Katekyo Hitman Reborn no es mío ni sus personajes… son de mi mayor ídolo Akira Amano.
—diálogo—
Pensamientos o palabras con doble significado…
Ya lo había escrito hace mucho pero como no sabía como subirlo… bueno, espero que les guste esta "singular" pareja…
CAPÍTULO 1
Sorpresas al primer momento.
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¡RING!~
— ¡Hahi!... Ouw…—había caído de la cama al piso de cabeza.
Ahh *suspiro*… que buen amanecer…
— ¡Un nuevo día! ¡Hoy Haru va a dar lo mejor de sí!—exclamaba alegremente aquella chica de cabellos castaño oscuro despeinados y de ojos chocolate mientras intentaba pararse… su pie se enredó con la sábana que también había caído y volvió a caer.
…
Este año comenzaba en un nuevo colegio… Umm... ¿Cómo era que se llamaba? Ah, si… "Namimori". Había dejado su colegio por problemas económicos y sus padres resolvieron en cambiarla a ese colegio, nunca dejarían que su hija perdiera un año… también "Namimori" era un buen colegio…
Se sentía nerviosa a pesar de su personalidad generosa y siempre optimista.
Fue caminando a su nuevo colegio, le encantaba caminar de mañana además de que es saludable… alzó la cabeza para dejar de mirar sus pies y mirar a ese enorme colegio, si era tan grande debía haber bastantes personas, mejor, así podría hacer más amigos…
Ya había entrado y se encontraba en secretaría, atendida por una mujer que trataba de organizar algunos papeles, se notaba que era una persona de edad pero se veía que era muy gentil.
— Erm… disculpe—habló con voz amable.
— ¿Si?—Alzó la cabeza para mirar con esos azules ojos a la joven que le había hablado— hahaha eres nueva, ¿cierto? ¿Qué es lo que necesitas?—le preguntaba con una amable sonrisa que hacía ver un poco más sus arrugas.
— Bueno, mi nombre es Miura Haru, soy nueva y no se donde queda mi aula y todavía no me han asignado un casillero…
Habló con la señora y le entregó en un papel su número de casillero y donde se encuentra el aula. Primero se dirigió al casillero para guardar la mayoría de sus libros y se dio cuenta de que no había nadie en los pasillos ni en los cursos.
¿Hahi? ¿Me desperté muy temprano?... Bueno, ¡Haru va a leer un manga!
Se dirigía a un lugar más apacible para leer tranquilamente su "shoujo" manga aunque ya lo estaba leyendo mientras caminaba.
¡! ¡No puedo creer que la haya besado!...
Iba tan metida en su lectura que no vio a la persona que iba del lado contrario.
— Ouw…—gimieron del dolor los dos. Habían caído sentados al piso.
— ¡Oh! Lo siento mucho, no vi por donde iba…—se disculpaba aquella persona mientras se paraba y le daba la mano a la chica para que también se pudiera parar, Haru tomó esa mano y se puso de pie.
— N-no descuide, no hay problema, Haru s-siempre se cae…—decía aturdida por el golpe, parada enfrente del chico con el quien chocó, no necesitaba verlo para saber que era un chico, su voz lo delataba.
— Hahaha… no, en serio, disculpa—aquel chico se percató de aquel librito colorido tirado en el suelo que, probablemente, era de ella. Lo alzó y se lo entregó— esto debe ser tuyo, toma—le decía mientras le sonreía de una forma inocente.
— ¡Mi manga! Gracias desu~—decía mientras lo aceptaba y veía a aquel chico, mas bien, sus ojos de un color café tirando a dorado y luego esa sonrisa sincera… se sonrojó.
— Hahaha… de nada—estaba avergonzado, pasándose su mano en la nuca mientras desviaba su mirada… esos ojos chocolate que lo miraron detenidamente lograron descolocarlo— bueno, me tengo que ir…
— H-hai…—hablaba algo desanimada, a pesar de haber conocido a ese chico por ese "choque", tenía la esperanza de haber hecho un amigo.
—…—el chico se dio cuenta de que estaba algo desanimada— ¿Quieres venir conmigo?
— ¡Hahi! ¡N-no! A Haru no le importa… no hace falta, además va a ir a practicar baseball ¿verdad?—le decía señalando al bate que traía en su espalda, además no quería aceptar del todo esa invitación, no quería ser una molestia…
— Si, pero creo que es mejor tener compañía…
A Haru se le iluminaron los ojos, tal vez si estaba a punto de hacer un nuevo amigo.
…
Estaban llegando al campo de baseball y ninguno de los dos había hablado y para aligerar el ambiente, el joven decidió hablar.
— Y… ¿Cómo te llamas?
— ¿Hahi?, ¡Me llamo Miura Haru!, pero si quieres puedes decirme Haru…—contestaba mientras hacía movimientos con sus manos…
— Hahaha, Yo me llamo Yamamoto Takeshi… Umm…—la veía fijamente.
