La historia no me pertenece ni es de mi autoría, la historia se llama "Intriga y Seducción" y pertenece a Jennifer Blake. Sin embargo este pequeño epilogo es de mi inspiración basada en el libro, espero que sea de su agrado


Seis años después…

Una mujer se encontraba bajo la sombra de un árbol disfrutando el viento de abril que la refrescaba y le traía el aroma del bosque, la mujer estaba sentada sobre una manta, tarareando una canción de cuna a la pequeña bebe a la que estaba amamantando, su cabello recogido dejaba a la vista su cuello, hombro y brazo, la pequeña estaba completamente entretenida en su labor, de pronto la mujer escucho pasos amortiguados por el pasto, se acercaba alguien de manera sigilosa y precavida, la mujer se mantuvo quieta pero atenta, tarareando la canción, irguió la espalda a la expectativa, sintió a alguien cerca, podía percibir su aliento sobre su hombro

-te atrapé papi – grito una voz infantil al tiempo que derribaba al suelo a la persona que estaba hincada a lado de la mujer – te atrape – decía entre risas dejando caer su pequeño cuerpo sobre el musculoso cuerpo de su padre

-oh, pequeño – decía entre risas dejándose derribar y vencer por su hijo – eres tan fuerte – lo levanto en brazos dejándolo suspendido mientras el niño extendía los brazos, las risas de ambos eras contagiosas

El pequeño era el vivo retrato de su padre, cabello negro, ojos azul profundo, a pesar de su edad se notaba el porte real, la bebe era igual a su madre, cabellera rubia ondulada, y unos ojos azules como el cielo matinal, una tez blanca, pero sobre todo una paz que irradiaba

-la pequeña Mina se divierte con ustedes aun en mis brazos – habló la mujer, mientras la pequeña niña sonreía al escuchar a los hombres – Darien, no deberías bajar la guardia – dijo en tono de burla

-es que cuando te observo me olvido de todo – le dedico una sonrisa picara – mi dulce Serena – bajo al niño de sus brazos – ahora me toca a mi atraparte – le dio oportunidad al niño de correr, quien observo que una pareja se acercaba y corrió hacia ellos gritando

-Artemis, Artemis, escóndeme Artemis – se lanzó a los brazos del hombre quien lo atrapo riendo feliz, mientras sus padres lo veían complacidos

-señor – Artemis hizo una reverencia – ya esta todo listo para la celebración de esta noche – comento mientras el niño trataba de ocultarse a sus espaldas

-bien Artemis ¿han llegado nuestros invitados especiales? – pregunto sentándose a lado de su esposa, cargó a la pequeña para sacarle el aire mientras ella se arreglaba la ropa

-aun no señor pero tengo entendido que llegarán en un par de horas

-yo me llevaré a los niños para que puedan arreglarse los señores – una mujer de cabello negro ondulado y tez blanca se acerco a la niña para tomarla en brazos

-gracias Luna – le sonrió Serena – Endimion – le hablo al niño – por favor quiero que obedezcas a Luna – le advirtió

-yo siempre la obedezco – se defendió el niño tomando un porte serio y de pequeño caballero, haciendo sonreír a todos, los dos adultos y los niños se dirigieron al castillo mientras la pareja real se queda un momento a solas

-mi dulce esposa – se acerco más a ella y le dio un beso en el hombro - ¿te he dicho que te amo?

-no desde ayer – bromeo Serena mientras se deleitaba por el beso

-te amo – le dijo mientras besaba su cuello una y otra vez – te amo – se acercó a sus labios pero no la besó - ¿tú me amas? – pregunto a centímetros de su rostro mirándola a los ojos, el azul del medio día, que se encontraba con el azul de la medianoche

Serena acorto la distancia entre sus labios y le dio un cálido beso – más que a mi vida – suspiro – pero… - se levantó de prisa – si no se arregla su majestad – hizo una reverencia – no podrá atender a sus invitados

-odio que me hagas reverencias – dijo Darien poniéndose de pie – cuando estamos solos – la estrecho en sus brazos

-¿y entonces como demuestro mis respetos hacia ti? – preguntó sonriente

-no me respetes – la levanto en sus brazos – ámame con locura Serena, ámame por el resto de tu vida – se fue acercando al castillo mientras Serena rodeaba su cuello con sus brazos – y si hay vida mas allá de la muerte ámame también, como yo te amare a ti – entraron al castillo entre risas mientras la servidumbre se hacia la desentendida de la escena, Darien subió las escaleras y entro a la habitación real

