Mi regalo de navidad para los fans de DC les tengo los que les había dicho en mi fic "El destino de la Sangre"... Les tengo nada menos que Destino de la sangre 2! Y como veran, tiene un extra que es "La nueva generacion de detectives y ladrones"... es un titulo largo y es uno tipico de pelicula XDDD
Espero que les guste este capitulo, para los que no han leido la primera parte, se los recomiendo para entender mas esta (obvio XD)
DC es propiedad de Gosho Aoyama
El destino de la sangre 2: La nueva generación de detectives y ladrones.
Capitulo 1: El inicio de lo nuevo
Era una cálida noche en Tokio, bueno, no tan cálida ya que se podía oír los claros sonidos de golpes, patadas, gritos, etc. Una joven de 17 años, de cabello hasta la cintura, liso y negro, golpeaba a sus contrincantes con sus grandes habilidades de karate, pero no estaba sola, la estaba ayudando otra chica de su misma edad, con el mismo color de cabello, pero le llegaba por arriba de los hombros y ojos marrones, estaba usando también karate.
-¡Y eso les enseñara a tratar mejor a las mujeres infelices! – Grita la segunda chica divertida mientras ambas veían como se iban.
-Si que son unos pervertidos – Murmuro la primera chica – Que suerte que veníamos juntas Sora.
-Lo mismo te digo – Se da cuenta de la hora – Ya es mas de las diez, mis padres me van a matar, ¡Nos vemos mañana y recuerda entrenar para mañana! – Se despedía mientras se iba corriendo.
-Si es que tengo mañana – Murmuro mientras se iba por su lado, también corriendo. Estaba completamente segura que cuando llegue a casa… sus padres la matarían – Si que es difícil ser la hija de la campeona actual de karate de todo Japón y del famoso detective de Japón – Murmuro una vez que se afirmó de las rejas.
Una vez recuperó el aire, abrió las rejas de su casa, mas bien, de su mansión. Al cerrar, camino por el jardín principal hasta llegar a la puerta. Estuvieron frente a frente, puerta y chica, quien se le subía los nervios. Pasaban los segundos y después de lanzar un largo suspiro, abre la puerta en silencio, para no llamar la atención de nadie.
Camino en cuclillas por su casa hasta llegar a su cuarto, una vez adentro y cierra la puerta, se apoyó en ella mientras suspiraba aliviada de no encontrarse con sus padres, pero al voltear, quedo de piedra al ver lo que la luna reflejaba a través de su ventana.
Intentaba decir algo, pero el miedo no le permitía soltar ni una simple frase
-Estas en problemas jovencita – Oyó una voz femenina
-Enciende la luz inmediatamente – Se oyó la voz de un hombre y sin dudarlo, la chica obedece de inmediato.
Al encenderlas, la chica ve a sus padres sentados en su cama y viéndola seriamente, su madre era una mujer de cabello moreno y le rebasaba los hombros y con los ojos de color azul. Su padre era de cabello corto y negro, con los ojos del mismo color que su madre.
-En mi defensa… - Pudo dejar escapar
-¡Silencio Haine! – Dijeron a la vez mientras se levantaban
-Debes una buena excusa
-¿Crees que es buena hora de llegada? – Alegó el padre
-Lo siento, si les digo lo que ocurrió, no me creerán.
-Intenta – Dijo su madre
-Estaba con Sora por lo que ella es testigo. Bueno, nos dirigíamos a casa cuando nos atacaron unos pervertidos idiotas.
-¿Qué? ¿Estás bien?
-Sí mamá, los acabamos con nuestro karate
-Aún así estás en problemas – Alegó su padre
-Pero papá, tuve que enfrentarme a Diez tipos con Sora, ¿No crees que ya es suficiente?
-Ella tiene razón Shinichi
-¿Ahora te vas a poner de su lado Ran?
-Es una imprudencia sus retrasos, pero no puedes ponerte como padre sobre protector cuando tu hija fue atacada.
-Pudo haber llamado a la policía
-¿Estás de tonto o que? – Dijeron su esposa e hija a la vez
-¿Cómo se te ocurre decir eso? La vida de nuestra hija depende de dos segundos ¿Y crees que en ese tiempo va a llamar a la policía?
-Además, pude defenderme muy bien, ¿No? No por nada soy la hija de la campeona de Japón en karate y la futura ganadora del campeonato de mañana, ganare tal como mamá – Asegura con una sonrisa.
-Así se habla hija – Alentó su madre
-Oigan-Los tres ven a un niño de 7 años en pijama, bostezando y… molesto – ¿Creen que es hora de gritos? ¿No ven que otros quieren dormir?
-No seas quejita, que aquí los grandes estamos hablando – Regaño Haine
-¿Tú eres grande? Por favor, pareces una niña atrapada en el cuerpo de una vieja de 50 años – Bostezando
-¡¿Qué dijiste bestia? – Iba a matarlo cuando su madre se lo impidió – ¡Déjame! ¡Yo lo mato! ¡No quedara nada de él!
-Haine, no quiero muerte entre hermanos, Conan es solo tu hermano menor
-¿No querrás decir mayor mamá?
-No empiecen – Continuó Shinichi – Que despertaran a Tomoyo
-Escúchame bien renacuajo – Dijo la mayor de los hijos Kudo poniéndose al nivel de Conan – Ya tengo suficiente con Shinta para que ahora vengas tú a molestarme mocoso.
-¿A quién llamas mocoso?
-¿Ves a otro enano de 7 años aquí? – Divertida mientras tocaba su frente con su dedo índice
-Esto es lo que pasa cuando tienes hijos con un detective – Murmuro Ran Lanzando un suspiro de resignación.
