*°*Capítulo I*°*
"Sin Saber Que Iba a Suceder"
Un día cualquiera en la academia Cross. Yuuki no ha podido dormir toda la noche pensando en lo que siente por Kaname, en que quiere decírselo, y en que nada va a impedírselo. Éste es el día. Ya no hay marcha atrás.
-Yuuki: Desearía tanto que fuese más sencillo. Pero Kaname siempre es tan distante. Nunca sé lo que piensa y siento como si fuese demasiado condescendiente conmigo… ¿Le digo?... ¿le digo lo que siento?... ¿podrá así al fin tomarme en serio?... –dice Yuuki con aires de depresión. Zero, que se encuentra a poca distancia de ella y ha escuchado todo le dice con tono de no importarle.
-¡deja de estar soñando despierta!
-¡Zero! Lo siento. ¿ya hay que abrir las puertas?
-No- dice Zero llevando su mirada hacia el suelo y calmando su fuerte tono de voz. –Aun falta un poco.
-Entonces por qué me regañas!- dice Yuuki en tono de reclamo hacia Zero. A lo que éste se voltea de golpe, se le empieza a acercar lentamente mientras le dice
-me pareces patética, si tanto lo amas ve y díselo. Lo peor que puede decirte es que no corresponde tus sentimientos-
-Zero… - dijo Yuuki sorprendida, y un tanto derrotada por su comentario.
–No tenía idea de que me habías escuchado, pero no lo digas como si fuese tan fácil! Tu nunca te haz enamorado así de alguien, de saber que esa es la persona con la que simplemente quieres estar, sin importar qué o quien, y que no pueda ni verte, y sabes que jamás se fijará en ti, qué simplemente… nunca serás lo suficiente para satisfacerle…-
Una lágrima rodó por la mejilla de Yuuki. Zero, quien su corazón a pesar del dolor que llevaba lograba palpitar con el sólo escuchar el sonido de su voz, se sintió en deber de hacer algo, quería abrazarla, quería consolarla en sus brazos y nunca soltarla, decirle que el sí sabía lo que era estar así de enamorado y que no lo correspondieran, y que se diera cuenta que ella significaba para él lo que Kaname significaba para ella. Pero su orgullo, ese maldito orgullo evito todo gesto, toda palabra y toda alegría que pudiese salir de ese momento. Mientras hizo un sonido con su boca de desagrado y se alejó de ella con las manos en los bolsillos. Mientras decía en voz baja cual se iba alejando…
-Deseo tus manos, tu rostro, tu cuerpo, ese frágil y hermoso cuerpo pequeño, que necesita de protección ante su estado, quiero ser esa protección, quiero tomar tu rostro e introducirme dentro de ti por primera vez uniendo nuestras bocas como símbolo de nuestra curiosidad. De nuestra inmadurez. De nuestras ganas de aprender. De verte a los ojos y no cerrarlos hasta sentirme por ti aceptado. Atraído. Debilitado… enamorado.- Cada paso que Zero daba era una punzada en su ya tan dañado corazón, el sabía que Yuuki estaba enamorada de Kaname, pero tenía que intentar, tenía que comprobar que no sintiera absolutamente nada por el! Se volteó, caminó en dirección contraria al rumbo anterior y regresó con Yuuki, dijo su nombre mientras caminaba con paso apresurado. Ella volteó con la duda en su rostro del tono de la voz de Zero, pero antes de lograr voltearse completamente él puso una de sus manos en su hombro girándola bruscamente, tras tenerla en frente colocó sus dos manos en ambos hombros de ella y le dijo;
-¿Por qué no le dices lo que sientes y ya Yuuki? Sabes que el también siente algo por ti. Casi lo tienes asegurado ya! Pero ¿qué es lo que te hace dudar tanto?
-Zero no tienes idea de lo que estás hablando. Aléjate ya- le dice Yuuki asustada. A lo que Zero la interrumpe apretando más sus brazos.