-oh Darien – le besó la mejilla – eres todo un poeta – le dijo feliz pero con algo de burla – pero solo son palabras – lo retó

-ah, veo que mi dulce esposa quiere hechos – dijo enarcando una ceja, ella asintió sonriente – bien – la deposito suavemente en la cama – entonces deja que este hombre te demuestre cuanto te ama – se fue desprendiendo de su camisa, que una vez que quedo en el suelo siguió con las botas y los pantalones de montar, quedando solo en pantaloncillos mientras Serena lo observaba de arriba abajo temblando por dentro – pero primero – se colocó en la cama hincado en sus rodillas – necesito que estemos en igualdad de condiciones – con delicadeza la fue desprendiendo de su blusa, rozando toda la piel que le fuera posible, una vez que lo hizo le desprendió las horquillas que le sujetaban el cabello dejando que se desparramara sobre la almohada – eres tan bella como un ángel – fue dejando pequeños besos en sus hombros, su cuello, su mandíbula– pero eres MI ángel – beso sus labios de manera demandante mientras con sus manos acariciaba delicadamente sus senos, solo con un ligero toque

-oh Darien – suspiro Serena mientras enterraba los dedos en su sedoso cabello, Darien bajo sus manos a la cadera de ella para poder desabrocharle su falda larga de tipo gitana, una vez que se la quito fue dejando besos en sus pies descalzos fue subiendo por su pantorrillas mientras Serena se desarmaba en suspiros y pequeños gemidos de complacencia, un sonido en la puerta interrumpió sus movimientos

-Sarus – dijo Darien con un suspiro de frustración mientras miraba a su esposa

-Sarus – repitió ella sonriendo por la cara de su esposo – debe de venir a preparar tu baño

-¿aceptarías compartir el baño conmigo? – preguntó con una mirada picara

-será un placer – dijo mientras se cubría con el cubre cama al tiempo que Darien se encaminaba a la puerta, donde le dio algunas indicaciones a Sarus quien inmediatamente desapareció con la misma eficiencia de siempre, Darien se acostó en la cama junto a Serena y la abrazó de la cintura, se quedaron en silencio recostados unos momentos, al poco tiempo regreso Sarus quien después de una indicación de Darien entro a acomodar el cuarto de baño para los dos y rápidamente salió sigilosamente, ambos se dirigieron al cuarto de baño el cual estaba rodeado de velas que desprendían un peculiar aroma a canela, Darien se metió en la bañera y ayudo a Serena a meterse frente a él, dándole la espalda, la abrazo con ternura

-estaba recordando la primera vez que quise ayudarte a bañar – mencionó Darien entre divertido y nostálgico

-como olvidarlo – respondió Serena suspirando

-pensé que me odiabas – dijo algo triste

-claro que no te odiaba – respondió ella girando el rostro para mirarlo – pero no sabía que pensar de ti – le acaricio el rostro – me torturaste – trato de sonar dura pero no pudo evitar sonreír – con una pluma

Darien sonrió y la miro a los ojos con picardía – oh, si – besó su cuello haciéndola suspirar – aun recuerdo tu rostro contrariado por el dolor – mordió su oreja haciéndola jadear y cerrar los ojos conmocionada–si, una cara así– dirigió sus manos a los pezones de Serena y las rozo delicadamente, la hizo girar con cuidado, de modo que quedo hincada en la tina de frente a él – deseaba tanto poder atenderte – tomo la pastilla de jabón, que desprendía un olor a vainilla y se la froto en las manos hasta hacer espuma, colocó las manos en los hombros de Serena – quería cuidarte – fue frotando desde su cuello, sus brazos, después sus senos, su cintura – quería aunque fuera un poco borrar lo que te hice sufrir esa noche – se acerco más a ella y la abrazo para frotar su espalda, en su roce había algo más que su afán de limpiarla, había deseo y calor que hacían suspirar a Serena

-me dabas miedo – dijo entre suspiros, lo miró con algo de pena, él bajo la mirada y ella le acaricio la mejilla –pero no te sientas culpable Darien – él levanto la mirada –nadie puede cambiar el pasado, nisiquiera un rey – sonrió algo burlona, pero más bien para animarlo – pero sea como fuere estamos aquí, juntos, con nuestros hijos, amándonos todos los días que Dios no permita vivir

