que sí! Sólo que decicidí no decirte nada hasta tu cumpleaños...

-¡Te amo!

Sesshoumaru la abrazó con fuerza.

-¡¿Y cuánto tiempo tienes?!

-3 meses...

-¡3 meses?! ¡¿Qué hiciste?! ¿Cómo no me dí cuenta?

-Porque eres un tonto... ¿recuerdas la supuesta comida dañada?

-¡Sí!

-Y luego la gripe...

-¡Kami, sí!

-Todo eso fueron inventos para distraerte...

-Perdona a este torpe tonto que tienes de marido...

-Estás perdonado... No te me despegabas, pensé que me descubrirías...

-Te amo, preciosa...

Sesshoumaru la abrazó con fuerza y la llenó de besos. Rin lo vio desayunar con los pequeños y sonrió al imaginarse otro bebé.

-Tía...

-¿Qué pasa, mi amor?

-¿Podrías llevarme al cementerio hoy?

Rin pasó su mano sobre su cabeza.

-Claro que sí, cariño... iremos en la tarde, después de comer... ¿les quieres llevar flores?

-Sí...

-Entonces te compraré las rosas...

-Quiero elegirlas yo...

-Está bien... te llevaré...

-Gracias...

-Adam, Dana, Rin y yo tenemos algo que decirles...

-Qué cosa?

-¡Voy a tener un bebé!

Los niños gritaron y la abrazaron con fuerza, luego a Sesshoumaru.

…...

Sesshoumaru y Dana esperaban por Rin y Adam mientras ellos presentaban sus respetos en la tumba.

-Papa...

-¿Dime, princesa?

-¿Qué hacen mami y Adam?

-Le oran a Kami por los papás de Adam...

La pequeña levantó la mirada.

-¿Adam no es mi niichan?

Sesshoumaru cargó a la pequeña y la besó en la mejilla.

-Cuando lleguemos a casa, te voy a explicar...

Una vez que termiraron, Sesshoumaru se acercó con la pequeña en brazos, luego de una reverencia, se marchó. Todo el camino de vuelta, Dana observó a Adam. Al llegar a la casa, la pequeña lo siguió a su habitación.

-Nii-chan...

-Déjame sólo, Dana...

-Demo...

Adam la sacó a la fuerza de la habitación. Rin observaba desde un punto que ellos no la podían ver. Dana volvió a intentar entrar, Adam levantó la mano para golpearla pero se detuvo.

-¡¿Qué quieres?! ¡Dana, vete de aquí!

Dana lo abrazó con fuerza.

-No estés triste...

-Dana...

-Yo te presto mi mama cuando quieras...

Adam se quedó viendo a la pequeña que con la carita roja y sus ojos llorosos mientras le ofrecía lo que más apreciaba.

-Dana...

-No estés triste, tú eres mi nii-chan...

Adam la abrazó con fuerza. Rin decidió no interferir. Fue al jardín donde Sesshoumaru leía el periódico, quitándoselo de las manos, se acomodó sobre sus piernas y lo besó apasionadamente.

-Estaba leyendo eso...

-¿En serio lo prefieres?

-¿No... me das otro?

Rin rió y lo besó apasionadamente.

-Te amo, Sessh...

-Y yo te amo, preciosa...

Rin mordisqueó el lóbulo de su oreja y lo besaba en el cuello.

-¿Rin, porqué me torturas?

Rin rió a carcajadas.

-¡Yo no te torturo!

-Claro que sí, con los dos enanos despiertos no vamos a hacer nada, pero me provocas...

-Hmm... quiero hacerte el amor y hacerte cosas que nunca te han hecho...

Sesshoumaru sintió un corrientazo bajo su pantalón y recorrer su espalda.

-Viniendo de tí... sólo falta que me mates... no me mates, preciosa...

Rin rió a carcajadas nuevamente.

-¡Mou! ¡Ya no eres romántico!

-Cómo que no?

-No, ya no es lo mismo...

-5 años casados... las cosas cambian un poco...

-¡No me gusta! Yo te amo más y quiero más...

-Yo también te amo más, preciosa, pero no sé ¿qué quieres entonces?

-Que hagas cosas como antes...

Rin lo besó en la mejilla y se quedó recostada de su pecho. Poco después se levantó y dijo que iba a salir. Adam se acercó a Sesshoumaru, se sentó a su lado.

-Dana está rara...

-¿Sí?

-Sí... me dijo que me los presta cuando quiera... a tía y a tí...

-Es que estaba muy pequeña y no comprendía que tú no eres hijo nuestro...

-Sooka...

Sesshoumaru sonrió.