-¿acaso sientes algo por alguien mas. Puede que en realidad no estés segura de lo que sientes por él porque hay alguien mas en tu mente?- Zero empezó a enamorar con sus ojos, no podía dejar de ver los labios de Yuuki. -¿acaso hay alguien más con quien te imaginas?- soltó uno de sus hombros para acariciar tiernamente su cabello -¿acaso hay alguien más al que quisieras abrazar?- soltó el otro hombro y empezó a acariciar su barbilla- acaso hay alguien mas… al que quisieras… besar…- tras decir eso Zero empezó a acercarse lenta y sensualmente hacia Yuuki, ella estaba congelada, no sabía que hacer. Si sabía que el lazo entre ella y Zero era muy fuerte, pero ahora que sabía lo que él sentía, ella no estaba segura de Kaname, por el momento quería besar a Zero, sus labios empezaron a ponerse cálidos y sedientos del toque de los de él, puso sus manos sobre el rostro y empezó a apresurar la rapidez con la que él llevaba su boca a la de ella, pero en eso, Zero sintió un escalofrío en su cuerpo… no podía ser! El instinto de vampiro había llegado! Y justo en ése momento! Si la besaba… si la besaba podría perder el control sobre su sed de sangre y no podría permitirse el vivir habiéndole hecho eso a yuuki. Paró frenéticamente y sin decir una palabra se fue a paso normal, dejando a Yuuki confundida y sin saber lo que ocurría. Mientras el se alejaba diciéndose lo tonto que creía que era.
-Espera! - dijo Yuuki. Zero volteo asombrado, diciendo –Yuuki- ella empezó a caminar hacia el diciendo –No entiendo, lo que ocurre es tan… simplemente no lo entiendo, te me acercas de esa manera, y me haces creer que… que… (se mira deprimida) Zero… qué era lo que ibas… a hacer…
Zero –No estabas lo suficientemente ocupada, pensando en cómo decirle tus sentimientos a Kaname?
Yuuki –mis sentimientos?... a Kaname, sempai
Zero –Con él es con quien debes estar, yo no soy quien…
Yuuki –Callate! Qué ibas a hacer Zero? Acaso ibas a tomar más de mi sangre?... hazlo! No me importa, quiero… que seas feliz Zero, y para sobrevivir, me necesitas, necesitas mi sangre… para
Zero –Te equivocas! No es tu sangre lo que necesito para sobrevivir, me basta con…
Yuuki –Zero, ¿Qué tengo que hacer para verte sonreir… para que, seas feliz?
Zero –Lo que yo necesito para sonreir es… no, no importa, mejor olvidalo.
Yuuki –Dime Zero, somos… amigos, dime, por favor (Zero se le queda viendo, la abrazada, y la besa de tope, se separa y se sienta viendo en otra dirección a Yuuki, ella asombrada se sienta a la par de él, lo toma con las dos manos de la cara y lo vuelve a besar, a esto Zero se encuentra sorprendido, la abraza y besa profundamente, se separa un momento
Zero –Por qué hiciste eso Yuuki?-. La vuelve a besar apasionadamente –Ahora no me creo capaz de poder parar…
Yuuki –entonces no pares…-. Zero se queda sorprendido de nuevo, su determinación lo atrapaba, cuál era la motivación de ese momento en yuuki, qué era lo que ocurría con ella…
De pronto recordó cómo Yuuki estaba por Kaname, se sintió tan traicionado, como si ella quisiera utilizarlo para olvidarse de él. Sintió tanta rabia, pero a la vez, se sentía tan débil. Su corazón latía rápidamente, sus manos temblaban y sudaban a la vez, su aliento se quebrantaba, se sentía sediento, y lleno de un placer inexplicable… ¿qué era lo que ocurría, por qué si se sentía tan furioso también estaba lleno del placer que recorría su cuerpo al besar a Yuuki?, no quería soltarla, la abrazaba cada vez más fuerte… Mientras Yuuki sonrojada le preguntaba…
-Qué ocurre Zero?..