-eres un ángel – la abrazó de nuevo, con ternura y amor – mi amada Serena – bajó sus manos de la espalda a los glúteos de Serena, los cuales tallo, acaricio y apretó, mientras ella le regalaba unos cuantos gemidos de placer – eres tan dulce y bella – froto delicadamente sus piernas para regresar a su centro y rozarlo delicadamente tentándola y haciéndola suspirar un poco más fuerte, con algo de fuerza de voluntad, la poca que le quedaba Serena tomo la pastilla de jabón y se la froto en sus manos para formar espuma, después fue limpiando en cuerpo de Darien, sus brazos, su pecho, sus hombros, y cuello

-tú eres tan fuerte, pero a la vez tan delicado, amoroso conmigo y nuestros hijos, noble y de buenos sentimientos – se enderezo sobre sus rodillas para alcanzar la ancha espalda de Darien – eres un buen líder – el rey aprovecho para deleitarse con la espalda baja de Serena haciéndola suspirar – por eso y muchas cosas es que te amo – deliberadamente llevo sus manos a su endurecida masculinidad la cual estaba bastante alentada, y la fue masajeando suavemente para que alcanzara el máximo punto, de modo que entre ambos se iban preparando – mi amado Darien

-reina mía – exclamo Darien en un gemido – te juro que este juego… me está matando – la colocó a modo de quedar a horcajadas sobre él y en total alineación – necesito sentir… – gruño mordisqueando su oreja – tu cálido abrazo

-entonces… no alargues mas… el momento – demando ella con la voz entre cortada, el encuentro fue placentero y ambos suspiraron entregados al placer, todo lo que se oía en el cuarto de baño, eran sus gemidos, sus suspiros y el vaivén del agua, que poco a poco fueron aumentando de volumen al tiempo que ellos aumentaban la velocidad de su entrega, hasta que presos del éxtasis, gritaron al momento de alcanzar el orgasmo, permanecieron un momento controlando la respiración, abrazados y sin decir nada, hasta que sentir la espalda desnuda y mojada hizo estremecer a Serena

-querida, será mejor salir antes de que enfermes – ambos se ayudaron a acabarse de bañar y enjuagarse, una vez fuera del baño Darien llamó a Sarus para que hiciera lo propio con el desastre que los reyes habían hecho en el baño.

-por cierto - dijo Serena mientras se sentaba al pie de la cama con una suave toalla enroscada en su cuerpo – de donde salieron esas velas y ese jabón – miro a Darien con suspicacia – olían delicioso

Darien le regalo una sonrisa picara y se fue secando de pie frente a ella – lo mandaron de la India, los reyes de ese país mandaron una especie de ofrenda por nuestra boda y el nacimiento de nuestros hijos – hizo una pausa solemne – creo que esperan emparentan con nosotros en un tiempo no muy lejano

-¿emparentar? – pregunto extrañada

-sí, ya sabes que Endimion o Mina se casen con una princesa o un heredero hindú

-Darien – dijo con pesar – no estarás pensando casar a tus hijos por conveniencia ¿o sí?

-claro que no amor – se hinco frente a ella ruborizándola por su despreocupada desnudez, a lo que solo le sonrió – sabes que jamás obligare a mis hijos a nada –acaricio su mejilla con dulzura – quiero que conozcan el amor verdadero – le dio un suave beso en los labios – como lo conozco yo – se levantó y camino al librero que tenían a un costado de la habitación – aunque no vamos a despreciar los regalos que nos mandan ¿no crees? – tomo un libro y se lo dio a Serena

-¿Vatsyayana kama sutra? ¿Qué es esto Darien? – preguntó con extrañeza

-un libro ¿no ves?