— Haru es nueva en este colegio, pero ¡Dará lo mejor de sí este año!—exclamaba confiada en las palabras que acababa de decir.
— ¿Mm? ¿Eres nueva?
— ¡Hai! Desu~
— Hahaha lo siento, es que yo soy muy despistado… —la volvió a mirar fijamente—además, eres una persona muy interesante—le sonreía Yamamoto por ese comentario y es que se había dado cuenta de que aquella joven hablaba en tercera persona y hacía expresiones un tanto extrañas… pero le caía bien.
Ya habían llegado al campo y Haru decidió sentarse a un lado del terreno para ver como practicaba.
Wow, Yamamoto-san es un chico muy talentoso… pensaba Haru totalmente admirada por la buena condición física de Yamamoto.
Una pelota había escapado y Yamamoto le pidió que se la lanzara, Haru la cogió y la lanzó pero tuvo tan poca fuerza ese lanzamiento que rodó en el suelo antes de llegar a el.
— Hahaha ¡Necesitas mejorar ese brazo!—comentó Yamamoto.
— ¡Idiota! ¡¿Qué haces aquí?
Haru y Yamamoto se giraron para ver quién era el que había gritado, aunque el segundo no necesitaba hacerlo por que ya conocía aquella voz.
Haru alcanzó a ver a un chico con cabellos plateados de ojos verdes… ¡¿fumando?... ¡Hahi! Chilló, después se percató de que a lado del peliplateado había otro chico con los cabellos alborotados castaños y de ojos cafés.
El peliplateado junto al castaño se acercaban para saludarlo, bueno, esa era la intención del segundo…
— ¿¡Hahi! ¡C-Cuidado!—exclamó Haru.
Cuando el chico de cabellos plateados iba a reclamarle algo a Yamamoto, pisó accidentalmente la pelota que había tirado Haru, perdió el equilibrio y cayó al piso.
— ¡Idiota Frikie del baseball!—estaba a punto de golpearlo cuando Haru se acercó a ellos.
— Etto… d-disculpa, Haru lanzó esa pelota, fue un accidente…—decidió disculparse, no quería que hubiera una pelea ahí y peor que estuviera involucrado aquel chico tan amable que acababa de conocer.
El peliplateado se paró y se giró con el seño fruncido hacia ella, ¡Le había hecho tropezar! ¡Y enfrente de aquella persona que estimaba mucho! Que penoso se ha de ver visto…
— ¡Mujer estúpida!—decidió optar por la agresión verbal para desatar su furia.
— ¡¿Hahi? ¡¿A quién le dice "Mujer estúpida"?—está bien que se enfade porque se cayó accidentalmente por mi culpa, pero ¿Que insulte a una señorita? ¡No es para tanto!
— ¡Si! ¡A ti te digo! ¡Despistada!
—Grr ¡Haru no es ninguna mujer estúpida! ¡Idiota neandertal! ¡Ya le dije que fue un accidente!
Se insultaban cada vez más, alzando la voz cada vez más, acercándose cada vez más, y todo eso era presenciado por dos chicos que uno trataba de tranquilizar a su amigo mientras el otro veía la escena algo divertida.
— ¡G-Gokudera-kun! B-basta…—le rogaba el castaño a Hayato Gokudera.
— Gokudera ya basta, mira que Haru-san te dijo que fue un accidente y se disculpó…—intervino Yamamoto.
Bueno, recapacitando un poco, pero solo un poco, las palabras del idiota y viendo la cara de preocupación de aquella persona que le había salvado la vida decidió parar… pero ganas no le faltaban al chico de decirle unas cuantas verdades a esa niña— ¡Hmp!—se giró dándole la espalda a la joven.
El ambiente se había calmado un poco, pero aún seguía cierta tensión entre Gokudera y Haru. Haru decidió presentarse y el castaño se presentó como Sawada Tsunayoshi y también tuvo que presentar a su amigo ya que el no quería hablar con esa "mujer estúpida".
Iban caminando los cuatro a sus aulas al parecer, por azares del destino, les tocó la misma aula.
— Juudaime, usted si sabe, ¿no?—habló Gokudera.
— ¿Um?—dijeron Yamamoto y Tsuna, Haru solo se viró para escuchar.
— Es que… me enteré hace un mes que van a cambiar a la mayoría de los profesores…
— Gokudera-kun, ¿Y eso que tiene de importante? la mayoría de las veces lo hacen…
— Déjeme terminar Juudaime, es que es "La" mayoría de los profesores de nuestra sección y de la preparatoria, y no son profesores comunes…
— Um… no entiendo hahaha…
— ¡Idiota! Si me interrumpes otra vez ¡te mato!, bueno, es que el punto al que quería llegar es que la extensión de Namimori…
— ¡Wah! ¿¡Tenemos otra extensión!