-Nada Yuuki, sólo déjame estar así un momento, por favor sólo déjame tenerte en mis brazos significativamente hasta que te vayas de nuevo-. Le decía mientras empezaba a sentirse llorar, no quería que ella viera esa parte de él, no quería que ella se sintiera obligaba por lo buena persona que era, a estar junto a alguien como él. Pero Yuuki, al darse cuenta de todo lo abrazó también, mientras le decía;
-Zero, no pienses en el futuro, ni pienses en el pasado tampoco, dime por favor… ¿qué es lo que quieres que haga, para que seas feliz?-. Zero se separó un poco de ella, mientras veía su rostro, y con una sonrisa disfrazando la tristeza le dijo;
-Yuuki, yo… seré feliz con cualquier desición que hagas. Seré feliz con una sola sonrisa tuya, una de esas que emanas al que sientas que la necesita-. Le decía mientras su sonrisa se enseriaba. –y también… seré feliz si olvidas todo lo que acaba de ocurrir por favor…-. Yuuki lo vió asombrada, no podía creer lo que le había dicho, ¿Por qué después de besarla le había pedido que lo olvidara?.. acaso… ¿acaso se había arrepentido?
-Lo siento Zero, pero no voy a olvidarlo… no quiero olvidarlo, porque después de tanto tiempo, al fin pude, entender parte de tus sentimientos, y parte de los míos también, he estado tan ciega a la sombra de un hombre que no me toma en serio, tan cegada por el amor, que no podía ver lo que sentías, ni lo que me hacías sentir… Zero, ¿en serio quieres que me olvide de esto? Si ese es tu verdadero deseo, yo…- Mientras la interrumpía Zero la besó tímidamente, un beso sin pasión, lleno de nostalgia y sumergido en ternura, mientras ponías sus manos en su rostro, y ella sus manos en su espalda, el beso empezó a tornarse prometedor, después empezó a volverse profundo y apasionado, ella mantenía sus brazos ahora alrededor de su cuello, y el empezaba a sostener su cintura, el momento iba perfecto… pero en eso Zero empezó a sentir como su cuello sentía una sed casi imposible de soportar, soltó rápido a Yuuki antes de que sus instintos vampíricos pudieran apoderarse de él, la alejó de golpe mientras sus ojos de volvían de un tono rojo sangre…
-Aléjate de mi Yuuki, me temo, que ya es muy tarde para alguien como yo…
-Pídeme cualquier cosa, pero por favor no me pidas que haga eso, habiendo llegado ya hasta éste punto, ¿en serio quieres que nos contengamos?
-¡¿Acaso no lo entiendes Yuuki? Si continuamos, yo… yo voy a…-. Yuuki hizo a un lado su cabello, mostrando su cuello totalmente desnudo
- Lo sé Zero, y quiero… quiero que así suceda, por favor… toma todo lo que quieras, toma mi sangre, mi cuerpo… toma éste deseo que desborda de mis manos pero no te alejes ahora, ahora que ya hemos llegado hasta aquí… ¡Por favor Zero!...- Decía Yuuki mientras no podía contener las lágrimas rodar por sus mejillas, Zero al verla llorar no pudo evitarlo, cada vez era más débil ante el deseo, ya no podía contenerse, ahora ya no, ya no había vuelta atrás… se acercó a ella, la abrazó y besó en el cuello, ella asustada, lo miraba de una forma confusa.
-No te preocupes Yuuki, aún no tomaré tu sangre, primero… primero déjame…- Sin atreverse a terminar la frase tomó una de sus manos, y se quedó viendo su rostro, a una distancia de 2 centímetros el uno del otro.
-¿Qué es lo que quieres que te deje hacer primero? – le preguntó temerosa-
-Eres sólo una niña, que pretende jugar a ser grande-
-Puede ser, pero yo… quiero hacerte feliz Zero, no me importa lo que deba hacer para lograrlo… además…-. Le dijo mientras se quitaba el saco escolar –Es algo que ambos queremos que suceda… ¿Verdad?
