4.- Chocolate.

El cuarto estaba bien, muy al estilo Black quizás, pero ella ya lo arreglaría, Sirius luego de indicarle la habitación, se retiró a dormir, su pequeña mochila tenía todo, gracias a Merlín que su madre la había hechizado para que guarde un montón de cosas, estaba segura que si intentaba meter una cama lo lograría, saco su ropa y su neceser son los elementos de aseo, se lavó la cara y se puso su pijama favorito, un conjuntito lila de 2 piezas que consistía en un pequeño camisón de tiritas adornado con encaje y un short pequeño, un pijama juvenil, y sobre todo fresco para evitar sofocarse durante el caluroso verano.

Ya lista para sumergirse en el más profundo de los sueños, su estómago hizo un ruidito.

— Hay no, maldita hambre que no me deja dormir. —dijo un enfurruñada Tonks a la nada…otro ruidito…

— Ya, ya voy, no hagas relajo. —le dijo a su estómago, se levantó para bajar cautelosamente a la cocina, preparo chocolate caliente como para un batallón, y tomo galletas de la alacena, al buscar una taza para servirse la humeante bebida, oyó pasos de tras de ella, abrirse la puerta de la cocina y pudo divisar al ser que entró…era Keacher refunfuñando; a sabiendas que si seguía oyendo al elfo podía terminarlo ahorcándolo, se llevó el chocolate y las galletas y fue a refugiarse en la biblioteca. La biblioteca estaba completamente limpia, a diferencia del resto de las habitaciones, repleto de libros dos sofás y varias butacas, y mesitas, era muy parecida a las salas comunes de Hogwarts, pero además un tocadiscos muggle.

Tomo un sorbo de su chocolate cuando:

— Maldito insomnio. — refunfuño una voz ronca entrando en la biblioteca, pero se percató que no estaba solo en esa habitación.

— ¿Tampoco, puedes dormir?—inquirió Tonks mientras se ponía de pie.

— ¿Qué haces aquí?— inquirió Remus, y su mirada recorrió el cuerpo de la chica, haciéndolo estremecer por completo.

— Mi estómago no me dejo dormir y prepare chocolate, ¿se te antoja un poco?—inquirió inocentemente la chica volviéndose a sentar. Remus asintió con la cabeza; tomo asiento en la butaca al frente de ella, hizo a perecer una taza y se sirvió un poco del chocolate.

— Y bueno a ¿ti que te paso?— pregunto Tonks, mientras subía las piernas en el sofá para abrazárselas.

— A que te refieres. — tragó saliva ante la actitud de la chica algo infantil pero con una gran sensualidad natural.

— ¿Que interrumpió tu sueño?

— Estaba pensando y me llegaron recuerdos abrumadores.

— No, muy buenos, supongo.

— Supones bien. — la chica le dedico una sonrisa tomo su taza y le dio un sorbo, el castaño lo imito.

— Este Chocolate esta exquisito. — dijo Remus. — Gracias por cierto

— No, no hay problema. — bebieron de nuevo, y un silencio se produjo en la habitación, era un silencio cómodo hasta que Tonks tuvo que meter las patas

— ¿Sabías que Snape quiere enseñarme a preparar la poción Matalobos?- soltó de pronto, el hombre se tensó, y dejo a un lado su chocolate.

— Entonces, supongo que sabes para quien es la poción.

— Si, Dumbledore me lo comento.

— ¿Te lo comento?

— Si, porque ¿sucede algo?—se impacientó la chica.

— No solo que agradecería que mi condición no sea motivos de comentarios. — le dijo, como quien sugiere algo.

— Yo no lo voy a decir a nadie. —Tonks sintió como si alrededor del castaño se formara una coraza.

— Eso espero. — replico el castaño.

— No confías en mi ¿verdad?— inquirió algo desilusionada

— Pues, te agradeceré mucho que no menciones nada sobre mi condición. —replico algo serio.

— No, ya te dije no diré nada, y…siento mucho haberte molestado. —se disculpó. — Mira, el Profesor me dijo que voy a ser tu compañera y Snape "muy amablemente" le sugirió que me contara el estado de mi compañero creo que tuvo la impresión que iba a salir corriendo pero no fue mi intención molestarte si lo hice discúlpame y como de seguro no confías en mi porque aun soy nueva en todo esto pero te aseguro que trabajare duro y si mis palabras no te convencen puedes pedir que te asignen otra compañera por mí no hay problema porque me agradas y no quiero caerte mal. — la chica no dejaba de hablar, ni para tomar aire, cuando acabó, inhalo una gran bocanada de aire.

— Pues…. —titubeó Remus, su expresión cambio de una seria a una relajada. —…sinceramente Nymphadora, no te entendí nada…. — rió, la chica puso cara compungida.

— ¿Quieres que te lo explique de nuevo?— preguntó algo desconcertada.

— No, es una broma, aunque fue algo difícil no perder el hilo de tus ideas pero entiendo perfectamente….pero prométeme algo…. — dijo Remus, el enojo que había tenido hacia instantes se disolvió.

— Lo que me pidas.