-¿Qué quisiste decir con eso? – Pregunto su esposo con mala cara
-Nada… Chicos dejen de pelear y a la cama – Les ordeno y camina hacía la salida
-No te saldrás con la tuya Ran – Le advirtió Shinichi mientras la seguía.
Y así concluye un día "normal" en la tranquila familia Kudo.
Al día siguiente Haine despertó lanzando un bostezo y estirando sus brazos, abrió la ventana y respira el aire fresco de la ciudad, estaba por cerrar la ventana cuando oye una explosión.
-¿Otra vez? – Al voltear ve a un señor de avanzada edad – ¡Profesor! ¡Que ya esta viejo para estas cosas!
-¡Que va Haine! ¡Lo hice a propósito para despertar a tu padre! ¡Después de años sigue siendo un flojo!
-Si como no – Murmuro – Aunque en cierto modo es cierto-Refiriéndose a su padre.
Cerró la ventana al ver como sus padres se acercaban al profesor para asegurarse que estuviera bien, se dirigió al closet y sacó el uniforme de la escuela. 7 años Fue lo que murmuro la joven mientras se veía al espejo y se arreglaba el pelo en una simple coleta, no le gustaba mucho eso de arreglarse, con suerte se ponía un brillo de fresa en los labios. Pescó sus bolsos con las cosas de hoy y se dirigió a la cocina para ver a su hermano Conan y a una mujer bebé sentada en esas sillas para bebés, comiendo su puré de manzana, pero lo único que conseguía era ensuciarse la cara y un poco la ropa.
-Buenos días Conan – Dejando su mochila colgando de su silla para luego acercarse a la bebé – ¡Buenos días mi pequeña Tomoyo! – Limpiándole la cara con una servilleta
-Parece una cascada de manzana.
-No seas cruel Conan, es sólo un bebé. A ver Tomoyo, yo te ayudo – Sonríe mientras le daba de comer
-¡Hane! – Exclamo el bebé feliz
Después de darle de comer, sus padres aparecieron sin dejar de comentar lo descuidado que es el profesor.
-Bueno, Ahora que Shiho-san no esta, ya no hay nadie que custodie sus experimentos – Dijo Ran mientras se sentaba – ¿Ya te comiste todo Tomoyo?
-¡Hane!
-Gracias Haine
-De nada mamá – Lanza un suspiro largo – Hoy es el día
-¿Llevas tu uniforme de karate?
-Hai, tranquila, tranquila…Ahora debo irme – Pesca una manzana y la muerde – ¡Bye!
-¡Te iremos a ver en las horas de las finales!
-Que confianza le tienes. – Murmuro Shinichi
-¡Por supuesto! Es mi hija por lo que lo logrará
-¡Ya me voy! – Yéndose corriendo
Haine corría hacía su escuela, la secundaria Teitan, la misma en la que asistieron sus padres y la que ahora iba ella con sus dos mejores amigos: Sora Suzuki, hija de Sonoko y Makoto y Shinta Hattori, el hijo de Heiji y Kazuha. Han estado juntos desde que ella llego a Tokio, aun recordaba todas sus aventuras cuando era una niña.
Al poner pie dentro de su escuela, los nervios la invaden, hoy no había clases ya que se llevaría a cabo lo que la ponía tan nerviosa: El campeonato de karate. Se cambia de zapatos y camina hacía su salón, al abrir la puerta, un montón de confetis cayeron sobre ella y notó que no solo le aplaudían y silbaban, si no que también otro soplaban esas cornetas de cumpleaños.
-¿Y esto?
-Es nuestra señal de ánimo Kudo-san – Dijo una chica de cabello negro
-Le lanzamos una cantidad a Shinta también – Comenta su compinche Sora con una sonrisa de burla al recordar su reacción.
-Cierto, él tiene su campeonato de kendo
Shinta Hattori estaba sentado en su pupitre sin decir una palabra, era un chico de ojos verdes, no era tan moreno como su padre ya que su madre había hecho también su aporte XD y la forma de su cabello era como el de su madre, pero corto y del mismo color que su padre. Con los años, se había convertido en un chico serio e indiferente y eso mas sus habilidades con el kendo y aikido, hacía que se volviera el chico más popular de la escuela.
Pero no era el único, Haine y Sora también se volvieron populares, la primera por su belleza hereditaria, su fuerza en karate (Y judo gracias a su abuelo Kogoro) y sus habilidades en fútbol y la segunda por su destreza en karate gracias a su padre, por ser la hija del Príncipe de las Patadas, también por su belleza y por su falta de miedo por decir las cosas como son, sin importarle meterse o no en problemas.
Aunque había una cosa en común que los hacía populares a los tres y que a la vez es lo que les mantiene unidos: Su habilidades como Detective. Después de todo ellos son KUTOSU, el trío de detectives más grande de Japón.
-Sora me comentó lo que paso – Hablo Shinta. Los tres caminaban hacía el gimnasio – ¿Estás bien?
-Por supuesto que lo estoy – Respondió Haine sin darle importancia
-¿Tan preocupado estabas de tu mujer Shinta? – Pregunto Sora divertida
-No empieces con tus estupideces Sora – Alego el chico molesto
Haine apoyó al chico para después agachar la cabeza, desde que era una niña, desde su décimo cumpleaños, había descubierto que estaba enamorada, enamorada de Shinta, su amigo desde pequeños, la persona con quien compartía su deber como detective, pero no se atrevía a decirle porque estaba segura que no sería correspondida, que él solo la veía como a su amiga, como a una niña… ¡Ni mucho menos lo admitiría delante de Sora! Temía las consecuencias, conociéndola, de seguro lo publicaría mundialmente.