-¿Cómo te sientes?

-No lo sé...

-Aunque nunca conocí a mi mamá... nadie nunca es como ella... Rin se esfuerza mucho por hacerte sentir cómodo, si no es así...

-¡Sí! Sí... pero... sí extraño mucho a mi mamá... aunque tía la conocía tan bien que hace las cosas como ella por mí... demo...

Adam bajó la mirada.

-Ella nunca será mi mamá...

Escucharon un suspiro. Adam se dio la vuelta violentamente, Rin estaba detrás de ellos. Fingiendo una sonrisa les dijo que había comprado helado para todos y se alejó.

-¡Tío!

-No te preocupes... hablaré con ella...

Sesshoumaru subió las escaleras. Rin estaba sentada en la cama.

-Rin...

-No debería de molestarme... nunca esperé ser más que su tía... ¡Kami, nunca pensé ni en tener hijos propios! Hasta que te conocí...

Sesshoumaru se sentó a su lado, la besó en la mejilla y removió sus lágrimas.

-Pero lo amas... Rin... Adam no quería herirte... de hecho, está preocupado por ello...

-¡¿Por qué?!

-Porque aunque te ama como amaría a su madre... aún la recuerda... y le duele su recuerdo... y tú se lo mantienes tan vivo... no lo dejas cerrar esa herida...

-Helen me pidió que si algo le pasaba nunca permitiera que su hijo la olvidara...

-No la olvidará, Rin... ni yo que no conocí a la mía la olvido... pero deja de hacer las cosas como ella sólo por él... ¿acaso no te das cuenta que no dejas que Dana te conozca?

Rin levantó la mirada.

-Dana es una niña feliz...

-Lo es... pero deberías ser tú misma para tu hija...

Sesshoumaru vio hacia la puerta. Dana espiaba desde una esquina.

-Pequeña...

-Mama...

-Ven con mamá, mi amor...

La pequeña corrió hacia ella y brincó a sus brazos, Rin la abrazó con fuerza y la llenó de besos.

-Te amo, mi chiquita bella, ¡te amo tanto!

-Mama... ai shiteru...

Rin sonrió y continuó abrazándola.

-Eres lo más bello que Kami y tu papi me han dado...

-Y mi hermanito...

Rin sonrió y se acarició el vientre.

-Y tu hermanito...

Sesshoumaru la besó en la mejilla.

-¿Qué tal si nos vamos a comer ese helado?

Al bajar las escaleras, Adam se acercó a Rin, ella le sonrió y abrió sus brazos.

-Tía...

-Soy una tonta, perdóname...

-Gomen...

El pequeño la abrazó con fuerza. Rin lo besó en la cabeza.

-Ya olvida eso, mi amor...

Era el momento de dormir, al salir de la habitación de Dana, Rin se asomó en la de Adam. Se acercó a la cama.

-Es hora de dormir, cariño...

-Tía...

-Dime, amor...

-Yo sé que sólo quieres lo mejor para mí... pero onegai... deja de hacer las cosas como mi mamá...

-¡Adam!

-¡Es que no quiero recordarla tanto! Cuando haces cosas como ella, a veces me quedo esperando verla y sé que no es así, que no la voy a ver y entonces me duele y...

-Perdóname, cariño... prometo no hacerlo más...

-Además... hay cosas que ya no sé si son de ella o tuyas...

…...

-Añosdespués.-

Rin había vuelto a trabajar, estaba en Europa cubriendo unos eventos deportivos, mientras esperaba, se quedó viendo a unos niños con sus padres y suspiró, extrañaba a sus hijos y las video llamadas no la llenaban, pero debía hacerle comprender a Sesshoumaru que no estaba dispuesta a convertirse en una ama de casa. Pronto descubrió que Sesshoumaru intentaba atarla con los niños, siempre con el pretexto de que eran muy pequeños y cuando crecían le proponía tener otro. Aunque los amaba con todo su ser, pensaba seriamente en lo que se había convertido su relación con Sesshoumaru.

…...

Apenas volvió a Japón y no veía el momento de llegar a su casa. A pesar de sus viajes, les hacía saber todo su amor y nunca viajaba cerca de fechas importantes para los niños, la recibieron en un mar de besos y abrazos.

-¡Ichiro! ¡Satoshi!

-¡Mama!

-¡Mama volvió!

Echada al piso, se dejó llenar de besos y abrazos por parte de sus dos hijos más pequeños, unos gemelos preciosos, con los ojos como soles y cabelleras platinadas como su padre. A ellos les siguió la pequeña de cabellera negra, que sólo le dio un gran abrazo y se refugió en su pecho.