— No te olvides de respirar cuando hablas, por un momento pensé que te iba a faltar la respiración. — rió a ver que Tonks se sonrojaba.

— Bien, lo tendré en mente….pero tu prométeme algo a mí…. — la chica estaba sonriente y se acercó peligrosamente a la butaca donde estaba Remus, que se tensó al sentirla cerca, asintió tontamente con la cabeza, la chica se acercó aún más y él pudo percibir el olor a fresa y uvas que emanaba y estaba seguro que si bajaba la vista podría ver el escote de la chica, por lo que se contuvo ante esta idea y decidió clavar la mirada en las perfectas facciones de la metaformaga. —...no me vuelvas a llamar Nymphadora…. ¿sí?...

— No, se por qué no te gusta tu nombre es muy aristocrático. — le dijo algo nervioso.

— Por eso, la aristocracia y esas cosas de la pureza del linaje no van con mi personalidad que acaso no te ha contado Sirius lo patosa que soy definitivamente soy una anti-Black un desastre, no me sorprendo de que casi haya reprobado sigilo y rastreo, soy terrible…

— Eh…. —la interrumpió Remus. —...recuerda que me acabas de prometer que ibas a respirar…. —la chica lo miro y se sonrojo, hasta su cabello se tornó rojo.

— Vez que tengo razón soy un desastre andante con razón y no pude formar parte del equipo de quidditch cuando estaba en el colegio. — empezaba a hablar de nuevo, a Remus esto le causó mucha gracia que empezó a reír, ella detuvo su monologo.

— ¿Sabes, que pienso de ti?— cuestiono el oji miel, cuando paro de reír, ella lo miraba avergonzada.

— Que soy una tonta, supongo.

— No, no eres tonta, eso no, sino que tienes que ordenar un poco tus prioridades.

— ¿mis Prioridades?, no te entiendo

— Tu, primera prioridad debe ser respirar y luego hablar. — Nymph rió, entonces se acordó de su chocolate y regreso a su puesto para beber un gran sorbo.

— Bueno, después de todo ¿me lo prometes o no?—cuestiono la chica.

— Así, bien…. Juro solemnemente que no voy a volver a llamar Nymphadora, a Nymphadora,…o… me dejo de llamar Remus John Lupin…. —dijo levantando su mano derecha, la chica rió.

— Si, no cumples… ¿cómo piensas llamarte?

— Lunático, estaría bien, aunque no me ayudaría nada al momento de buscar trabajo.

— Tal vez, pero no se te ocurra buscar trabajo en un manicomio, imagina que te puede pasar, si te presentas diciendo "Soy Lunático, mucho gusto".

— Creo, has heredado ciertas cualidades de Sirius. — rió Remus, la chica lo estaba haciendo sentir como un adolescente, con todos esos comentarios y sonrojos.

— Espero, que no se me haya pegado su egocentrismo eso sería terrible.

— Esperemos. —dijo Remus; se produjo silencio mientras bebían más del chocolate.

— ¿Te gusta mucho la música?—cuestionó Tonks.

— ¿Cómo Sabes que me gusta la música?—inquirió desconcertado.

— Pues por el tocadiscos, no creo que haya pertenecido a la familia, y pues Sirius…bueno…no creo que sepa mucho sobre artefactos muggles, por lo que supuse que el tocadiscos es tuyo.

— Tienes un gran poder de deducción ¿lo sabias?

— ¡Nah! Solo fue lógica básica, cualquiera lo sabría, entonces si te gusta la música ¿verdad?— Remus le dedico una sonrisa de medio lado que casi derrite a la chica.

— La clásica en especial, y a ¿ti, te gusta la música?

— Pues, la clásica no mucho, pero me encantan las Weird Sisters

— Mmmm….eh oído hablar sobre ellas, son buenas por lo que se. — Tonks Asintió enérgicamente con la cabeza.

Bebieron un poco del chocolate, y el silencio lleno la habitación, hasta que Remus hablo:

— Creo que sería conveniente que le pidas a Dumbledore que te asigne otro compañero, de seguro no te agradara trabajar conmigo

— Pensé que habíamos limado las asperezas. —replicó Tonks. — y si lo dices por tu condición, yo no tengo ningún problema, ahhh ya entiendo creíste que iba a salir corriendo ¿verdad?, pero no yo no soy así, y me agradas y el hecho de que seas Licántropo no cambia nada.

— Buenas noches….Mmmm….Lunático. —se despidió Tonks sin dejar que Remus hablara, él se puso de pie y La chica se le acerco y poniéndose en puntillas le planto un dulce beso en la mejilla y salió de la biblioteca, dejando anonadado al Castaño de ojos miel.

Remus, sonrió al verla salir, con sus infantiles pantuflas de conejito, y se llevó una mano a la mejilla donde lo había Besado Tonks.

Te lo dije te gusta, y a ella también le gustas. —le dijo la voz de James.

Si, Cornamenta, admito que me gusta, pero yo no a ella. —pensó Remus

Le gustas, y punto. "Remus y Tonks son novios, Remus y Tonks se quieren". — cantó la voz de James.

Lo que tú digas James.

Remus, Remus, Remus, no sabes lo que te espera al lado de Tonks.