-eres un genio Darien – dijo con irritación

-jajaja, que carácter – se burlo Darien – en realidad no lo he visto, pero según la misiva decía que tu y yo – se volvió a acercar a ella y le acaricio el hombro desnudo – lo íbamos a apreciar mucho

-eso suena interesante – le dedico una sonrisa picara mientras ojeaba el libro – muy interesante – se mordió el labio con sensualidad, siguió ojeando hasta que se detuvo en una página – l'équilibre – le mostró el libro a Darien, quien enarco una ceja

-se ve interesante, podríamos intentarlo esta noche – se inclino para morder seductoramente su oreja

-ya lo estoy deseando – suspiro extasiada

Entre los dos se ayudaron a vestir y después Luna ayudo a Serena a peinarse y terminar de arreglarse, mientras Darien recibía a las visitas que acababan de llegar y revisar que todo estuviera listo para la cena, más adelante entre Luna y Serena arregló a los pequeños príncipes para presentarlos ante los altos mandos de la sociedad en Rutenia

Las arañas del techo iluminaban el gran salón donde se encontraban casi todos los invitados, apreciando la música de violines que desde un lado del salón se ofrecía, la gente estaba esparcida por el salón conversando en pequeños grupos, al pie de la escalera que conducía a las habitaciones del palacio apareció un mayordomo vestido todo de negro, al momento hubo un total silencio

-la familia real – anuncio a viva voz, arriba, al inicio de la escalera aparecieron Darien, quien llevaba en su brazo derecho un pequeño bulto envuelto en una fina manta delgada de color perla, de su mano izquierda iba tomado el pequeño Endymion, ambos iban vestidos con sus uniformes de gala que eran en tono azul marino, la guerrera con sus botones de oro reluciente, tenían ambos el mismo porte de realeza, Serena sujetaba al niño de la otra mano, llevaba un vestido en color borgoña de mangas cortas, llevaba encaje negro en la parte del busto y la cintura se moldeaba a su cuerpo y acentuaba mas sus formas, llevaba el cabello levantado en un moño dejando pequeños mechones sueltos, en su cuello llevaba una cruz esmaltada, que en otro tiempo pertenecía a Darien, y que como regalo de bodas mando montar en una gargantilla adecuada para su esposa, si bien Serena era una extranjera nadie podía negar que era digna portadora de su titulo con una belleza y elegancia que muchas princesas envidiarían, y que aunque todos se sorprendieron cuando el rey llego casado, nadie en lo absoluto menosprecio a su reina, la familia descendió por la escalera con toda la gracia de la nobleza mientras los presentes se inclinaban para realizar una solemne reverencia, antes de bajar se detuvieron en el ultimo escalón Darien inclino la cabeza a modo de saludo

-Damas y caballeros – empezó a hablar el rey – os presento a mis hijos – dijo con orgullo – Endymion Alexander – acaricio el cabello del niño – y Mina Serenity – movió un poco su brazo donde su pequeña hija dormitaba, todos aplaudieron con respeto

-por la familia real – habló alguien al fondo levantando su copa

-por la familia real – repitieron los demás presentes igualmente levantando sus copas, poco a poco los reyes se fueron integrando en la reunión, saludando a unos y conversando brevemente con otros, las esposas de algunos funcionarios le preguntaban a Serena como conservaba su figura después de los embarazos, que si Endymion se parecía a su papa y Mina a su mama, que si pensaban tener más hijos, así estuvieron un rato, después Darien se quedo conversando con algunos funcionarios mientras Serena y Luna estaban con los niños y después se los llevó a descansar, unas cuantas personas se acercaban a saludar

-ma chére – hablo un hombre a espaldas de Serena – como siempre tan hermosa, si no es que más – cuando Serena se giro, el caballero hizo una reverencia

-Andrew – respondió contenta y sorprendida de ver a su amigo y antiguo pretendiente justo frente de ella - ¿Qué haces aquí? – pregunto entre asustada y extrañada

-pues… - hizo una pausa mirando alrededor como buscando algo o a alguien – me invitaron – dijo simplemente

-¿Quién? - preguntó muy curiosa

-pues yo – hablo Darien cerca de su oído haciendo saltar y dar un pequeño grito ahogado ya que no había notado su presencia

-así que es uno de tus invitados especiales – más que una pregunta era casi un reproche por parte de Serena - ¿Por qué no me dijiste antes?

-quería sorprendente – Darien la abrazo por la espalda y le dio un beso en la mejilla

-pues lo lograste – ella recargo su cabeza en su pecho

Andrew se aclaro la garganta para que recordaran que estaba presente

-bienvenido de nuevo Andrew – Darien extendió su mano derecha para saludarlo sin soltar a su esposa

-¿Cómo has estado Andrew?