-¿¡Qué estás haciendo idiota?-. Decía Zero, mientras no podía entender lo que ocurría con yuuki, estaba tan asombrado de cómo había resultado todo que no podía siquiera moverse.
-Si no quieres que nadie se dé cuenta entonces entra aquí-. Le dijo Yuuki mientras lo empujaba al establo en el que Zero solía pasar horas y horas pensando, lo empujó y cayeron sobre un monto de caja que amortiguó la caída, ella estaba encima de él procurando tomar el control, pero se sentía demasiado nerviosa, ya había tomado tanto la iniciativa y estaba estacada en lo que debía continuar… Zero sonrió, le encantó como el impulso dejó dominar su plácida inocencia, lo embargó en ternura, amaba esa parte de ella, se sentó y le dio un beso en la frente marcando autoridad, ahora era ella la que temblaba, le parecía tan adorable.
-No tenemos que hacer esto, si tú no quieres o no estás lista.
-Por favor Zero, deja ya de darme la opción de huir a esto- Le decía mientras ponía la mano de él sobre uno de sus pequeños senos, estaba tan sonrojada que el aire se cortaba en su garganta, bajaba la miraba por lo avergonzada que estaba, ella sentía que era la única que deseaba que eso ocurriera, pero estaba equivocada… Zero podría haber tomado desde hacía tanto tiempo atrás la iniciativa, sabía que ella podría ceder ante él de una forma u otra, que desde el primer de sus besos él pudo hacerla suya sin balbucear, y sin preguntarle a ella también. La única razón por la que no lo hacía, lo único que contenía su fuerte deseo carnal era lo enamorado que estaba, la ceguera que no le permitiría hacer algo en contra de la voluntad de la mujer que amaba, el cómo a pesar de que fuese con otra persona él estaría dispuesto a sacrificar sus sentimientos con tal de verla sonreír de verdad. Si ella quería tomar la iniciativa, ella podía hacerlo, pues él sería su lacayo hasta el fin del mundo, su fiel aliado, la sombra de un muchacho simplemente enamorado.
-Yuuki, ¿quieres que ahora, continúe yo?
-N-no digas cosas como esas, yo sé lo que hago…
-Lo sé (Sarcástico) pero yo, quiero que las cosas vayan un poco más gentiles, éste juego de bruscos movimientos no es bueno para alguien que, es nuevo en éste tema…
-Zero, ¿eres virgen?
-jajajaja, si tú quieres que lo sea…-. Le decía mientras empezaba a desabotonar su blusa con su boca, Yuuki se daba cuenta de que él tenía experiencia, de alguna forma pero la tenía, pero lo empezaba a ignorar, estaba tan concentrada en cómo él ya había terminado con su blusa que el sudor empezaba a brotar desde su cuello, él la miraba y sonreía, ella se sentía feliz de verlo sonreír, no es algo que él acostumbre a hacer después de todo.
-¿Sabes? No hay nada más sensual que ver a una mujer sudando.
-Zero eres un pervertido! No digas cosas como esas cuando estás a punto de… a punto de!...
-…De que? Anda, dilo en voz alta…
-Zero esto es demasiado cruel
-Pero te gusta Yuuki, mira nada más cómo están tus senos en éste momento, sus pequeños pezones resaltan de tu tierno sostén-. Le decía lujurioso mientras desabrochaba la parte de atrás del mismo, ya sus senos estaban expuestos a su mirada, eran tan pequeños y delicados, Zero empezó a acariciar uno de ellos mientras jugaba con su lengua en el otro, la pasaba rodeando en círculos sobre su pecho, succionando de vez en cuando con sus suaves labios, le encantaban las reacciones de Yuuki, a quien le brotaba el sudor en su rostro, mordía uno de sus dedos con fuerza para no gritar de placer, todo esto con simplemente jugar con su pecho.