-Maya, mi amor...

-Mama...

-¿Te hice falta, cariño?

-Hai...

Rin la llenó de besos y la abrazó con fuerza, vio a Dana parada junto a ella y abriendo el otro brazo, la recibió en su seno.

-¡Hola, cariño, te extrañé mucho!

-Y nosotros a tí, mamá...

-Mama, ¿cuándo te vuelves a ir?

Rin acarició el rostro de Maya, aquella mirada tierna y ambarina la derretía.

-No me iré en mucho tiempo...

-¿Hountou?

-Te lo prometo, mi amor...

-Demo... en navidad...

-Me iré después de navidad...

La pequeña la abrazó emocionada, Rin la sintió temblar entre sus brazos, sonriendo, la abrazó con fuerza.

-¿Y Adam?

-Salió con papá...

-Bueno... si me dejan levantarme, les doy todos los regalos que les traje...

-¡Ya estás aquí, mama, no hay mejor regalo!

-¡HAI!

Los gemelos gritaron a coro, aquello la conmovió en lo más profundo y quiso tener los brazos de 3 metros de largo, para poder abrazarlos a todos juntos.

…...

Cuando Sesshoumaru llegó a la casa, subió las escaleras mientras se soltaba la corbata y extrañado por el silencio, al llegar a la habitación, vio a Rin en la cama, con todos los pequeños abrazados a ella.

-¡Preciosa!

-¡Shh!

Rin se levantó con cuidado de no despertarlos y salió de la habitación con Sesshoumaru, luego de un fuerte abrazo, Rin acarició sus mejillas.

-¿Podrías perdonarme?

-¡Kami, Rin, eso está en el pasado!

-Lo hice mal, Sessh, apenas el avión despegó, me sentí sola y desesperada por volver a ver a mis hijos...

Sesshoumaru acarició sus mejillas y labios, reemplazando sus dedos con sus labios en un apasionado beso.

-Te extrañé mucho, cariño...

-¿Me perdonas? Estuvo mal que dijera que sólo me ves como una máquina para parir...

-Yo debí explicarte, Rin... No nos estamos haciendo más jóvenes... y yo de verdad quería darte todos los hijos que deseabas...

-Creo que cuatro es un número maravilloso...

-Después de cuidar a los gemelos por todo un mes, pienso lo mismo...

Ambos rieron antes de compartir un apasionado beso.

-Me alegra ver que se vuelvan a llevar bien...

-¡Adam, mi amor!

Rin lo abrazó con fuerza, Adam la besó en la mejilla.

-¿Cómo fue tu viaje, tía?

-Muy bueno, pero la mejor parte es volver a casa...

-Un poquito cursi...

-¡No importa! Anda a cambiarte, saldremos a cenar...

Al volver a la casa, Sesshoumaru llevó a los gemelos a sus camas y Rin a las niñas, luego de despedirse, fue con los chicos.

-¡Te amo, mama!

-¡Y yo!

-¡Y yo los amo, mis principitos!

Rin los llenó de besos antes de dormirlos. Salió de la habitación y fue a la cocina, al volver, sonrió al ver Sesshoumaru con uno de los gemelos en brazos.

-Ya, Ichiro, mamá no va a ninguna parte...

-Demo...

-Mírala, ahí está...

El pequeño sonrió al verla, Rin se acercó y lo abrazó, su pequeño de apenas 3 años se amoldó a su pecho.

-¡Mama!

-¿Qué pasó, mi amor?

-Pensó que era un sueño...

Rin lo besó en la cabeza.

-No es un sueño, mi amor... pero sí es hora de dormir...

-Demo, mama...

-Anda, mañana estaremos juntos todo el día...

-¿Yakusoku-dayo?

-Te lo prometo, mi amor...

Rin lo llevó de vuelta a su cama, lo cubrió con las sábanas y se quedó hasta que el pequeño se durmió aferrado a su mano, soltándose con cuidado, le dio un último beso a cada uno y volvió a su habitación.

…...

Rin quería hablar con Sesshoumaru, pero al parecer se había vuelto algo casi imposible, nunca parecía ser el momento apropiado. Decidida a ponerle a un alto a su obsesión por el trabajo, llegó a su oficina a media tarde, al verla, sonrió y dejó de trabajar.

-Preciosa,¿ qué haces por aquí?

-Te has vuelto casi imposible de ver... además, traje algo para tí...

-¿Sí? ¿Qué es?

Rin le mostró una fotografía de ella con los niños, Sesshoumaru sonrió y agradeciéndole con un beso, la acomodó en su escritorio.

-Gracias, preciosa, y también por enmarcarla...