-bien, muy bien – giro y se acerco a una mujer que estaba cerca de ellos y que Serena no notó, era una bella castaña de ojos verdes, más alta que Serena, pero de maneras muy delicadas – quiero que conozcan a Lita – acerco a la mujer a donde estaban los reyes – mi esposa

-mucho gusto sus majestades – Lita hizo una reverencia muy formal, y se dirigió a los reyes muy educadamente

-mucho gusto Lita – respondió Serena – pero nada de sus majestades, él es Darien – señalo a su marido quien inmediatamente tomó su mano y le dio un elegante beso, logrando que Lita se sonrojara – y yo soy Serena – le extendió la mano para saludarla – y siendo la esposa de Andrew considérame tu amiga – le regalo una genuina sonrisa -¿hace cuanto que se casaron?

-hace 1 año – respondió Andrew abrazando a su esposa

-pues felicidades

-gracias, y como están los demás – pregunto Andrew refiriéndose a la guardia real

-muy bien – respondió Serena y busco con la mirada a los demás – Artemis se acaba de casar hace dos años con Luna, la nana de mis hijos – señaló a un lado del salón donde el veterano estaba conversando con la nana y algunos funcionarios

-por cierto son hermosos tus hijos – comentó Lita con ilusión – son los vivos retratos de sus padres – se puso una mano en el vientre – espero que el mío se parezca a su padre – Andrew la miró sin entender nada al principio

-¿de qué hablas mujer? ¿No me digas que tu… yo… tu y yo? – Hablo nervioso - ¿Cuánto tiempo?

-tengo casi dos meses – respondió Lita muy divertida por la actitud de su marido

-pero mujer porque no lo dijiste antes, no debimos hacer el viaje hasta acá – empezó Andrew con excesiva preocupación – te pudo pasar algo a ti o al bebe

-Andrew – hablo Darien palmeando su hombro – relájate, no subestimes la fuerza de las mujeres

-coincido con Darien – no pudo evitar recordar cómo puso su fortaleza a prueba cuando esperaba a Endymion – la fuerza de una mujer es mayor a lo que te puedes imaginar, y más cuando se trata de los hijos – ambas sonrieron de manera cómplice

-y que hay con Neflyte y Ziocite? – preguntó Andrew abrazando a su esposa

-bueno Neflyte está saliendo con Molly, la hija de Luna, ella es viuda, y desde que nació Endymion han vivido aquí en palacio, aunque Neflyte no se decide a casarse con ella – señalo a un lado de la escalera, Neflyte estaba conversando muy íntimamente con una chica pelirroja unos años mas chica que Serena, y en la mirada de ambos se veía el amor que se profesaban

-se ven muy contentos – comento Lita algo tímida

-sí, lo son – comentó Darien – a pesar de que él dice que ella es un poco joven para él, sé que lo arreglaran – miro a su esposa

-todo lo que se hace con amor funciona – comentó Serena feliz –por cierto pronto tendremos una boda en palacio

-¿en serio? – comentó Andrew

-sí Ziocite se casara en dos meses con la encargada de la educación de la gente de palacio – comentó Serena señalando a otra pareja que se acerco a Artemis, eran Ziocite y una joven de cabello azul corto y ojos del mismo color, era de estatura pequeña – es muy inteligente, se llama Amy

-veo que todos son felices – comento Andrew sonriente

-¿y qué has pensado de mi propuesta? – le pregunto Darien y Serena lo miro extrañado

-¿Qué propuesta? – preguntaron ambas mujeres al mismo tiempo

-bueno, Darien, me propuso pertenecer al consejo real y…

-y a la guardia real – completo Darien

-eso es genial Andrew – Serena lo abrazo con fraternal entusiasmo -vas a aceptar ¿no?

-bueno, creo que primero tengo que conversarlo con mi esposa

-pues deberías considerarlo mucho – le dijo a su amigo – y tu Lita piensa en el futuro de su familia

-pero por hoy – comento Darien – pueden disfrutar de la velada sin ninguna presión – todos asintieron

La cena se llevo a cabo de la manera que la reina había dispuesto, la comida era fastuosa y apetecible, el vino era el más exquisito y la música era agradable. Después de la cena todos los invitados que no vivían en palacio, al igual que los habitantes o invitados que dormirían en palacio se fueron retirando, en un par de ocasiones los reyes se disculparon para ir a ver a sus hijos dormir, esa se había convertido en una tradición desde que nació el primogénito del rey el visitarlo y arroparlo en la noche.