Yuuki nunca se había sentido de ésta manera, sentía en su cuerpo un calor insoportable, algo totalmente nuevo, empezaba a sentir de una manera extraña el entrepierna, apretaba ambas como si eso pudiera hacer algo. Zero se dio cuenta de esa reacción y sin decir una palabra para no avergonzarla, empezó a bajar hacia donde ella sentía que perdía el control, empezó a desabrochar su falda.
-Zero…
-¿Quieres que pare?
-n-no, pero…
-No te sientas avergonzaba, tienes un cuerpo hermoso-. Deslizó su falda hasta quitarla por completo de su cuerpo, y poco a poco deslizó también el bóxer negro que ya estaba manchado en fluidos, él no podía soportar la ternura, podría en serio quitarle ese don tan preciado? Él no se sentía digno siquiera, pero era tanto su deseo que ya no podía alejarse, ella unía sus piernas por la vergüenza, él sonreía y muy despacio volvía a abrirlas, introdujo su rostro entre sus piernas, dio un beso con mucha cautela en su clítoris, Yuuki saltó de emociones, miraba hacia atrás, Zero sorprendido con su reacción levantó un poco la cabeza pero Yuuki dijo exaltada
-¡No pares! Por favor sólo no pares, ¡continúa!-. Él volvió con una cara tan sensual que la dejaba sin habla, saco poco a poco su lengua mientras apenas acariciaba los labios vaginales, sin quitar su mirada de la de ella empezó a mover su lengua como si estuviera comiendo un helado, hacia arriba, hacia arriba nuevamente, primero despacio y con cuidado y después aumentando la intensidad, empezaba a lamerla tan desquiciadamente, utilizaba sus dos manos para abrir más sus piernas, yuuki no podía creer el placer que se apoderaba de ella, sentía que iba a volverse loca. Él habría su boca e intentaba sumergir su lengua lo más que podía en su vagina, cuando ya se sentía muy profunda empezaba a hacer movimientos circulares dentro de ella. Era como si el tiempo se detuviese, él no llevaba ninguna prisa, ambos corazones latían tan fuertes que podían escucharse mutuamente cuando acercaban sus cuerpos. Yuuki sintió un gran calor desbordarse, un gran destemplamiento en el pecho, era algo tan inexplicable! Había llegado al climax con el sexo oral que había hecho Zero en su centro, sentía como que hubiera corrido kilómetros, jadeaba y jadeaba y su sudor también se hacía presente en todo su cuerpo, Zero levantó su rostro, y ella pudo notar como él, por primera vez en su vida, la dejaba verlo sonrojado, él también estaba sudando, todo su rostro estaba cubierto de sudor, ella mientras sonreía le decía entre jadeando;
-Estás, sonrojado Zero…
-Cállate eso no es cierto.
-Como tú digas Zero, pero ahora, creo que es mi turno de, hacerte sentir bien a ti. Le decía mientras desabrochaba su bragueta, pero Zero le respondió;
-¿En serio crees que en tu primera vez… yo podría dejarte hacer algo como eso?-. La tomo de los brazos y la recostó en la paja, posó su cuerpo sobre el de ella con cuidado de no hacerle daño, empezó a sobar su cuerpo contra el de ella delicadamente, de arriba abajo, entre vaivén de movimientos no pudo evitar que su miembro resaltara entre su pantalón, ya Yuuki lo había sentido, a pesar de sus nervios estaba tan curiosa, se sentía como la niña que no conocía del tema, exactamente como Zero decía que era…
-No sé si pueda aguantar más Yuuki-.