— Si, y… no es cualquier extensión, escuché que ahí solo hay unos pocos alumnos y que son unos de los más inteligentes de todo el país, también hay algunos que se desempeñan en diferentes áreas: deportes, manualidades, pintores… y esa extensión se va a juntar con el instituto con la finalidad de mejorar el nivel académico.
— ¡¿EH? Entonces… ¿¡Van a exigirnos más!—preguntó Tsuna, medio lloriqueando y es que si con el anterior nivel sacaba malas notas, con la nueva exigencia sacaría ¡peores! Por no decir atroces, de repente cesó su lloriqueo y preguntó— Gokudera-kun, ¿De dónde sacaste esa información?—era raro que supiera tanto.
— ¡Heh! Tengo mis propias fuentes de información…—decía con una sonrisa de autosuficiencia, quería que el Juudaime se diera cuenta de su gran potencial y se sintiera orgulloso.
Tsuna dio un respingo, ¿Qué habrá hecho?, de solo intentar imaginárselo, su cara se volvió azul.
Yamamoto entendía una parte de lo que acabó de decir su compañero, Haru entendió totalmente y también se pudo dar cuenta de que el vocabulario de Gokudera, que no fueran insultos, era de una persona culta e inteligente, tal vez no era del todo la primera impresión que le dio.
— ¡Ah! Y otra cosa que me olvidaba, esa extensión se autodenomina "Varia"…
…
— Che~ No entiendo por que debemos ir a estudiar ahí—decía con total apatía un chico de ojos verdes cargando en su hombro a su primo de 5 años que a pesar de tener esa edad era casi tan inteligente como ellos.
— Ushishishi~ son órdenes del estúpido presidente…—decía otro al cual no se le veían los ojos debido a ese flequillo de cabellos dorados.
— ¡Hmp! No lo hubiera hecho gratis…—decía el pequeñín en el hombro del ojiverde.
Los tres iban camino a su "nuevo" colegio, dos con tremenda apatía y el otro con un poco de satisfacción ya que podría encontrar un poco más de diversión.
…
Cuando iban a entrar a los salones, uno de los profesores les dijo que antes había un mensaje de parte del director del colegio y que debían ir al patio para formarse, así lo hicieron y el director les dijo a todos los alumnos de preparatoria sobre el cambio y que debido a inconvenientes no pudo venir el presidente de "Varia", una pequeña porción de los estudiantes se tomaba como un "reto" el nuevo nivel académico pero la mayoría se encontraba presionado porque tendrían que esforzarse más.
Después del mensaje todos fueron a sus respectivas aulas. Llegaron los cuatro a su salón; Tsunayoshi se sentó donde más le parecía, un poco cerca de la pizarra para lograr, aunque sea un poco, prestar atención a las clases… La que se armaría en la casa si su mamá se enterara de que el pobre perdía un año… Gokudera se sentó a lado de su Juudaime para hacerle saber que cuenta con el y que podría ayudarle… solo que el otro rezaba porque Gokudera no lo metiera en problemas como el año anterior. Haru se sentó un poco alejada pero casi a la misma altura que Tsuna para poder atender tranquilamente y Yamamoto… bueno, se sentó a lado de aquella chica que le parecía interesante, porque pensaba que a lo mejor se sentiría un poco sola. Los demás estudiantes también se ubicaron en los mejores asientos para ellos.
Ya era casi hora de que empezaran las clases, la mayoría del curso estaba un poco emocionado por el cambio, algunos tenían esperanzas de que los profesores fueran buenas personas y que hagan de las clases un poco más dinámicas y a otros simplemente no les interesaba.
¡RING!~
La puerta se abrió repentinamente con una gran fuerza haciendo que por poco se partiera en dos y a su vez provocando un estruendoso ruido seguido de un horroroso y enorme grito…
— ¡VOOOOOOOOOOOIII!
Algunos debido al tremendo estruendo lanzado de una sola en un ambiente calmado casi se infartan en sus asientos, pero todos quedaron con una sordera que hasta en sus mentes quedó el eco de tremendo grito.
— ¡Silencio mocosos!—gritó otra vez aquella persona de cabellos largos plateados y ojos grises, ese señor tenía el seño fruncido, y cargaba un maletín negro y unas carpetas en mano. Todo el curso se fijo en eso y temían que ese señor sea su "nuevo" profesor, pero antes de sacar cualquier conclusión (aunque ya sabían que era un 99,9% de que fuera su profesor) la puerta del salón se abrió revelando a dos alumnos más.
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FIN CAPÍTULO 1
Sorpresas al primer momento.
Uh… aquí terminó… por favor dejen sus opiniones o críticas… lo bueno vendrá en los siguientes capítulos.