Cuando la fiesta termino y todos se retiraron Serena se dirigió a la alcoba real mientras el rey revisaba algunos asuntos de la corte con Artemis, Luna ayudo a Serena a deshacerse de sus ropas de fiesta y a colocarse su largo camisón, y a soltarse el cabello, mientras esperaba a que Darien regresara se sentó en la cama, llevando el libro que les habían regalado

-esto se ve interesante – exclamo leyendo algunos párrafos del libro

-¿Qué es interesante? – preguntó su esposo desde la puerta de la habitación

-el libro que te regalaron – le dedico una sonrisa picara

-nos regalaron querida – mientras se desprendía de sus ropas y zapatos se fue acercando a la cama mirándola con deseo y pasión, se detuvo frente a la cama hasta quedar totalmente desnudo, ante la mira ansiosa de su amada esposa

-la cena fue todo un éxito – cerro el libro, lo coloco en la mesa de noche y desvió el tema deliberadamente

-todo lo que haces es un éxito querida – se acerco mas a ella, pero se quedo de pie, le acaricio la mejilla con ternura

-bueno, es mi trabajo como la reina – bromeo un poco

-sí, pero también eres mi reina – la tomo de la mano y la jalo para que se hincara frente a él, después la beso dulcemente rodeándole la cintura con sus brazos, el beso se fue haciendo apasionado, deseoso - ¿quieres que probemos… algo del libro? – le sugirió con la voz ronca y entrecortada

-me parece…buena idea – respondió ella con la voz entrecortada – siéntate – le pidió, haciéndolo darle la espalda y sentarse en la cama, se levanto de la cama – ¿me ayudas a quitarme el camisón? – le pidió de manera picara y coqueta mientras el hombre la obedecía fielmente, acariciando toda la piel que podía a su paso, una vez que se lo quito lo lanzo al suelo junto a su ropa, ella se lanzo a sus labios de manera demandante y desesperada mientras con su mano acariciaba todo lo largo de su masculinidad

-oh, amor… - gruño en un jadeo – eres una picara

-quiero que mantengas las piernas juntas – susurro a su oído de manera sensual – mientras yo me siento en tus piernas – al tiempo que le decía se iba sentando en él dándole la espalda, con su mano dirigía su miembro por su entrada, y lentamente lo fue introduciendo, logrando que ambos jadearan un poco

-oh – suspiro – que bien se siente – jadeo mientras dejaba besos en su espalda y cuello, y con sus manos acariciaba sus senos de manera suave y delicada

-si – jadeo – se siente tan bien – Serena se iba moviendo de arriba hacia abajo y haciendo círculos con su cadera

-por Dios Serena – jadeo Darien mientras su esposa aceleraba el ritmo, rápidamente y de manera violenta, como un terremoto alcanzaron el clímax máximo, Darien se tiro en la cama llevándose a Serena con él, abrazándola fuertemente, durante largo rato y mientras normalizaban sus respiraciones se mantuvieron en silencio, abrazados, sintiendo el uno al otro, de repente Darien se enderezo para luego acomodar a ambos bajo las sabanas, Serena estaba descansando su cabeza en el pecho de Darien – te amo tanto – dijo entre susurros besando la frente de su amada

-yo también te amo – suspiro Serena

-sé que empezamos mal, pero no me arrepiento de nada – le acaricio la espalda delicadamente – de cierto modo le agradezco a Mina que haya escapado a su casa

-de no haber sido así jamás nos hubiéramos conocido ¿cierto? – aclaro Serena haciendo círculos en el pecho de Darien

-se que desde que nos conocimos nos rodeo una gran intriga

-pero también nos rodeo una seducción que nos lleno por completo – levanto la vista para mirarlo a los ojos – sabes Darien, la vida nos pone pruebas difíciles, pero – le acaricio la mejilla – hasta ahora hemos podido librarlas

- y mientras nos amemos podremos enfrentarnos a cualquier cosa – acorto la distancia para posar sus labios sobre los de ellos, el beso era tierno, delicado, lleno de amor y de promesas mutuas, de un futuro juntos con sus amados hijos

FIN


Hola chicas que les pareció mi pequeño epilogo, perdón la tardanza pero tuve que adaptarme un poco al estilo de escribir de la autora para que no se viera tan diferente, espero haberlo logrado, y también espero que les haya gustado, gracias por seguir la historia, y por su apoyo, sus rw o que agregaron la historia en sus favoritos y alertas…

Besos

Ángel Negro