-Hazlo Zero… estoy, estoy lista… -. Zero sintió presión en su pecho, se puso de pié, se despojó de su camisa, se quitó por completo su cincho y dejo caer su pantalón al suelo, Yuuki lo veía con asombro, ya sobresalía demasiado de su bóxer, él se volvió a poner sobre ella,
-Trata de relajarte, ¿Está bien?-. Dijo él mientras volvía a besarla haciendo su cabeza hacia donde no pudiera ver y por ende se relajara un poco, bajó lo suficiente de su ropa interior como para dejar su miembro al aire, hiló sus manos a las de ella, se puso en posición e impulsó su cuerpo hacia dentro de ella, Yuuki gritó impulsivamente pero Zero logro ocultar sus gritos con sus labios, él no se movió más, dejó de besarla y preguntó apenado
-¿Te encuentras bien, o quieres que mejor…?
-Zero…-. Dijo interrumpiéndolo mientras hacía exactamente lo mismo que él había hecho hace un momento, lo cayó con un beso, seguido de sus brazos rodeando la espalda de él como si no tuviera nada más a que aferrarse.
Él entendió completamente, siguió moviendo su cuerpo, entrando y saliendo de ella, rozando su delicado cuerpo, sentía que la quebraría pero ya no podía detenerse a sí mismo, cuando uno de los dos se veía que haría el mínimo sonido el otro se ocupaba de silenciarlo. Cuando Yuuki tomaba aire para respirar él continuaba motivándola con apasionados besos en el cuello o lamiendo sus pezones de una manera tierna y delicada. El tiempo simplemente se volvió hielo, ninguno de los dos sentía las horas, ambos exhaustos sin darle cabida al dejar de moverse, ella lo veía a los ojos y bajaba la mirada sonrojada, ante esto él le preguntaba que le ocurría, y Yuuki tiernamente respondía…
-¿Sabes? No hay nada más sensual que ver a un hombre sudando…-. Zero se sonrojaba y se hacía de la vista gorda, aun no se acostumbraba a la realidad, aún no entendía cómo era posible lo que estaba viviendo, cómo era posible que todo lo que estuviera pasando no fuera un sueño, pero entre tanto paradisiaco pensamiento zumbó algo que lo hizo temblar, hizo que por dentro se congelara del miedo, lo que había estado evitando que sucediera desde que se besaron apenas… el maldito instinto, pero su cuerpo ya no le hacía caso a su mente, empezó a moverse más robusto y fuerte, cada vez más y más, más y más, más y más! Yuuki empezó a sentir la brusquedad y vio el cambio de color en los ojos de Zero, pero ya era demasiado tarde, incluso si tuviera la oportunidad de huir ella ya no la quería, ambos estaban por llegar al clímax y ninguno iba a detenerse, en éste vaivén de emociones Yuuki había encontrado una felicidad casi imposible de soportar, le costaba respirar, sentía que su pecho iba a estallar, no podía doblar las piernas, puso sus manos en la espalda de Zero y pechó su pecho al de él, colgando sus brazos de su cuello, mientras le susurraba…
-Hazlo… no te contengas, Zero.
-Yu-yuuki…-. Decía apenas su nombre, el sentía la misma presión en su pecho, había aumentado la rapidez y continuó en ese estado, aumentando cada vez más y más, cuando el destemplamiento llegó al pecho de ambos Zero no pudo contenerse asi mismo y al momento de llegar al punto climático la sangre corría despacio desde el cuello de Yuuki, fue un punto de placer tan ridículamente inmenso para ambos, que al llegar al clímax Zero haya sumergido sus fríos colmillos en la piel de la mujer que tanto amaba, Zero seguía succionando, lentamente, limpiando con su lengua seguidamente, habían encontrado un nuevo punto de colisión entre sus almas, tanto los vampiros succionando como los humanos drenándose, ése acto era mucho más placentero que hacer el amor, y esos dos jóvenes se habían dado cuenta hasta ese momento.
Todo hubiera sido, como en un cuento de hadas, pero en la realidad, ocurren finales distintos, talvés la presencia de un tercer espectador que se escondía en las sombras de uno de los murales, podría cambiar el final feliz de dos humanos que por su cuenta, nunca habían encontrado la felicidad…