-No es nada, mi amor... ¿Sabes? Tomé muchas fotos ese día, nos quedamos esperándote y tú no llegaste...

-Lo siento, amor, tengo mucho trabajo y...

-Shhh... ese tipo de excusas está de más... Sesshoumaru, onegai, intenta llegar temprano hoy, necesito hablar contigo...

-¿Estás molesta?

-No, amor... sólo que es un asunto serio y de verdad quiero discutirlo contigo...

-Te amo...

-Yo también te amo, cariño...

Luego de un apasionado beso, Rin se marchó. Sesshoumaru llegó a la casa a media tarde, con un arreglo de flores para Rin, pero no pasó nada más que un beso de agradecimiento, con sus hijos robando su atención, se dedicó a ellos hasta que cayó la noche. Salía de la habitación de las niñas y la vio con los gemelos, besarlos de buenas noches y acomodarles las sábanas antes de salir. Una vez en el pasillo, bajaron las escaleras tomados de manos, Adam aún estaba en la sala.

-Adam, cariño, mañana tienes clases, es mejor que vayas a dormir...

-Sí... adiós...

Despidiéndose con un beso en la mejilla, Adam subió las escaleras, Sesshoumaru besó las manos de Rin.

-Bien, ahora tienes mi total atención...

-Amor... lo he estado pensando mucho... y necesito tu apoyo en esto...

-Kami, Rin, no me digas que vas a aceptar otro trabajo, amor, sé que adoras tu trabajo, pero tus hijos te necesitan... Son muy pequeños para que estés viajando tanto...

Rin sonrió y lo besó con ternura acariciando sus mejillas.

-No creas que no me siento mal lejos de mis hijos, Sesshoumaru... pero sí es verdad, también amo mi trabajo... así que la mejor opción es abrir un estudio fotográfico...

-Rin...

-Y ya que tienes varios locales vacíos en tu torre... pensé en que tal vez me ayudarías con eso...

Sesshoumaru sonrió y la abrazó con fuerza.

-Considéralo hecho...

Rin le respondió el abrazo, al separarse, lo besó con ternura.

-¡Gracias por apoyarme, mi amor!

-Te amo, preciosa, sabes que siempre estaré para lo que necesites...

…...

Ichiro y Satoshi se asomaron a la habitación de sus padres, se acercaron a la cama y observaban a Rin dormir entre los brazos de Sesshoumaru.

-Es verdad, Ichiro, mama parece un ángel...

-¡Shh! Se despierta...

Rin y Sesshoumaru estaban despiertos, pero no hacían nada para no asustarlos.

-Papa se ve gruñón hasta durmiendo...

Rin se aguantó la risa y disimuló moviéndose para acurrucarse más entre los brazos de su marido.

-¿De verdad mama se va de viaje?

-No, cuando se vaya, voy a decir que me duele la panza y no se va más...

-¡Y yo!

-¡Shhh!

Rin abrió los ojos, vio a los pequeños frente a ella y sólo sonrió.

-¿Ichiro, Satoshi, qué hacen aquí?

-Sólo viendo que no te fuiste, mama...

Rin sonrió y sintiendo besitos en su cuello, le dijo a Sesshoumaru que la soltara.

-Hola, preciosa...

-Hola, mi amor...

Rin dejó que los pequeños se subieran en la cama, los llenó de besos.

-¡Mis amores! Ya les dije que no me iré de viaje en mucho tiempo.

Sesshoumaru pasó una mano sobre sus cabezas, Satoshi lo vio y le sonrió.

-Papa...

Satoshi se pasó a sus brazos y se acomodó sobre su pecho. Sesshoumaru acarició su cabeza y lo besó en la misma. Rin lo vio sonriendo con Ichiro entre sus brazos, vio a la puerta y Dana y Maya estaban allí.

-¡Vengan aquí, mis amores!

Las pequeñas se subieron a la cama y los besaron en las mejillas. Sesshoumaru sonrió y los abrazó a todos, vieron a Adam junto a la puerta, Rin abrió más los brazos y lo vio sonriéndole. El niño sonrió y se abrazó a Rin con fuerza.

…...

Mientras Rin organizaba las fotografías que pondría en el estudio, Dana la ayudaba y se quedó viendo unas fotos de unos jardines y paisajes florecidos.

-Mama, yo quiero una de esas en mi habitación...

-A ver... Éstas son de la India y de... Suiza... elije las que quieres y mañana mando a imprimirlas...

-¡Arigatou!

-Mama...

-¿Tú también quieres una foto para tí, Maya?

-Hai...

-Está bien, amor... ¿dime cuál te gusta más?

La pequeña señaló una de dos tigres de bengala blancos que se encontraban de frente y sus narices tocándose.

-¿Segura?

-Hai... papa to mama...

Rin sonrió, la pequeña señalaba cada tigre al hablar. En ese momento, Sesshoumaru entró en el lugar y abrazando a la pequeña de sorpresa, la llenó de besos, riendo rogaba que la soltara, al hacerlo, se acercó a su esposa y la besó apasionadamente.

-¡Uuu! ¡Papi hizo algo malo!

Ambos se separaron riendo a carcajadas, apoyada en el pecho de su esposo, Rin vio a sus hijas.

-¿Porqué dicen eso?

-Papa se pone cariñoso cuando hace algo malo...

-¿Hiciste algo malo?

-Para nada...

-¡Hm!

-¿Qué?

-Nada... Sólo que mamá estaba pensando...

-Cuidadito con lo que piensas que ya tienes 4 hijos... Y ahora resulta que los hacemos de dos en dos...

Rin rió a carcajadas mientras lo abrazaba con fuerza, lo besó con ternura.

-¡Pero qué cosas dices, mi amor! Ya se te olvida que cuando los gemelos nacieron yo me preparé?

-¡Verdad! ¡Entonces a portarnos mal que ya no hay consecuencias que duren 20 años!

Rin rió a carcajadas y lo besó nuevamente.

-¡Estás loco de remate!

-¡Pero por tí, mi reina!

Las pequeñas reían mientras los veían, Sesshoumaru la levantó en brazos y la besó apasionadamente. Viendo a sus hijas y los dos pequeños que entraban en el estudio, lo besó en la mejilla.

-¿Qué tal si vamos al parque? Ya los sakuratsu han florecido.

Las pequeñas celebraron y los chicos, más por las promesas de comer helado que ver flores. Rin hizo que todos se vistieran de forma tradicional, inclusive ella y Sesshoumaru. Una vez en el parque, Sesshoumaru suspiró al tener que cargar con la pesada mochila.

-Rin, no todo es trabajo, pensé que querías pasar un momento en familia.

-Así es, mi amor. Pero quiero un retrato familiar y sé justamente donde tomarla. Después de eso, llevaré todo de vuelta al auto y disfrutaremos de la tarde. ¿Sí?

Sesshoumaru aceptó. Llegaron junto a uno de los árboles más antiguos, se podía decir por el grosor de su tronco. Sus ramas bajaban por el peso de las flores y detrás se apreciaba el lago, era sin dudas un paisaje hermoso. Rin tomó unas cuantas fotografías al paisaje y luego montó el trípode. Se aseguró de que todos estuviesen bien arreglados y se paró junto a Sesshoumaru. Adam a su lado y los más pequeños frente a ellos.

La cámara estaba programada para tomar 9 fotos consecutivas y en las últimas 3 describía el amor entre ellos, viendo a sus hijos, cruzando miradas y perdidos en un apasionado beso mientras los pequeños los veían y sonreían.

-Cuando te conocí me rompiste el lente de mi cámara y una mano...

-¿No te he repuesto eso ya?

-Amor, por llegar a donde estamos ahora, le prendo fuego a mi estudio y me rompo todos los huesos del cuerpo...

Sesshoumaru sonrió y la atrajo en un beso aún más apasionado. Adam tomó el control y les tomó más fotografías y luego les recordó que estaban en un lugar público. Se separaron sonriendo y Rin se dispuso a guardar todo el equipo a excepción de una cámara más liviana.

-Rin...

-Vamos amor, siempre hay un momento en que desearás tener una a mano.

Disfrutaron de la tarde en el parque, y justo al anochecer, cuando ya se iban, comenzó un espectáculo de fuegos artificiales. Se quedaron contemplándolo, con las niñas sentadas junto a ellos y los niños sobre sus piernas. Adam tomó la cámara y les tomó la fotografía. Rin lo vio y sonrió.

-Gracias, mi amor... pero éste momento es para la familia. Ven aquí y disfruta.

El joven se sentó a su lado y disfrutó no sólo del espectáculo, sino de sentirse parte de una familia. Hacía tiempo había dejado a un lado su pataleta con Kami por haberle quitado a sus padres. Quizás habría sido un error, pero lo repuso de la mejor manera posible, le dio la familia que habría tenido de todas formas.

FIN

...

¡Hola!

Gracias a quienes con paciencia me siguen hasta el final, ya no es tan frecuente como antes, pero sí espero que les siga gustando.

No dejaré de publicar, así que sigan atentas.

Abrazos

Mizuho